J.R. López Padrino
En el seno del Fachochavismo comienzan a escucharse con más frecuencia voces críticas que cuestionan el malandraje milico-civilista bolivariano. Desgobierno que conduce al país a “paso de vencedores” a un caos total. Aunque las críticas –individuales o de organizaciones políticas- varían en cuanto al tono, todos sin excepción se empeñan de desvincular al tte. coronel del desastre actual y en todo caso acusan a Maduro y su mafia de ser los causantes de la crisis por no haber respetado el legado del comandante eterno. Son renuentes a transitar por el camino de la autocrítica y reconocer el colosal error que significó el haber apoyado –en un momento determinado- al proyecto cuartelario de impronta fascista del tte coronel.
En el seno del Fachochavismo comienzan a escucharse con más frecuencia voces críticas que cuestionan el malandraje milico-civilista bolivariano. Desgobierno que conduce al país a “paso de vencedores” a un caos total. Aunque las críticas –individuales o de organizaciones políticas- varían en cuanto al tono, todos sin excepción se empeñan de desvincular al tte. coronel del desastre actual y en todo caso acusan a Maduro y su mafia de ser los causantes de la crisis por no haber respetado el legado del comandante eterno. Son renuentes a transitar por el camino de la autocrítica y reconocer el colosal error que significó el haber apoyado –en un momento determinado- al proyecto cuartelario de impronta fascista del tte coronel.
Si analizamos la administración Maduro, tenemos que llegar a la conclusión que el iletrado ha cumplido fielmente con el legado del comandante eterno al continuar con la entrega de nuestras riquezas energéticas al capital transnacional (empresas mixtas), la conculcación del poder popular (correa de ejecución de la política oficial), la política antiobrera (intervención de sindicatos, negativa a la discusión de contratos colectivos), la represión en contra de la disidencia política, la politización y militarización de la justicia, la criminalización y judicialización de la protesta popular. Además, la asfixia económica de las universidades nacionales y centros de investigación del país, la tolerancia y complicidad frente a la corrupción administrativa, el desastre penitenciario, el caos médico-asistencial (dualidad inconexa de dos sistemas dispensadores de salud), la transformación de la FAN en partido político armado y sostén del narcotráfico internacional. Asimismo, el establecimiento de las zonas económicas especiales (paraísos neoliberales), el empoderamiento del lumpen proletario como nuevo sujeto social, la militarización de la sociedad, el control de los medios de comunicación (escritos, radiales y televisivos), culpar a la oposición (enemigo interno) y al imperio-paramilitares (enemigo externo) de sus propios errores, entre muchas otras cosas. ¿Qué mayor lealtad al comandante galáctico se le puede pedir al ignorante enciclopédico de Miraflores?
No hay que olvidar que las mafias gansteriles que hoy destruyen al país, son un engendro del propio tte. coronel, quien las creó y las protegió durante su estancia terrenal. Acaso ¿Cabello, Cilia, El Aissami, Vielma Mora, Padrino López, Mario Silva, Luisa Ortega, Tarek William, el pollo Carvajal, Chacón, Arreaza, Jaua y el propio Maduro, no surgieron bajo el “dedo digital” del comandante? Los que hoy son calificados como gánsteres, traidores del legado, etc., por la disidencia del fachochavismo son los mismos que el tte. coronel les alzó el brazo y los catapultó como hijos de la revolución bolivariana años atrás. ¿Cómo desvincular a este grupetre de sátrapas del proyecto originario del dicharachero de Sabaneta? Ellos son parte del legado, ellos llevan el ADN totalitario-hamponil del difunto tte. coronel.
Seguir empecinado en reivindicar el proyecto fachochavista como un movimiento progresista, con un ideario emancipador y hasta revolucionario solo puede explicarse en términos idolátricos, de culto post-mortem hacia la figura del fallecido tte. coronel. Quienes así lo afirman parecen haber renunciado al ejercicio crítico de la razón, de haberse convertido en practicantes de la Estadolatría, del autoritarismo, de la tortura, y el asesinato. Su pragmatismo lo ha llevado a empantanarse en las cloacas de la cultura reaccionaria militarista. Son los nuevos traficantes de esperanzas que siguen prometiendo “felicidad y prosperidad” a pesar de llevar 16 años en el gobierno. Son los mismos que apoyan la represión contra los obreros en SIDOR, de los estudiantes, de las comunidades indígenasYukpa y Pemones y ahora la xenofobia anticolombiana en la frontera colombo-venezolana. Son los trepadores y renegados del siglo XXI.
