Gustavo Montes
La proliferación de gigantescos pasivos ambientales a lo largo y ancho de la geografía mundial, cuyo origen está en el incumplimiento de normas de operación limpia por la vasta mayoría de los grandes desarrollos industriales, sean en países del primer o del tercer mundo, tanto de Occidente como de Oriente, hoy constituye una gravísima amenaza para el medio natural global y para la humanidad. Tal amenaza se manifiesta por las cada vez más frecuentes y destructivas catástrofes socio-ambientales. El enorme derrame (alrededor de 3,5 millones de m3) de lodo de cenizas de carbón ocurrido en diciembre, 2009 en Tennesee, EUA, por colapso del confinamiento de la fosa de desechos de una planta termoeléctrica, o el devastador vertido accidental ocurrido en octubre, 2010 en las cercanías de la ciudad de Akja, Hungría, donde unos seis millones de m3 de lodo rojo tóxico, residuo de la operación de una planta de alúmina que arrasó, como una lava incontrolable, amplias áreas urbanas y rurales, con un lamentable saldo de muerte y destrucción ecológica que afectó al río Danubio desde el sitio del desastre hasta su desembocadura al Mar Negro, son solo dos ejemplos relevantes ocurridos recientemente, que ilustran la gravedad de los daños socioeconómicos y ambientales, con frecuencia irreversibles, que esos desastres tienen el poder de ocasionar, los cuales conllevan costos mil millonarios en indemnizaciones por perjuicios imfligidos a la población local; a ello se agrega los colosales y costosos esfuerzos de saneamiento de los ambientes terrestres y acuáticos afectados.
La proliferación de gigantescos pasivos ambientales a lo largo y ancho de la geografía mundial, cuyo origen está en el incumplimiento de normas de operación limpia por la vasta mayoría de los grandes desarrollos industriales, sean en países del primer o del tercer mundo, tanto de Occidente como de Oriente, hoy constituye una gravísima amenaza para el medio natural global y para la humanidad. Tal amenaza se manifiesta por las cada vez más frecuentes y destructivas catástrofes socio-ambientales. El enorme derrame (alrededor de 3,5 millones de m3) de lodo de cenizas de carbón ocurrido en diciembre, 2009 en Tennesee, EUA, por colapso del confinamiento de la fosa de desechos de una planta termoeléctrica, o el devastador vertido accidental ocurrido en octubre, 2010 en las cercanías de la ciudad de Akja, Hungría, donde unos seis millones de m3 de lodo rojo tóxico, residuo de la operación de una planta de alúmina que arrasó, como una lava incontrolable, amplias áreas urbanas y rurales, con un lamentable saldo de muerte y destrucción ecológica que afectó al río Danubio desde el sitio del desastre hasta su desembocadura al Mar Negro, son solo dos ejemplos relevantes ocurridos recientemente, que ilustran la gravedad de los daños socioeconómicos y ambientales, con frecuencia irreversibles, que esos desastres tienen el poder de ocasionar, los cuales conllevan costos mil millonarios en indemnizaciones por perjuicios imfligidos a la población local; a ello se agrega los colosales y costosos esfuerzos de saneamiento de los ambientes terrestres y acuáticos afectados.
Lodo rojo Bauxilum. Situación actual
En la actualidad los recursos naturales y población en territorio venezolano están expuestos a amenazas tecnológicas similares en origen y comparables en magnitud a las arriba referidas. En Venezuela la mayores amenazas se relacionan a la obsolescencia operativa y diversas formas de prácticas nocivas para el ambiente, que por décadas han plagado la extracción y refinación de hidrocarburos, así como a las operaciones fuera de norma, en que frecuentemente incurre la gran minería (carbón, hierro, bauxita, oro) e industrias básicas conexas (Carbozulia, Sidor, Bauxilum, Minerven).
Con el propósito de ejemplificar la existencia en territorio venezolano de tales amenazas, a continuación se discute el resultado de la presente investigación sobre el lodo rojo de la empresa CVG-Bauxilum. La pesquisa se condujo en modo interdisciplinario y se basa en el seguimiento y análisis de información colectada de distintas fuentes desde 1979 y hasta el presente, estimándose entre otros aspectos la producción y acumulación de lodo rojo, un residuo tóxico fuertemente cáustico (pH 12,5) resultante del procesamiento industrial de bauxita, mineral extraído de las minas guayanesas en Los Pijiguaos para su transformación en alúmina (óxido de aluminio) a través del manejo de tecnología Bayer (patentada en 1887), operada por la mencionada Bauxilum, empresa del Estado venezolano con instalaciones ubicadas en Ciudad Guayana, a orillas del río Orinoco.
