Gonçalo Frota
En febrero de 2013, poniendo fin a la más larga permanencia del Living Theatre en un misma espacio de Nueva York, el grupo fue "despejado" del local en Clinton Street. Más de seis décadas después de que Judith Malina y Julian Beck habían fundado su compañía de teatro, la esencia era tan marginal como siempre había sido. A los 88 años, Malina todavía estaba impulsada por el mismo "sueño de una hermosa revolución anarquista no violenta", presentando la noche de despedida de dicho espacio "Here We Are" ("Aquí estamos"), una pieza que enfatizaba la ineficacia de un sistema político montado en el supuesto de la democracia representativa. Judith Malina murió a los 88 el pasado viernes [10 de abril - en Englewood, Nueva Jersey, U$A]. La noticia de la muerte de Malina en el Lillian Booth Actor Home, a causa de una enfermedad pulmonar, fue publicada por el New York Times. Su sueño se mantiene, en las manos de su hijo Garrick Beck y demás sucesores en la orientación del Living Theatre.
Incluso con un estado de salud tan frágil como las finanzas del grupo, Malina todavía encontraba la fuerza para estrenar en 2014 su última creación, "Nowhere to Hide" ("No hay donde esconderse"), prueba de una voluntad de hierro en la aplicación de su visión utópica de un teatro involucrado política y socialmente. Malina mantendría tal misión del Living Theatre aún después de perder sus dos compañeros: Beck murió en 1985; Hanon Reznikov, su segundo marido, falleció en 2008. Si bien es, por supuesto, tentador recordar la huella actoral de Malina en la serie de TV "Los Soprano" o en las películas "Días de radio" de Woody Allen y "Tarde de perros" de Sidney Lumet, la gran obra de su vida sería el constante trabajo con el Living Theatre, fundado en 1947.
La experiencia de Ouro Preto
Animado por una actitud de contracultura y de revolucionar el lenguaje teatral, proponiendo liberarlo de los espacios cerrados, llevarlo a las calles, el Living Theatre estuvo marcado desde el principio por una relación de confrontación con todo tipo de convencionalismos, incluyendo romper lo más posible el límite entre actores y público, entre la ficción y la realidad, entre el arte y la política. Ejemplo máximo de esta visión teatral ha sido "Paradise Now", espectáculo que causó un tremendo impacto en Sérgio Godinho cuando lo vio en Ginebra en 1969, donde luego estudió. "Me impresionó aquella muy innovadora experiencia teatral, hecha de fragmentos, porque no era una pieza en el sentido convencional", dice el músico y cantautor portugués.
Poco después, a raíz de varias reuniones en París, donde Godinho era parte del elenco del musical "Hair", el Living Theatre le invitaría a que se les una en Ouro Preto, Brasil, donde se presentará un festival de teatro. "En ese momento ya habían hecho una ruptura con los teatros, querían hacer teatro de calle y abiertamente anarquista y de agitación", dice el músico, justificando por qué no dudó en embarcarse con su pareja, Sheila Charlesworth, en camino a Brasil. La compañía prepara en esos días de 1971 ,durante el período de la dictadura militar en dicho país, un espectáculo en apoyo a los trabajadores de Alcan, transnacional canadiense del aluminio. El teatro se hacía, después de todo, dónde el Living Theatre estuviese. Estaba vivo en este sentido, sin cerrarse después de dejar el escenario. De hecho, el escenario no era lo que definía si existencia como teatro.
Sin embargo, acabarían todos presos en Belo Horizonte debido a las maniobras de la extrema derecha en el primer día del festival. "En primer lugar, se nos acusó de subversión y posesión de marihuana. Se nos encarceló por dos meses y terminamos siendo expulsados de Brasil después de una gran protesta internacional [liderada por gente como Susan Sontag y Jean-Paul Sartre]", recuerda Godinho.
La garra de Judith
"Es imposible hablar de Judith sin hablar de Julian", explica Sérgio Godinho. "Pero Judith era fantástica y yo tenía más en común con ella que con Julian, porque era una judía de Nueva York con gran sentido de mordacidad y extremadamente culta, siempre ligada a las teorías más avanzadas de teatro, especialmente con Piscator". Nacida en Alemania en 1926, Malina se trasladó con su familia a Nueva York y fue con Erwin Piscator, precisamente, con quien se formó como actriz y directora de teatro. Su vida estaría marcada por el encuentro con el pintor expresionista Julian Beck. El debut de la compañía que formaron fue en 1951 con "Dr. Faustus Lights the Lights" ("El Dr. Fausto enciende las luces"), de Gertrude Stein, y luego siguieron por obras de autores como T.S. Eliot. Jean Cocteau o William Carlos Williams.
En 1977, el crítico de arte y programador Ernesto de Sousa llamó a la compañía a la histórica "Exposición Alternativa 0", en la Galería de Arte Moderno de Belem, Portugal, presentando además tres actuaciones en Lisboa y después siguiendo en gira a Coimbra y Oporto, donde montaron el espectáculo "Siete Meditaciones sobre Sado-Masoquismo Político".
En cada momento, y por su profunda creencia en promover la revolución social a través del teatro, "la garra de Judith Malina determinó que todo aquel nervio e impulso que el Living Theatre tenía", dice Sérgio Godinho.
[Publicado originalmente en portugués en http://www.publico.pt/culturaipsilon/noticia/morreu-judith-malina-mas-o-seu-teatro-continua-vivo-1692186. Versión en español con traducción de la Redacción de El Libertario.]
