Agencias
"El modelo rentista petrolero se agotó y Venezuela debe buscar una alternativa de economía productiva". Ese es el nuevo lema repetido casi a diario por el presidente Nicolás Maduro a un país que comenzó a exportar petróleo hace más de un siglo, durante el cual atravesó altas y bajas en el precio del barril. Ahora, con un barril apenas por encima de 20 dólares, Maduro y su Gobierno anuncian el fin del modelo rentista petrolero y la transición hacia otro desconocido. La encrucijada viene con escasez de alimentos y medicinas, pero más dramática es la falta de divisas para pagar las importaciones.
El año pasado, Maduro hizo insistentes llamados a sus socios de la OPEP para organizar una cumbre en la cual discutir un plan que detuviera la caída de los precios, pero sus gestiones no dieron frutos mientras Arabia Saudita, el mayor productor del mundo, desplegaba una estrategia para sacar del mercado a los productores ineficientes y golpear a su rival regional, Irán. Maduro considera el desequilibrio del mercado producto de una estrategia de Estados Unidos para dañar a Rusia y Venezuela, inundando el mercado con el crudo producto del método de fractura hidráulica (fracking) de las rocas de lutitas.
"El modelo rentista petrolero se agotó y Venezuela debe buscar una alternativa de economía productiva". Ese es el nuevo lema repetido casi a diario por el presidente Nicolás Maduro a un país que comenzó a exportar petróleo hace más de un siglo, durante el cual atravesó altas y bajas en el precio del barril. Ahora, con un barril apenas por encima de 20 dólares, Maduro y su Gobierno anuncian el fin del modelo rentista petrolero y la transición hacia otro desconocido. La encrucijada viene con escasez de alimentos y medicinas, pero más dramática es la falta de divisas para pagar las importaciones.
El año pasado, Maduro hizo insistentes llamados a sus socios de la OPEP para organizar una cumbre en la cual discutir un plan que detuviera la caída de los precios, pero sus gestiones no dieron frutos mientras Arabia Saudita, el mayor productor del mundo, desplegaba una estrategia para sacar del mercado a los productores ineficientes y golpear a su rival regional, Irán. Maduro considera el desequilibrio del mercado producto de una estrategia de Estados Unidos para dañar a Rusia y Venezuela, inundando el mercado con el crudo producto del método de fractura hidráulica (fracking) de las rocas de lutitas.
Venezuela, el quinto productor del mundo, tiene las mayores reservas de crudo, pero en su mayoría son de petróleo pesado, que requiere mayor inversión y tecnología para explotarlo. El ministro de Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino, afirmó que el costo del barril de petróleo venezolano es de 13 dólares, que todavía daría margen para una renta considerable, pero sigue siendo una cifra que algunos ponen en duda.
La nueva crisis del petróleo agarró a Venezuela con una economía atrapada en la estanflación, después que en 2015 retrocedió 7,1 por ciento del producto interno bruto y la inflación superó el 100 por ciento. Además, un fondo de estabilización macroeconómica para momentos de crisis quedó en el olvido y las reservas internacionales están en un mínimo. Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la inflación podría llegar este año a 700 por ciento, el país tiene pendientes pagos por la deuda externa por más de 10.000 millones de dólares.
Aunque el panorama luce cada vez más sombrío, el Gobierno bolivariano se niega a aplicar ajustes a la economía, por lo que la gasolina sigue siendo la más barata del mundo (un conductor puede llenar el tanque por menos de un dólar), lo que representa un subsidio de más de 10.000 millones de dólares al año, y el sistema de control cambiario, que cumple 13 años, mantiene un esquema múltiple con tres tasas.
El ex representante de Venezuela en la OPEP Eli Habalian dijo que el mercado seguirá afectado, más a medida que Irán exporte 500 mil barriles diarios una vez levantadas las sanciones por su programa nuclear. "Estamos mal, el agua está llegando por encima de la cabeza. Irán comenzó a exportar 500.000 barriles y comenzarán a fluir los dólares para ellos. Aquí todo el dinero que entró se derrochó y se robó", dijo. Agregó que Arabia Saudita está trabajando para un escenario en 2016 con un precio promedio del barril de 40 dólares. "Así que tendremos un petróleo bajo por una década o siete u ocho años", señaló y agregó que la propuesta de Maduro de una cumbre para discutir una estrategia "no tiene ninguna posibilidad", pues los productores mundiales, incluyendo Rusia, están jugando según sus intereses. "El panorama no ayuda, esto puede durar mucho tiempo", agregó.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, estimó que, a un precio promedio de petróleo este año de 30 dólares el barril, Venezuela recibiría algo más de 22 mil millones de dólares, mientras que los gastos por importaciones, servicios y pagos de la deuda suman alrededor de 49.000 millones, lo que representa un "déficit de caja" de más de 25.000 millones. Señaló que el país podría obtener un préstamo de China por 5 mil millones, y con un préstamo por oro como empeño y la recuperación de algunas deudas de países del Caribe por la alianza de Petrocaribe obtendría a lo sumo 13.000 millones. "En este panorama, es realista la posibilidad de un default de la deuda. El Gobierno tiene intención de pagar porque el costo de no hacerlo es muy alto, pero no es descabellado pensar que si el petróleo no se recupera, está esa posibilidad", dijo a dpa.
Comenzando 2016, la crisis económica siguió rondando a los venezolanos, que se han visto obligados a buscar alimentos escasos, generando largas filas diarias de compradores a las puertas de los supermercados. Esta semana, la Asamblea Nacional, bajo control opositor, declaró una emergencia humanitaria en salud por la escasez de medicinas.
En un esfuerzo mediático, Maduro participó en una feria en Caracas para estimular la producción en huertos urbanos como una alternativa al desabastecimiento de alimentos. "Tenemos que hacer una revolución económica productiva, una nueva sociedad que no dependa del petróleo. Hay que romper la dependencia de la renta petrolera. Que siga entrando todo el dinero del petróleo, pero que ya sea para complementar el desarrollo de una nueva sociedad. El modelo rentista se ha agotado y se deben implementar nuevos mecanismos para manejar la economía del país", propuso.
Los especialistas estiman que Venezuela y sus altas reservas petroleras, alrededor de 300 mil millones de barril, siempre tendrán algo que decir durante la transición hacia una nueva matriz energética mundial.
[Tomado de http://el-carabobeno.com/actualidad/articulo/119112/Dpa-Venezuela-observa-el-ocaso-del-monumental-ingreso-de-petrodlares.]