Patricia Marcano (semanario La Razón)
En septiembre de 2007 comenzó la construcción de seis centros de salud especializados, del programa Barrio Adentro IV, en cinco estados del país. Más de 4 millardos de bolívares y de 700 millones de dólares han sido invertidos en ellos y hasta ahora no han atendido al primer paciente. En 2015 los trabajos registraron 0% de avance y la Fiscalía imputó a Eugenia Sader y a su hijo por corrupción con estos hospitales.
La vieja valla informativa, ubicada en la entrada del terreno detrás de la iglesia Nuestra Señora de La Visitación, en la urbanización Juan Pablo II de Montalbán (Caracas), ya no está. Hasta el año pasado, el que quisiera salir de dudas podía acercarse y leer en ese anuncio decolorado y corroído lo que allí se estaba construyendo: “Hospital Cardiológico de Adultos, Tipo IV, Etapa II, Caracas, Distrito Capital”; enterarse del número de contrato, del nombre de la empresa encargada y del ingeniero residente, así como del ente responsable, el entonces Mopvi (Ministerio de Obras Públicas y Vivienda). Ahora es otra cosa lo que se lee en esa estructura metálica, en esa misma entrada. “Bienvenido. Planta de Concreto Cardiológico. Corporación Socialista del Cemento, S.A. Vencemos (Venezolana de Cementos S.AC.A). Ministerio de Industrias.”
En septiembre de 2007 comenzó la construcción de seis centros de salud especializados, del programa Barrio Adentro IV, en cinco estados del país. Más de 4 millardos de bolívares y de 700 millones de dólares han sido invertidos en ellos y hasta ahora no han atendido al primer paciente. En 2015 los trabajos registraron 0% de avance y la Fiscalía imputó a Eugenia Sader y a su hijo por corrupción con estos hospitales.
La vieja valla informativa, ubicada en la entrada del terreno detrás de la iglesia Nuestra Señora de La Visitación, en la urbanización Juan Pablo II de Montalbán (Caracas), ya no está. Hasta el año pasado, el que quisiera salir de dudas podía acercarse y leer en ese anuncio decolorado y corroído lo que allí se estaba construyendo: “Hospital Cardiológico de Adultos, Tipo IV, Etapa II, Caracas, Distrito Capital”; enterarse del número de contrato, del nombre de la empresa encargada y del ingeniero residente, así como del ente responsable, el entonces Mopvi (Ministerio de Obras Públicas y Vivienda). Ahora es otra cosa lo que se lee en esa estructura metálica, en esa misma entrada. “Bienvenido. Planta de Concreto Cardiológico. Corporación Socialista del Cemento, S.A. Vencemos (Venezolana de Cementos S.AC.A). Ministerio de Industrias.”
La concretera instalada en el extremo sur del terreno donde comenzó a construirse el Cardiológico de Adultos y luego el Instituto Nacional del Cáncer, en Montalbán, siguió funcionando tras la paralización de las obras (desde 2013 no se mueve nada), para distribuir concreto a construcciones de viviendas cercanas. Pero el lugar pasó a ser la sede de una de las plantas de concreto de Vencemos y de ambos hospitales no se sabe qué pasará. “Eso tiene como 4 años parado, dicen que el dinero lo desviaron”, comenta el señor Asdrúbal Pérez, vecino de Juan Pablo II. No hace falta hacer mayor esfuerzo para corroborarlo. Frente a la obra hay miles de ojos observando la desidia desde los edificios colindantes, y con pasar por la avenida Teherán de Montalbán y darle la vuelta a esa cuadra es suficiente. Quizás para que no se olvide lo que se estaba construyendo allí alguien escribió, con pintura azul en el muro lateral, una petición: “Queremos Cardiológico”. Falta ver si ese mensaje es tomado en cuenta en 2016, pues el Ministerio de Salud no ha dado respuestas desde hace más de tres años.
De 24 meses a 8 años
El Cardiológico de Adultos es uno de los seis centros anunciados en 2007 como los primeros hospitales especializados que formarían parte de Barrio Adentro IV, el último nivel de esta misión creada en 2006, con la meta de construir 15 hospitales especializados en tres años. En el Aló, Presidente 296, del 30 de septiembre de ese año, el entonces presidente Hugo Chávez informó que se trataría del Hospital General y Materno Infantil de San Fernando de Apure, el Hospital General, de Oncología y Toxicología de Barinas, el Hospital General y de Urología de Valle de la Pascua, en Guárico; el Hospital General y de Gastroenterología de El Vigía, en Mérida, el Cardiológico de Adultos en Montalbán, Distrito Capital y el Centro Nacional del Cáncer en Guarenas, Miranda, aunque este último es modificado cinco años después. “Hoy arrancamos con seis hospitales y en el primer trimestre del 2008 arrancaremos con los otros nueve”, dijo Chávez ese día desde Barinas. Las obras estarían listas en dos años, según anunciara el mismo Presidente y le confirmara Jesús Mantilla, ministro de Salud de ese momento. Han pasado ocho.