En febrero de 2013, poniendo fin a la más larga permanencia del Living Theatre en un misma espacio de Nueva York, el grupo fue "despejado" del local en Clinton Street. Más de seis décadas después de que Judith Malina y Julian Beck habían fundado su compañía de teatro, la esencia era tan marginal como siempre había sido. A los 88 años, Malina todavía estaba impulsada por el mismo "sueño de una hermosa revolución anarquista no violenta", presentando la noche de despedida de dicho espacio "Here We Are" ("Aquí estamos"), una pieza que enfatizaba la ineficacia de un sistema político montado en el supuesto de la democracia representativa. Judith Malina murió a los 88 el pasado viernes [10 de abril - en Englewood, Nueva Jersey, U$A]. La noticia de la muerte de Malina en el Lillian Booth Actor Home, a causa de una enfermedad pulmonar, fue publicada por el New York Times. Su sueño se mantiene, en las manos de su hijo Garrick Beck y demás sucesores en la orientación del Living Theatre.
Incluso con un estado de salud tan frágil como las finanzas del grupo, Malina todavía encontraba la fuerza para estrenar en 2014 su última creación, "Nowhere to Hide" ("No hay donde esconderse"), prueba de una voluntad de hierro en la aplicación de su visión utópica de un teatro involucrado política y socialmente. Malina mantendría tal misión del Living Theatre aún después de perder sus dos compañeros: Beck murió en 1985; Hanon Reznikov, su segundo marido, falleció en 2008. Si bien es, por supuesto, tentador recordar la huella actoral de Malina en la serie de TV "Los Soprano" o en las películas "Días de radio" de Woody Allen y "Tarde de perros" de Sidney Lumet, la gran obra de su vida sería el constante trabajo con el Living Theatre, fundado en 1947.
La experiencia de Ouro Preto
Animado por una actitud de contracultura y de revolucionar el lenguaje teatral, proponiendo liberarlo de los espacios cerrados, llevarlo a las calles, el Living Theatre estuvo marcado desde el principio por una relación de confrontación con todo tipo de convencionalismos, incluyendo romper lo más posible el límite entre actores y público, entre la ficción y la realidad, entre el arte y la política. Ejemplo máximo de esta visión teatral ha sido "Paradise Now", espectáculo que causó un tremendo impacto en Sérgio Godinho cuando lo vio en Ginebra en 1969, donde luego estudió. "Me impresionó aquella muy innovadora experiencia teatral, hecha de fragmentos, porque no era una pieza en el sentido convencional", dice el músico y cantautor portugués.
Poco después, a raíz de varias reuniones en París, donde Godinho era parte del elenco del musical "Hair", el Living Theatre le invitaría a que se les una en Ouro Preto, Brasil, donde se presentará un festival de teatro. "En ese momento ya habían hecho una ruptura con los teatros, querían hacer teatro de calle y abiertamente anarquista y de agitación", dice el músico, justificando por qué no dudó en embarcarse con su pareja, Sheila Charlesworth, en camino a Brasil. La compañía prepara en esos días de 1971 ,durante el período de la dictadura militar en dicho país, un espectáculo en apoyo a los trabajadores de Alcan, transnacional canadiense del aluminio. El teatro se hacía, después de todo, dónde el Living Theatre estuviese. Estaba vivo en este sentido, sin cerrarse después de dejar el escenario. De hecho, el escenario no era lo que definía si existencia como teatro.
Sin embargo, acabarían todos presos en Belo Horizonte debido a las maniobras de la extrema derecha en el primer día del festival. "En primer lugar, se nos acusó de subversión y posesión de marihuana. Se nos encarceló por dos meses y terminamos siendo expulsados de Brasil después de una gran protesta internacional [liderada por gente como Susan Sontag y Jean-Paul Sartre]", recuerda Godinho.
La garra de Judith
"Es imposible hablar de Judith sin hablar de Julian", explica Sérgio Godinho. "Pero Judith era fantástica y yo tenía más en común con ella que con Julian, porque era una judía de Nueva York con gran sentido de mordacidad y extremadamente culta, siempre ligada a las teorías más avanzadas de teatro, especialmente con Piscator". Nacida en Alemania en 1926, Malina se trasladó con su familia a Nueva York y fue con Erwin Piscator, precisamente, con quien se formó como actriz y directora de teatro. Su vida estaría marcada por el encuentro con el pintor expresionista Julian Beck. El debut de la compañía que formaron fue en 1951 con "Dr. Faustus Lights the Lights" ("El Dr. Fausto enciende las luces"), de Gertrude Stein, y luego siguieron por obras de autores como T.S. Eliot. Jean Cocteau o William Carlos Williams.
En 1977, el crítico de arte y programador Ernesto de Sousa llamó a la compañía a la histórica "Exposición Alternativa 0", en la Galería de Arte Moderno de Belem, Portugal, presentando además tres actuaciones en Lisboa y después siguiendo en gira a Coimbra y Oporto, donde montaron el espectáculo "Siete Meditaciones sobre Sado-Masoquismo Político".
En cada momento, y por su profunda creencia en promover la revolución social a través del teatro, "la garra de Judith Malina determinó que todo aquel nervio e impulso que el Living Theatre tenía", dice Sérgio Godinho.
[Publicado originalmente en portugués en http://www.publico.pt/culturaipsilon/noticia/morreu-judith-malina-mas-o-seu-teatro-continua-vivo-1692186. Versión en español con traducción de la Redacción de El Libertario.]
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