Humberto Decarli
El resultado de las elecciones parlamentarias fue una derrota aplastante del neofascismo chavista y arroja ciertas lecturas que no deben prescindirse porque lo fulgurante del impacto, esperado pero no a los niveles estratosféricos ocurridos, inciden en afirmar una palmaria superficialidad.
La M.U.D. insiste en rasgarse las vestiduras en defensa de la democracia, la libertad y la patria y ha descubierto el carácter heroico del pueblo venezolano porque fue beneficiada por este acto comicial. Pretende reivindicar al esquema puntofijista del pasado en vez de superarlo.
El gobierno atribuye la derrota a la “guerra económica”, hipótesis ni siquiera creída por las bases del madurismo cabellismo y expresa la apelación a una suerte de teoría conspirativa de entes capitalistas internacionales para justificar el descalabro ante su alicaída militancia.
No obstante, tanta banalidad no puede dar una explicación racional ante el fenómeno acontecido y merece ser analizado con mayor perspectiva para no caer en lugares comunes ni estolideces, ya establecidas en el universo político nacional desde hace mucho tiempo por la ausencia de discusión y debate.
CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Todas las encuestadoras daban ganadora a la M.U.D. por un margen amplio y solo una sorpresa hubiese dado al traste con los pronósticos. Esta circunstancia aceleró el clientelismo oficial otorgando pensiones de vejez, entregando vehículos, bolsas de comida y otras martingalas electoreras. Empero, la poca disponibilidad de dólares para esta actividad no fue suficiente para torcer la voluntad del electorado.
A pesar de la semblanza pesimista reinante en el ambiente era ineluctable cambiar la orientación del voto dado lo avanzado del proceso. Tampoco fueron suficientes todas las trapisondas electorales tales como el más vulgar ventajismo desde todos los organismos del Estado, esto es, la presidencia, los ministros, la Fiscalía, el C.N.E., el Defensor del Pueblo y demás entidades oficialistas. De la misma manera, todas las maniobras del acto comicial, como la confusión de la tarjeta del Min Unidad, la imposibilidad de inscripción de Vente Venezuela y Marea Socialista y la no permisión de observadores internacionales no complacientes, denotaban la unidimensionalidad del árbitro electoral.
De tal manera que fue imposible, por la diferencia abismal, armar un buen fraude electoral a pesar de contar con la complicidad de los poderes del Estado y de algunas asociaciones internacionales como Unasur, la Celac y la debilitada Alba.
LA POLARIZACIÓN FUNCIONÓ GRACIAS A LA ECONOMÍA DEL VOTO
En el país generalmente siempre se ha elaborado el escenario político alrededor de la polarización en dos opciones. Sucedió entre AD y Copei a partir de la elección de 1968 y con el chavismo y el antichavismo luego del año 1998. No había espacio para una tercera o cuarta alternativa porque se asfixiaba la confrontación exclusivamente entre una binariedad.
El poder estimuló la contención entre nosotros y ellos pero también esa iniciativa tuvo éxito gracias a la denominada economía del voto. La racionalidad de esta dirección electoral se mantiene al no perder el voto en otras posibilidades para jugar a ganador y en todo caso, en apostar al menos malo independientemente de cualquier otra consideración.
Esta coyuntura permitió el abandono del elector hacia otro bando que no fuera el oficialismo y la oposición representada por la M.U.D. Los otros intentos de oferta electoral no tuvieron ninguna atracción en el electorado y pasaron inadvertidos.
LA CLAVE DE LA DERROTA DEL CHAVOMADURISMO
El desempeño gubernamental ha sido ineficaz por decir lo menos. Una política económica disparatada capaz de generar escasez y desabastecimiento de bienes y servicios, una elevación de precios endemoniada rayana en la hiperinflación, una exclusión de quienes no comulguen con el oficialismo, la inseguridad llegando a niveles demenciales, el narcotráfico y la corrupción campeando en los altos niveles gubernamentales, incidieron determinantemente en la conducta de la gente a la hora de votar. El modelo rentista extractivista se ha resquebrajado por la caída del precio del barril petrolero.
Empero, el factor fundamental del rechazo al Estado es la situación de hambre generada por la inflación, la ausencia de oferta alimentaria, de medicinas y de repuestos para vehículos en un país donde los automotores son esenciales a la hora de desplazarse. La angustia de perder horas en filas en los supermercados y la limitación salarial causaron molestias en los electores. Los hombres y las mujeres con capacidad electoral acudieron a sancionar a los representantes patrioteros sin importar cualquier otra apreciación.