Para la primera fase de construcción fueron destinados 1.272.370.000 bolívares, además el Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) aportó a través del Fondo Chino Venezolano la suma de 141.000.000 de dólares y el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) otros 187.188.165 de dólares. Luego, para una segunda etapa de Barrio Adentro IV, el Fonden invirtió $ 373.671.707 en dos proyectos, y en junio de 2011 la Asamblea Nacional aprobó un crédito adicional de Bs 856.044.000 para que el Ministerio de Salud cancelara el 30% de un contrato de 2,8 millardos de bolívares, suscrito para continuar con las obras de esos seis hospitales.
Sin embargo, los millones de bolívares y de dólares gastados no se han reflejado en obras civiles tangibles. En mayo de 2012, la ministra de Salud de ese entonces, Eugenia Sader, informó que ante el retraso de los trabajos iniciados cinco años atrás, decidieron retomarlos aplicando otra técnica: el prefabricado. En 2014 Fundeeh rescindió el contrato con la empresa Conmed, encargada de retomar las obras con la técnica prefabricada e híbrida, por paralizar las obras pese a haber cobrado 80% del presupuesto. Así, los hospitales Materno Infantil de Apure, Oncológico y Toxicológico de Barinas, Urológico de Guárico y Gastroenterológico de Mérida serían hospitales prefabricados, edificios modulares levantados con estructuras metálicas que calzarían sobre algunas losas de concreto que ya estaban listas, porque en 5 años eso era lo único que se había hecho.
Además anunció que estos cuatro estarían listos en 18 meses (la nueva promesa fue para septiembre de 2012), que el hospital de El Vigía sería cambiado de ubicación porque determinaron que “el terreno donde se había empezado el hospital era la pista del aeropuerto”, y que el Centro Nacional del Cáncer ya no seguiría haciéndose en Guarenas, como se había previsto para finalizar la estructura iniciada en la década de 1970, sino que levantarían uno nuevo, llamado Instituto Nacional del Cáncer, en Montalbán, al lado del Cardiológico de Adultos. Estos dos centros que se construyen en la capital del país serían hospitales híbridos, que combinarían la técnica del prefabricado con la tradicional de concreto y cabillas, indicó Sader; por ello tardarían unos meses más y estarían listos en diciembre de 2012. Ese año finalizó y los hospitales siguieron inconclusos.
Avance de la obra: 0%
Después de esos anuncios, lo que ha ocurrido con estos centros asistenciales ha estado caracterizado por la opacidad de información oficial y las irregularidades. Las construcciones han estado bajo la tutela de la Fundación de Edificaciones y Equipamiento Hospitalario (Fundeeh), ente adscrito al Min-Salud, que contrata empresas públicas o privadas, o realiza convenios con otros ministerios para su ejecución.
Después del anuncio del presidente Chávez en 2007, algunas de las Memoria y Cuenta del despacho incluyeron información, aunque muy breve, sobre las obras pero a partir de 2011 esos pocos datos han dejado de existir. Ese año no se incluyó el informe de gestión de Fundeeh. Solo se menciona el tema en el balance de los convenios internacionales firmados, donde se detalla que el Min-Salud suscribió el “contrato 044/2011 con el consorcio Conmed-Mcc para la planificación, diseño, ingeniería, construcción, equipamiento y puesta en funcionamiento de seis nuevos hospitales tipo IV, ubicados en los estados Apure, Barinas, Guárico, Mérida, Distrito Capital y Miranda”. Esta fue la empresa que se encargó de continuar la nueva etapa explicada por Eugenia Sader, para finalizar las obras iniciadas en 2007, y para la cual se aprobaron Bs 2.853.480.000. El crédito adicional aprobado en junio de 2011 por la AN (Bs 856.044.000) correspondió a un adelanto de 30% de esos 2,8 millardos.
