David Goodway
"Freedom",
tal vez la más longeva entre las publicaciones periódicas de izquierda en Gran
Bretaña, ha anunciado su cierre definitivo con la edición del número de
febrero-marzo del 2014. Este vocero impreso estaba en problemas hace años. Con apenas
225 suscriptores, con una tirada de unos 1.000 ejemplares y un déficit anual en
torno 3.500 libras, ahora planea publicar una versión en línea acompañada por
una hoja noticiosa de frecuencia ocasional. Esto resulta un poco extraño, ya
que los anarquistas declarados hoy deben ser muchos más que en cualquier otro
momento de la historia de Gran Bretaña, aparte que hay muchos anarquistas
"naturales", es decir, personas que, aunque no se declaren como tales
piensan y se comportan de modo típicamente ácrata.
En 1886, Kropotkin, que vivió en Europa
occidental desde 1877, se trasladó a Inglaterra, donde pronto se fundó "Freedom: A Journal of Anarchist Socialism",
con la participación, entre otros, de Charlotte Wilson, una socialista fabiana
quien fuera la editora durante una década. La revista tenía una periodicidad
mensual y un estilo sobrio y reflexivo, sobreviviendo a otras publicaciones
periódicas que aparecieron y desaparecieron en medio del activismo anarquista
tormentoso y con frecuencia violento del mundo en esa época. En 1898, "Freedom" abrió su sede en 127
Ossulston Street (entre la Biblioteca Británica y la estación de St. Pancras).
En 1913, la responsabilidad editorial pasó a Tom Keell, pero la casi
desaparición del anarquismo después de la Primera Guerra Mundial dio lugar a su
cierre en 1928. Keell y su compañera Lilian Wolfe se retiraron con la revista y
la redacción de "Freedom" a la Whiteway Colony, en Gloucestershire.
Desde allí, Keell y Lilian lograron publicar irregularmente quince números de
un Boletín de "Freedom"
hasta 1932.
Fue gracias a la Revolución Española y el
estallido de la guerra civil en 1936 que el anarquismo en Gran Bretaña
resucitó. El joven Vernon Richards, nacido como Vero Recchioni -el hijo de un
viejo amigo de Errico Malatesta- comenzó a publicar "Spain and the World", lo que empujó Keell para considerarlo
como el verdadero legatario de la "Freedom" (en el ínterin, de hecho,
un grupo disidente había iniciado la publicación de otra "Freedom"). Con la victoria del
general Franco, "Spain and the World"
pasó a llamarse "Revolt!",
que publicó seis números, y luego fue "War
Commentary" para el lapso de la Segunda Guerra Mundial. Sólo en 1945
se retomará la histórica cabecera de "Freedom".
En 1937 Richards se había unido en Londres con
Marie Louise (originalmente Maria Luisa), hija del anarquista italiano Camillo
Berneri, asesinado en Barcelona ese año, casi con toda seguridad por los
comunistas. Se dice que la mente brillante de Marie Louise fue "la
principal influencia teórica" de "War
Commentary" y "Freedom",
hasta su prematura muerte en 1949.
El Freedom Press Group que se había reunido
alrededor de Richards y Berneri era joven, enérgico y talentoso. Del mismo
hacían parte John Hewetson, Tony Gibson, Philip Sansom, George Woodcock y Colin
Ward, quienes fueron los autores de la mayoría de los artículos, aún cuando
también Herbert Read (hasta su polémica aceptación del título de Sir), Alex
Comfort y Geoffrey Ostergaard, contribuían con artículos y reflexiones.
"War
Commentary" había conseguido mantenerse bastante bien en tiempos de
guerra gracias a la solidaridad y las relaciones con pequeños grupos
antimilitaristas. Con el fin de la guerra y la victoria electoral del Partido
Laborista en 1945, los anarquistas quedaron muy aislados. Freedom Press firmemente
se mantuvo hostil entre 1945-1951 a gobiernos y leyes orientadas hacia el
Estado del bienestar y las nacionalizaciones. Comentario significativo y muy
razonable sobre esa situación, a finales de los años cuarenta, fue lo escrito
por M.L. Berneri: «El periódico se pone mejor y mejor y menos gente lo lee».
Durante los años cuarenta, "War Commentary", y después "Freedom", fueron quincenarios, pero
desde 1951 la publicación se hizo semanal hasta 1975, cuando volvió a ser
quincenal. La esperanza de Richards era, sin embargo, que pudiera convertirse
en diario.
