Redacción
Esta semana comenzamos a distribuir la versión impresa de la edición correspondiente a septiembre-octubre 2015, con la cual cumplimos 20 años de publicación ininterrumpida de este vocero ácrata de ideas y acción, que además ha sido el único medio impreso de la izquierda radical y alternativa que se ha logrado mantener en Venezuela a lo largo de estas décadas.
Quien conozca la realidad latinoamericana en general y venezolana en particular, entenderá el gran empeño que ha significado mantener una publicación de esta clase, esfuerzo que para nosotr@s se hace más cuesta arriba en tiempos recientes por las circunstancias de crisis económica que se han agravado en Venezuela, las cuales nos imponen salir con una edición en papel que solo incluye la mitad de lo que se puede leer en la versión para Internet (http://periodicoellibertario.blogspot.com/2015/08/lee-online-la-edicion-76-de-el.html), razón por la cual insistimos en la invitación a consultar la edición electrónica, que por su amplitud y diversidad de contenidos es más representativa de lo que deseamos comunicar a la gente que se interesa en lo que difundimos.
Esta semana comenzamos a distribuir la versión impresa de la edición correspondiente a septiembre-octubre 2015, con la cual cumplimos 20 años de publicación ininterrumpida de este vocero ácrata de ideas y acción, que además ha sido el único medio impreso de la izquierda radical y alternativa que se ha logrado mantener en Venezuela a lo largo de estas décadas.
Quien conozca la realidad latinoamericana en general y venezolana en particular, entenderá el gran empeño que ha significado mantener una publicación de esta clase, esfuerzo que para nosotr@s se hace más cuesta arriba en tiempos recientes por las circunstancias de crisis económica que se han agravado en Venezuela, las cuales nos imponen salir con una edición en papel que solo incluye la mitad de lo que se puede leer en la versión para Internet (http://periodicoellibertario.blogspot.com/2015/08/lee-online-la-edicion-76-de-el.html), razón por la cual insistimos en la invitación a consultar la edición electrónica, que por su amplitud y diversidad de contenidos es más representativa de lo que deseamos comunicar a la gente que se interesa en lo que difundimos.
No obstante, si seguimos con la publicación en impreso es porque entendemos es la manera de seguir llegando a un sector de población interesado y que prefiere, o sólo tiene acceso, a El Libertario en papel. Pensando en ese contingente de lectores es que realizamos la selección de materiales incluidos en esta edición, que son los siguientes:
- Editorial
- Sección: Cartas
- Sección: DoblePensar
- Sección: El Discreto Encanto de la Boliburguesía
- Notas Breves
- Exigir: Propuestas libertarias en la coyuntura 2015, por R. Montes de Oca
- Por un amplio movimiento destituyente que revoque al Poder, por L. Montes
- ¿Pueden ser los represores "activistas de DD.HH.?, por M. Peña
- Seguridad Personal: Balance de lo que el Estado pretende ignorar, por Redacción
- Gobierno ha profundizado política de criminalización de las protestas laborales, por M. Máspero
- Infografía: La maquila de pobreza del madurismo en gotas; por Redacción
- Habla un guarimbero: El asesinato de Daniel Tinoco, por R. Uzcáteguí
- Desapariciones: El terrorismo de Estado que no cesa, por Provea
- Alcedo: Otro desaparecido del gobierno bolivariano, por G. de Mataecaucho
- Guayana: Cementerio de promesas, por L. Roa
- 4 "venas abiertas" de la República Bolivariana, por Redacción
- Universidades venezolanas: ¿"Dakazo" académico? ¿Caballo de Troya?, por C. García Guadilla
- Desde el anarquismo, sobre el Esequibo, por Colectivo Editor de El Libertario
Reiteramos la invitación a incorporarse a la red de distribuidores que permiten a El Libertario llegar a tantos lugares de Venezuela. Igualmente, recordamos que seguimos abiertos a todas las colaboraciones para apoyar la existencia del periódico o para expresarse en el medio impreso o en nuestro blog http://periodicoellibertario.blogspot.com. El contacto a tales fines es a través de nuestros e-mails ellibertario@nodo50.org, ellibertario@hotmail.com o periodicoellibertario@gmail.com.
:: Editorial # 76
Con esta edición que tienes en tus manos, El Libertario arriba a sus 20 años de existencia: Dos décadas contra todo autoritarismo, amplificando la labor autónoma de las organizaciones sociales de nuestro entorno. En el 2014, cuando hablábamos en la redacción sobre cómo sería nuestro 20° cumpleaños planificamos diversas actividades, incluyendo la edición de un libro sobre la historia del anarquismo en Venezuela. Sin embargo, la dura realidad del país no nos deja ilesos. Al igual que el resto de la sociedad, nuestro grupo de afines intenta sobrevivir en medio de la crisis económica nacional más grave en la existencia de nuestra publicación.