Luego, en la Memoria de 2012 y de 2013 no se menciona a los seis hospitales de Barrio Adentro IV. El 27 de mayo de 2014 Fundeeh anuncia en una nota de prensa que el Ministerio de Salud decidió rescindir el contrato con la empresa Conmed-Corpomed (la misma Conmed-Mcc) por paralizar las obras de los hospitales de Apure, Guárico, Mérida y Distrito Capital a mediados de 2013, a pesar de haber cobrado más de 80% del monto destinado a esas estructuras. La compañía solo continuó los trabajos del Oncológico y Toxicológico de Barinas pero después de que la fundación realizara inspecciones judiciales, constatara la falta y tomara la decisión, dejaron de trabajar en él. Por ello Min-Salud decide contratar a la Constructora de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Construfab) y su presidente, el general Juan García Toussaint, asume las obras del hospital de Barinas, del Gastroenterológico de El Vigía, en Mérida, y las de Montalbán, en Caracas. La nota de prensa de Fundeeh no precisa si se trata del Cardiológico de Adultos o del Instituto Nacional del Cáncer, o de ambos, de hecho habla de cinco hospitales cuando son seis.
La Memoria y Cuenta 2014 del Min-Salud incluye la información sobre la rescisión del contrato 44-2011 con Conmed-Corpomed, entre los “logros” de la dirección de Asuntos Administrativos y Jurisdiccionales, y en la página 338 habla de la “culminación de la construcción e inspección de hospitales generales y altamente especializados”. Dicho proyecto tuvo un financiamiento de 988.449.272 bolívares con el resultado de 0% de ejecución física de seis hospitales y 0% de ejecución financiera. Es decir, en 2014 no se movió ni una cabilla.
Si se revisa la Memoria y Cuenta del Ministerio de la Defensa, de quien depende Construfanb, se observa que ese año el Min-Salud transfirió Bs 21.325.387 a dicha empresa militar para que ejecutara tres obras pero ninguna corresponde a los hospitales especializados, sino de remodelaciones en el Hospital JM de Los Ríos, en el Leopoldo Manrique Terrero (Periférico de Coche) y la culminación de la emergencia de adultos, pediátrica y de obstetricia del Hospital Central de Puerto Ayacucho, en Amazonas. Fundeeh solo se menciona en esa Memoria del Min-Defensa en el informe de gestión de la empresa militar Viajes y Turismo Infamil, por haberles hecho una “venta corporativa”.
En 2015 las obras siguieron paralizadas. La Memoria de Min-Salud apenas menciona en la página 270 a los seis hospitales, nuevamente en una ficha de proyecto, en el renglón “Construcción e inspección de hospitales generales y altamente especializados”. El año pasado la ejecución física de los seis hospitales fue de 0% otra vez,pero usaron 24% del financiamiento destinado, es decir, gastaron 198.274.031 bolívares de un total de 843.689.228 pero no explican en qué, y en el informe 2015 de Construfanb tampoco está la respuesta. La constructora adscrita al Min-Defensa solo efectuó una obra en 2015 en un hospital civil y tampoco fue en el centro asistencial de Barinas, ni en el de Mérida ni en el de Caracas. Se trató de la remodelación de los baños de la Dirección de Rehabilitación Ocupacional ubicada detrás del Hospital Pérez Carreño, en Caracas, obra solicitada por el Ministerio del Trabajo. Para este 2016 Cosntrufanb dejó 36 obras en ejecución y ninguna corresponde a hospitales del Ministerio de Salud.
El ex ministro de Salud y director del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV, Carlos Walter, quien le ha hecho seguimiento a estos seis hospitales, es tajante al decir que lo anunciado hace dos años sobre la culminación de las obras por Construfanb “fue un engaño”. “En la Memoria y Cuenta de 2014 está la rescisión del contrato con la empresa Conmed-Corpomed pero no es solo eso, se debe saber si se estableció alguna sanción penal, si hay algún resarcimiento para el país por no haber terminado lo prometido. Además, ¿qué otras medidas han adoptado después de esa decisión? Henry Ventura visitó el hospital de El Vigía y no ha pasado nada”, reclama Walter.
Promesas inagotables
Efectivamente, el 25 de abril de 2015 el ministro para esa fecha, Henry Ventura, inspeccionó las obras del Hospital General y de Gastroenterología de Mérida. Aseguró que las obras se reiniciarían a la semana siguiente y finalizarían este 2016. Se refirió a este centro como uno de los “sueños” de Hugo Chávez, y aunque la obra se proyectó con 190 camas, Ventura habló de tener capacidad para 600. En agosto, cuatro meses después, fue de nuevo a Mérida y admitió una vez más que la construcción de ese centro estaba paralizada, reseñó la prensa regional. Así continúa. El diputado de la MUD y presidente de la Subcomisión de Salud de la AN, José Manuel Olivares, visitó la obra en marzo y denunció su abandono.
