Damián Prat
Los sentimientos de los trabajadores de Sidor parecen estar divididos, oscilando desde la rabia hasta la resignación, casi todos molestos, llegando hasta quienes piensan que aún hay expectativas de rescatar su derecho laboral violado, cuando han transcurrido doce días del “madrugonazo” con el que el gobierno intervino al sindicato Sutiss para tratar de imponer un contrato colectivo a la fuerza y que aún nadie conoce.
La madrugada del jueves 14 de agosto, antes del amanecer, un grupo de funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, junto a dos sindicalistas de Sutiss, reunidos en una zona totalmente militarizada y aislada de la ciudad, en el antiguo club de Edelca en la represa de Macagua, acuerdan y firman un acta a la que han dado en llamar “el contrato colectivo con los verdaderos trabajadores”. La operación “madrugonazo” fue anunciada al país y a los trabajadores, vía twitter desde Caracas por la ministra de información a partir de las 4am y luego replicada intensamente por todos los medios de comunicación del gobierno e incluso copiada, tipo “copy-paste” por algunos otros grandes medios que ahora responden a las líneas “informativas” del gobierno. Incluso llegaron a anunciar que “la marcha anunciada para hoy ya no va porque los trabajadores están felices y festejando el gran logro”. Y agregaban algo sobre aumento salarial de 170 bolívares y el pago del bono del retroactivo por Bs 200 mil por los casi cinco de años de vencimiento del contrato.
Como se sabe -pese al cerco de censura- la reacción de los trabajadores de Sidor fue diferente a la que el gobierno esperaba. Ni se intimidaron por la imposición ni por la oferta de dinero. Una multitudinaria asamblea desde las 7 am en el portón 3 aprobó rechazar esa firma ilegal que no contaba con el presidente ni el secretario de Reclamos de Sutiss, que no había sido aprobada en junta directiva ni por la asamblea de trabajadores. Los dos sindicalistas firmantes no aparecieron por la asamblea ni en ninguna de las siguientes- para defender su postura ni intentar que fuese aprobada por los trabajadores.
Confirmaron la marcha de protesta junto a trabajadores y sindicatos de otras empresas, la cual comenzó a media mañana y atravesó Puerto Ordaz. Tan masivo rechazo fue cuidadosamente ocultado por los medios gobierneros que siguieron hablando de “humo blanco” y “festejos”.
La asamblea también decretó una huelga general total en la empresa, salvo los llamados “servicios mínimos” que garantizan que no haya daños en los equipos, la cual se mantuvo -silenciada por el mismo latifundio de medioshasta 5 días más tarde cuando Sutiss en gesto de buena voluntad la suspendió ya que el ministro de Industrias José David Cabello prometió revisar la medida “porque fuimos engañados”, según lo relató el presidente del sindicato en una posterior asamblea.
Sin embargo, la “reactivación” de Sidor, que apenas abarca a un 20% o menos de las diferentes acerías y plantas dado el grave estado de deterioro de los equipos así como la falta de insumos y repuestos, fue convertida por el gobierno en otra operación publicitaria y a partir de allí nunca se reanudaron las negociaciones del contrato. Los trabajadores siguen sin conocer el contenido del supuesto “contrato firmado” pero el gobierno procedió a depositar en las cuentas de los trabajadores una fracción del bono de retroactivo para remarcar más la política de “hechos cumplidos”.
Reacciones
El ministro José David Cabello intentó hacer algunas “asambleas” con trabajadores dentro de algunas áreas pero éstas se convirtieron en duras discusiones de réplica y al parecer optó por no seguir esa táctica. La noche del jueves 21, por ejemplo, en el área de Laminación en Caliente dijo que “yo no vengo a discutir ningún contrato”, lo que generó que docenas de trabajadores, con apoyo de la masa, le respondieran duro. El ministro habría intentado, relatan los trabajadores, imponerse mediante órdenes y asegurando que “a mí no me gustan los sindicatos”, lo cual alteró aún más los ánimos. Cabello terminó por irse y no ha vuelto a hacer más visitas de ese tipo, mientras sus acompañantes de aquella noche, los generales Noguera y Schwap, presidentes de CVG y Sidor, respectivamente, se limitaron a mirar, guardar silencio, sin participar.
