JuanCarlosV
Hubo un tiempo en que pensé haber perdido el sentido del humor. Todos reían en la calle mirando a un tipo que decía estupideces, cosas improbables. Usaba un lenguaje callejero, citaba a dictadores, genocidas, narcos. Unos aprobaban su conducta, los que no, le quitaban importancia. Así entre interminable chácharas vi como los malandros que estaban ocultos empezaron a tomar relevancia. En la urbanización conocíamos a Mario. Un ladrón de carros, había participado en algún secuestro. Siempre andaba armado, por miedo, por seguridad preferíamos saludarlo, luego distanciarnos. Varias veces estuvo en prisión pero salia rápidamente. Por un tiempo no volvimos a verlo hasta que apareció en una camioneta negra. Ese día todos estaban arremolinados ante él, mostraba sus credenciales, se jactaba con orgullo de ser un nuevo integrante del CICPC.
Este tipo de figuras fue inundando todo el espectro cotidiano de la nación. Se empezó a crear un cerco. La distracción eran las noticias, los escándalos diarios que solían sepultar cualquier esfuerzo de salida. Las pautas de la dominación dejaban mucho que desear. Métodos básicos de manipulación que salen en todos los manuales de los dictadores. Cadena tras cadena la estupidez y la mediocridad se siguió acentuando. La ignorancia fue el método de triunfo de la mafia. Los cuentos estúpidos y sencillos. En cada sector empezó a mandar el malandro, al tener la impunidad y el carnet del régimen ademas de criminal fue un sapo de la zona. A estos se le unió una serie de parásitos cubanos para asesorar en represión y asesinatos selectivos. Al ejercito y a la policía se le negó inmiscuirse en esos asuntos. Es bien sabido para cualquier venezolano de a pie que la seguridad del ciudadano no está en sus manos. Al contrario, participan con estos, los llevan, les aseguran el camino y hasta los resguardan de posibles ataques. Acostumbrados al vicio de la corrupción con estas formas han incrementado sus ganancias y sus estilos de vida.
Después de los asesinatos vienen los bailes, un bono. La noticia increíble. Se aplauden entre focas y todos repiten como loros para después recibir sobres. Se compran opositores o estos se venden al ver sus intereses amenazados. Hay casos celebres y vomitivos. Lo que esta claro es que todos engañan al pueblo dándole legalidad a algo que no lo tiene. Que en la nación no viven ciudadanos sino borregos a los que arriar en determinadas direcciones, a los que encerrar o despellejarlos.
Miraflores es un centro neuralgico de alimañas a donde se puede entrar pero de donde no se puede salir. Eso lo saben muy bien sectores de la oposición. Todo lo que parece un disparate, no son errores, son éxitos del régimen para perpetuarse en el poder. Utilizar monigotes, pasearse en bus, los pajaritos y mangos seguirán en el ideario colectivo del pueblo, del chiste y el comentario diario, pero mientras hacen bromas y arman los escándalos pasan los dias y el control total y perpetuo del espacio ciudadano lo tienen y sigue expandiendose.
[Tomado de http://www.panfletonegro.com/v/2015/04/30/matones-y-jerarcas.]
Hubo un tiempo en que pensé haber perdido el sentido del humor. Todos reían en la calle mirando a un tipo que decía estupideces, cosas improbables. Usaba un lenguaje callejero, citaba a dictadores, genocidas, narcos. Unos aprobaban su conducta, los que no, le quitaban importancia. Así entre interminable chácharas vi como los malandros que estaban ocultos empezaron a tomar relevancia. En la urbanización conocíamos a Mario. Un ladrón de carros, había participado en algún secuestro. Siempre andaba armado, por miedo, por seguridad preferíamos saludarlo, luego distanciarnos. Varias veces estuvo en prisión pero salia rápidamente. Por un tiempo no volvimos a verlo hasta que apareció en una camioneta negra. Ese día todos estaban arremolinados ante él, mostraba sus credenciales, se jactaba con orgullo de ser un nuevo integrante del CICPC.
Este tipo de figuras fue inundando todo el espectro cotidiano de la nación. Se empezó a crear un cerco. La distracción eran las noticias, los escándalos diarios que solían sepultar cualquier esfuerzo de salida. Las pautas de la dominación dejaban mucho que desear. Métodos básicos de manipulación que salen en todos los manuales de los dictadores. Cadena tras cadena la estupidez y la mediocridad se siguió acentuando. La ignorancia fue el método de triunfo de la mafia. Los cuentos estúpidos y sencillos. En cada sector empezó a mandar el malandro, al tener la impunidad y el carnet del régimen ademas de criminal fue un sapo de la zona. A estos se le unió una serie de parásitos cubanos para asesorar en represión y asesinatos selectivos. Al ejercito y a la policía se le negó inmiscuirse en esos asuntos. Es bien sabido para cualquier venezolano de a pie que la seguridad del ciudadano no está en sus manos. Al contrario, participan con estos, los llevan, les aseguran el camino y hasta los resguardan de posibles ataques. Acostumbrados al vicio de la corrupción con estas formas han incrementado sus ganancias y sus estilos de vida.
Después de los asesinatos vienen los bailes, un bono. La noticia increíble. Se aplauden entre focas y todos repiten como loros para después recibir sobres. Se compran opositores o estos se venden al ver sus intereses amenazados. Hay casos celebres y vomitivos. Lo que esta claro es que todos engañan al pueblo dándole legalidad a algo que no lo tiene. Que en la nación no viven ciudadanos sino borregos a los que arriar en determinadas direcciones, a los que encerrar o despellejarlos.
Miraflores es un centro neuralgico de alimañas a donde se puede entrar pero de donde no se puede salir. Eso lo saben muy bien sectores de la oposición. Todo lo que parece un disparate, no son errores, son éxitos del régimen para perpetuarse en el poder. Utilizar monigotes, pasearse en bus, los pajaritos y mangos seguirán en el ideario colectivo del pueblo, del chiste y el comentario diario, pero mientras hacen bromas y arman los escándalos pasan los dias y el control total y perpetuo del espacio ciudadano lo tienen y sigue expandiendose.
[Tomado de http://www.panfletonegro.com/v/2015/04/30/matones-y-jerarcas.]
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