Antonio Espinoza
Lo que viene a continuación puede ser el relato de parte de la rutina de cada día en Venezuela, a pie o al subir a una buseta, autobús o guagua, como se conoce en otras partes de América Latina. Es un relato construido por lo que oigo y de conversaciones en las que participo, mientras voy de aquí a cualquier lado. Las gentes comentan y dicen lo que viven y acontece en el país cada día. A veces emiten opiniones sobre el gobierno o la MUD, pero fundamentalmente el gobierno. También comparan con gobiernos pasados. Opiniones a veces –creo yo- son desconocidas por el gobierno o los dirigentes políticos, de los profundos y complejos problemas, los procesos de vida, la sobrevivencia y frustraciones que padecemos muchos venezolanos cada día, apenas pasado 15 años del siglo XXI.
Quiero mostrar lo recogido y que se trasluce en un día de vida de unos venezolanos desde las 7 am hasta llegada la noche a la vuelta del hogar, en la búsqueda de alimentos: pollo, harina, carnes, detergentes y artículos de aseo personal, medicinas, pañales, y hasta repuestos para el auto o la moto.
Por ejemplo, ayer: unas jóvenes -de alrededor de 26 y 30 años-, tres de ellas con niños en los brazos se montan en una buseta para recorrer y mirar que almacenes, farmacias o abastos tienen colas de personas, para bajarse una en cada cola y luego por los móviles se comunican, que artículos encuentran o si necesitan que alguna de ellas se acerque para comprar más de un artículo. Ojo, no son “bachaqueras”, son amas de casas organizadas para buscar los productos de primera necesidad y entre ellas comentaban: “estoy hastiada y molesta con el gobierno, siempre andan diciendo cosas para engañarnos y joder a los más pobres”, “siempre están ganando tiempo”.
“Si, eso es verdad”, infiere otra de las madres jóvenes: “como es posible que una tenga que estar yendo de un sitio a otro buscando comida, cuando antes, esto no era así!!”. “Los chamos necesitan, leche y pañales y esta rutina cansa y arrecha; gastamos lo que no tenemos en pasajes y todo está demasiado caro, casi un ojo de la cara”. “Sabes una cosa, hay abuso por parte de los comerciantes y el gobierno lo permite”. “Aceptan que aumenten sin decir nada, están de acuerdo ellos y el gobierno”.
En medio de la conversación en voz alta, unos hombres se incorporan y uno dice: somos trabajadores, yo de la Chysler, yo de AJEVEN, y a mí me botaron recientemente de Filtros WIx. “Para nosotros las cosas no son distintas, vivimos junto a la familia los mismos tormentos”. Al parecer, “para el gobierno, no es suficiente que seamos pobres y vivamos de un salario, ahora pasamos más de 4 horas diarias en colas de comida para la casa”. “Los tipos -el gobierno y el PSUV- se ponen de acuerdo con los empresarios para jodernos la vida, que vaina!”. Uno lo ve en las fábricas: “la gente se está cansando de tanta porquería!”.
No es unánime, pero parece que las amas de casa y los trabajadores coinciden en estar cansados del gobierno, a pesar de que todos en algún momento votaron por él. Pero, “ya hoy no es igual”, y te digo otra cosa, “no me gusta la MUD”. No bueno para allá no hay que ver.
Esto ocurre en cualquier municipio o ciudad del país, podemos afirmar que de manera constante en cada cola o buseta, hay debates y opiniones diversas sobre la incapacidad del gobierno por resolver los problemas. “Ya no es igual, ellos no son capaces de atender las necesidades del pueblo”.
Uno de los que viaja en la buseta comparte, que “debemos buscar la unión en los conflictos, y entre todos, no sirve si seguimos cada quien por su lado”. “Para que seamos pueblo, los de abajo, debemos estar unidos, trabajadores y amas de casas, unidos”.
Aquí es donde yo me meto: “Les digo una cosa, en cada ciudad, en la empresa o en la zona industrial y hasta en cada universidad del país, hay muchos venezolanos con capacidad intelectual, formación profesional, talento e ingenio para dirigir el país”. Y me responden: “bueno si hay mucha gente capaz, pero y quiénes son esos”.
Bueno, pero tu hablabas de la unidad, no y esa unidad la entiendo yo -en tus palabras-, es la unidad de los iguales y de la organización de todos los conflictos distintos, para tomar riendas en el país y hacer un nuevo rumbo”.
Bueno eso puede ser y es necesario, pero hay que echarle un cerro. “Si es necesario como diría yo, crear algo distinto, abrir un espacio distinto a la MUD y al PSUV, porque esto se lo llevo quien lo trajo. Si el país, está en ruinas. No hay razón para que estemos como estamos. Tu nunca veras en una cola a Jaua, a Diosdado, a María Corina, a Capriles, a Cilia, a la "fosforito", no a esos nunca los veras. Pero vean lo que paso en el sindicato de AJEVEN, ahí se sacó en las elecciones a las ratas del sindicato, no quedo ni uno. Bueno eso es lo que hay que hacer.
Convencido y alegre por lo que oí, me bajo. Es gente del pueblo. Como decía el chofer: ésta buseta es la universidad de la vida. Mientras tanto Maduro sigue viajando, ahora para los paises arabes a un "velatorio".
[Tomado de http://deslinde2011.blogspot.com/2015/01/la-odisea-del-dia-dia.html.]
