Humberto Decarli
Es un lugar común referirse a lo aseverado por Karl Marx en su obra El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, esto es, que los hechos históricos cuando se repiten primero son tragedia pero en su segunda versión son comedias. Esta idea viene a colación porque la historia venezolana reciente ha demostrado el cumplimiento de tal postulado del pensador de Tréveris.
En efecto, tres acontecimientos electorales dan vida a esta tesis porque han desembocado en farsas trágicas. Me refiero a la reivindicación del dictador Marcos Pérez Jiménez en las elecciones de 1968; el triunfo de Hugo Chávez en el evento de 1998 y las parlamentarias de finales del año 2015.
El fenómeno electoral de 1968
Los comicios de este año fueron una sorpresa. Cruzada Cívica Nacionalista, una organización pretendiendo nuclear al perezjimenismo, obtiene una votación de más de 400 mil votos (sin contar los que se escamotearon en las actas electorales) para elegir una avalancha de diputados y senadores imprevista.
Es un lugar común referirse a lo aseverado por Karl Marx en su obra El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, esto es, que los hechos históricos cuando se repiten primero son tragedia pero en su segunda versión son comedias. Esta idea viene a colación porque la historia venezolana reciente ha demostrado el cumplimiento de tal postulado del pensador de Tréveris.
En efecto, tres acontecimientos electorales dan vida a esta tesis porque han desembocado en farsas trágicas. Me refiero a la reivindicación del dictador Marcos Pérez Jiménez en las elecciones de 1968; el triunfo de Hugo Chávez en el evento de 1998 y las parlamentarias de finales del año 2015.
El fenómeno electoral de 1968
Los comicios de este año fueron una sorpresa. Cruzada Cívica Nacionalista, una organización pretendiendo nuclear al perezjimenismo, obtiene una votación de más de 400 mil votos (sin contar los que se escamotearon en las actas electorales) para elegir una avalancha de diputados y senadores imprevista.
A diez años de la huída del dictador la gente votó por él. Fue una campaña austera sin ningún financiamiento y silenciosa por demás. Pero el pueblo tenía reservada una manifestación inédita. Una década sirvió para comprobar que la democracia populista instalada el 23 de enero no llenaba las aspiraciones populares a pesar del juego clientelar.
Luego de la defenestración del oriundo de Michelena una junta militar asumió el gobierno y una de las medidas del presidente de la misma, el contralmirante Wolfgang Larrazábal, fue el llamado Plan de Emergencia. Era un programa para contener los conflictos sociales surgidos por la crisis económica que dio al traste con el gobierno militar y se despilfarró dinero para entregarse a la gente sin trabajo real. Fue una clarinada de las engañifas de este esquema político económico con resultados prácticos en América Latina.
Rómulo Betancourt, quien triunfó en las elecciones de 1958, presentó un presupuesto donde el gasto corriente duplicaba al último del régimen dictatorial. Esta fue una iniciativa para decantar el rumbo del llamado Pacto de Nueva York o de Punto Fijo. La senda del clientelismo era la escogida y el Estado debía cargar el pesado fardo de la carga social en un esquema rentista.
Luego de la defenestración del oriundo de Michelena una junta militar asumió el gobierno y una de las medidas del presidente de la misma, el contralmirante Wolfgang Larrazábal, fue el llamado Plan de Emergencia. Era un programa para contener los conflictos sociales surgidos por la crisis económica que dio al traste con el gobierno militar y se despilfarró dinero para entregarse a la gente sin trabajo real. Fue una clarinada de las engañifas de este esquema político económico con resultados prácticos en América Latina.
Rómulo Betancourt, quien triunfó en las elecciones de 1958, presentó un presupuesto donde el gasto corriente duplicaba al último del régimen dictatorial. Esta fue una iniciativa para decantar el rumbo del llamado Pacto de Nueva York o de Punto Fijo. La senda del clientelismo era la escogida y el Estado debía cargar el pesado fardo de la carga social en un esquema rentista.
Sin embargo, el pueblo no percibía progreso en esta vía y se desahogó votando por Pérez Jiménez en las parlamentarias porque él no podía ser candidato presidencial. De haber venido eventualmente el resultado hubiese sido otro porque Rojas Pinilla en Colombia sí lo hizo y tuvieron que trampear unos comicios para impedir su llegada a la primera magistratura.
Mas lo importante era el sentimiento de añoranza por la dictadura a pocos años de su cese pero era por la ineficacia del cartabón de la pentarquía de poderes reales establecido por Betancourt, Caldera y Villalba para reemplazar la gobernanza en el país. Una paradoja aparente que tenía una clara explicación como era el fracaso de la gestión de los cinco factores de poder aunque dos razones impidieron su colapso: primero, la ausencia de Pérez Jiménez en Venezuela como ya lo afirmé; y segundo, la bonanza económica petrolera emanada de la guerra del Yom Kippur en 1973. De no haber ocurrido esta última circunstancia hubiésemos degenerado en un esquema fáctico como los del cono sur.