El Materno Infantil de San Fernando de Apure está igual. Hace tres años, en la campaña electoral por la presidencia, Nicolás Maduro pidió disculpas a los apureños por esa y otras obras inconclusas, anunció la aprobación de recursos para terminar el hospital y el gobernador Ramón Carrizales se aventuró a decir que a finales de 2013 estaría listo. Para noviembre del año pasado seguía abandonado y según reportes de los medios de la entidad así se mantiene. Además, de este centro de salud no hay información sobre quién ejecuta los trabajos, pues Construfanb no lo incluyó en su “compromiso” firmado con Min-Salud para culminarlos, como tampoco lo hizo con el Hospital Urológico de Guárico. El despacho no ha informado cuál es la nueva empresa responsable de ambos ni mucho menos sobre el porcentaje de avance, dato desconocido sobre los seis hospitales.
El que lleva más avance es el Oncológico y Toxicológico de Barinas. En abril de 2015 el presidente de Fundeeh, Carlos Chirinos, visitó la obra y según una nota de prensa de la Fundación esta tenía 70% de avance. La ingeniera de operaciones asignada a la obra, Oriana Grillet, aseguró que en seis meses ese centro estaría listo. En esa misma nota Fundeeh da a entender que los seis hospitales seguirán construyéndose según lo anunciado por Sader, pues detalla que el de Barinas fue edificado con tecnología turca y alemana, del tipo prefabricado, al igual que los hospitales de Mérida, Apure, Guárico y Distrito Capital, donde aseguran que se construirá un cardiológico-oncológico en Montalbán. El 7 de marzo de este año, el diputado de la MUD por Barinas, Adolfo Superlano, denunció que no han inaugurado el hospital porque la estructura se está hundiendo; aseguró que fue construida en un terreno inestable y que las autoridades lo saben.
En el caso del Cardiológico de Adultos y del Instituto Nacional del Cáncer, su estatus está a la vista en la capital. Las cabillas se siguen oxidando a la intemperie y las columnas de concreto sirven de apoyo a matorrales. Estaba previsto que se erigieran uno al lado del otro y así se estuvo haciendo hasta 2013. El plan detallado por Sader señalaba que el Cardiológico tendría seis pisos y 209 camas, mientras que el Instituto del Cáncer contaría con nueve pisos, dos sótanos y 190 camas.
Sobre retomar la obra del Oncológico de Guarenas, como dijo Chávez en 2007, la última información oficial se dio en febrero de 2014. Nuramy Gutiérrez, coordinadora nacional del Sistema de Atención Oncológica para esa fecha, informó a la agencia oficial AVN que querían rescatar esa estructura para los pacientes oncológicos del oriente del país. Otra promesa que no cuajó y que ha dejado sin soporte a Barrio Adentro IV. Su única bandera sigue siendo el Cardiológico Infantil Latinoamericano, inaugurado en agosto de 2006 y cuyas obras se iniciaron en 2004, antes de ser creado este último nivel de la misión.
Los otros nueve hospitales especializados anunciados por Hugo Chávez, que completarían la lista de 15, eran: Hospital General y de Caumatología en Anaco (Anzoátegui), Hospital General y Ortopédico Infantil en San Carlos (Cojedes), Hospital Solidario del Sur en el Guri (Bolívar), Hospital General Oftalmológico en Guacara (Carabobo), Hospital General y de Neumonología en Baruta (Miranda), Hospital General y Neurológico en Santa Teresa del Tuy (Miranda) y un Centro Nacional de Atención a las Adicciones en Aragua, más dos bancos de sangre, uno en Montalbán (Caracas) y otro en Maracaibo (Zulia). En ese Aló, Presidente 296 informó que estos nueve centros abrirían al público en 2010.
Madre e hijo imputados
Aunque en 2014 se conoció la imputación a la exministra de Salud, Eugenia Sader, por hechos de corrupción durante su gestión, no se habían especificado las causas. En el Informe Anual 2015 de la Fiscalía General de la República están. El documento presentado por Luisa Ortega Díaz a la AN en febrero precisa que “luego de recibir la denuncia por irregularidades ocurridas con ocasión a la contratación de las empresas Corporación Conmed C.A., Consorcio Corpomed Corporation C.V, y MCC London Limited, para la ejecución de seis hospitales durante la gestión de Eugenia Sader Castellanos como ministra de Salud, el Ministerio Público inició la investigación e imputó a la citada exministra por los delitos de peculado doloso propio, sobregiro presupuestario y asociación”.