Realmente no fue un voto por la oposición porque en muchas oportunidades se desconocían los candidatos de la M.U.D. así como su programa o planteamientos sobre su proyecto parlamentario. Simplemente fue una opción castigadora hacia quienes han arruinado a Venezuela.
LA HETEROGENEIDAD DE LA M.U.D.
La mesa de la unidad es una coalición conformada por algunos partidos políticos del pasado así como otros derivados de ellos y entre cuatro organizaciones ordenaron de la manera más cupular las directrices a seguir. Se trata de A.D., organización populista responsable junto a Copei por haber dejado el campo abierto, con sus pésimas administraciones, el despilfarro y la corrupción, para el surgimiento de un mesías militar como fue Chávez gracias a abonarle el camino para emerger un justiciero. Luego un partido muy zuliano como Un Nuevo Tiempo con la misma trayectoria del anterior. Finaliza el grupo dominante de la liga opositora, dos partidos de tendencia conservadora y social cristiana como Primero Justicia y Vanguardia Popular, con proyectos económicos y sociales convencionales. Basta ver el esquema económico de esta última organización traducido en el aumento de la producción petrolera. Más de lo mismo.
Es relevante indicar que la escogencia de los candidatos a diputados fue realizada en un porcentaje superior al ochenta por ciento mediante pactos entre los partidos y así dejar por fuera la elección popular. Para colmo estatuyeron una suma de dinero para ser contendientes, Bs. 150 mil, volviendo al voto censitario muy empleado en la Venezuela decimonónica. En síntesis no fue la base quien escogió los candidatos sino los sanedrines de estos entes buscadores de resortes de poder.La MUD se ha visto beneficiada por la grave crisis económica y social venezolana, generada por políticas destructoras del neofascismo chavista copiando las estalinistas y en especial la cubana. No podemos engañarnos ante la postura de esta coalición con algunos nexos con el gobierno y empresarios jugando a ambos bandos.
POSIBLE SIGNIFICADO DE LA ELECCIÓN PARLAMENTARIA
Indubitablemente que el chavismo ha recibido una fuerte estocada con los dígitos del acto comicial del 6 de diciembre. Pronto comenzará el ajuste de cuentas entre ellos para imputarse responsabilidades por la derrota. De todas formas, representa un aldabonazo para desmoralizarlos pero creado por ellos mismos con la hecatombe venezolana.
La MUD tratará, más allá de haber desbordado la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional y obtenido las mayorías calificadas para ampliar sus potestades, de elaborar una agenda de recuperación de las dos grandes funciones del poder legislativo: control del gobierno y la elaboración de leyes, perdidas totalmente durante el chavismo por la concentración de poder permitida por la “mejor” constitución del mundo.
Sin embargo, los distintos factores actuarán en función de sus intereses y podrían surgir pactos con ciertos sectores gubernamentales y con el castrense para la búsqueda de un mecanismo de gobernabilidad, entendida como una mayor eficacia en las relaciones de poder ejercidas por la élite dominante de la sociedad.
CONCLUSIONES
Las cifras de esta elección son interesantes para determinar el cambio de rumbo del chavismo por una oposición populista no militarista. El PSUV carece de los dos elementos que lo sustentaban: el carisma del caudillo y los petrodólares. El primero no volverá sino como un recuerdo o evocación y el petróleo no subirá significativamente en los próximos años. Es la tragedia de una experiencia basada en dos agentes accidentales.
Estimo insistir en la cultura clientelar del venezolano. Si hubiera mayor entrada petrolera o existiera una figura mesiánica, seguramente los electores se hubiesen inclinado por la oferta chavista mas ante la imposibilidad de recursos financieros y la carencia de liderazgo de Maduro y Cabello, el resultado ha sido contrario. No hay una mentalidad democrática en nuestra población así como tampoco institucionalidad y de allí haber podido el chavismo haber logrado todas las arbitrariedades habidas y por haber en su paso por el gobierno en estos diecisiete años.
No obstante, haber declinado la fuerza del neofascismo es algo denotativo y podría iniciar, con todas las limitaciones impuestas por el poder en el país, una senda distinta a la propuesta por el actual gobierno y la oposición. Pero eso solo se alcanzará mediante una elevación del nivel de conciencia de los hombres y las mujeres en Venezuela a través de una madurez social no existente pero factible de lograr. Es un camino sin inmediatismo para superar al esquema democrático representativo en todas sus versiones incluyendo la militarista.
