Miguel Santana
* Un saludo fraterno. L@s compas de la Biblioteca José Ingenieros, aquí en Buenos Aires, me invitaron a dar el pie a una charla-debate sobre Kronstandt. Recién La terminamos. Fruto de ello, escribí un artículo sobre el asunto. De modo que sí lo desean, pueden guindar este texto en el blog o publicarlo en el periódico impreso. Un abrazo. Salud y Anarquía
“Sí nos deponéis vuestra actitud, os cazaremos como perdices”
G. Zinoviev, integrante del politburo bolchevique, a los rebeldes de Kronstadt[1].
Tal amenaza concluye en asombro al recordar las palabras de Trotsky al mismo destinatario en 1917: “Kronstandt es el orgullo y gloria de la revolución rusa” .¿Qué habrá pasado en 4 años para que dé “orgullo y gloria”[2] se convierta en “perdiz”? tal pregunta se desprende de la misma aseveración ¿Cómo Kronstandt pasó de revolucionaria a contrarevolucionaria en el decir del bolchevismo?
I
El calendario gregoriano marcaba el año de 1917, cuando la situación en los confines de la inmensa Rusia era insostenible. Sea en los centros urbanos, sea al interior del campo ruso, el rumor a huelga y la pólvora de la represión dibujaban una atmosfera trazada por el hambre y la disconformidad en las vastas multitudes proletarias y campesinas. El zarismo en Rusia, el último bastión del absolutismo monárquico enfrentaba inevitablemente su ocaso. Así, una burguesíaimpotente jugaba su última baraja en una democracia representativa adaptada a la época.
Tal disconformidad se difundía en el marco del resurgir de la libertad de palabra y reunión, los soviets recobran la vida que tenían en 1905, año de su espontaneo nacimiento y se postulan como espacio organizativo de las localidades, aunadoa una fuerza arrolladora que colectivizaba fábricas, armadas y tierras, por comités auto-organizados. Así la autogestión creciente se difundía por las urbes y campos rusos.
En el marco de la ebullición social los gobiernos fueron cayendo uno tras otro, dada la agitación de las multitudes, radicalizando progresivamente las conclusiones.Tal consigna ¨todo el poder a los soviets¨, si bien esbozada por los bolcheviques como estrategia para tomar el Estado, surgió de las más íntimas aspiraciones de las multitudes, que concebían su arrojo como emancipación.
Ante tal actividad, la antigua clase dominante opuso la resistencia esperada con apoyo y financiamiento de la entente. Así Los tres años que median entre 1918 y 1921 están caracterizado por la guerra de estas multitudes en contra de sus antiguos amos. Estos años son cruciales para entender el fenómeno de la Unión Soviética y su devenir en un Estado totalitario.
II
Ante tal escenario, el partido bolchevique postulo una estrategia enunciada como comunismo de guerra. En grandes rasgos hacía referencia a la disposición de todas las fuerzas para el objetivo común: liquidar a la guardia blanca al conformar una máquina de guerra que les hiciera frente.Uno de los pilares de tal concepción fue la conformación del ejército rojo bajo el mando de Trotsky. Conformando la maquinaria bélico-burocrática que por un lado combatía al ejército blanco y utilizaba a las guerrillas campesinas y obreras para luego aplastarlas como pasó con las milicias majnovistas en Ucrania, al conformar un ejército regular y ciegamente disciplinado y por otro lado eliminaba la oposición interna y consolidaba las jerarquías y privilegios al aniquilar progresivamente la autonomía de los soviets e iniciativas de las mismas multitudes en nombre de la revolución.
Tal centralización en la maquinaria bélico-burocrática, que dará muerte posterior a sus propios creadores – Bujarin, Trotsky, etc.- fue combatida por las oposiciones por izquierda (anarquistas, socialistas revolucionarios de izquierda, oposición obrera) aniquiladas sistemáticamente con órdenes de fusilamiento y arresto, así como el cese a la libertad de prensa y reunión. Es decir, Stalin no fue la causa de la “revolución traicionada”, sino el efecto de la traición bolcheviquey su razón de estado, teniendo como principales artífices a Lenin, Trotsky y sus allegados.
