Fidel Pérez
La posición ideológica del sindicato de los empleados administrativos de la Universidad Central de Venezuela [SINATRA-UCV] es cada vez más insostenible: atacan a los sindicalistas (???) del gobierno porque son "enemigos de los trabajadores" (lo cual es totalmente cierto) como si estos señores actuaran por su cuenta.
Primero nos enfrentamos a la aberración de una federación laboral defendiendo, no a las universidades ni a los trabajadores, sino al gobierno, y en segundo lugar tenemos lo del discurso y el manejo ideológico del asunto, que consiste en hacerle ver a todos los que aplauden y gritan rabiosamente en las asambleas que aquellos señores actúan como una especie de agentes libres. muchos lo creen, y mi aplausómetro y mi decibelímetro me lo dicen.
¿Hace falta decir que un gremio que tiene sus oficinas en la misma sede del minpopo del sector (ojo: no es el nombre de un payaso: es el de un solemne ministerio) es un aparato financiado por el gobierno para representar al gobierno y pulverizar a los trabajadores?, ¿y qué intrincado mecanismo intelectual permite la acrobacia de llamar "traidores de la clase trabajadora" a estos señores sin aplicarle a la misma etiqueta a sus jefes y financistas?... si alguien tiene la explicación, desde ya le prometo que dedicaré el resto del año a recoger firmas para postularlo al Premio Nobel, y caminaré de rodillas desde Petare hasta Caricuao con los brazos abiertos.
Se escucha en distintos escenarios decir que "¡¡no permitiremos que se use la lucha de los trabajadores contra el gobierno!!" (¿me río, me pongo a llorar, me quedo con la boca abierta o qué?). Y tenemos que:
La posición ideológica del sindicato de los empleados administrativos de la Universidad Central de Venezuela [SINATRA-UCV] es cada vez más insostenible: atacan a los sindicalistas (???) del gobierno porque son "enemigos de los trabajadores" (lo cual es totalmente cierto) como si estos señores actuaran por su cuenta.
Primero nos enfrentamos a la aberración de una federación laboral defendiendo, no a las universidades ni a los trabajadores, sino al gobierno, y en segundo lugar tenemos lo del discurso y el manejo ideológico del asunto, que consiste en hacerle ver a todos los que aplauden y gritan rabiosamente en las asambleas que aquellos señores actúan como una especie de agentes libres. muchos lo creen, y mi aplausómetro y mi decibelímetro me lo dicen.
¿Hace falta decir que un gremio que tiene sus oficinas en la misma sede del minpopo del sector (ojo: no es el nombre de un payaso: es el de un solemne ministerio) es un aparato financiado por el gobierno para representar al gobierno y pulverizar a los trabajadores?, ¿y qué intrincado mecanismo intelectual permite la acrobacia de llamar "traidores de la clase trabajadora" a estos señores sin aplicarle a la misma etiqueta a sus jefes y financistas?... si alguien tiene la explicación, desde ya le prometo que dedicaré el resto del año a recoger firmas para postularlo al Premio Nobel, y caminaré de rodillas desde Petare hasta Caricuao con los brazos abiertos.
Se escucha en distintos escenarios decir que "¡¡no permitiremos que se use la lucha de los trabajadores contra el gobierno!!" (¿me río, me pongo a llorar, me quedo con la boca abierta o qué?). Y tenemos que:
- El gobierno NO quiere sentarse a negociar;
- El gobierno nos ha proscrito nuestro DERECHO CONSTITUCIONAL de protestar y nos mantiene confinados en la Ciudad Universitaria;
- El gobierno tiene a sus lacayos en el proceso con instrucciones precisas de SABOTEAR y APLASTAR NUESTRAS REIVINDICACIONES;
- El gobierno le dio el visto bueno a la nueva federación laboral a la velocidad de la luz;
- El inefable ministro vino a la universidad porque no le quedó más remedio, pero ya se ha visto que él sigue las mismas instrucciones de los sindicalistas "traidores".
Siendo esto así, mirando al cielo e invocando, no sé si a Lenin, a Stalin o a Trotsky, pregunto con una ingenuidad perruna: ¿quién es el enemigo entonces?. Los justamente denostados son seres despreciables, pero ellos NO son el enemigo: el enemigo es EL GOBIERNO. entonces, ¿cómo luchar o hacer lo que sea en esta situación sin oponerse al ENEMIGO real y único, como es el GOBIERNO? El enemigo no es el capote: el enemigo es el torero, y es él al que hay que vencer.
Si los sindicatos de empleados administrativos y de obreros [SUTRA-UCV] lo admitieran en público, llamando las cosas por su nombre, pues darían una gran demostración de honestidad y de auténtico interés por los trabajadores. El problema es que el fundamentalismo, los intereses particulares y el amor propio hacen muy difícil que cosas como esta ocurran.
- El gobierno nos ha proscrito nuestro DERECHO CONSTITUCIONAL de protestar y nos mantiene confinados en la Ciudad Universitaria;
- El gobierno tiene a sus lacayos en el proceso con instrucciones precisas de SABOTEAR y APLASTAR NUESTRAS REIVINDICACIONES;
- El gobierno le dio el visto bueno a la nueva federación laboral a la velocidad de la luz;
- El inefable ministro vino a la universidad porque no le quedó más remedio, pero ya se ha visto que él sigue las mismas instrucciones de los sindicalistas "traidores".
Siendo esto así, mirando al cielo e invocando, no sé si a Lenin, a Stalin o a Trotsky, pregunto con una ingenuidad perruna: ¿quién es el enemigo entonces?. Los justamente denostados son seres despreciables, pero ellos NO son el enemigo: el enemigo es EL GOBIERNO. entonces, ¿cómo luchar o hacer lo que sea en esta situación sin oponerse al ENEMIGO real y único, como es el GOBIERNO? El enemigo no es el capote: el enemigo es el torero, y es él al que hay que vencer.
Si los sindicatos de empleados administrativos y de obreros [SUTRA-UCV] lo admitieran en público, llamando las cosas por su nombre, pues darían una gran demostración de honestidad y de auténtico interés por los trabajadores. El problema es que el fundamentalismo, los intereses particulares y el amor propio hacen muy difícil que cosas como esta ocurran.
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