Posteriormente, los principales directivos de Sutiss, en una nueva asamblea de Portón anunciaron que se recogerían firmas de trabajadores para hacer una manifestación hacia la Inspectoría del Trabajo y entregar allí el legajo reclamando reanudar las negociaciones del convenio colectivo. El operativo se ha estado haciendo aunque aún no hay fecha de entrega.
“Los trabajadores del Movimiento de Base estamos muy molestos”, dice Jorge Machuca, trabajador con 28 años de servicio y activista en Laminación, “muchos compañeros reclaman por reanudar loa paros de presión y otras protestas”. “Sutiss parece estar a la deriva”, opina José Luís Alcocer, también con casi tres décadas en Sidor, activista de Unidad Matancera y directivo de la seccional Ciudad Bolívar, quien estima que hay una mezcla de molestia con resignación, dada lo que considera inconsistencia del sindicato.
Carlos Mata, delegado de Barras y Alambrón, se muestra más optimista en que la lucha continuará, tras el episodio de las firmas que estima llegaran a ser más de 7 mil, pero advierte que en los hechos, el gobierno ha intervenido ilegalmente al sindicato, parecido a lo que ocurrió en 1981 con el mismo Sutiss que dirigía Andrés Velásquez. Todos coinciden en que el propósito principal del gobierno en todo esto es político para desmembrar al sindicato y avanzar en reducir a casi nada la vigencia de los contratos colectivos. Días antes, en declaraciones a Correo del Caroní, el ex dirigente de Sutiss Nerio Fuentes, quien fuera secretario general varios años, afirmó enfático que “esto es una intervención del sindicato”, rechazando la operación “madrugonazo” pese a su militancia en uno de los partidos pro-oficialistas del Polo Patriótico. El presidente de Sutiss, acompañado del secretario general Julio López y del secretario de Reclamos Leonardo Azócar, todos pro chavistas aunque enfrentados al gobierno prometieron seguir luchando hasta lograr el respeto a la institución sindical y reanudar la discusión del contrato.
Reclamos y maniobras en otras empresas
La mañana del martes 26/8 los trabajadores de CVG, tanto del sindicato de empleados como el de obreros, manifestaron en protesta al hecho de que su convenio colectivo, ya acordado y firmado en abril pasado, tras 5 años vencido, no ha entrado en vigencia “porque el gobierno y Min Trabajo no lo homologan”. De hecho, los aumentos acordados y otros beneficios no han entrado en vigencia. Algo similar ocurre en Ferrominera donde el sindicato que dirige Rubén González y la empresa presidida por el general Tomás Zambrano firmaron hace un mes el contrato colectivo refrendado por los trabajadores pero de nuevo el gobierno no firma la homologación de modo que no entra en vigencia.
En el sector aluminio, luego de años de luchas, se acordó un contrato único para las 4 empresas pero tampoco ha sido legalizado por el gobierno aunque sí se está aplicando en medio de una legalidad precaria. Las denuncias por esta situación se multiplican y no pocos dirigentes y trabajadores estiman que detrás de las maniobras el gobierno oculta el propósito de minimizar la vigencia de ese derecho laboral fundamental.
La producción destrozada
Para el cierre de semestre del pasado 30 de junio, Sidor registró una producción de 491 mil toneladas de acero líquido, la más baja en casi 40 años. Esa cantidad era lo que Sidor producía promedio cada 42 días antes de la reestatización roja rojita, ya que el promedio mensual en 2007 fue 371 mil toneladas. Eso significa una reducción de 77% y proyecta que Sidor concluya 2014 por debajo de un millón de toneladas de acero, una verdadera tragedia.
Promesas de inversiones
Tanto el ministro Cabello como el presidente de CVG, general Noguera Pietro, han hecho reiterados anuncios de fuertes inversiones que anunciaría Maduro. Noguera dijo que “con esas inversiones vamos a producir 200 mil tons/mes de acero”. La cifra sería el doble de lo que ha estado produciendo Sidor los últimos dos años y medio pero cerca de la mitad de lo que lograba antes del “estatismo salvaje” rojo rojito.
