Edgar Figueroa
Una año más, sin tener absolutamente nada que celebrar, pero al parecer mucho que lamentar.
Que puede la Venezuela de hoy expresarle a ese prestigioso y talentoso gremio medico en su Día, que no sea el deseo de unirse a ellos por la transformación de esta critica situación que atraviesa como nunca antes el país en el campo de la salud?
Cómo puede hoy el medico venezolano –por cierto muy bien calificado en el mundo- celebrar cualquier actividad destacada, sí sus condiciones saláriales y hospitalarias se encuentran tristemente por el suelo. Muchos son los hospitales destartalados, sin mantenimiento, ni equipos ni insumos. Y unido a ello, el exponencial crecimiento de la delincuencia en los mismísimos quirófanos.
Señalan que el Hospital Pérez Carreño construido hace mas de 35 años, de sus 18 quirófanos que posee, solo le funcionan 6. Y seguramente esas mismas condiciones se presentan en el resto de los grandes hospitales del país. Pero, como desearía estar equivocado.
Según reportan fuentes especializadas cerca 12.000 médicos se han marchado del país hasta ahora, en razón a esta crisis que vale destacar no solo tiene que ver con la salud. Venezuela, pareciera que exporta ahora mas cerebros que petróleo. No ignorando acá a la belleza de la mujer venezolana. ¿Qué sucede en el país, se preguntarian muchos ingenuos?
En el caso de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, esta semana que pasó solicitaron sus renuncias una gran cantidad de médicos jóvenes. Y, tomando en consideración que para el año 2011, el 60% de la plantillas de profesores de nuestra Facultad era jubilable, imagínense ustedes bajo que condiciones podrán tener las puertas abiertas nuestras escuelas de Bioanálisis, Medicina, Nutrición, Enfermería y Salud Publica.
Que dirían de semejante situación los recordados médicos Campins y Ballester, José M Vargas y Luis Razetti. Seguramente no entenderían el por qué de la crisis. Y juzgarían con notable fuerza a los causantes de la misma.
En horas de la mañana de este miércoles 11 se debe estar realizando una protesta de médicos y demás profesionales de la salud, junto a pacientes y familiares, frente a la Plaza del Rectorado de la UCV, para denunciar lo ya conocido desde hace algunos años para acá.
Reciban entonces los médicos venezolanos nuestro fraterno saludo de solidaridad y combatividad en su Día. Recuerden que la tempestad está por pasar, pronto vendrá la calma. Seguro que sí.
Una año más, sin tener absolutamente nada que celebrar, pero al parecer mucho que lamentar.
Que puede la Venezuela de hoy expresarle a ese prestigioso y talentoso gremio medico en su Día, que no sea el deseo de unirse a ellos por la transformación de esta critica situación que atraviesa como nunca antes el país en el campo de la salud?
Cómo puede hoy el medico venezolano –por cierto muy bien calificado en el mundo- celebrar cualquier actividad destacada, sí sus condiciones saláriales y hospitalarias se encuentran tristemente por el suelo. Muchos son los hospitales destartalados, sin mantenimiento, ni equipos ni insumos. Y unido a ello, el exponencial crecimiento de la delincuencia en los mismísimos quirófanos.
Señalan que el Hospital Pérez Carreño construido hace mas de 35 años, de sus 18 quirófanos que posee, solo le funcionan 6. Y seguramente esas mismas condiciones se presentan en el resto de los grandes hospitales del país. Pero, como desearía estar equivocado.
Según reportan fuentes especializadas cerca 12.000 médicos se han marchado del país hasta ahora, en razón a esta crisis que vale destacar no solo tiene que ver con la salud. Venezuela, pareciera que exporta ahora mas cerebros que petróleo. No ignorando acá a la belleza de la mujer venezolana. ¿Qué sucede en el país, se preguntarian muchos ingenuos?
En el caso de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, esta semana que pasó solicitaron sus renuncias una gran cantidad de médicos jóvenes. Y, tomando en consideración que para el año 2011, el 60% de la plantillas de profesores de nuestra Facultad era jubilable, imagínense ustedes bajo que condiciones podrán tener las puertas abiertas nuestras escuelas de Bioanálisis, Medicina, Nutrición, Enfermería y Salud Publica.
Que dirían de semejante situación los recordados médicos Campins y Ballester, José M Vargas y Luis Razetti. Seguramente no entenderían el por qué de la crisis. Y juzgarían con notable fuerza a los causantes de la misma.
En horas de la mañana de este miércoles 11 se debe estar realizando una protesta de médicos y demás profesionales de la salud, junto a pacientes y familiares, frente a la Plaza del Rectorado de la UCV, para denunciar lo ya conocido desde hace algunos años para acá.
Reciban entonces los médicos venezolanos nuestro fraterno saludo de solidaridad y combatividad en su Día. Recuerden que la tempestad está por pasar, pronto vendrá la calma. Seguro que sí.
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