Eduardo Salazar
Normalmente, Venezuela es un país de gente emprendedora, incluso la economía popular es uno de los motores que lo impulsa. No obstante, las perspectivas para quienes desean abrir su propia empresa no son buenas, ni qué decir para los asalariados. Todo lo contrario. A juicio de especialistas vendrá más devaluación de la moneda, inflación, escasez y la inseguridad continuará galopante.Justamente, Jorge Roig, presidente de Fedecámaras (central empresarial), apunta que: “La inflación podría llegar al 120% en el 2015, si el Gobierno no toma medidas inmediatas”.
Normalmente, Venezuela es un país de gente emprendedora, incluso la economía popular es uno de los motores que lo impulsa. No obstante, las perspectivas para quienes desean abrir su propia empresa no son buenas, ni qué decir para los asalariados. Todo lo contrario. A juicio de especialistas vendrá más devaluación de la moneda, inflación, escasez y la inseguridad continuará galopante.Justamente, Jorge Roig, presidente de Fedecámaras (central empresarial), apunta que: “La inflación podría llegar al 120% en el 2015, si el Gobierno no toma medidas inmediatas”.
El panorama
A día de hoy, el dólar paralelo supera los 180 bolívares, mientras que el sistema oficial de cambio de divisas (a 50 bolívares por dólar) no liquida oportunamente a las empresas ni a las personas naturales.
Viajar al exterior se ha convertido en una odisea; conseguir los alimentos primordiales es sinónimo de colas; y a la hora de buscar un medicamento debe realizarse un tour de farmacias. Esta situación no es sólo en Caracas, pues en el interior es la misma historia. Esta Venezuela no es ni de lejos la que teníamos hace algunos años. Antes, los jóvenes pensaban en trabajar por su tierra. Ahora piensan en emprender, pero en el exterior.
Hasta la fecha, un millón doscientas mil personas se han marchado al exterior, según el embajador Oscar Hernández. La edad de los emigrantes oscila entre los 25 y los 40 años. El 90% son profesionales, el 40% posee maestrías y el 14%, doctorados. El analista Luis Vicente León, en un estudio reciente, reseña que uno de cada 10 venezolanos está buscando información o haciendo los trámites que le permitan emigrar del país.
Hablan los jóvenes
Ante esta situación y con 2015 ya aquí, eltoque.com recogió las impresiones de los estudiantes de periodismo de la Universidad Santa María durante un taller sobre “El blog: fuente de emprendimiento en el periodismo”, impartido por el autor de este texto gracias a la invitación de la experta en Letras, Irene Montilla. Allí se pudo constatar que la mayoría de jóvenes se encuentra insatisfecha con la situación actual de Venezuela. Además, se muestran preocupados por su futuro profesional, pues los que ya laboran dicen que no les alcanza el dinero y quienes no trabajan aún ven con desesperanza el mercado.
La joven Andreína Vidoza fue una de las que dejó bien plantada su posición frente a lo que les espera a los profesionales el próximo año. Cree que las oportunidades de empleo no son favorables y el caso del emprendimiento es, a su juicio, sinónimo de misión imposible para la gran mayoría de jóvenes.
Cuando le tocó el turno al bachiller José Ignacio Contreras fue aún más contundente al respecto: “En años anteriores, (Venezuela) disfrutó de una increíble bonanza y reconocimiento. Era su época de las vacas gordas, pero esto ha quedado en el pasado. Ahora estamos en el tiempo de las vacas flacas, desnutridas, a punto de morir”. Él se muestra sin esperanza, pero el 85, 7% de la población total lo acompaña en su visión pesimista del país, según la reciente encuesta de Datanálisis.
El futuro de Venezuela
Muchos jóvenes piensan que el país dejó de creer en ellos, pero también comprenden que las soluciones están a la vista. Más allá de discursos, la salida de este túnel de oscuridad radica en las acciones que se lleven a cabo prontamente.
La democracia por encima de todo, por eso para el próximo año no se trata de que el Gobierno caiga, sino de que se apliquen los mecanismos necesarios que posibiliten una salida al conflicto y, sobre todo, que se pueda lograr que Venezuela salga a flote.
Aquí se poseen los recursos naturales y el talento humano que, junto a buenas estrategias del Estado, participación de empresas privadas y asambleas ciudadanas, permitan encausar a Venezuela en el 2015 superando la crisis económica, disminuyendo la inflación y regularizando la producción. De la misma manera, es urgente la depuración de los organismos estatales así como cero corrupción en las instituciones mediante la contraloría social, desde los tribunales hasta los entes fiscalizadores. Así los venezolanos creerán realmente que tienen patria.
En síntesis: en el taller mencionado anteriormente se recogió una apreciación interesante de la estudiante Estefanía Benítez: “Como todo en la vida, existen pros y contras. Enfócate en tu sueño y transfórmalo en tu misión de vida. Cuando se cierra una puerta, se abren miles, ¡abre tu propia puerta!”.
A fin de cuentas, así estamos todos los que pisamos esta tierra con tradición democrática y libertaria. Pero, sin importar si ya están en el extranjero o si permanecen aquí en Venezuela, los ciudadanos con pasaporte venezolano, a aquellos a quienes les palpita el corazón al oír un pasaje llanero o un calipso, al comer un pabellón criollo o, simplemente, al imaginar una playa de las costas caribeñas, tengamos fe en que dentro de poco seremos llamados para la reconstrucción nacional. Allí, sin excepciones, tendremos que acudir todos.
[Tomado de http://eltoque.com/content/venezuela-y-en-el-2015-que-hago.]
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