El histórico de acumulación de lodo rojo generado durante el lapso 1979-2013 asciende a no menos de 35 millones de toneladas métricas.(TM). Por su magnitud y peligrosidad (soda cáustica: 5,2 millones TM; arsénico: 590,1 TM; plomo: 1,1 millones TM), el lodo rojo dispuesto en lagunas artificiales de grandes dimensiones (más de 2 km2) confinado a máxima capacidad y a pocos metros del curso del río Orinoco, constituye el mayor, potencialmente más nocivo y por consiguiente más urgente de resolver pasivo ambiental entre los muchos existente en Venezuela. El cada vez más notorio deterioro estructural que exhiben dichas lagunas, aunado a las frecuentes pácticas nocivas para el ambiente, evidenciadas mediante análisis multi-temporal de imágenes de satélites de observación terrestre, conforma un cuadro de amenaza tecnológica en capacidad de desencadenar una catástrofe ambiental y sociocultural sin antecedentes en el país, ocasionada por colapso del dique de confinamiento del lodo rojo en esas lagunas y subsiguiente vertido accidental masivo al curso del Orinoco. La gravedad de tal amenaza viene condicionada por la magnitud del vertido y por las condiciones hidrológicas en que ocurre el desarrollo del siniestro. No obstante la notable variabilidad espacio-temporal propia de la hidrología del Orinoco, prevalece alta probabilidad que el arrastre y dispersión del vertido alcance e impacte con fuerza los distintos componentes físico-biológicos y socioculturales presentes tanto en el medio propiamente acuático (estuarios, ríos y caños) como en medio terrestre estacionalmente inundable (bosques de pantano) o en franjas costeras bajo influencia directa de mareas (manglares).
El hermetismo gubernamental mantenido alrededor de este pasivo ambiental, ha inducido que el cuerpo de información generado y manejado por la presente investigación adolezca de vacíos de información. La limitación impuesta al libre acceso al conocimiento del problema (p.ej., inaccesibilidad al estudio técnico sobre el lodo rojo Bauxilum realizado en 2012 por la Contraloría General de la Nación) ha transformadodo en “tabú” a tan grave amenaza tecnológica, la cual, como veremos más adelante, ciertamente atenta contra la seguridad del Estado venezolano.
A pesar de la actitud oficial de restricción de información desde la aparición del pasivo ambiental aquí tratado a finales de la década de 1970 y hasta el presente, mantenida por igual tanto por los gobiernos de la cuarta república como de la quinta, el grado de conocimiento actual y acopio de evidencias circunstanciales sobre el particular cuenta con suficiente respaldo científico-tecnológica como para sustanciar la elaboración de escenarios de riesgo, a partir de los cuales se pueda pronosticar la evolución de desastres de tal naturaleza.
En este mismo orden de ideas, la existencia de dicha problemática es factor de entorpecimiento de los actuales logros del convenio de adecuación técnica Bauxilum-Bielorrusia, dirigido a recobrar la normalidad operativa de la empresa, en razón a que la capacidad de las lagunas desde hace años se encuentra agotada y la empresa no cuenta con espacio para ampliar la disposición de lodo proveniente de la reactivación de la producción de alúmina. En consecuencia, es razonable inferir que de persistir el escenario actual, se reforzará el riesgo de comisión de ilícitos ambientales, en particular el vertido clandestino al Orinoco de lodo sin tratamiento alguno. Es del conocimiento público el aumento de denuncias aparecidas en medios de omunicación sobre “vertidos controlados” denunciados por la comunidad organizada de Ciudad Guayana. Además,la detección asistida por interpretación de imágenes de satélite, de señales inequívocas en el talud de las lagunas, son evidencian de vertidos de lodo al curso del Orinoco, hallazgo consistente con las denuncias públicas que testifican la comisión de dichos ilícitos.
A pesar de la persistencia de panorama tan desalentador, los planes operativos divulgados por la empresa (ver por ejemplo, la Memoria y Cuenta Bauxilum 2011) no hacen mención alguna de inversión de suficiente envergadura para dar solución provisional o definitiva a este pasivo ambiental, el cual tiende al agravamiento a corto plazo.
Impacto del vertido de lodo rojo Bauxilum al curso del Orinoco
El hermetismo gubernamental mantenido alrededor de este pasivo ambiental, ha inducido que el cuerpo de información generado y manejado por la presente investigación adolezca de vacíos de información. La limitación impuesta al libre acceso al conocimiento del problema (p.ej., inaccesibilidad al estudio técnico sobre el lodo rojo Bauxilum realizado en 2012 por la Contraloría General de la Nación) ha transformadodo en “tabú” a tan grave amenaza tecnológica, la cual, como veremos más adelante, ciertamente atenta contra la seguridad del Estado venezolano.