En el capítulo destinado a la corrupción, el informe indica que su hijo Eugen Enrique Bejarano Sader también fue imputado, en su caso por peculado doloso impropio y asociación, pero además con solicitud de orden de aprehensión. Las cuentas bancarias de la exministra fueron congeladas a solicitud del Ministerio Público y se le prohibió enajenar y gravar bienes muebles e inmuebles. Sader apeló la decisión sobre sus cuentas y la medida fue levantada por un tribunal, pero el Ministerio Público también apeló esa medida ante el TSJ y al final se descongeló la cuenta donde recibe la jubilación, dice el informe.
Esta investigación de la Fiscalía estaría relacionada con las solicitudes enviadas a la Contraloría General de la República por Carlos Walter, exministro de Salud, Luis Fuenmayor Toro, exrector de la UCV, y Jorge Díaz Polanco, coordinador del Observatorio Venezolano de la Salud, ante las reiteradas paralizaciones, retrasos irregularidades y cambios de las obras de estos seis hospitales. Carlos Walter recuerda que enviaron una primera comunicación a la contralora encargada, Adelina González, el 26 de junio de 2012. Allí detallaban los montos de bolívares y de dólares invertidos en los seis centros de Barrio Adentro IV, las empresas contratistas que ejecutaban los trabajos, el avance de las obras (de 0% a 15%), la falta de información sobre el cumplimiento de la Ley de Licitaciones y otras normas. Pedían a la Contraloría indagar en los anuncios, financiamientos, términos en los que se efectuaron las contrataciones y ordenar las medidas que estimaran convenientes ante el riesgo de daño al patrimonio público. De esa comunicación no tuvieron respuesta.
Dos años después, hallaron un documento que evidenciaría una falta a la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República. Un recibo de junio de 2012 de la empresa Conmed-MCC sobre el embarque de los materiales para construir los hospitales prefabricados, que llegarían al país el 14 de julio de 2012. “Nos llamó la atención que el contrato con el Consorcio Conmed-MCC fuera firmado el 21 de junio de 2011 y que la solicitud del crédito adicional para continuar las obras con ellos se hiciera después, el 12 de julio de 2012. ¿Con qué recursos le pagaron a Conmed?”, señaló Walter. Por ello enviaron una segunda carta a la Contraloría, el 15 de junio de 2014, con ese recibo más el dato sobre la rescisión del contrato entre Min-Salud y Conmed, anunciado por Fundeeh un mes antes. Con esa discrepancia de fechas y fondos se estaba violentando el artículo 38 de la Ley Orgánica de Contraloría, que obliga a tener disponibilidad presupuestaria antes de elaborar contratos que impliquen compromisos financieros o antes de adquirir bienes y servicios, explica el segundo comunicado suscrito por los especialistas.
Walter explica que el informe de gestión 2014 de la Contraloría no incluyó nada sobre esta investigación, pero extraoficialmente le habían informado que ya la Contraloría había cerrado el caso. Estaban esperando la presentación del informe correspondiente a 2015 para ver la decisión, pero con la publicación detallada de la Fiscalía presume que la Contraloría, al concluir su actuación, envió el caso a la Fiscalía. “Ahora, más allá de las responsabilidades administrativas y de los delitos de corrupción, ¿qué se va a hacer a esas obras, con esos elefantes rojos? Esa es una inversión que el país hizo pensando hacia el futuro, después de salida de Eugenia Sader los ministros han tenido que tomar decisiones”, expresó Walter, director del Cendes.
Antes de Sader, por ese despacho pasó Jesús Mantilla (ministro cuando comenzaron las obras en 2007), Carlos Rotondaro y Luis Reyes Reyes. Después le tocó asumir el cargo a Isabel Iturria, Francisco Armada, Nancy Pérez Sierra, Henry Ventura y, desde enero de 2016, Luisana Melo.
[Tomado de http://www.larazon.net/2016/03/28/barrio-adentro-iv-seis-hospitales-prometidos-y-olvidados.]