Tal política justificaba la militarización de la producción en la fábrica, la subordinación gradual de las administraciones locales al comité central y programas aprobados por el partido, cese de la libertad de prensa, manifestación y protesta, cese de la libre reunión de otras tendencias revolucionarias que no fueran bolcheviques y estas bajo previa aprobación de las autoridades, cárcel o fusilamiento de la disidencia en nombre de la revolución y el partido, dependencia de los sindicatos al Estado, decomiso y saqueo de la producción campesina, estado de excepción arbitrario que llego a ser permanente[3].
De esta manera delinea el comunismo de guerra, lo que será el registro común de los engranajes de la dominación, que luego empleara la burocracia estalinista hasta el paroxismo. De modo que podemos advertir que los rumbos siguientes de la Unión Soviética son la progresión de las pautas planteadas por el comunismo de guerra, pasando por la Nueva Política Económica de Lenin hasta los planes quinquenales y purgas de Stalin.
Tal iniciativa fue argumentada, bajo el supuestode de su necesidad transitoria, es decir mientras dure la guerra contra el ejército blanco[4]. Ya aislado y reducido el enemigo zarista a finales de 1920, así como gran parte de la disidencia por la izquierda, aun las restricciones seguían existiendo [5], se perpetuó la excepción, así como la dictadura “transitoria” del proletariado se hizo permanente contra el propio proletariado. La excepción se hizo regla.
III
A finales de 1920 y comienzo de 1921 se extendía el descontento en toda Rusia, entre otras causas, gracias a los privilegios en las raciones de comida distribuidas que beneficiaban a los allegados del partido[6]. No solo en el campesinado por los constantes saqueos, también en San Petersburgo se expandía el cuestionamiento de la dirección centralizada, el control de todos los sectores por el partido que se expresaba con la total dependencia de los soviets y sindicatos al patrón-Estado.
Los obreros de muchas fábricas llamarón a asambleas para evaluar la situación, reaccionando el Estado y parte del partido bolchevique con la conformación de un Comité de defensa comandado por Zinoviev, con el objetivo de reprimir las asambleas y huelgas que se extendían en San Petersburgo ante de que se desarrollen en las multitudes. [7][8].
Tales noticias llegaron a los marineros y obreros de Kronstandt. Estos enviaron una delegación a San Petersburgo con la intención de informarse y aclarar la situación en torno a las represiones y descontentos que se murmuraban en la calles. El primero de marzo el soviet de Kronstandt llamó a una asamblea masiva en la Plaza del Ancla que conto con 16.000 asistentes[9], con el objetivo de elegir los integrantes del soviet al que ya había cumplido el periodo de delegación al cuerpo que lo conformaba y el informe de los enviados que no fueron capturados por la Cheka.
Esto con la presencia de Kalinin presidente de Unión de Repúblicas Soviéticasy Kuzmin comisario de la flota del Báltico, enviados por el gobierno para acallar con prebendas la situación en Kronstandt. En esta ocasión se leyó el informe de los enviados con desaprobación total de los asistentes por la represión a los obreros y se aprobó un documento postulado por el órgano del "Sevastópol" y del "Petropavlosk", barcos de guerra en control obrero, agentes de la gesta de 1917 y combatientes contra la guardia zarista.
La primera medida pregonaba la ilegitimidad de los soviets en toda Rusia hasta ese momento constituido debido a su dependencia y manejo por el partido y el Estado, sin posibilidad de disidencia, por tanto llamaban a conformar las asambleas y comicios con independencia y sin privilegios a ninguna tendencia revolucionaria. Así exigían también la liberación de los obreros presos por protestar, el cese de privilegios al partido comunista, libertad de prensa y asociación a todas las tendencias revolucionarias, cese de las requisas al campesinado, para que aporten una parte en especias de su producción al mes siempre y cuando no utilice trabajo asalariado, cese de la militarización del trabajo y la persecución en las fábricas, etc.[10].
