Sergei Udalstov, en el centro, durante una protesta en Moscú
el 23 de octubre de 2010. Foto de Evgeniy Isaev, CC 2.0.
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Por Sean Guillory
Traducido por Lourdes Sada
GlobalVoices.org
Tras un largo juicio, un tribunal de Moscú sentenció a Sergei Udaltsov y Leonid Razvozzhayev, dos activistas de izquierda que protagonizaron las protestas de 2011-2012, a cuatro años y medio de prisión por organizar disturbios masivos en marzo de 2012, la víspera de la toma de posesión de Putin. Udaltsov, líder del Frente de Izquierdas, y Razvozzhayev, activista y asistente del parlamentario Ilya Ponomarev, se unieron a otros 12 prisioneros relacionados con el caso Bolotnoe. Amnistía Internacional ha declarado que varios de los encarcelados, Udaltsov entre ellos, son presos de conciencia. Entre los internautas rusos, hay una gran diversidad de opiniones sobre la política de Udaltsov y Razvozzhayev, pero casi todos coinciden en que AI tiene razón.
Tras un largo juicio, un tribunal de Moscú sentenció a Sergei Udaltsov y Leonid Razvozzhayev, dos activistas de izquierda que protagonizaron las protestas de 2011-2012, a cuatro años y medio de prisión por organizar disturbios masivos en marzo de 2012, la víspera de la toma de posesión de Putin. Udaltsov, líder del Frente de Izquierdas, y Razvozzhayev, activista y asistente del parlamentario Ilya Ponomarev, se unieron a otros 12 prisioneros relacionados con el caso Bolotnoe. Amnistía Internacional ha declarado que varios de los encarcelados, Udaltsov entre ellos, son presos de conciencia. Entre los internautas rusos, hay una gran diversidad de opiniones sobre la política de Udaltsov y Razvozzhayev, pero casi todos coinciden en que AI tiene razón.
En principio, los cargos contra Udaltsov y Razvozzhayev
incluían a un tercer acusado: Konstantin Lebedev, que se declaró culpable y
llegó a un acuerdo con los investigadores. Udaltsov está en arresto
domiciliario desde 2013, pero Razvozzhayev no ha tenido tanta suerte: lleva
todo este tiempo en prisión preventiva. Cuando los investigadores lo acusaron
por primera vez de incitar a disturbios en Moscú, Razvozzhayev huyó a Ucrania,
donde agentes rusos de seguridad lo secuestraron en las calles de Kiev y lo
devolvieron a Rusia. El tercer hombre, Lebedev, está en libertad vigilada.
Según el Kremlin, los enfrentamientos entre policías y
manifestantes en las protestas de la plaza Bolotnaya en 2012 fueron el
resultado de una conspiración para derrocar al gobierno ruso. Los
investigadores federales basaron buena parte del caso en filmaciones de cámaras
de vigilancia en las que se veía a los tres activistas reunidos con el político
georgiano Givi Targamadze, que prometía enviar dinero a los activistas para
financiar su complot. El vídeo formó parte de un denigrante documental sobre la
oposición titulado «Anatomía de una protesta, 2», que se emitió en la cadena progubernamental
NTV.
Durante el juicio, Udaltsov admitió haberse entrevistado con
Targamadze para discutir el proyecto de un negocio de licores. Muchos
consideran que la filmación es falsa y la conspiración, una artimaña del
Kermlin, pero esas sospechas no han podido evitar la condena de Udaltsov y
Razvozzhayev. Tanya Lokshina, de Human Rights Watch calificó el juicio de
«farsa de la justicia», añadiendo:
Este juicio está destinado a intimidar a los manifestantes
rusos. Las sentencias que se han impuesto, el hecho de que los inculpados pasen
tanto tiempo detenidos antes del juicio, están pensados para mostrar lo alto
que es el precio de tomar las calles.
Desde luego, el precio es alto, como han asegurado los
fiscales. Las sentencias de Udaltsov y Razvozzhayev no podrían ser más
inoportunas, cuando la atención del mundo se ha desviado de los asuntos
doméstico rusos para concentrarse en la guerra de Ucrania. Además, como
izquierdistas radicales, Udaltsov y Razvozzhayev despiertan desconfianza en
muchos simpatizantes de la oposición rusa. Aparte de su neoestalinismo,
Udaltsov rompió con muchos liberales por el tema de Ucrania, ya que apoya la
anexión de Crimea y de la «república popular» del este de Ucrania. Sobre el
referéndum de Crimea, declaró:
Soy un patriota soviético y considero que la destrucción de
la Unión Soviética fue un gran error y un crimen. Por tanto, veo la absorción
de Crimea como un paso pequeño pero importante hacia el renacimiento de una
renovada Unión [Soviética].
A pesar de su izquierdismo y de sus opiniones sobre Ucrania,
Udaltsov y Razozzhayev han recibido desde la Red muchas muestras de apoyo de
los liberales rusos. Esto no significa que este apoyo no llegue sin
advertencias: muchos inician sus comentarios dejando claro de que no respaldan
las ideas políticas de Udaltsov, pero creen que su juicio fue una parodia, y
que tanto él como Razozzhayev son presos de conciencia.
Por ejemplo, v_fedotov escribió en LiveJournal:
Yo no tengo opiniones comunistas en absoluto. Ni sobre el
comunismo teórico ni sobre la forma en que lo experimentamos en la práctica. No
quiero una revolución y desconfío de los revolucionarios profesionales con
cazadoras de cuero (y pistolas en el bolsillo, debo añadir). No imagino unas
elecciones libres en las que yo llegara a votar por un antiguo miembro del
«Bloque Estalinista para la URSS» o por un portavoz de Zyuganov en su campaña
presidencial.
No obstante, v_fedotov continúa,
Pero esto es irrelevante en este caso. A partir de este
momento, Sergei Udaltsov y Leonid Razvozzhaev son 100% prisioneros políticos.
Son personas que han sido condenadas a cuatro años y medio de prisión
ÚNICAMENTE por sus actividades políticas.
Denis Bilunov se hizo eco de este sentir en Facebook:
Udaltsov y Razvozzhayev son definitivamente prisioneros
políticos. Es nuestro deber apoyarles de todas las formas posibles.
Zoya Svetova, colaboradora de la revista liberal The New
Times, escribió en Facebook que tiene la impresión de que la sentencia de
cuatro años y medio deja claro que la fiscalía, que había pedido ocho años, no
ha conseguido probar la culpabilidad de los acusados. Si no han sido condenados
por el delito del que se les acusaba, se pregunta Svetova, ¿qué crimen han
cometido?
¿Fue por emborracharse con georgianos sospechosos? ¿Por
brindar por Stalin? ¿O ha sido porque Udaltsov era uno de los políticos más
populares de la oposición?
Por desgracia, bajo un régimen autoritario, el único lugar
donde cabe la oposición es en la cárcel. Solo que me gustaría saber por qué
están en prisión. Está claro que se puede arrastrar a cualquiera por el lodo y
denigrarlo. (…) O éramos demasiado ingenuos en 2011, o algo no nos ha salido
bien.
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