Nuevo chiste malo del gobierno: Tenemos Ministerio del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico

María Ramírez (Correo del Caroní)

La creación del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico ha sido interpretada por especialistas en materia minera y ambiental como una respuesta política al sinfín de pronunciamientos en contra del desarrollo del Arco Minero del Orinoco (AMO) por las consecuencias que podría generar en el frágil medio ambiente en el que se proyecta.

El consultor ambiental independiente y profesor jubilado de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), Luis Guzmán, considera que el objetivo político de esta nueva cartera, que será dirigida por el abogado Roberto Mirabal, es hacerle creer a la sociedad venezolana que el Ejecutivo sí toma en consideración los impactos ambientales del desarrollo minero.

“Es un intento de ir desmontando las críticas que se han estado haciendo, pero lo cierto es que este es un macroproyecto y por eso debería haber una macro aproximación del impacto ambiental y sociocultural. Ellos dicen que van a esperar a que cada una de las empresas invitadas haga su proyecto de explotación y estudios de impacto ambiental. Eso lo pueden rebatir de esa manera y tiene lógica, pero el Ejecutivo debería tener un estudio ambiental y sociocultural preliminar”.

El desarrollo del AMO ha sido la última bandera del Ejecutivo para hacerse de ingresos, en vista de la caída de los precios del petróleo. La anarquía minera al sur de Bolívar y la falta de una política integral en esta actividad económica, sin embargo, han servido como mal precedente y han derrumbado la confianza en esta nueva apuesta que compromete 46% del territorio del estado Bolívar.

Guzmán argumenta que el nombre del nuevo ministerio tiene un error conceptual, pues explica que la actividad minera per se no es ni ecológica ni sostenible. “Sería contradictorio considerarla sostenible, considerando que lo que está sujeto al aprovechamiento son recursos naturales no renovables. Si es no renovable, tiene un término, se va a agotar. Allí se terminaría la actividad, de manera que no se puede considerar sostenible en el tiempo”.

El desarrollo minero puede ser ambientalmente factible, aclaró, mediante el uso de prácticas y tecnologías amigables con el ambiente que mitiguen los impactos socioambientales, pero en el caso del AMO -dijo- “se están obviando muchas de estas cosas”.

No más concesiones

A simple vista, añadió, la creación del ministerio parece haber escuchado la posición contra el AMO, expuesta hace una semana en la Universidad Católica Andrés Bello, campus Guayana (UCAB), en la que además de rechazar el desarrollo minero proyectado se plantea la creación de una política minera para el control de las áreas ya afectadas y la instauración de un solo ministerio para tal fin, “pero nos preguntamos ¿cómo queda el Ministerio del Ambiente?, ¿cómo queda el Viceministerio de Minas que existe actualmente?, se van a solapar estas funciones”.

“Tenemos una realidad como estado que es la cantidad de gente dedicada a esta actividad y vemos que necesariamente tenían que enfocarse todos los esfuerzos a lograr el control para hacer manejable esta situación. Hacemos énfasis en que eso se debería hacer en las áreas que están siendo aprovechadas, pero no dar más permisos ni concesiones”, reiteró, en alusión a la división del AMO en bloques y su entrega a trasnacionales mineras, que ya han examinado preliminarmente las potenciales áreas de exploración en Bolívar.

A juicio de Guzmán, las experiencias en materia minera han sido nefastas hasta ahora en el país por el abandono del Estado que ha propiciado la anarquía. “Si el AMO se llegara a concretar, se va a crear una falsa ilusión de que el rentismo minero va a sustituir al rentismo petrolero; bajo las condiciones actuales eso no va a ser posible. Va a ser un trapo rojo, propicio para beneficiar a un grupo pequeño a quienes se les está asignando de una manera arbitraria la utilización de los recursos”.

“Solamente Las Cristinas y Las Brisas son las que tienen un avance importante desde el punto de vista de la explotación y, sin embargo, sería necesario un lapso de dos a tres años para poner a funcionar esas minas”.

Lejos de cumplir estándares internacionales

El presidente de la Cámara Minera de Venezuela (Camiven), Luis Rojas Machado, celebra la creación de un ente rector que pueda planificar a corto, mediano y largo plazo a dónde va la industria minera, pero advierte que Venezuela está lejos de cumplir los estándares internacionales, cuyo acatamiento pudieran otorgarle la etiqueta de minería ecológica.

“La minería ecológica es una gran utopía, cualquier actividad minera implica una intervención al medioambiente, eso va desde una construcción a cualquier proyecto minero. Decir que es ecológica es cumplir con estándares internacionales. Si bien la minería tiene un récord histórico malo, el estándar de producción de la industria minera actual es 100 veces superior a lo que fue hace un siglo”.

En el caso de Venezuela, explica, los estándares eran aceptables pero en los últimos años se han derrumbado. “Acabaron con los procesos mineros básicos, no se están reponiendo los activos mineros. Si no se están haciendo las cosas básicas, ¿tú crees que va a haber un manejo minero responsable?, actualmente las empresas lo que hacen es sobrevivir, pagar la nómina y mantener su equipo operativo”.

“La minería actual es de pobreza, estamos muy lejos de un desarrollo minero que cumpla con los estándares internacionales. Lo que hay es mucho anuncio y se esperaría que el nuevo ministro tenga una trayectoria en minería porque este sector necesita experiencia y financiamiento”.

[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/economia/item/46007-la-mineria-ecologica-es-una-gran-utopia.]