Redacción
Como parte de un texto difundido el pasado 16.02.16 el economista Manuel Sutherland denunció su despido de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) debido a discriminación por razones políticas. Transcribimos: “Luego de recibir infantiles ataques difamatorios que sabotearon nuestra organización y sufrir el hackeo de los correos y redes sociales, he recibido la noticia de la ilegal cesantía de mi puesto como profesor de economía en la Universidad Bolivariana de Venezuela, como reprimenda a mis escritos críticos y por negarme a apoyar medidas absurdas. Esas tácticas ruines no callarán el esfuerzo de investigación que hacemos. Seguiremos adelante. Gracias por la solidaridad de amigos y compañeros”.
Sutherland ha venido publicando diferentes textos en los cuales analizaba diferentes indicadores económicos, cuestionando afirmaciones las afirmaciones oficiales. Según información de Rolando Astarita, “desde 2013 Manuel Sutherland era profesor con dedicación exclusiva en la escuela de Economía Política de la UBV. Al 15 de diciembre de 2015 todavía tenía asignada carga académica, que le fue ratificada en reunión colectiva de los profesores”. En un texto divulgado en solidaridad con el académico, Astarita expresa: “Es claro que el Gobierno y la dirección de la UBV tratan de silenciar las voces críticas. El argumento es el típico en los medios stalinistas: el que critica a Maduro, el que brinda datos y presenta análisis, es funcional a la derecha. En oposición a este criterio, sostengo que es necesario echar la mayor cantidad de luz, para que todos tengan los elementos para pensar y analizar los diversos argumentos, y sacar sus conclusiones. Nadie tiene derecho a ponerse por encima de la sociedad y decidir qué se lee y qué no se lee, qué discurso se escucha y cuál no se escucha. Solo los que conciben a una Universidad (y un país) como una iglesia de pensamiento único y dogmático, pueden despedir a un profesor por el “pecado” de escribir lo que piensa”.
Desde El Libertario expresamos nuestra solidaridad con Sutherland y con todos aquellos que por expresar sus opiniones, han sido objeto de discriminación y retaliaciones en Venezuela en los últimos 15 años.