El 2 marzo se celebraba la elección del Soviet de Kronstandt y la ratificación del programa aprobado con miras a difundirlo, especialmente en San Petersburgo descontenta. Ante la negativa de reconocimiento de la legitimidad y acusaciones que sostenía dicho programa por los representantes del partido comunista presentes, respondían con amenazas. Ante estas la asamblea decidió ponerlos en arresto -para luego soltarlos- y conformar el Comité Revolucionario Provisional al elegir a sus delegados frente a la advertencia la llegada de patrullas de la Cheka a la asamblea con miras a dispensarla. Tal comité tenía el objetivo de proporcionar las condiciones para la elección del Soviet de Kronstandt con todos los puntos del programa ya mencionado, de allí su carácter provisional.
IV
Las amenazas del gobierno no se hicieron esperar. A comienzos de marzo el gobierno y el partido llamaron a un congreso en donde se evaluaba tal situación. Allí fue donde Zinoviev, emitió la famosa amenaza: "Sí nos deponéis vuestra actitud, os cazaremos como perdices".
El gobierno aducía de una contra-revolución agrupada por la Entente y comandada por el antigua general zarista Kozlovsky, el cual fue puesto por el mismo Trotsky como especialista y guía técnico. Estrategia diseñada desde 1918 que recomponía gran parte de la tecnocracia zarista y burguesa a sueldo del “Estado obrero” en puestos de gestión y dirección al desplazar la autogestión, es más, el ataque a Kronstandt fue planificado y ejecutado por un también antiguo general zarista Turhachevski el cual servía al Estado como técnico de guerra[11] .
El hecho es que no hubo ninguna vinculación entre los zaristas y los rebeldes[12] más que de hostilidad.Es menester decir que mientras Kronstandt resistía a los embates del Estado y partido bolchevique, estos celebraban acuerdos y tratados con la misma burguesía occidental que decían combatir en Kronstandt[10] .
El sitio y derrumbe de Kronstandt duro 16 días. Ya para el 18 de marzo los bolcheviques celebraban la memoria de la Comuna de París encima del cadáver de la Comuna de Kronstandt y la revolución rusa, que tenía su último grito en los marinos y obreros. Que empuñaban la frase “todo el poder a los soviets”, cuestionando a la clase domínante en el Estado. La gran burocracia roja al decir de Bakunin.
En sus emisiones, el comité revolucionario provisional levantaba la consigna de la tercera revolución que echaría al traste a la Cheka –igualándola con las guardias zaristas- y el Estado bolchevique, en nombre de “todo el poder a los soviets”-y no al partido ni al Estado-, tal consigna la temían tanto los zaristas, burgueses, socialistas revolucionarios, mencheviques y bolcheviques, aunque estos últimos hicieron uso de ella para su golpe de Estado, como expresa lo sucedido en Kronstandt.Tal cuestionamiento al partido y al Estado “revolucionario”, como creador y continuador de las clases sociales y la dominación que dicen suprimir, le costó el paso de orgullo y gloria a perdices, de revolucionarios a contrarevolucionarios a decir del bolchevismo.
Notas
[1] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires. P. 146
[2] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P.61
[3] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[4] Op. Cit. P.35
[5] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 22
[6] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[7] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 23
[8] Volin. (1977). La Revolución desconocida. Editorial Proyección. Buenos Aires. Pp. 269-272
[9] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[10] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P.28-30.
[11] Op. Cit. P.46
[12] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires. P. 126.