A pesar de la actitud oficial de restricción de información desde la aparición del pasivo ambiental aquí tratado a finales de la década de 1970 y hasta el presente, mantenida por igual tanto por los gobiernos de la cuarta república como de la quinta, el grado de conocimiento actual y acopio de evidencias circunstanciales sobre el particular cuenta con suficiente respaldo científico-tecnológica como para sustanciar la elaboración de escenarios de riesgo, a partir de los cuales se pueda pronosticar la evolución de desastres de tal naturaleza.
En este mismo orden de ideas, la existencia de dicha problemática es factor de entorpecimiento de los actuales logros del convenio de adecuación técnica Bauxilum-Bielorrusia, dirigido a recobrar la normalidad operativa de la empresa, en razón a que la capacidad de las lagunas desde hace años se encuentra agotada y la empresa no cuenta con espacio para ampliar la disposición de lodo proveniente de la reactivación de la producción de alúmina. En consecuencia, es razonable inferir que de persistir el escenario actual, se reforzará el riesgo de comisión de ilícitos ambientales, en particular el vertido clandestino al Orinoco de lodo sin tratamiento alguno. Es del conocimiento público el aumento de denuncias aparecidas en medios de omunicación sobre “vertidos controlados” denunciados por la comunidad organizada de Ciudad Guayana. Además,la detección asistida por interpretación de imágenes de satélite, de señales inequívocas en el talud de las lagunas, son evidencian de vertidos de lodo al curso del Orinoco, hallazgo consistente con las denuncias públicas que testifican la comisión de dichos ilícitos.
A pesar de la persistencia de panorama tan desalentador, los planes operativos divulgados por la empresa (ver por ejemplo, la Memoria y Cuenta Bauxilum 2011) no hacen mención alguna de inversión de suficiente envergadura para dar solución provisional o definitiva a este pasivo ambiental, el cual tiende al agravamiento a corto plazo.
Impacto del vertido de lodo rojo Bauxilum al curso del Orinoco
El río Orinoco, tercer río natural más grande del planeta, descarga al océano Atlántico su caudal (promedio anual: 36.600 m3por segundo) a través de uno los mayores y mejor conservado delta del mundo (20.650 km2). Valorado por albergar una extraordinaria riqueza natural, también se valora´por su condición de territorio ancestral del pueblo warao (alrededor de 43.000 habitantes). Esta convergencia de valores intangibles supone que en caso de ocurrir una emergencia ambiental ocasionada por el ya mencionado vertido accidental al Orinoco, no sólo los procesos biológicos de gran importancia económica (pesquería industrial y artesanal entre ellos), sufrirían desastrosas consecuencias, sino también la estabilidad física del mismo delta pudiera resultar comprometida, principalmente por desmantelamiento de barreras naturales en permanente formación, que dan protección a la franja costera contra efectos indeseables de la subida del nivel de mar relacionada al calentamiento global, así como contra la arremetida de fenómenos oceánicos extremos y ocasionales, propios del mar Caribe y la fachada Atlántica.
Ante una emergencia ambiental con las características arriba citadas, el modus vivendi del pueblo warao, caracterizado por un contacto permanente con el medio acuático, tiene alto riesgo de vulnerabilidad y propensión a sufrir gravísimas disrupciones en sus prácticas cotidianas de vida tradicional.
En conclusión y sin riesgo de exageración, las manifestaciones catastróficas que se vienen de referir conformarían una temible combinación de ecocidio y etnocidio sin precedentes en nuestro país. Su elevado potencial de trascender el territorio nacional e impactar con fuerza vastas extensiones marítimas más allá de nuestras fronteras, bien pudiera ser el detonante de una crisis geopolítica de dimensión regional (Caribe Sur). Entre las desastrosas consecuencias de sus manifestaciones, algunas irreversibles en la práctica, figuran:
- empobrecimiento o pérdida de valores intangibles que resultaran afectados;
- desestabilización de la vida económica y política nacional.
Venezuela actualmente dispone del recurso humano de alto nivel científico-tecnológico y comprobada trayectoria profesional para acometer de inmediato la tarea de diseñar y materializar las medidas de ingeniería estructural, que resulten necesarias para eliminar a cabalidad y a corto plazo toda posibilidad de manifestación del riesgo en cuestión. Por ahora, el gran ausente en cualquier plan de acción que se decida llevar a cabo pareciera ser la voluntad política y de servicio a la nación, condición sin la cual no existe esperanza alguna de librar al país de tan lamentable amenaza tecnológica.
La pregunta actual no es si esta amenaza pueda ocurrir, sino cuándo va a ocurrir.
[Tomado de http://www.aporrea.org/actualidad/a210219.html.]
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