Oriana Faoro (Correo del Caroní)
"¿Qué son esas estructuras que están levantando en la ciudad?”, se preguntaban los ciudadanos del municipio Caroní en abril de 2015, cuando comenzó la construcción del sistema de Bus de Tránsito Rápido (BTR) Transbolívar. Nadie sabía de qué se trataba, cómo funcionaría y, apartando las entrevistas a las autoridades regionales, no había información pública disponible sobre el proyecto.
20 kilómetros de recorrido entre San Félix y Puerto Ordaz, con 19 paradas ubicadas en el medio de la vía, se presentaban como “la solución definitiva al problema de transporte de Ciudad Guayana”, por parte de la Gobernación de Bolívar y el Ministerio de Transporte, entes que excluyeron completamente la participación de la Alcaldía de Caroní en la obra, sobre la cual tiene obligaciones por mandato constitucional. Para febrero de 2016, 14 de las 19 paradas están siendo reacondicionadas por orden del gobernador Francisco Rangel Gómez. Los brocales que costaron tiempo y dinero para construir fueron retirados de la avenida Paseo Caroní, cambiando el discurso absoluto que defendía el proyecto de las innumerables críticas públicas que se hicieron el año pasado.
"¿Qué son esas estructuras que están levantando en la ciudad?”, se preguntaban los ciudadanos del municipio Caroní en abril de 2015, cuando comenzó la construcción del sistema de Bus de Tránsito Rápido (BTR) Transbolívar. Nadie sabía de qué se trataba, cómo funcionaría y, apartando las entrevistas a las autoridades regionales, no había información pública disponible sobre el proyecto.
20 kilómetros de recorrido entre San Félix y Puerto Ordaz, con 19 paradas ubicadas en el medio de la vía, se presentaban como “la solución definitiva al problema de transporte de Ciudad Guayana”, por parte de la Gobernación de Bolívar y el Ministerio de Transporte, entes que excluyeron completamente la participación de la Alcaldía de Caroní en la obra, sobre la cual tiene obligaciones por mandato constitucional. Para febrero de 2016, 14 de las 19 paradas están siendo reacondicionadas por orden del gobernador Francisco Rangel Gómez. Los brocales que costaron tiempo y dinero para construir fueron retirados de la avenida Paseo Caroní, cambiando el discurso absoluto que defendía el proyecto de las innumerables críticas públicas que se hicieron el año pasado.
Arranque atropellado
No hubo maquetas, no hubo videos demostrativosy la gente se enteró sobre la marcha qué ocurriría en Ciudad Guayana con esas paradas que suponían “la reorganización por completo del transporte público de la ciudad”, en palabras del presidente de Transbolívar, Julio Almeida, en la última entrevista que ofreció a Correo del Caroní, publicada el 8 de mayo de 2015.
Hace un año, se vendía la idea de acabar con las llamadas perreras y reorganizar el caos del transporte urbano de la ciudad, desechando por completo el proyecto Transguayana, engavetado en la Alcaldía de Caroní desde 2008, que contaba con encuestas y estudios de campo sobre la necesidad de transporte todo el municipio. También hubo opacidad en cuanto a la licitación para la obra. Luego de varias semanas de comenzar la construcción, una única valla que identificaba los trabajos -como dicta la ley- apareció en la parada frente al Pdval de Alta Vista: la empresa Elicar 2001, C.A. ejecutó las paradas que hoy son cuestionadas por el propio ejecutivo regional.
Críticas
La crítica comenzó porque los autobuses articulados de 180 puestos que hoy circulan en la ciudad para el sistema BTR, llegaron a Puerto Ordaz desde febrero de 2015. Usuarios se quejaban de la falta de unidades de transporte -que generó numerosas protestas- mientras los camastrones estaban guardados en el aeropuerto Manuel Piar. Otros aseguraban que las unidades se deteriorarían al sol sin ser utilizadas.
Conforme avanzó la obra aparecieron más observaciones. Las paradas, ubicadas en el medio de vías rápidas, destrozaron islas y su vegetación. ¿Cómo cruzarán los peatones a esas paradas? No se sabe todavía. En frente al parque Cachamay, por ejemplo, hay un tramo rápido de la avenida Guayana en donde no hay semáforos cerca para regular el paso de los carros. La escalera que se construyó el mes pasado en la pasarela de Dalla Costa todavía no tiene accesibilidad desde el puente por el que cruzan los peatones.
La otra crítica fundamental era para el canal exclusivo por el que circularían los autobuses en contrasentido. Esto sigue sin ocurrir, a pesar de que en varios tramos de la avenida Guayana y Paseo Caroní se vació el concreto y se colocaron los brocales de un canal que no se utiliza. Los grandes autobuses comparten los canales con el tráfico vehicular, por lo que la circulación de los mismos sigue siendo lenta. Usuarios de la parada de la plaza del Hierro, por ejemplo, reportaron esperar hasta más de una hora por abordar una unidad.