[13] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 77
* Un saludo fraterno. L@s compas de la Biblioteca José Ingenieros, aquí en Buenos Aires, me invitaron a dar el pie a una charla-debate sobre Kronstandt. Recién La terminamos. Fruto de ello, escribí un artículo sobre el asunto. De modo que sí lo desean, pueden guindar este texto en el blog o publicarlo en el periódico impreso. Un abrazo. Salud y Anarquía
“Sí nos deponéis vuestra actitud, os cazaremos como perdices”
G. Zinoviev, integrante del politburo bolchevique, a los rebeldes de Kronstadt[1].
Tal amenaza concluye en asombro al recordar las palabras de Trotsky al mismo destinatario en 1917: “Kronstandt es el orgullo y gloria de la revolución rusa” .¿Qué habrá pasado en 4 años para que dé “orgullo y gloria”[2] se convierta en “perdiz”? tal pregunta se desprende de la misma aseveración ¿Cómo Kronstandt pasó de revolucionaria a contrarevolucionaria en el decir del bolchevismo?
I
El calendario gregoriano marcaba el año de 1917, cuando la situación en los confines de la inmensa Rusia era insostenible. Sea en los centros urbanos, sea al interior del campo ruso, el rumor a huelga y la pólvora de la represión dibujaban una atmosfera trazada por el hambre y la disconformidad en las vastas multitudes proletarias y campesinas. El zarismo en Rusia, el último bastión del absolutismo monárquico enfrentaba inevitablemente su ocaso. Así, una burguesíaimpotente jugaba su última baraja en una democracia representativa adaptada a la época.
Tal disconformidad se difundía en el marco del resurgir de la libertad de palabra y reunión, los soviets recobran la vida que tenían en 1905, año de su espontaneo nacimiento y se postulan como espacio organizativo de las localidades, aunadoa una fuerza arrolladora que colectivizaba fábricas, armadas y tierras, por comités auto-organizados. Así la autogestión creciente se difundía por las urbes y campos rusos.
En el marco de la ebullición social los gobiernos fueron cayendo uno tras otro, dada la agitación de las multitudes, radicalizando progresivamente las conclusiones.Tal consigna ¨todo el poder a los soviets¨, si bien esbozada por los bolcheviques como estrategia para tomar el Estado, surgió de las más íntimas aspiraciones de las multitudes, que concebían su arrojo como emancipación.
Ante tal actividad, la antigua clase dominante opuso la resistencia esperada con apoyo y financiamiento de la entente. Así Los tres años que median entre 1918 y 1921 están caracterizado por la guerra de estas multitudes en contra de sus antiguos amos. Estos años son cruciales para entender el fenómeno de la Unión Soviética y su devenir en un Estado totalitario.
II
Ante tal escenario, el partido bolchevique postulo una estrategia enunciada como comunismo de guerra. En grandes rasgos hacía referencia a la disposición de todas las fuerzas para el objetivo común: liquidar a la guardia blanca al conformar una máquina de guerra que les hiciera frente.Uno de los pilares de tal concepción fue la conformación del ejército rojo bajo el mando de Trotsky. Conformando la maquinaria bélico-burocrática que por un lado combatía al ejército blanco y utilizaba a las guerrillas campesinas y obreras para luego aplastarlas como pasó con las milicias majnovistas en Ucrania, al conformar un ejército regular y ciegamente disciplinado y por otro lado eliminaba la oposición interna y consolidaba las jerarquías y privilegios al aniquilar progresivamente la autonomía de los soviets e iniciativas de las mismas multitudes en nombre de la revolución.
Tal centralización en la maquinaria bélico-burocrática, que dará muerte posterior a sus propios creadores – Bujarin, Trotsky, etc.- fue combatida por las oposiciones por izquierda (anarquistas, socialistas revolucionarios de izquierda, oposición obrera) aniquiladas sistemáticamente con órdenes de fusilamiento y arresto, así como el cese a la libertad de prensa y reunión. Es decir, Stalin no fue la causa de la “revolución traicionada”, sino el efecto de la traición bolcheviquey su razón de estado, teniendo como principales artífices a Lenin, Trotsky y sus allegados.
