Carlos Nieto
Hemos tenido una semana llena de tristes acontecimientos en el tema penitenciario venezolano, esto reafirma nuestra tesis de que las cárceles venezolanas siguen siendo un desastre y que en el nuevo régimen penitenciario del que tanto pregona la Ministra para el Servicio Penitenciario, la reeducación de los reclusos para reinsertarlos de nuevo a la sociedad solo forma parte de un vulgar y vergonzoso show publicitario del que pretenden hacer parte a todos los que aún le creen.
En primer lugar tenemos el lamentable incendio ocurrido en el Internado Judicial de Carabobo conocida como la “máxima de Tocuyito” debido a un problema eléctrico y que dio como resultado la muerte de 18 personas de las cuales nueve eran damas que se encontraban pernoctando en el recinto carcelario luego de un fin de semana en que hubo una fiesta adentro del penal en una celebración que incluyó minitecas y cantantes en vivo.
Como dato curioso a este incendio tenemos que el 20 de octubre de 2014 la misma ministra penitenciaria informo a los medios de comunicación social que había clausurado el recinto carcelario donde ahora fallecieron 18 personas y que el mismo estaba completamente desocupado.
En esa oportunidad la ministra Varela destacó “que el trabajo minucioso y justo para transformar la realidad penitenciaria en el país, ha permitido que los desalojados de Tocuyito acepten un régimen nuevo en otros centros en los que participarán en oportunidades de estudio y trabajo, con normas de disciplina que le interesan a ellos y a sus familias, y en especial al pueblo”, igualmente declaro “En la medida en que vayamos enterrando este pasado de violencia que fue el legado de las cárceles de la Cuarta República, nosotros ganaremos en paz y tranquilidad para el pueblo venezolano, que es para el que trabaja el gobierno del presidente Maduro”.
Resulta inexplicable entonces como después del gran show armado para desalojar este recinto carcelario en octubre de 2014, dentro del mismo aun permanecieran reclusos, aun sabiendo las autoridades penitenciarias que el centro penitenciario se encontraba en muy malas condiciones de infraestructura, según ellos mismos habían informado cuando decidieron clausurar el Internado Judicial de Carabobo.
Le corresponde ahora al Ministerio Publico investigar lo que ahí sucedió con lo que no tenemos muchas esperanzas, entre otras cosas porque aún no sabemos lo que ocurrió en la cárcel de Uribana el año pasado donde más de 40 reclusos murieron envenenados y hasta ahora nada sabemos de cómo han avanzado estas investigaciones, ni hay responsables de estos hechos.
Igualmente entre los acontecimientos de la semana en nuestras cárceles esta la fuga de dos reclusos de la mínima de Tocuyito, aun y cuando las autoridades desmintieron esta información alegando algo así como que los presos estaban jugando a las escondidas pero ya los habían encontrado, sabemos que la fuga si se efectuó, también sin ningún responsable de este hecho.
Igualmente en la semana han proliferado las denuncias por parte de reclusos de diferentes cárceles del país, en especial de las que el Ministerio para el Servicio Penitenciario llama que tienen “nuevo régimen” donde no tienen que comer e inclusive nos hicieron llegar fotos y videos de reclusos preparando unos gatos para comerlos porque no tienen nada más que comer.
El problema de la alimentación siempre ha sido grave dentro de los recintos carcelarios sobre todo porque es una gran fuente de corrupción de los funcionarios que manejan estas partidas, dando alimentos de mala calidad a los reclusos y facturándolos como comida de primera calidad.
Lo grave del problema actual con la alimentación de los reclusos es que los mismos funcionarios de recintos carcelarios como la Comunidad Penitenciaria Fénix en Lara, las cárceles Rodeo I, II y III, Yare III, el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), el Centro para el hombre nuevo Ezequiel Zamora, entre otros, le han dicho a los mismos reclusos que les informen a sus familiares que les lleven alimento no perecederos porque la comida se había terminado y no tenían con que alimentarlos.
De esta manera la hambruna que vivimos los venezolanos en la calle, se ha extendido a los recintos carcelarios, con la gran diferencia que ellos no pueden salir a hacer colas en los expendios de comida porque están presos, lo más grave aún es que ante esta situación los reclusos que no tienen familiares, o que viven alejados del centro de reclusión o son extranjeros sin familia aquí, están destinados a morir de hambre como ya lo están haciendo con un menú que ellos llaman “menú chino” y que solo es arroz blanco una vez al día como comida única.
Ante la grave situación que se vive en las cárceles es oportuno recordarle al Ministerio para el Servicio Penitenciario y al Defensor del Pueblo que los hombres y mujeres privadas de libertad están bajo la total y absoluta tutela del Estado venezolano y son ellos los responsables de garantizar y satisfacer los derechos humanos de estas personas dentro de la prisión.