Sin embargo, este lunes 24 el anuncio de Maduro fue de inversiones por 50 millones de dólares, lo cual fue comparado con la fábula del “parto de los montes”, es decir, “la montaña rugió pero parió un ratoncito”. Noguera dijo que con esas inversiones la meta para 2015 sería producir 3,5 millones de toneladas de acero. No obstante, en Sidor el anunció causó mofa y molestia ya que aún no llegan salvo pequeñas cantidades- los 314 millones de dólares aprobados por Chávez en agosto de 2012 y que aún aquellos eran una inversión parcial, solo para recuperar algunas áreas.
El ministro Cabello, días antes, anunció que “le estamos poniendo fin al sabotaje” y se hizo tomar fotos junto a algunos containers con repuestos para Sidor que habrían sido adquiridos más de un año atrás. Lo que nadie entendió es qué tendría que ver la retención de esos equipos en aduanas por largos meses con un supuesto “sabotaje” si el responsable del Seniat y las aduanas es el propio Cabello.
Otro caso es el de la llamada “Fábrica de tubos” de Sidor que por algunos años se llamó Tavsa. El general Noguera anunció que este martes 26 “se reanudaría la producción” haciendo alguna alusión imprecisa a que se llamó Tavsa por varios años. De lo que no habló fue que esa fábrica de tubos fue la primera planta en producción en Sidor desde 1961, que siempre trabajó y produjo ininterrumpidamente hasta que justo al decretarse la re-estatización en 2008, la orden de Miraflores fue paralizar su producción para favorecer un contrato de importación de tubos petroleros desde China que sigue vigente al sol de hoy. Los seis años de “revolución” han sido de cierre total. En 2012, tras fuertes protestas de sus trabajadores, Chávez admitió regresar a la fábrica a ser parte de Sidor luego de tenerla por 4 años inactiva y adscrita a Pdv-Industrial. Sin embargo, en los patios se almacenan 10 mil toneladas de tubos, apenas un 5% de su capacidad de producción, sin que Pdvsa los compre y sin explicación alguna, como no sea el anti-nacional “negocio” con China.
[Publicado originalmente en el diario caraqueño TalCual, 27/8/2014. Tomado de http://www.conflictove.org.ve/guayana/sidor-el-conflicto-sigue-latente-reportaje-de-damian-prat.html.]
Los sentimientos de los trabajadores de Sidor parecen estar divididos, oscilando desde la rabia hasta la resignación, casi todos molestos, llegando hasta quienes piensan que aún hay expectativas de rescatar su derecho laboral violado, cuando han transcurrido doce días del “madrugonazo” con el que el gobierno intervino al sindicato Sutiss para tratar de imponer un contrato colectivo a la fuerza y que aún nadie conoce.
La madrugada del jueves 14 de agosto, antes del amanecer, un grupo de funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, junto a dos sindicalistas de Sutiss, reunidos en una zona totalmente militarizada y aislada de la ciudad, en el antiguo club de Edelca en la represa de Macagua, acuerdan y firman un acta a la que han dado en llamar “el contrato colectivo con los verdaderos trabajadores”. La operación “madrugonazo” fue anunciada al país y a los trabajadores, vía twitter desde Caracas por la ministra de información a partir de las 4am y luego replicada intensamente por todos los medios de comunicación del gobierno e incluso copiada, tipo “copy-paste” por algunos otros grandes medios que ahora responden a las líneas “informativas” del gobierno. Incluso llegaron a anunciar que “la marcha anunciada para hoy ya no va porque los trabajadores están felices y festejando el gran logro”. Y agregaban algo sobre aumento salarial de 170 bolívares y el pago del bono del retroactivo por Bs 200 mil por los casi cinco de años de vencimiento del contrato.
Como se sabe -pese al cerco de censura- la reacción de los trabajadores de Sidor fue diferente a la que el gobierno esperaba. Ni se intimidaron por la imposición ni por la oferta de dinero. Una multitudinaria asamblea desde las 7 am en el portón 3 aprobó rechazar esa firma ilegal que no contaba con el presidente ni el secretario de Reclamos de Sutiss, que no había sido aprobada en junta directiva ni por la asamblea de trabajadores. Los dos sindicalistas firmantes no aparecieron por la asamblea ni en ninguna de las siguientes- para defender su postura ni intentar que fuese aprobada por los trabajadores.
Confirmaron la marcha de protesta junto a trabajadores y sindicatos de otras empresas, la cual comenzó a media mañana y atravesó Puerto Ordaz. Tan masivo rechazo fue cuidadosamente ocultado por los medios gobierneros que siguieron hablando de “humo blanco” y “festejos”.
