Natali Vásquez
Criminalizar las luchas sociales y tipificarlas como terroristas, tiene su punto de referencia o inspiración nada más y nada menos que en la Ley Patriota de los Estados Unidos de Norteamérica, ley matriz desde donde se origina el nuevo orden global que le da legalidad jurídica de protección a los intereses imperiales y al nuevo orden económico mundial representados en los grandes conglomerados.
Alguna vez se han preguntado porque ahora toda protesta popular bien sea por mal funcionamiento de los servicios públicos, por reivindicaciones laborales, por defensa de los territorios indígenas, contra la violación de los derechos humanos, por la conquista de las tierras para los campesinos o cualquiera que sea su origen, es catalogada de terrorismo? De dónde nace ese calificativo jurídico? Porque las diferentes reformas que se le han hecho al código procesal penal y las nuevas leyes represivas dejan bien tipificado el delito de terrorista?
Criminalizar las luchas sociales y tipificarlas como terroristas, tiene su punto de referencia o inspiración nada más y nada menos que en la Ley Patriota de los Estados Unidos de Norteamérica, ley matriz desde donde se origina el nuevo orden global que le da legalidad jurídica de protección a los intereses imperiales y al nuevo orden económico mundial representados en los grandes conglomerados.
Alguna vez se han preguntado porque ahora toda protesta popular bien sea por mal funcionamiento de los servicios públicos, por reivindicaciones laborales, por defensa de los territorios indígenas, contra la violación de los derechos humanos, por la conquista de las tierras para los campesinos o cualquiera que sea su origen, es catalogada de terrorismo? De dónde nace ese calificativo jurídico? Porque las diferentes reformas que se le han hecho al código procesal penal y las nuevas leyes represivas dejan bien tipificado el delito de terrorista?
Muchas pueden ser las razones que pudieran alegar quienes jurídicamente tipifican como terroristas a quienes ejercen el derecho a la protesta, especialmente, cuando es el estado quien legisla para protegerse, para que sus promesas incumplidas no puedan ser reclamadas por aquellos que se sientan engañados o para que sus gestiones de gobierno no puedan ser cuestionadas desde ningún punto de vista bien sea, ideológico, económico, político, moral o social.
Ley Patriota
Si lo vemos desde un contexto aislado se pudiera pensar que esto responde a un mecanismo de defensa gubernamental, pero cuando vamos al contexto global del cual no somos ajenos nos encontramos que su origen no es tan ingenuo, y que responde a intereses superiores, de lo que se denomina el nuevo orden mundial.
Criminalizar las luchas sociales y tipificarlas como terroristas, tiene su punto de referencia o inspiración nada más y nada menos que en la Ley Patriota de los Estados Unidos de Norteamérica, ley matriz desde donde se origina el nuevo orden global que le da legalidad jurídica de protección a los intereses imperiales y al nuevo orden económico mundial representados en los grandes conglomerados.
El 26 de octubre de 2001, el presidente de Estados Unidos firmó la ley ‘USA-Patriot Act’ Ley Patriota de las Estados Unidos, ley diseñada como elemento legal sustentador de la denominada “guerra contra el terrorismo”, esta ley constituye un ataque contra las libertades civiles dentro y fuera de Estados Unidos, bajo el pretexto de garantizar la “seguridad nacional”.
Tribunales de convicción
Los alcances de dicha ley tiene implicaciones supranacionales, pudiéndose juzgar por terrorismo a cualquier ciudadano dentro y fuera del territorio norteamericano, es de allí que este se adjudique la potestad para decidir cuál país es o no terrorista o cual representa una amenaza o no a la seguridad de los EEUU, esta Ley también permite el espionaje a la privacidad de los ciudadanos, pudiendo ser juzgados por simple presunción, y más grave aún, es que con la Ley patriota se le da nacimiento a los llamados tribunales de convicción, que no es otra cosa que un tribunal cuya función es condenar sin derecho a la defensa, a los que se consideren SOSPECHOSOS de terrorismo, es un tribunal sin rostro, cuyo accionar no tienen nada que ver con los tradicionales tribunales de justicia, donde prevalece la presunción de inocencia y garantía para la defensa.
Cuando revisamos el articulado de la Ley Patriota y la comparamos con las modificaciones hechas a las diferentes legislaciones latinoamericana, partiendo de las modificaciones a las distintas constituciones para adecuarlas a los intereses de la mundialización, así como también las enmiendas hechas al Código Procesal Penal, y algunas leyes y decretos que se legislan en este sentido, encontramos gran similitud, por ejemplo cuando se presume que todos somos sospechosos, o todos estamos bajo la sospecha, o cuando se habla de informantes anónimos aquí llamados Patriotas cooperantes, lo cual violenta el derecho a la defensa y el debido proceso.
Nuevos términos
Desde el poder se aplica un discurso que busca igualar la acción popular de protesta y la libertad del pensamiento con la acción terrorista, igualmente se imponen nuevos términos como el de “enemigos internos” que busca ubicar a quien disiente, ya no como un cuestionador de las malas políticas y los malos gobiernos, sino como un enemigo potencial de todo el país, algo parecido a lo que hace la casa blanca cuando declara que tal o cual país es una amenaza para la seguridad de los estados unidos, solo porque este país cuestione su política guerrerista o injerencista por citar un ejemplo.
En los últimos años nuestro país viene legislado autoritariamente para criminalizar la acción política, aplicando control penal a conductas que deberían permanecer ajenas al mismo en un estado que se denomina democrático y de derecho. La legalidad de la protesta como acción social forma parte de los derechos fundamentales, por lo que un sistema democrático debe amparar en su seno toda opción política, incluso aquella que implique una crítica al sistema mismo, muchas de estas legislaciones que buscan incriminar la disidencia están al margen de la propia constitución, vulnerándola groseramente. ¿Cuantos ya están siendo juzgados en este momento por el delito de terrorismo, con la aplicación de estos mecanismos jurídicos solo por protestar?
Según las nuevas leyes, terrorista es todo aquel que ejerza el derecho a la protesta para reclamar sus reivindicaciones, terroristas serian entonces los Yukpa y los Pemones que luchan por sus territorios y contra la minería depredadora, terroristas serán los trabajadores que busquen un mejor salario, terrorista será todo aquel que denuncie la corrupción y el mal gobierno, terrorista será igualmente quien tranque una calle para exigir mejores servicios públicos, terroristas serán los estudiantes, terroristas serán los pueblos que busquen su propia autodeterminación, terroristas seremos quienes levantamos nuestra voz contra la globalización, terroristas serán todos aquellos que de seguro tomaran la vanguardia de las luchas sociales venideras y quienes siempre nos opondremos al autoritarismo, a la represión, al capitalismo, y al imperialismo en cada una de sus manifestaciones, terrorista será la resistencia que tendremos que asumir, más allá de correr el riesgo de ser juzgados, liquidados moralmente a través del aparato mediático oficial y privado, algunos serán alcanzados por el gas del bueno de Chávez o por las armas mortales de Padrino López, otros serán desaparecidos como Alcedo Mora (Batería) y algunos asesinados como a Sabino.
Luchar por nuestros derechos violentados y resistir al nuevo orden mundial, será siempre nuestra única salida.
[Tomado de http://www.ruptura.info/opinion/nacional/protestar-y-resistir-no-es-terrorismo-natali-vasquez/]
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