La emergencia de Chávez en 1998
El modelo puntofijista hizo aguas por sus innumerables desaciertos, tales como la corrupción descomunal, la dependencia petrolera y la sujeción a los vaivenes del precio del barril, la deslegitimación de los partidos políticos convertidos en agencias mercantiles de los resortes de poder y la incapacidad para resolver los problemas básicos del venezolano a pesar de la ingente entrada de petrodólares por la mencionada guerra y la de Irak e Irán en 1978. El equivalente a muchos planes Marshall despilfarrados.
Los síntomas de la decadencia adeca copeyana fueron el viernes negro con la devaluación con fines fiscales en 1984; el Caracazo en 1989 ahogado en sangre por las fuerzas armadas; y las intentonas golpistas de 1992, infructuosas militarmente pero con éxito político a posteriori.
Ante tal precipicio se captó del alma nacional el mesianismo militar representado por un desconocido oficial que apareció rindiéndose en la televisión pero asumiendo el rol de liquidador del perecismo. De nuevo la gente reivindicó al espectro castrense y al seguimiento a un caudillo quien debía resolverlo todo. Hay un retroceso histórico fundado en las carencias de un esquema de gobernabilidad precario por lo demás. Bolívar estaba apuntalado por lo dicho en la Carta de Jamaica, es decir, Venezuela era un cuartel.
La sorpresa de la eleccion legislativa de 2015
A pesar de que todas las encuestadoras daban ganadora a la oposición, nadie lo pronosticaba con tanta ventaja sobre el gobierno. Por supuesto que fue consecuencia de un desastre económico, social y político peor al adeco-copeyano cuyas resultas se traducen en escasez, desabastecimiento, pobreza, inseguridad, inflación, recesión y paremos de contar.
Ante tal precipicio se captó del alma nacional el mesianismo militar representado por un desconocido oficial que apareció rindiéndose en la televisión pero asumiendo el rol de liquidador del perecismo. De nuevo la gente reivindicó al espectro castrense y al seguimiento a un caudillo quien debía resolverlo todo. Hay un retroceso histórico fundado en las carencias de un esquema de gobernabilidad precario por lo demás. Bolívar estaba apuntalado por lo dicho en la Carta de Jamaica, es decir, Venezuela era un cuartel.
La sorpresa de la eleccion legislativa de 2015
A pesar de que todas las encuestadoras daban ganadora a la oposición, nadie lo pronosticaba con tanta ventaja sobre el gobierno. Por supuesto que fue consecuencia de un desastre económico, social y político peor al adeco-copeyano cuyas resultas se traducen en escasez, desabastecimiento, pobreza, inseguridad, inflación, recesión y paremos de contar.
Ante la liquidación del aparato industrial y el agrícola por Chávez y su reemplazo con un dispositivo masivo de importaciones soportados en los altos precios del excremento del diablo, el Estado quedó desnudado a la postre por la caída del valor de los hidrocarburos. Y sus secuelas fueron las mencionadas con el consiguiente desprestigio gubernamental.
Resulta que la coalición opositora triunfante, la M.U.D., está formada esencialmente por cuatro partidos: Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, quienes representan el pasado puntofijista causante del surgimiento del caudillo de Sabaneta.
Resulta que la coalición opositora triunfante, la M.U.D., está formada esencialmente por cuatro partidos: Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, quienes representan el pasado puntofijista causante del surgimiento del caudillo de Sabaneta.
No obstante, se vuelve al pasado para superar al presente en una orientación de evocación gracias a la polarización estimulada por ambos bandos. La gente se agota en esta expresión binaria dado el esquema maniqueo presente en cada acto comicial.
El desastre chavista ha revivido a Acción Democrática y su populismo de la gran Venezuela amén de convertir a su jefe Ramos Alloup en una suerte de héroe sepultador de los militaristas. Y el oficialismo, con su conducta deforme, continúa abonando el camino para la revocación del mandato presidencial.
Pareciese que hubiese una ley de descomposición donde cada gobierno es peor que el anterior como lo decía Domingo Alberto Rangel. Y más tajante fue Alfredo Maneiro cuando afirmaba que en Venezuela se cumplía lo fatal de las Coplas de Jorge Manrique en el sentido de todo tiempo pasado fue mejor. Ojalá que se revistiese esta tendencia para poder lograr convertir al país en un lugar donde tenga sentido vivir y eventualmente morir.
Pareciese que hubiese una ley de descomposición donde cada gobierno es peor que el anterior como lo decía Domingo Alberto Rangel. Y más tajante fue Alfredo Maneiro cuando afirmaba que en Venezuela se cumplía lo fatal de las Coplas de Jorge Manrique en el sentido de todo tiempo pasado fue mejor. Ojalá que se revistiese esta tendencia para poder lograr convertir al país en un lugar donde tenga sentido vivir y eventualmente morir.
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