Javier Vivas
El país está desbordado por la crisis en todos sus niveles: económica, política, social y moral. Ya no hay ningún espacio en la cual la espantosa quiebra de Venezuela no haya encontrado el camino hacia el abismo. Es tal la magnitud de lo que estamos viviendo, que ante la llamada industria del "bachaqueo", es decir, aquella que supera la inflación 10, 20 o más de 30 veces con precios especulativos sobre los escasos productos que pueden encontrarse, en relación con alimentos, productos de higiene personal y autopartes, el gobierno ha quedado inerte ante tal situación; al punto que hasta las redes de comercialización pública fueron invadidas por sus "revolucionarios" gerentes.
El país está desbordado por la crisis en todos sus niveles: económica, política, social y moral. Ya no hay ningún espacio en la cual la espantosa quiebra de Venezuela no haya encontrado el camino hacia el abismo. Es tal la magnitud de lo que estamos viviendo, que ante la llamada industria del "bachaqueo", es decir, aquella que supera la inflación 10, 20 o más de 30 veces con precios especulativos sobre los escasos productos que pueden encontrarse, en relación con alimentos, productos de higiene personal y autopartes, el gobierno ha quedado inerte ante tal situación; al punto que hasta las redes de comercialización pública fueron invadidas por sus "revolucionarios" gerentes.
Los dólares son manejados al antojo de inescrupulosos funcionarios quienes con empresas de maletín y banqueros corruptos, han encontrado la mejor manera de comprarlos con ínfimos precios para después sacudirlos en el mercado negro, y con ello, arruinar a una economía que simplemente se ha quedado sin oxígeno para poder cuando menos, que una población menguada y empobrecida, tolere el hambre del día al día.
Maduro y Cabello fueron los responsables en cerrar la frontera con Colombia, alegando una supuesta confrontación militar en la cual murieron unos militares venezolanos, y aprovecharon para generar la matriz de opinión que con tal medida se acabaría el contrabando de alimentos y gasolina. Hasta hubo un espectáculo televisivo de la anterior Asamblea Nacional, en el cual señalaban que el "pueblo" estaba "de acuerdo" con semejante exabrupto administrativo. El resultado no ha podido ser peor: miles de comercios han cerrado como efecto de la nula actividad económica, y en lo político, los estados donde salieron más desfavorecidos las fuerzas del madurismo y el cabellismo, fueron precisamente Táchira y Zulia. Aun así, ni aparecieron los alimentos, ni se ha detenido el contrabando de extracción.
Sobre lo anterior, es degradante conocer que militares, cercanos al entorno de la familia Chávez en Barinas han sido capturados con droga, empleando para tal delito transportes militares, lo cual revela que eso no es una primera acción ejecutada en tal sentido, sino que evidencia que ese modus operandi ha invadido la Fuerza Armada, y si analizamos que fue un "mayor técnico" el principal responsable de tal valija de droga, no sería descabellado afirmar que existen superiores en tales delitos. ¿Dónde están? ¿Quiénes son? ¿Civiles o militares?
Por si fuera poco, la crisis asistencial liquida la salud de un país. El zika, el Guillain-Barré, así como la necesidad de medicinas, prácticamente convierte al país, en una letrina de enfermedades. ¿Un pueblo condenado a morir?
El tiempo se hace explosivo. La revolución bolivariana ha muerto. El debate ahora es la nación. O Maduro se va, o muere Venezuela. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
[Tomado de http://www.aporrea.org/actualidad/a222941.html.]