Nicolás Maduro ha creado una gran maquila de fabricación de pobreza. La existencia de una economía ficticia, con dólares subsidiados para los amigos del gobierno y la posibilidad que tienen de hacer todo tipo de negocios, lícitos e ilícitos, está encareciendo el costo de la vida para la gran mayoría de quienes sobrevivimos con nuestro salario. Este 2015 finalizará con la inflación más alta de los últimos 100 años, con lo que el chavomadurismo habrá superado a sus antecesores en ausencia de expectativas de futuro y desesperanza. Al escribir estas líneas una persona había sido asesinada en Ciudad Guayana, cuando en búsqueda de productos alimenticios pobladores intentaron saquear algunos negocios, acción desesperada que se ha venido repitiendo a lo largo del año por todo el país.
A pesar de toda esta situación los burócratas reiteran que estamos en el mejor de los gobiernos posibles. La hegemonía comunicacional amplifica las mentiras edulcoradas de quienes desean perpetuarse en el lucro, en el puesto, en la posibilidad de hacer negociados a nombre de la “revolución”. Los medios de difusión, neutralizados y controlados por el Estado, disciplinan las conciencias y las actitudes de las mayorías. Sin embargo la realidad estalla ante nuestros rostros y de a poco, volvemos a conseguirnos en la indignación callejera. Para quienes intentamos gestionar medios alternativos de comunicación, los costos de los insumos importados, que han hecho de las artes gráficas uno de los sectores más afectados, con imprentas cerradas y decenas de trabajadores sin nada que llevar a sus casas, el trabajo se ha hecho cada vez más complicado. Iniciativas políticas similares han abandonado el papel y migran a Internet, para no callar del todo sus palabras. No obstante, no todos ni todas tenemos acceso fácil al ciberespacio. Por ello, para El Libertario es una decisión política (y práctica) seguirse editando en papel, de las maneras en que sea posible. Por ahora lo resolvemos reduciendo páginas en la versión impresa (la digital es más amplia) y saliendo a la calle con más retraso que de costumbre; esto es así pues entendemos que en este momento las voces antagonistas son más necesarias que nunca.
Por otro lado y mientras saquea las arcas estatales, un sector del bolivarianismo negocia su supervivencia tras la defenestración de Nicolás Maduro, procurando impunidad y cuotas de control para ceder espacios de cohabitación política a los partidos opositores. De estos trapicheos será víctima la gente de a pie, aunque paradójicamente sus votos y pasividad constituyan el pretexto legitimador de la espuria “representatividad” de unos y otros, mientras los economistas de ambos sectores recetan medidas de ajuste que golpean a los de abajo y ni de casualidad asoman alternativas fuera de la opresión del Estado y del mercado capitalista.
Sin embargo, la crisis de representación atenta contra los acuerdos cupulares. Los propios sondeos de opinión de lado y lado reflejan que un significativo sector de la población no se identifica con ningún partido. Quizás la abstención o el voto castigo en las próximas elecciones sea interpretado, por los dinosaurios de la MUD, como la posibilidad de capitalizar el descontento frente a los socialistas autoritarios. Afortunadamente la crisis también ha minado la confianza de los de abajo con los partidos, por lo que necesariamente se configurarán, en la calle, nuevas maneras de cooperación y apoyo entre los oprimidos y oprimidas que más pronto que tarde desbordarán las camisas de fuerza partidarias. Esta crisis de representación, de delegación de las identidades particulares en imposturas doctrinarias cupulares, crea el escenario más interesante para Venezuela desde 1988. L@s anarquistas debemos profundizar esta desconfianza, y alentar maneras realmente democráticas y participativas de incidencia en el escenario público, a través de una multiplicidad de formas de asociación y acción.
No dudamos en que nos encontramos en el epílogo de un modelo de dominación. Empero, otro muy parecido se está cocinando desde el poder ahora mismo. Por ello desde el antiautoritarismo tenemos el desafío de aprender de los errores recientes y sumergirnos en las iniciativas en marcha, para que viejos y nuevos privilegiados no monopolicen lo que será el futuro. Hay que desechar lo inservible y tener la suficiente sagacidad para innovar en movimiento, aprendiendo de nuestros iguales y de aquellos que son diferentes a nosotr@s, pues las hegemonías opresivas pueden y deben ser retadas. Después del autoritarismo nos queda todo un horizonte de libertad y justicia social.
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