Luis González
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque jamás en nuestra historia los venezolanos habíamos sido sometidos a tan brutal plan de ajuste, el cual ha desaparecido de nuestra mesa hasta a las humildes pero bien nutritivas Caraotas Negras y Lentejas, colocando a la población en riesgo nutricional ante la falta de alternativas proteicas a las cuales recurrir, considerando que hoy la canasta alimentaria supera los Bs. 62 mil al mes y la canasta básica los 90 mil, mientras por otra parte el Gobierno se enorgullece de haber colocado el salario en Bs. 9.649 y el Bono de Alimentación en 6.670 Bs., lo cual resulta evidentemente insuficiente.
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque mientras a la gente que se esfuerza y trabaja, la someten a la “sabrosa” tortura de tener que calarse horas y más horas de colas y humillaciones para obtener alimentos e insumos, hay una casta de altos funcionarios, militares y familiares de las cúpulas del gobierno que viven como reyes aunque pregonen impune y descaradamente discursos de justicia e igualdad.
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque mientras el Gobierno en boca de sus más destacados voceros insiste en hacerse llamar Pueblo, bien es sabido por todos que no hay nada menos parecido a eso en la realidad, pues estos señores, lejos de ser y parecer Pueblo son cada vez más una élite que derrocha lujos mal habidos y conductas propias de la clase social que ayer criticaban, lo cual bien les ha merecido el nombre de boliburguesía parasitaria.
¡Sea como sea, esto no se aguanta más!
Pues aunque “connotados” ex-ministros, ex-funcionarios y ex-militantes del propio PSUV y sus aliados han denunciado con pruebas en mano la desaparición “misteriosa” de mas de 200 mil millones de dólares de las arcas nacionales, no existen a esta fecha funcionario ni persona alguna tras las rejas por estos crímenes de lesa patria, lo cual sin lugar a dudas coloca en entredicho la prevalencia de la justicia en nuestro País y trae como consecuencia la precarización de la calidad de vida de todos los venezolanos
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Pues es muy difícil hablar de mejor porvenir para las presentes y futuras generaciones de nuestro País mientras no se garantice ni siquiera la salud. ni la alimentación básica, ni la seguridad personal y social, ni mucho menos viviendas dignas que puedan estar al alcance de los bolsillos de quienes trabajan a diario por construir un verdadero futuro para sus familias.
Es repugnante oír hablar a gritos de independenca en molestas cadenas, mientras sigue Chevron campante saqueando nuestro país, y mientras se entrega palmo a palmo el país a transnacionales de China, Rusia, Irán, la UE y EEUU, bajo la figura de empresas mixtas y ahora también bajo la leonina figura de zonas económicas especiales.
Es indignante, vergonzoso y causa pena oír hablar de soberanía, mientras que ni la comida que hoy colocamos escasamente en nuestra mesa se produce soberanamente en el País, ni siquiera al pabellón se le puede llamar ya pabellón criollo.
Sea como sea, hagamos lo que hagamos, esto no se aguanta más.
A los hospitales públicos debemos llevar las medicinas, a las oficinas públicas, registros, notarías, prefecturas, fiscalías, tribunales, banca pública, hay que llevar hasta el papel si tenemos que sacar algún documento. En el aeropuerto de Maiquetía colocaron unos filtros de ozono y empezaron a cobrar hasta el aire que uno respira… menos mal se dieron cuenta que ya la vaina era una verdadera locura, un repugnante descaro.
Sea como sea, ya ni la Señora María que vende Arepas para sostener a su familia; ni Pedro, el Abogado Mecánico; ni Ramón, el Arquitecto que ahora es Mensajero; ni Alicia, la que sale de su trabajo en La Gobernación y se para a vender tortas frente al Cine, ni los Taxistas, ni los Maestros, ni los Profesionales de la Salud, ni los Profesores Universitarios, ni Simón, el músico, que a veces hace de maestro y otras mata algún tigre por ahí para llegarle con dignidad al cuarto de Canasta Básica… ni nadie.
Nadie que trabaje honestamente y que obre con sentido común encuentra ya qué hacer para poder cubrir lo necesario para vivir. La mayoría estamos en una permanente peladera de bolas. Hagamos lo que hagamos, sea como sea.
¡Es por eso que digo que sea como sea, esto no se aguanta más!
¡Y no me vengan con cuentos ni excusas de Guerra Económica!
Porque aquí la única guerra que existe y siempre ha estado presente en nuestro país, es la Guerra a la que siempre nos han sometido los gobiernos lacayos de turno, los Grandes Empresarios Nacionales y Transnacionales, y la Banca, guerra de la cual, sin lugar a dudas, sea como sea, tarde o temprano saldremos victoriosos a pesar de los lacayos, sapos y traidores.
[Tomado de http://deslinde2011.blogspot.com/2015/11/esto-no-se-aguanta-mas.html.]