Cómo identificar al chavismo como un movimiento emancipador si desde su comienzos negó la discusión interna e impuso una disciplina, una obediencia y una fe sin límites hacia el tte. coronel (el híper líder). El tte. coronel siempre procuró el establecimiento de una sociedad “cuartelaría” donde existiera un orden social y político absolutamente armónico, tutelada por la FAN y sujeta a la voluntad de él (mesías tropical dotado de cualidades para guiar al país por un buen camino). Es decir una sociedad sojuzgada por la pestilente bota militar que en nombre del pueblo disfraza sus intenciones totalitarias. El poder militar-totalitario es incompatible con cualquier propuesta genuinamente socialista.
Valdría la pena preguntarle a quienes siguen obstinados en hablar del proyecto socialista del tte. coronel. ¿Dónde estuvo o esta el carácter socialista del proyecto del tte. coronel? Nada más fraudulento que el considerar como medidas de carácter socialista las estatizaciones o los programas sociales (misiones) que el tte. coronel creó y ejecutó. Y ni hablar de su política anti-obrera, lo cual fue un norte durante todo su gobierno. Su socialismo sui géneris cuestionó a la sindicatos, promovió la eliminación de la autonomía sindical e intromisión del Estado en la vida de los sindicatos, institucionalizó la precariedad laboral (tercerización), penalizó el derecho a la huelga (Ley sobre el Estatuto de la Función Pública). Además, criminalizó la protesta sindical sometiendo a cientos de trabajadores a procesos judiciales amañados, entregó nuestras riquezas gaso-petroleras al capital transnacional (empresas mixtas). Institucionalizó la tortura, militarizó a la sociedad y exacerbo el odio social. Todo ello en nombre de una bastarda revolución bolivariana que cínicamente se autocalifica de “obrerista”. Que falsificación más grotesca de las ideas del viejo Marx.
La construcción de una sociedad totalitaria, sin contradicciones y conflictos sociales, fue siempre una propuesta estratégica de Chávez y su logia militar. ¿Qué tiene ello de socialista? La utopía del chavismo no traspasa los límites de una sociedad con una sola voz, pero excluyente, con una sola voluntad, pero no basada en un consenso de las mayorías, con un solo interés, pero que únicamente reflejará la del caudillo y su proyecto político. El chavismo reivindica un culto nauseabundo a la personalidad, así como una sumisión y obediencia religiosa, ninguna de ellas propias del socialismo.
La caída del chavismo como movimiento político es evidente, agoniza inmerso en una profunda crisis que pone en entredicho su continuidad en el poder iniciada hace 16 años por un oficial tropero que se disfrazó finalmente de socialista para lograr espacios políticos. La magnitud de la crisis es descomunal: padecemos la inflación más alta del planeta, la escasez de alimentos y medicinas son cada día mayores, las exportaciones no petroleras continúan en descenso (más de un 70%), el aparato productivo nacional esta destruido, la moneda ha perdido su poder adquisitivo (continuas devaluaciones), el crecimiento económico será de -6 a -9% en el 2015. Además, la tortura se convirtió enpolítica de Estado, la educación superior, la cultura y la ciencia están en crisis terminal, la salud es un caos, la corrupción administrativa sigue campante en medio de la mayor impunidad, y la Fuerza Armada Nacional ha sido narco-profesionalizada.
Ya basta de malabarismos ideológicos y excusas, el proyecto del fallecido tte. coronel, no representó, ni representa una opción contraria al bloque histórico en el poder. El problema no radica en que Maduro haya incumplido o no el legado del comandante galáctico, sino el haberse identificado y defendido un proyecto gansteril concebido por un anodino y totalitario oficial tropero. No es la hora de lloriqueos y de recuerdos nostálgicos, sino de sinceras autocriticas. No más escamoteos ideológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.