Fue para escapar de la presión de una
publicación semanal que C. Ward comenzó a proponer un "Freedom" mensual más reflexivo; al
final los otros miembros del grupo editorial respondieron positivamente confiándole
la gestión de la revista mensual “Anarchy”
en 1961, mientras seguían publicando "Freedom"
las otras tres semanas de cada mes. “Anarchy”
fue publicado por 118 números, llegando hasta los años de 1970. Las ventas
nunca superaron los 2.800 ejemplares por número, más o menos en línea con los
2.000 a 3.000 copias de "Freedom".
En cuanto responsable de “Anarchy”, Colin Ward, como se lo había propuesto desde 1959, tuvo
cierto éxito en llevar ideas anarquistas "dentro de la corriente
intelectual más vital", en gran parte gracias al favorable clima social.
El surgimiento de la Nueva Izquierda y el movimiento por el desarme nuclear a
finales de los años cincuenta llevaron de hecho al radicalismo estudiantil y al
"libertarismo" general de los años sesenta, lo que significaba, entre
otras cosas, la aparición de una nueva audiencia receptiva a las actitudes
anarquistas. En 1968, Ward, de hecho, pudo decir en una entrevista radial: «Yo
creo que las actitudes sociales han cambiado [...]. El anarquismo tal vez se
está convirtiendo casi de moda [...]. Creo que hoy en el aire se respira un
poco de anarquía».
Era Richards, sin embargo, quien para bien o
para mal se convirtió en la fuerza principal que permitió la continuación de
"Freedom" después de la
muerte de María Luisa Berneri. De hecho, él se retiró de la dirección de la
revista y la gestión de la tienda de comestibles fundada en Soho por sus
padres, para dedicarse a la producción y comercialización de un jardín orgánico
en la frontera de Essex y Suffolk. Sin embargo, continuó siguiendo con gran
interés la gestión de "Freedom",
interviniendo directamente siempre que se consideraba esencial su contribución,
y también de las diversas disputas, hasta su jubilación oficial en 1995.
Durante muchas décadas de hecho había tenido una amarga disputa con Albert
Meltzer, originalmente un miembro leal del Freedom Press Group desde finales de los años cuarenta hasta
principios de los cincuenta. Meltzer luego se convertiría en el polémico
responsable de "Black Flag",
publicado desde los años 70 en oposición a "Freedom". Después de la muerte de Meltzer en 1995 y la de
Richards en 2001, los animadores de los dos periódicos hasta entonces oponentes
finalmente se reconciliaron, poniendo fin a la confrontación. Esto, sin
embargo, eso no fue suficiente para dar a "Freedom" el nuevo impulso que era necesario para la
supervivencia, mientras que "Black
Flag" dejó de publicarse mensualmente varios años antes que su rival
de antaño.
Por tanto, podemos decir que la muerte de Vernon
Richards significó un hito decisivo en la decadencia de "Freedom". Hasta el final, sin
embargo, había en cada número por lo menos un artículo o una reseña que valía
la pena ser leído. Durante muchos años (hasta su muerte en 2000), este crédito
se debe dar también a Nicolas Walter, cuyo nombre siempre ha significado
calidad, o a la sección Anarchist Notebook a cargo de Ward. Pero quizás el
resultado más positivo obtenido de "Freedom"
fue precisamente poner de manifiesto el talento de Colin Ward, y no por
casualidad la Freedom Press ha publicado la edición original de nueve de sus
libros. No hace falta decir que, en mi opinión, esta "Freedom" por Richards y Ward tuvo su origen en 1936, con
España y la Segunda Guerra Mundial, y no tanto en la que iniciaron Kropotkin y
Wilson en 1886.
Comencé a leer "Freedom" desde 1961. suscribiéndome como abonado a partir del
año siguiente, así que me siento muy apenado por esta desaparición. Durante más
de cincuenta años he sido marxista libertario, enfatizando ora uno, ora otro de
estos aspectos. Pero hoy estoy más convencido que nunca de la necesidad de
encontrar soluciones libertarias a los problemas del mundo contemporáneo. La
desaparición de una versión en papel de "Freedom" es probable que haga esto más difícil de lograr.
[Tomado del texto en italiano publicado por el Bollettino Archivio G. Pinelli # 43,
Milán, 2014, accesible en http://www.archiviopinelli.it;
traducido al castellano por la Redacción de El
Libertario.]
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