Hemos tenido una semana llena de tristes acontecimientos en el tema penitenciario venezolano, esto reafirma nuestra tesis de que las cárceles venezolanas siguen siendo un desastre y que en el nuevo régimen penitenciario del que tanto pregona la Ministra para el Servicio Penitenciario, la reeducación de los reclusos para reinsertarlos de nuevo a la sociedad solo forma parte de un vulgar y vergonzoso show publicitario del que pretenden hacer parte a todos los que aún le creen.
En primer lugar tenemos el lamentable incendio ocurrido en el Internado Judicial de Carabobo conocida como la “máxima de Tocuyito” debido a un problema eléctrico y que dio como resultado la muerte de 18 personas de las cuales nueve eran damas que se encontraban pernoctando en el recinto carcelario luego de un fin de semana en que hubo una fiesta adentro del penal en una celebración que incluyó minitecas y cantantes en vivo.
Como dato curioso a este incendio tenemos que el 20 de octubre de 2014 la misma ministra penitenciaria informo a los medios de comunicación social que había clausurado el recinto carcelario donde ahora fallecieron 18 personas y que el mismo estaba completamente desocupado.
En esa oportunidad la ministra Varela destacó “que el trabajo minucioso y justo para transformar la realidad penitenciaria en el país, ha permitido que los desalojados de Tocuyito acepten un régimen nuevo en otros centros en los que participarán en oportunidades de estudio y trabajo, con normas de disciplina que le interesan a ellos y a sus familias, y en especial al pueblo”, igualmente declaro “En la medida en que vayamos enterrando este pasado de violencia que fue el legado de las cárceles de la Cuarta República, nosotros ganaremos en paz y tranquilidad para el pueblo venezolano, que es para el que trabaja el gobierno del presidente Maduro”.
Resulta inexplicable entonces como después del gran show armado para desalojar este recinto carcelario en octubre de 2014, dentro del mismo aun permanecieran reclusos, aun sabiendo las autoridades penitenciarias que el centro penitenciario se encontraba en muy malas condiciones de infraestructura, según ellos mismos habían informado cuando decidieron clausurar el Internado Judicial de Carabobo.
Le corresponde ahora al Ministerio Publico investigar lo que ahí sucedió con lo que no tenemos muchas esperanzas, entre otras cosas porque aún no sabemos lo que ocurrió en la cárcel de Uribana el año pasado donde más de 40 reclusos murieron envenenados y hasta ahora nada sabemos de cómo han avanzado estas investigaciones, ni hay responsables de estos hechos.
Igualmente entre los acontecimientos de la semana en nuestras cárceles esta la fuga de dos reclusos de la mínima de Tocuyito, aun y cuando las autoridades desmintieron esta información alegando algo así como que los presos estaban jugando a las escondidas pero ya los habían encontrado, sabemos que la fuga si se efectuó, también sin ningún responsable de este hecho.
Igualmente en la semana han proliferado las denuncias por parte de reclusos de diferentes cárceles del país, en especial de las que el Ministerio para el Servicio Penitenciario llama que tienen “nuevo régimen” donde no tienen que comer e inclusive nos hicieron llegar fotos y videos de reclusos preparando unos gatos para comerlos porque no tienen nada más que comer.
El problema de la alimentación siempre ha sido grave dentro de los recintos carcelarios sobre todo porque es una gran fuente de corrupción de los funcionarios que manejan estas partidas, dando alimentos de mala calidad a los reclusos y facturándolos como comida de primera calidad.
Lo grave del problema actual con la alimentación de los reclusos es que los mismos funcionarios de recintos carcelarios como la Comunidad Penitenciaria Fénix en Lara, las cárceles Rodeo I, II y III, Yare III, el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), el Centro para el hombre nuevo Ezequiel Zamora, entre otros, le han dicho a los mismos reclusos que les informen a sus familiares que les lleven alimento no perecederos porque la comida se había terminado y no tenían con que alimentarlos.
De esta manera la hambruna que vivimos los venezolanos en la calle, se ha extendido a los recintos carcelarios, con la gran diferencia que ellos no pueden salir a hacer colas en los expendios de comida porque están presos, lo más grave aún es que ante esta situación los reclusos que no tienen familiares, o que viven alejados del centro de reclusión o son extranjeros sin familia aquí, están destinados a morir de hambre como ya lo están haciendo con un menú que ellos llaman “menú chino” y que solo es arroz blanco una vez al día como comida única.
Ante la grave situación que se vive en las cárceles es oportuno recordarle al Ministerio para el Servicio Penitenciario y al Defensor del Pueblo que los hombres y mujeres privadas de libertad están bajo la total y absoluta tutela del Estado venezolano y son ellos los responsables de garantizar y satisfacer los derechos humanos de estas personas dentro de la prisión.
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