Eduardo Salazar
El primer colectivo de transporte urbano que recorrió Caracas fue en 1913. Desde entonces, el crecimiento de la población ha sido vertiginoso: más de 9 millones de personas en el área de la ciudad y alrededores. 60% de los viajes que estas personas realizan lo hacen en “bus, metro, jeep o moto”.
Las preguntas a resolver: ¿Funciona el transporte urbano? y ¿Se ven las personas beneficiadas con el bus o el metro? Tantos especialistas, como los propios usuarios, nos revelan al respecto que la nación venezolana de poseer sistemas vanguardistas (en comparación con el resto del sub-continente), pasó ahora a ocupar la lista de países con mayor dificultad para trasladarse. crisis
Carolina de 30 años, se levanta muy temprano, a eso de las 4:30 de la madrugada. Ella vive en Petare (al este de Caracas), es educadora y fue asignada hace un par de años al Liceo Ávila en El Silencio, al otro lado de la ciudad.
Comienza a impartir clases a las 7.00 de la mañana, por lo que debe tomar un rustico (suerte de jeep que recorre los barrios bajos por su facilidad para trasladarse por lugares de difícil acceso) y, luego, el bus para llegar a su puesto laboral. Tarda más de 1 hora y media en el trayecto. A la vuelta, en algunas oportunidades camina, aproximadamente, cinco manzanas para moverse en el subterráneo, pero apunta: “Igual tardo casi dos horas, pierdo más de cuatro horas al día trasladándome”.
Su historia no termina ahí, pues resalta haber sido víctima de la delincuencia en más de dos oportunidades, mientras usaba el transporte público y, además, indica que las condiciones de las unidades no son óptimas: “Se quedan accidentadas, no tienen buena ventilación, se montan muchas personas a pedir dinero o vender cosas”.
Otra entrevistada, en una parada de buses de Las Palmas, contó que ella se traslada en bus, porque el Metro no llega a su casa (en Concresa), pero que, últimamente, y debido a los altos índices de inseguridad ya los transportistas no prestan servicios después de las 19.00 horas, puesto que “la delincuencia está desatada y roban muchísimo”.
Algo en lo que también coincide Augusto Mora, un “busetero” caraqueño que tiene más de 20 años en este oficio, aparte de los robos, asevera que no se consiguen los repuestos para sus buses lo que “imposibilita prestar un buen servicio… ¿Qué hacemos nosotros?, más bien deberían agradecer que seguimos trabajando y eso que el pasaje no cuesta nada para como están los precios de las cosas”.
Un pasaje en camioneta (denominación venezolana a los buses) está alrededor de 8 bolívares, lo que al cambio internacional sería 1 dólar con 20 céntimos ó 1 euro. Lo que es realmente bajo, si es comparado con el costo del boleto en el transporte público de España o Estados Unidos.
“La experiencia en el traslado por la ciudad a través de buses en otros países dan cuenta de confort, seguridad y disponibilidad a diferencia de Venezuela”, demandan los usuarios.
¿Qué ocurre?
La ingeniera Celia Herrera destaca que en el caso venezolano no se ha invertido en los últimos años en vialidad. Las autopistas en el interior del país como la de Oriente, la Regional del Centro o los corredores viales en plena capital, lucen deteriorados, pues desde que fueron inaugurados por allá en los años 60 han recibido poco o nada de mantenimiento. La especialista también comenta que es importante que se establezca una Ley de Transporte Terrestre ajustada a los tiempos que corren, que busquen beneficiar a los “de a pie”, y no sólo a los que tienen vehículo.
[Tomado de http://eltoque.com/content/en-venezuela-se-va-en-bus-o-en-metro-al-ritmo-de-entren-que-caben-100.]
El primer colectivo de transporte urbano que recorrió Caracas fue en 1913. Desde entonces, el crecimiento de la población ha sido vertiginoso: más de 9 millones de personas en el área de la ciudad y alrededores. 60% de los viajes que estas personas realizan lo hacen en “bus, metro, jeep o moto”.
Las preguntas a resolver: ¿Funciona el transporte urbano? y ¿Se ven las personas beneficiadas con el bus o el metro? Tantos especialistas, como los propios usuarios, nos revelan al respecto que la nación venezolana de poseer sistemas vanguardistas (en comparación con el resto del sub-continente), pasó ahora a ocupar la lista de países con mayor dificultad para trasladarse. crisis
Carolina de 30 años, se levanta muy temprano, a eso de las 4:30 de la madrugada. Ella vive en Petare (al este de Caracas), es educadora y fue asignada hace un par de años al Liceo Ávila en El Silencio, al otro lado de la ciudad.
Comienza a impartir clases a las 7.00 de la mañana, por lo que debe tomar un rustico (suerte de jeep que recorre los barrios bajos por su facilidad para trasladarse por lugares de difícil acceso) y, luego, el bus para llegar a su puesto laboral. Tarda más de 1 hora y media en el trayecto. A la vuelta, en algunas oportunidades camina, aproximadamente, cinco manzanas para moverse en el subterráneo, pero apunta: “Igual tardo casi dos horas, pierdo más de cuatro horas al día trasladándome”.
Su historia no termina ahí, pues resalta haber sido víctima de la delincuencia en más de dos oportunidades, mientras usaba el transporte público y, además, indica que las condiciones de las unidades no son óptimas: “Se quedan accidentadas, no tienen buena ventilación, se montan muchas personas a pedir dinero o vender cosas”.
Otra entrevistada, en una parada de buses de Las Palmas, contó que ella se traslada en bus, porque el Metro no llega a su casa (en Concresa), pero que, últimamente, y debido a los altos índices de inseguridad ya los transportistas no prestan servicios después de las 19.00 horas, puesto que “la delincuencia está desatada y roban muchísimo”.
Algo en lo que también coincide Augusto Mora, un “busetero” caraqueño que tiene más de 20 años en este oficio, aparte de los robos, asevera que no se consiguen los repuestos para sus buses lo que “imposibilita prestar un buen servicio… ¿Qué hacemos nosotros?, más bien deberían agradecer que seguimos trabajando y eso que el pasaje no cuesta nada para como están los precios de las cosas”.
Un pasaje en camioneta (denominación venezolana a los buses) está alrededor de 8 bolívares, lo que al cambio internacional sería 1 dólar con 20 céntimos ó 1 euro. Lo que es realmente bajo, si es comparado con el costo del boleto en el transporte público de España o Estados Unidos.
“La experiencia en el traslado por la ciudad a través de buses en otros países dan cuenta de confort, seguridad y disponibilidad a diferencia de Venezuela”, demandan los usuarios.
¿Qué ocurre?
La ingeniera Celia Herrera destaca que en el caso venezolano no se ha invertido en los últimos años en vialidad. Las autopistas en el interior del país como la de Oriente, la Regional del Centro o los corredores viales en plena capital, lucen deteriorados, pues desde que fueron inaugurados por allá en los años 60 han recibido poco o nada de mantenimiento. La especialista también comenta que es importante que se establezca una Ley de Transporte Terrestre ajustada a los tiempos que corren, que busquen beneficiar a los “de a pie”, y no sólo a los que tienen vehículo.
[Tomado de http://eltoque.com/content/en-venezuela-se-va-en-bus-o-en-metro-al-ritmo-de-entren-que-caben-100.]
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