Tal política justificaba la militarización de la producción en la fábrica, la subordinación gradual de las administraciones locales al comité central y programas aprobados por el partido, cese de la libertad de prensa, manifestación y protesta, cese de la libre reunión de otras tendencias revolucionarias que no fueran bolcheviques y estas bajo previa aprobación de las autoridades, cárcel o fusilamiento de la disidencia en nombre de la revolución y el partido, dependencia de los sindicatos al Estado, decomiso y saqueo de la producción campesina, estado de excepción arbitrario que llego a ser permanente[3].
De esta manera delinea el comunismo de guerra, lo que será el registro común de los engranajes de la dominación, que luego empleara la burocracia estalinista hasta el paroxismo. De modo que podemos advertir que los rumbos siguientes de la Unión Soviética son la progresión de las pautas planteadas por el comunismo de guerra, pasando por la Nueva Política Económica de Lenin hasta los planes quinquenales y purgas de Stalin.
Tal iniciativa fue argumentada, bajo el supuestode de su necesidad transitoria, es decir mientras dure la guerra contra el ejército blanco[4]. Ya aislado y reducido el enemigo zarista a finales de 1920, así como gran parte de la disidencia por la izquierda, aun las restricciones seguían existiendo [5], se perpetuó la excepción, así como la dictadura “transitoria” del proletariado se hizo permanente contra el propio proletariado. La excepción se hizo regla.
III
A finales de 1920 y comienzo de 1921 se extendía el descontento en toda Rusia, entre otras causas, gracias a los privilegios en las raciones de comida distribuidas que beneficiaban a los allegados del partido[6]. No solo en el campesinado por los constantes saqueos, también en San Petersburgo se expandía el cuestionamiento de la dirección centralizada, el control de todos los sectores por el partido que se expresaba con la total dependencia de los soviets y sindicatos al patrón-Estado.
Los obreros de muchas fábricas llamarón a asambleas para evaluar la situación, reaccionando el Estado y parte del partido bolchevique con la conformación de un Comité de defensa comandado por Zinoviev, con el objetivo de reprimir las asambleas y huelgas que se extendían en San Petersburgo ante de que se desarrollen en las multitudes. [7][8].
Tales noticias llegaron a los marineros y obreros de Kronstandt. Estos enviaron una delegación a San Petersburgo con la intención de informarse y aclarar la situación en torno a las represiones y descontentos que se murmuraban en la calles. El primero de marzo el soviet de Kronstandt llamó a una asamblea masiva en la Plaza del Ancla que conto con 16.000 asistentes[9], con el objetivo de elegir los integrantes del soviet al que ya había cumplido el periodo de delegación al cuerpo que lo conformaba y el informe de los enviados que no fueron capturados por la Cheka.
Esto con la presencia de Kalinin presidente de Unión de Repúblicas Soviéticasy Kuzmin comisario de la flota del Báltico, enviados por el gobierno para acallar con prebendas la situación en Kronstandt. En esta ocasión se leyó el informe de los enviados con desaprobación total de los asistentes por la represión a los obreros y se aprobó un documento postulado por el órgano del "Sevastópol" y del "Petropavlosk", barcos de guerra en control obrero, agentes de la gesta de 1917 y combatientes contra la guardia zarista.
La primera medida pregonaba la ilegitimidad de los soviets en toda Rusia hasta ese momento constituido debido a su dependencia y manejo por el partido y el Estado, sin posibilidad de disidencia, por tanto llamaban a conformar las asambleas y comicios con independencia y sin privilegios a ninguna tendencia revolucionaria. Así exigían también la liberación de los obreros presos por protestar, el cese de privilegios al partido comunista, libertad de prensa y asociación a todas las tendencias revolucionarias, cese de las requisas al campesinado, para que aporten una parte en especias de su producción al mes siempre y cuando no utilice trabajo asalariado, cese de la militarización del trabajo y la persecución en las fábricas, etc.[10].
