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En diferentes espacios de discusión política, tanto del propio gobierno como de la MUD, se escucha con cada vez mayor insistencia las posibilidades para salir de la crisis económica que padecemos las amplias mayorías del pueblo venezolano. Y todas coinciden, y por casualidad, que todas ellas pasan por la salida del poder de Nicolás Maduro. Los chavistas lo argumentan como necesidad para rescatar el legado del presidente Chávez, recomponiendo las fuerzas internas para continuar la revolución. La oposición como parte del camino para llegar al poder y construirse como nueva hegemonía. Los diferentes escenarios planteados hablan de renuncia, enmienda constitucional para recortar el período presidencial, referendo revocatorio y golpe de Estado de los militares.
Es cierto que la actual crisis social, pues no se puede plantear que es sólo económica, es responsabilidad del gobierno que encabeza Nicolas Maduro. Y que a tantas muestras de intolerancia, miopía, incapacidad, corrupción e ilícitos varios, para pasar a otro momento político, donde no solo se recompondrían los propios chavistas y MUD-istas, sino también los sectores que no se sienten cómodos ni identificados con ninguno de los dos, hay que salir de Nicolas Maduro y sus allegados. Empero, para quienes nos ubicamos en el campo de la lucha popular debemos pensar y promover el camino que además de salir de este gobierno, nos ayude a recomponernos como movimiento de masas-revolucionario, disputando la vanguardia del descontento a los partidos políticos de derecha-derecha e izquierda-derecha del actual estatus.
En esta línea de análisis las salidas Golpe de Estado y enmienda constitucional estarían descartadas, pues la primera deja la iniciativa a los militares y la segunda a los partidos políticos. A nuestro juicio, deberíamos debatir e impulsar si un amplio movimiento social, de base e insurgente, que incluya sin sectarismos a todos los que queremos algo diferente, debería jugarse el todo por el todo en presionar por la renuncia de Nicolas Maduro o, más bien y sin ambages, promover el referendo revocatorio. Ambas tienes un proceso y unas consecuencias que debemos sopesar, pero que se han convertido en el debate ineludible en el momento actual. Como dijo el gran Alí Primera: "El que su tierra no adora, tiene espíritu prestado por duro que sea su cuero con la llovizna se afloja".