Lo que viene a continuación puede ser el relato de parte de la rutina de cada día en Venezuela, a pie o al subir a una buseta, autobús o guagua, como se conoce en otras partes de América Latina. Es un relato construido por lo que oigo y de conversaciones en las que participo, mientras voy de aquí a cualquier lado. Las gentes comentan y dicen lo que viven y acontece en el país cada día. A veces emiten opiniones sobre el gobierno o la MUD, pero fundamentalmente el gobierno. También comparan con gobiernos pasados. Opiniones a veces –creo yo- son desconocidas por el gobierno o los dirigentes políticos, de los profundos y complejos problemas, los procesos de vida, la sobrevivencia y frustraciones que padecemos muchos venezolanos cada día, apenas pasado 15 años del siglo XXI.
Quiero mostrar lo recogido y que se trasluce en un día de vida de unos venezolanos desde las 7 am hasta llegada la noche a la vuelta del hogar, en la búsqueda de alimentos: pollo, harina, carnes, detergentes y artículos de aseo personal, medicinas, pañales, y hasta repuestos para el auto o la moto.
Por ejemplo, ayer: unas jóvenes -de alrededor de 26 y 30 años-, tres de ellas con niños en los brazos se montan en una buseta para recorrer y mirar que almacenes, farmacias o abastos tienen colas de personas, para bajarse una en cada cola y luego por los móviles se comunican, que artículos encuentran o si necesitan que alguna de ellas se acerque para comprar más de un artículo. Ojo, no son “bachaqueras”, son amas de casas organizadas para buscar los productos de primera necesidad y entre ellas comentaban: “estoy hastiada y molesta con el gobierno, siempre andan diciendo cosas para engañarnos y joder a los más pobres”, “siempre están ganando tiempo”.
“Si, eso es verdad”, infiere otra de las madres jóvenes: “como es posible que una tenga que estar yendo de un sitio a otro buscando comida, cuando antes, esto no era así!!”. “Los chamos necesitan, leche y pañales y esta rutina cansa y arrecha; gastamos lo que no tenemos en pasajes y todo está demasiado caro, casi un ojo de la cara”. “Sabes una cosa, hay abuso por parte de los comerciantes y el gobierno lo permite”. “Aceptan que aumenten sin decir nada, están de acuerdo ellos y el gobierno”.
En medio de la conversación en voz alta, unos hombres se incorporan y uno dice: somos trabajadores, yo de la Chysler, yo de AJEVEN, y a mí me botaron recientemente de Filtros WIx. “Para nosotros las cosas no son distintas, vivimos junto a la familia los mismos tormentos”. Al parecer, “para el gobierno, no es suficiente que seamos pobres y vivamos de un salario, ahora pasamos más de 4 horas diarias en colas de comida para la casa”. “Los tipos -el gobierno y el PSUV- se ponen de acuerdo con los empresarios para jodernos la vida, que vaina!”. Uno lo ve en las fábricas: “la gente se está cansando de tanta porquería!”.
No es unánime, pero parece que las amas de casa y los trabajadores coinciden en estar cansados del gobierno, a pesar de que todos en algún momento votaron por él. Pero, “ya hoy no es igual”, y te digo otra cosa, “no me gusta la MUD”. No bueno para allá no hay que ver.
Esto ocurre en cualquier municipio o ciudad del país, podemos afirmar que de manera constante en cada cola o buseta, hay debates y opiniones diversas sobre la incapacidad del gobierno por resolver los problemas. “Ya no es igual, ellos no son capaces de atender las necesidades del pueblo”.
Uno de los que viaja en la buseta comparte, que “debemos buscar la unión en los conflictos, y entre todos, no sirve si seguimos cada quien por su lado”. “Para que seamos pueblo, los de abajo, debemos estar unidos, trabajadores y amas de casas, unidos”.
Aquí es donde yo me meto: “Les digo una cosa, en cada ciudad, en la empresa o en la zona industrial y hasta en cada universidad del país, hay muchos venezolanos con capacidad intelectual, formación profesional, talento e ingenio para dirigir el país”. Y me responden: “bueno si hay mucha gente capaz, pero y quiénes son esos”.
Bueno, pero tu hablabas de la unidad, no y esa unidad la entiendo yo -en tus palabras-, es la unidad de los iguales y de la organización de todos los conflictos distintos, para tomar riendas en el país y hacer un nuevo rumbo”.
Bueno eso puede ser y es necesario, pero hay que echarle un cerro. “Si es necesario como diría yo, crear algo distinto, abrir un espacio distinto a la MUD y al PSUV, porque esto se lo llevo quien lo trajo. Si el país, está en ruinas. No hay razón para que estemos como estamos. Tu nunca veras en una cola a Jaua, a Diosdado, a María Corina, a Capriles, a Cilia, a la "fosforito", no a esos nunca los veras. Pero vean lo que paso en el sindicato de AJEVEN, ahí se sacó en las elecciones a las ratas del sindicato, no quedo ni uno. Bueno eso es lo que hay que hacer.
Convencido y alegre por lo que oí, me bajo. Es gente del pueblo. Como decía el chofer: ésta buseta es la universidad de la vida. Mientras tanto Maduro sigue viajando, ahora para los paises arabes a un "velatorio".
[Tomado de http://deslinde2011.blogspot.com/2015/01/la-odisea-del-dia-dia.html.]
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