El 2 marzo se celebraba la elección del Soviet de Kronstandt y la ratificación del programa aprobado con miras a difundirlo, especialmente en San Petersburgo descontenta. Ante la negativa de reconocimiento de la legitimidad y acusaciones que sostenía dicho programa por los representantes del partido comunista presentes, respondían con amenazas. Ante estas la asamblea decidió ponerlos en arresto -para luego soltarlos- y conformar el Comité Revolucionario Provisional al elegir a sus delegados frente a la advertencia la llegada de patrullas de la Cheka a la asamblea con miras a dispensarla. Tal comité tenía el objetivo de proporcionar las condiciones para la elección del Soviet de Kronstandt con todos los puntos del programa ya mencionado, de allí su carácter provisional.
IV
Las amenazas del gobierno no se hicieron esperar. A comienzos de marzo el gobierno y el partido llamaron a un congreso en donde se evaluaba tal situación. Allí fue donde Zinoviev, emitió la famosa amenaza: "Sí nos deponéis vuestra actitud, os cazaremos como perdices".
El gobierno aducía de una contra-revolución agrupada por la Entente y comandada por el antigua general zarista Kozlovsky, el cual fue puesto por el mismo Trotsky como especialista y guía técnico. Estrategia diseñada desde 1918 que recomponía gran parte de la tecnocracia zarista y burguesa a sueldo del “Estado obrero” en puestos de gestión y dirección al desplazar la autogestión, es más, el ataque a Kronstandt fue planificado y ejecutado por un también antiguo general zarista Turhachevski el cual servía al Estado como técnico de guerra[11] .
El hecho es que no hubo ninguna vinculación entre los zaristas y los rebeldes[12] más que de hostilidad.Es menester decir que mientras Kronstandt resistía a los embates del Estado y partido bolchevique, estos celebraban acuerdos y tratados con la misma burguesía occidental que decían combatir en Kronstandt[10] .
El sitio y derrumbe de Kronstandt duro 16 días. Ya para el 18 de marzo los bolcheviques celebraban la memoria de la Comuna de París encima del cadáver de la Comuna de Kronstandt y la revolución rusa, que tenía su último grito en los marinos y obreros. Que empuñaban la frase “todo el poder a los soviets”, cuestionando a la clase domínante en el Estado. La gran burocracia roja al decir de Bakunin.
En sus emisiones, el comité revolucionario provisional levantaba la consigna de la tercera revolución que echaría al traste a la Cheka –igualándola con las guardias zaristas- y el Estado bolchevique, en nombre de “todo el poder a los soviets”-y no al partido ni al Estado-, tal consigna la temían tanto los zaristas, burgueses, socialistas revolucionarios, mencheviques y bolcheviques, aunque estos últimos hicieron uso de ella para su golpe de Estado, como expresa lo sucedido en Kronstandt.Tal cuestionamiento al partido y al Estado “revolucionario”, como creador y continuador de las clases sociales y la dominación que dicen suprimir, le costó el paso de orgullo y gloria a perdices, de revolucionarios a contrarevolucionarios a decir del bolchevismo.
Notas
[1] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires. P. 146
[2] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P.61
[3] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[4] Op. Cit. P.35
[5] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 22
[6] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[7] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 23
[8] Volin. (1977). La Revolución desconocida. Editorial Proyección. Buenos Aires. Pp. 269-272
[9] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires.
[10] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P.28-30.
[11] Op. Cit. P.46
[12] Avrich, P. (2014). Kronstandt 1921. Colección Utopía Libertaria. Buenos Aires. P. 126.
[13] Berkman, A. (2011). La Rebelión de Kronstandt. Editorial Tierra del Fuego/ La Malatesta. Madrid. P. 77