El resultado de las elecciones parlamentarias fue una derrota aplastante del neofascismo chavista y arroja ciertas lecturas que no deben prescindirse porque lo fulgurante del impacto, esperado pero no a los niveles estratosféricos ocurridos, inciden en afirmar una palmaria superficialidad.
La M.U.D. insiste en rasgarse las vestiduras en defensa de la democracia, la libertad y la patria y ha descubierto el carácter heroico del pueblo venezolano porque fue beneficiada por este acto comicial. Pretende reivindicar al esquema puntofijista del pasado en vez de superarlo.
El gobierno atribuye la derrota a la “guerra económica”, hipótesis ni siquiera creída por las bases del madurismo cabellismo y expresa la apelación a una suerte de teoría conspirativa de entes capitalistas internacionales para justificar el descalabro ante su alicaída militancia.
No obstante, tanta banalidad no puede dar una explicación racional ante el fenómeno acontecido y merece ser analizado con mayor perspectiva para no caer en lugares comunes ni estolideces, ya establecidas en el universo político nacional desde hace mucho tiempo por la ausencia de discusión y debate.
CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Todas las encuestadoras daban ganadora a la M.U.D. por un margen amplio y solo una sorpresa hubiese dado al traste con los pronósticos. Esta circunstancia aceleró el clientelismo oficial otorgando pensiones de vejez, entregando vehículos, bolsas de comida y otras martingalas electoreras. Empero, la poca disponibilidad de dólares para esta actividad no fue suficiente para torcer la voluntad del electorado.
A pesar de la semblanza pesimista reinante en el ambiente era ineluctable cambiar la orientación del voto dado lo avanzado del proceso. Tampoco fueron suficientes todas las trapisondas electorales tales como el más vulgar ventajismo desde todos los organismos del Estado, esto es, la presidencia, los ministros, la Fiscalía, el C.N.E., el Defensor del Pueblo y demás entidades oficialistas. De la misma manera, todas las maniobras del acto comicial, como la confusión de la tarjeta del Min Unidad, la imposibilidad de inscripción de Vente Venezuela y Marea Socialista y la no permisión de observadores internacionales no complacientes, denotaban la unidimensionalidad del árbitro electoral.
De tal manera que fue imposible, por la diferencia abismal, armar un buen fraude electoral a pesar de contar con la complicidad de los poderes del Estado y de algunas asociaciones internacionales como Unasur, la Celac y la debilitada Alba.
LA POLARIZACIÓN FUNCIONÓ GRACIAS A LA ECONOMÍA DEL VOTO
En el país generalmente siempre se ha elaborado el escenario político alrededor de la polarización en dos opciones. Sucedió entre AD y Copei a partir de la elección de 1968 y con el chavismo y el antichavismo luego del año 1998. No había espacio para una tercera o cuarta alternativa porque se asfixiaba la confrontación exclusivamente entre una binariedad.
El poder estimuló la contención entre nosotros y ellos pero también esa iniciativa tuvo éxito gracias a la denominada economía del voto. La racionalidad de esta dirección electoral se mantiene al no perder el voto en otras posibilidades para jugar a ganador y en todo caso, en apostar al menos malo independientemente de cualquier otra consideración.
Esta coyuntura permitió el abandono del elector hacia otro bando que no fuera el oficialismo y la oposición representada por la M.U.D. Los otros intentos de oferta electoral no tuvieron ninguna atracción en el electorado y pasaron inadvertidos.
LA CLAVE DE LA DERROTA DEL CHAVOMADURISMO
El desempeño gubernamental ha sido ineficaz por decir lo menos. Una política económica disparatada capaz de generar escasez y desabastecimiento de bienes y servicios, una elevación de precios endemoniada rayana en la hiperinflación, una exclusión de quienes no comulguen con el oficialismo, la inseguridad llegando a niveles demenciales, el narcotráfico y la corrupción campeando en los altos niveles gubernamentales, incidieron determinantemente en la conducta de la gente a la hora de votar. El modelo rentista extractivista se ha resquebrajado por la caída del precio del barril petrolero.
Empero, el factor fundamental del rechazo al Estado es la situación de hambre generada por la inflación, la ausencia de oferta alimentaria, de medicinas y de repuestos para vehículos en un país donde los automotores son esenciales a la hora de desplazarse. La angustia de perder horas en filas en los supermercados y la limitación salarial causaron molestias en los electores. Los hombres y las mujeres con capacidad electoral acudieron a sancionar a los representantes patrioteros sin importar cualquier otra apreciación.