Aunque en 2014 se conoció la imputación a la exministra de Salud, Eugenia Sader, por hechos de corrupción durante su gestión, no se habían especificado las causas. En el Informe Anual 2015 de la Fiscalía General de la República están. El documento presentado por Luisa Ortega Díaz a la AN en febrero precisa que “luego de recibir la denuncia por irregularidades ocurridas con ocasión a la contratación de las empresas Corporación Conmed C.A., Consorcio Corpomed Corporation C.V, y MCC London Limited, para la ejecución de seis hospitales durante la gestión de Eugenia Sader Castellanos como ministra de Salud, el Ministerio Público inició la investigación e imputó a la citada exministra por los delitos de peculado doloso propio, sobregiro presupuestario y asociación”.
En el capítulo destinado a la corrupción, el informe indica que su hijo Eugen Enrique Bejarano Sader también fue imputado, en su caso por peculado doloso impropio y asociación, pero además con solicitud de orden de aprehensión. Las cuentas bancarias de la exministra fueron congeladas a solicitud del Ministerio Público y se le prohibió enajenar y gravar bienes muebles e inmuebles. Sader apeló la decisión sobre sus cuentas y la medida fue levantada por un tribunal, pero el Ministerio Público también apeló esa medida ante el TSJ y al final se descongeló la cuenta donde recibe la jubilación, dice el informe.
Esta investigación de la Fiscalía estaría relacionada con las solicitudes enviadas a la Contraloría General de la República por Carlos Walter, exministro de Salud, Luis Fuenmayor Toro, exrector de la UCV, y Jorge Díaz Polanco, coordinador del Observatorio Venezolano de la Salud, ante las reiteradas paralizaciones, retrasos irregularidades y cambios de las obras de estos seis hospitales. Carlos Walter recuerda que enviaron una primera comunicación a la contralora encargada, Adelina González, el 26 de junio de 2012. Allí detallaban los montos de bolívares y de dólares invertidos en los seis centros de Barrio Adentro IV, las empresas contratistas que ejecutaban los trabajos, el avance de las obras (de 0% a 15%), la falta de información sobre el cumplimiento de la Ley de Licitaciones y otras normas. Pedían a la Contraloría indagar en los anuncios, financiamientos, términos en los que se efectuaron las contrataciones y ordenar las medidas que estimaran convenientes ante el riesgo de daño al patrimonio público. De esa comunicación no tuvieron respuesta.
Dos años después, hallaron un documento que evidenciaría una falta a la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República. Un recibo de junio de 2012 de la empresa Conmed-MCC sobre el embarque de los materiales para construir los hospitales prefabricados, que llegarían al país el 14 de julio de 2012. “Nos llamó la atención que el contrato con el Consorcio Conmed-MCC fuera firmado el 21 de junio de 2011 y que la solicitud del crédito adicional para continuar las obras con ellos se hiciera después, el 12 de julio de 2012. ¿Con qué recursos le pagaron a Conmed?”, señaló Walter. Por ello enviaron una segunda carta a la Contraloría, el 15 de junio de 2014, con ese recibo más el dato sobre la rescisión del contrato entre Min-Salud y Conmed, anunciado por Fundeeh un mes antes. Con esa discrepancia de fechas y fondos se estaba violentando el artículo 38 de la Ley Orgánica de Contraloría, que obliga a tener disponibilidad presupuestaria antes de elaborar contratos que impliquen compromisos financieros o antes de adquirir bienes y servicios, explica el segundo comunicado suscrito por los especialistas.
Walter explica que el informe de gestión 2014 de la Contraloría no incluyó nada sobre esta investigación, pero extraoficialmente le habían informado que ya la Contraloría había cerrado el caso. Estaban esperando la presentación del informe correspondiente a 2015 para ver la decisión, pero con la publicación detallada de la Fiscalía presume que la Contraloría, al concluir su actuación, envió el caso a la Fiscalía. “Ahora, más allá de las responsabilidades administrativas y de los delitos de corrupción, ¿qué se va a hacer a esas obras, con esos elefantes rojos? Esa es una inversión que el país hizo pensando hacia el futuro, después de salida de Eugenia Sader los ministros han tenido que tomar decisiones”, expresó Walter, director del Cendes.
Antes de Sader, por ese despacho pasó Jesús Mantilla (ministro cuando comenzaron las obras en 2007), Carlos Rotondaro y Luis Reyes Reyes. Después le tocó asumir el cargo a Isabel Iturria, Francisco Armada, Nancy Pérez Sierra, Henry Ventura y, desde enero de 2016, Luisana Melo.
[Tomado de http://www.larazon.net/2016/03/28/barrio-adentro-iv-seis-hospitales-prometidos-y-olvidados.]
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