Rechazo público
Los pronunciamientos públicos en contra del sistema BTR comenzaron a resonar a partir de mayo de 2015. La urbanista María Nuria De Cesaris, experta en el proyecto Transguayana, exigió una presentación técnica del nuevo BTR que se pretendía instalar “y demuestren por qué el suyo es mejor que Transguayana”. Porque en Ciudad Guayana todavía se hablaba de ejecutar Transguayana el año pasado. La Alcaldía de Caroní había reeditado su promesa en la voz de José Ramón López, ahora preso por corrupción. El director de Transporte de la municipalidad, José Gregorio Márquez, aseguraba desde 2014 que para 2015 comenzaría la ejecución del proyecto de la mano del Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas… pero esta institución decidió construir el nuevo proyecto que hoy es demolido y replanteado. El diputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar (CLEB), César Ramírez, también se pronunció en contra del sistema exigiendo públicamente al ministerio detener el avance del proyecto. Márquez fue removido de su cargo como encargado de Transporte en la Alcaldía, luego de la detención de López, en noviembre.
Arrogancia de la gobernación del Edo. Bolívar
Por mandato constitucional, las alcaldías son las encargadas de administrar el transporte público de las ciudades. Sin embargo, en Ciudad Guayana la Gobernación tomó el mando de forma arbitraria el año pasado. La exclusión de la municipalidad del BTR dejaba ver las pugnas políticas entre el ejecutivo regional y el poder municipal.
El 5 de agosto de 2015, Haiman El Troudi todavía era ministro de Transporte e inspeccionó el avance del BTR en Guayana. Respecto de los detalles técnicos, que en ese momento seguían siendo la principal duda de los ciudadanos, pidió confianza y sosiego y que el sistema funcionaría de forma impecable. Las críticas realizadas por los expertos fueron tomadas como “sandeces que dan cuenta de su ignorancia supina en cuanto a lo que es un sistema de transporte”, en palabras del ahora diputado de Miranda. Pero lo que preveían los expertos que criticaron el BTR que iba a suceder: caos vehicular, paradas disfuncionales y un recorrido de poco alcance, sucedió. Las autoridades ahora se excusan en una mala praxis de la empresa. El 4 de febrero de 2016, Teodardo Porras aseguró en una rueda de prensa que con luego de la última inspección, el resultado es “más un problema del que ejecutó la obra”.
Inauguración falseada
El BTR se inauguró el 4 de diciembre que el presidente Nicolás Maduro protagonizó el acto en el que se bautizó la obra como “sistema de transporte Batalla de San Félix”. Pero en este caso, inauguración no quiso decir que el sistema estuviera terminado, mucho menos operativo. Solo las paradas de la Casa de la Mujer, en San Félix y la de la plaza del Hierro, en Alta Vista, y la de la terminal de Unare, están operativas. La del Pdval de Alta Vista, está comenzando a utilizarse.
En la entrevista de mayo de 2015, Almeida aseguraba que el sistema se inauguraría en noviembre. Este fue otro de los puntos criticados por los especialistas del área en Ciudad Guayana, pues ningún sistema de transporte masivo del mundo ha sido construido en seis meses, sino que toma unos cuatro años. Hoy las paradas improvisadas son demolidas.
La farsa de las tarjetas prepagadas
Para el sistema BTR se había proyectado un sistema de pago de tarjetas electrónicas, que se recargarían en estaciones instaladas para ello, o al menos así lo juraba Haiman El Troudi el 5 de agosto de 2015. Sin embargo, al día de hoy, los conductores de autobuses dicen “paguen 10 bolívares al subir”. La tarifa sigue siendo solidaria. A pesar de que es el monto oficial que sostiene el Gobierno, los autobuses ordinarios cobran hasta 80 bolívares, sobre todo después de las 4:00 de la tarde.
Para el sistema BTR se había proyectado un sistema de pago de tarjetas electrónicas, que se recargarían en estaciones instaladas para ello, o al menos así lo juraba Haiman El Troudi el 5 de agosto de 2015. Sin embargo, al día de hoy, los conductores de autobuses dicen “paguen 10 bolívares al subir”. La tarifa sigue siendo solidaria. A pesar de que es el monto oficial que sostiene el Gobierno, los autobuses ordinarios cobran hasta 80 bolívares, sobre todo después de las 4:00 de la tarde.
Accidentes
En la avenida Guayana, a la altura de los tribunales, se eliminó el retorno hacia Alta Vista que había en esta vía. Se conoció de un volcamiento en noviembre por un conductor que no visualizó los brocales que sellaron el cruce. En diciembre muchos conductores chocaron con los brocales que se removieron del Paseo Caroní. El día 14 de ese mes, un joven de 29 años murió cuando perdió el control de su moto al colisionar con uno de estos muros en la parada de El Guamo.
Y así, el 2 de febrero, Rangel Gómez declaró en su programa Gobierno al Día N° 349, “es una instrucción dada a mi equipo retirar las paradas del BTR que impiden la fluidez del tráfico en Guayana”, después de romper la ciudad, causar accidentes y desestimar todo pronunciamiento sobre el sistema. ¿El costo? Por el descuido de las autoridades, los ciudadanos lo seguirán pagando.
[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/cdad/item/42090-asi-el-gobierno-desbarato-la-vialidad-en-ciudad-guayana-con-el-desastre-del-btr.]