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque jamás en nuestra historia los venezolanos habíamos sido sometidos a tan brutal plan de ajuste, el cual ha desaparecido de nuestra mesa hasta a las humildes pero bien nutritivas Caraotas Negras y Lentejas, colocando a la población en riesgo nutricional ante la falta de alternativas proteicas a las cuales recurrir, considerando que hoy la canasta alimentaria supera los Bs. 62 mil al mes y la canasta básica los 90 mil, mientras por otra parte el Gobierno se enorgullece de haber colocado el salario en Bs. 9.649 y el Bono de Alimentación en 6.670 Bs., lo cual resulta evidentemente insuficiente.
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque mientras a la gente que se esfuerza y trabaja, la someten a la “sabrosa” tortura de tener que calarse horas y más horas de colas y humillaciones para obtener alimentos e insumos, hay una casta de altos funcionarios, militares y familiares de las cúpulas del gobierno que viven como reyes aunque pregonen impune y descaradamente discursos de justicia e igualdad.
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Porque mientras el Gobierno en boca de sus más destacados voceros insiste en hacerse llamar Pueblo, bien es sabido por todos que no hay nada menos parecido a eso en la realidad, pues estos señores, lejos de ser y parecer Pueblo son cada vez más una élite que derrocha lujos mal habidos y conductas propias de la clase social que ayer criticaban, lo cual bien les ha merecido el nombre de boliburguesía parasitaria.
¡Sea como sea, esto no se aguanta más!
Pues aunque “connotados” ex-ministros, ex-funcionarios y ex-militantes del propio PSUV y sus aliados han denunciado con pruebas en mano la desaparición “misteriosa” de mas de 200 mil millones de dólares de las arcas nacionales, no existen a esta fecha funcionario ni persona alguna tras las rejas por estos crímenes de lesa patria, lo cual sin lugar a dudas coloca en entredicho la prevalencia de la justicia en nuestro País y trae como consecuencia la precarización de la calidad de vida de todos los venezolanos
Sea como sea, esto no se aguanta más.
Pues es muy difícil hablar de mejor porvenir para las presentes y futuras generaciones de nuestro País mientras no se garantice ni siquiera la salud. ni la alimentación básica, ni la seguridad personal y social, ni mucho menos viviendas dignas que puedan estar al alcance de los bolsillos de quienes trabajan a diario por construir un verdadero futuro para sus familias.
Es repugnante oír hablar a gritos de independenca en molestas cadenas, mientras sigue Chevron campante saqueando nuestro país, y mientras se entrega palmo a palmo el país a transnacionales de China, Rusia, Irán, la UE y EEUU, bajo la figura de empresas mixtas y ahora también bajo la leonina figura de zonas económicas especiales.
Es indignante, vergonzoso y causa pena oír hablar de soberanía, mientras que ni la comida que hoy colocamos escasamente en nuestra mesa se produce soberanamente en el País, ni siquiera al pabellón se le puede llamar ya pabellón criollo.
Sea como sea, hagamos lo que hagamos, esto no se aguanta más.
A los hospitales públicos debemos llevar las medicinas, a las oficinas públicas, registros, notarías, prefecturas, fiscalías, tribunales, banca pública, hay que llevar hasta el papel si tenemos que sacar algún documento. En el aeropuerto de Maiquetía colocaron unos filtros de ozono y empezaron a cobrar hasta el aire que uno respira… menos mal se dieron cuenta que ya la vaina era una verdadera locura, un repugnante descaro.
Sea como sea, ya ni la Señora María que vende Arepas para sostener a su familia; ni Pedro, el Abogado Mecánico; ni Ramón, el Arquitecto que ahora es Mensajero; ni Alicia, la que sale de su trabajo en La Gobernación y se para a vender tortas frente al Cine, ni los Taxistas, ni los Maestros, ni los Profesionales de la Salud, ni los Profesores Universitarios, ni Simón, el músico, que a veces hace de maestro y otras mata algún tigre por ahí para llegarle con dignidad al cuarto de Canasta Básica… ni nadie.
Nadie que trabaje honestamente y que obre con sentido común encuentra ya qué hacer para poder cubrir lo necesario para vivir. La mayoría estamos en una permanente peladera de bolas. Hagamos lo que hagamos, sea como sea.
¡Es por eso que digo que sea como sea, esto no se aguanta más!
¡Y no me vengan con cuentos ni excusas de Guerra Económica!
Porque aquí la única guerra que existe y siempre ha estado presente en nuestro país, es la Guerra a la que siempre nos han sometido los gobiernos lacayos de turno, los Grandes Empresarios Nacionales y Transnacionales, y la Banca, guerra de la cual, sin lugar a dudas, sea como sea, tarde o temprano saldremos victoriosos a pesar de los lacayos, sapos y traidores.
[Tomado de http://deslinde2011.blogspot.com/2015/11/esto-no-se-aguanta-mas.html.]
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