Realmente no fue un voto por la oposición porque en muchas oportunidades se desconocían los candidatos de la M.U.D. así como su programa o planteamientos sobre su proyecto parlamentario. Simplemente fue una opción castigadora hacia quienes han arruinado a Venezuela.
LA HETEROGENEIDAD DE LA M.U.D.
La mesa de la unidad es una coalición conformada por algunos partidos políticos del pasado así como otros derivados de ellos y entre cuatro organizaciones ordenaron de la manera más cupular las directrices a seguir. Se trata de A.D., organización populista responsable junto a Copei por haber dejado el campo abierto, con sus pésimas administraciones, el despilfarro y la corrupción, para el surgimiento de un mesías militar como fue Chávez gracias a abonarle el camino para emerger un justiciero. Luego un partido muy zuliano como Un Nuevo Tiempo con la misma trayectoria del anterior. Finaliza el grupo dominante de la liga opositora, dos partidos de tendencia conservadora y social cristiana como Primero Justicia y Vanguardia Popular, con proyectos económicos y sociales convencionales. Basta ver el esquema económico de esta última organización traducido en el aumento de la producción petrolera. Más de lo mismo.
Es relevante indicar que la escogencia de los candidatos a diputados fue realizada en un porcentaje superior al ochenta por ciento mediante pactos entre los partidos y así dejar por fuera la elección popular. Para colmo estatuyeron una suma de dinero para ser contendientes, Bs. 150 mil, volviendo al voto censitario muy empleado en la Venezuela decimonónica. En síntesis no fue la base quien escogió los candidatos sino los sanedrines de estos entes buscadores de resortes de poder.La MUD se ha visto beneficiada por la grave crisis económica y social venezolana, generada por políticas destructoras del neofascismo chavista copiando las estalinistas y en especial la cubana. No podemos engañarnos ante la postura de esta coalición con algunos nexos con el gobierno y empresarios jugando a ambos bandos.
POSIBLE SIGNIFICADO DE LA ELECCIÓN PARLAMENTARIA
Indubitablemente que el chavismo ha recibido una fuerte estocada con los dígitos del acto comicial del 6 de diciembre. Pronto comenzará el ajuste de cuentas entre ellos para imputarse responsabilidades por la derrota. De todas formas, representa un aldabonazo para desmoralizarlos pero creado por ellos mismos con la hecatombe venezolana.
La MUD tratará, más allá de haber desbordado la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional y obtenido las mayorías calificadas para ampliar sus potestades, de elaborar una agenda de recuperación de las dos grandes funciones del poder legislativo: control del gobierno y la elaboración de leyes, perdidas totalmente durante el chavismo por la concentración de poder permitida por la “mejor” constitución del mundo.
Sin embargo, los distintos factores actuarán en función de sus intereses y podrían surgir pactos con ciertos sectores gubernamentales y con el castrense para la búsqueda de un mecanismo de gobernabilidad, entendida como una mayor eficacia en las relaciones de poder ejercidas por la élite dominante de la sociedad.
CONCLUSIONES
Las cifras de esta elección son interesantes para determinar el cambio de rumbo del chavismo por una oposición populista no militarista. El PSUV carece de los dos elementos que lo sustentaban: el carisma del caudillo y los petrodólares. El primero no volverá sino como un recuerdo o evocación y el petróleo no subirá significativamente en los próximos años. Es la tragedia de una experiencia basada en dos agentes accidentales.
Estimo insistir en la cultura clientelar del venezolano. Si hubiera mayor entrada petrolera o existiera una figura mesiánica, seguramente los electores se hubiesen inclinado por la oferta chavista mas ante la imposibilidad de recursos financieros y la carencia de liderazgo de Maduro y Cabello, el resultado ha sido contrario. No hay una mentalidad democrática en nuestra población así como tampoco institucionalidad y de allí haber podido el chavismo haber logrado todas las arbitrariedades habidas y por haber en su paso por el gobierno en estos diecisiete años.
No obstante, haber declinado la fuerza del neofascismo es algo denotativo y podría iniciar, con todas las limitaciones impuestas por el poder en el país, una senda distinta a la propuesta por el actual gobierno y la oposición. Pero eso solo se alcanzará mediante una elevación del nivel de conciencia de los hombres y las mujeres en Venezuela a través de una madurez social no existente pero factible de lograr. Es un camino sin inmediatismo para superar al esquema democrático representativo en todas sus versiones incluyendo la militarista.
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