La asamblea también decretó una huelga general total en la empresa, salvo los llamados “servicios mínimos” que garantizan que no haya daños en los equipos, la cual se mantuvo -silenciada por el mismo latifundio de medioshasta 5 días más tarde cuando Sutiss en gesto de buena voluntad la suspendió ya que el ministro de Industrias José David Cabello prometió revisar la medida “porque fuimos engañados”, según lo relató el presidente del sindicato en una posterior asamblea.
Sin embargo, la “reactivación” de Sidor, que apenas abarca a un 20% o menos de las diferentes acerías y plantas dado el grave estado de deterioro de los equipos así como la falta de insumos y repuestos, fue convertida por el gobierno en otra operación publicitaria y a partir de allí nunca se reanudaron las negociaciones del contrato. Los trabajadores siguen sin conocer el contenido del supuesto “contrato firmado” pero el gobierno procedió a depositar en las cuentas de los trabajadores una fracción del bono de retroactivo para remarcar más la política de “hechos cumplidos”.
Reacciones
El ministro José David Cabello intentó hacer algunas “asambleas” con trabajadores dentro de algunas áreas pero éstas se convirtieron en duras discusiones de réplica y al parecer optó por no seguir esa táctica. La noche del jueves 21, por ejemplo, en el área de Laminación en Caliente dijo que “yo no vengo a discutir ningún contrato”, lo que generó que docenas de trabajadores, con apoyo de la masa, le respondieran duro. El ministro habría intentado, relatan los trabajadores, imponerse mediante órdenes y asegurando que “a mí no me gustan los sindicatos”, lo cual alteró aún más los ánimos. Cabello terminó por irse y no ha vuelto a hacer más visitas de ese tipo, mientras sus acompañantes de aquella noche, los generales Noguera y Schwap, presidentes de CVG y Sidor, respectivamente, se limitaron a mirar, guardar silencio, sin participar.
Posteriormente, los principales directivos de Sutiss, en una nueva asamblea de Portón anunciaron que se recogerían firmas de trabajadores para hacer una manifestación hacia la Inspectoría del Trabajo y entregar allí el legajo reclamando reanudar las negociaciones del convenio colectivo. El operativo se ha estado haciendo aunque aún no hay fecha de entrega.
“Los trabajadores del Movimiento de Base estamos muy molestos”, dice Jorge Machuca, trabajador con 28 años de servicio y activista en Laminación, “muchos compañeros reclaman por reanudar loa paros de presión y otras protestas”. “Sutiss parece estar a la deriva”, opina José Luís Alcocer, también con casi tres décadas en Sidor, activista de Unidad Matancera y directivo de la seccional Ciudad Bolívar, quien estima que hay una mezcla de molestia con resignación, dada lo que considera inconsistencia del sindicato.
Carlos Mata, delegado de Barras y Alambrón, se muestra más optimista en que la lucha continuará, tras el episodio de las firmas que estima llegaran a ser más de 7 mil, pero advierte que en los hechos, el gobierno ha intervenido ilegalmente al sindicato, parecido a lo que ocurrió en 1981 con el mismo Sutiss que dirigía Andrés Velásquez. Todos coinciden en que el propósito principal del gobierno en todo esto es político para desmembrar al sindicato y avanzar en reducir a casi nada la vigencia de los contratos colectivos. Días antes, en declaraciones a Correo del Caroní, el ex dirigente de Sutiss Nerio Fuentes, quien fuera secretario general varios años, afirmó enfático que “esto es una intervención del sindicato”, rechazando la operación “madrugonazo” pese a su militancia en uno de los partidos pro-oficialistas del Polo Patriótico. El presidente de Sutiss, acompañado del secretario general Julio López y del secretario de Reclamos Leonardo Azócar, todos pro chavistas aunque enfrentados al gobierno prometieron seguir luchando hasta lograr el respeto a la institución sindical y reanudar la discusión del contrato.
Reclamos y maniobras en otras empresas
La mañana del martes 26/8 los trabajadores de CVG, tanto del sindicato de empleados como el de obreros, manifestaron en protesta al hecho de que su convenio colectivo, ya acordado y firmado en abril pasado, tras 5 años vencido, no ha entrado en vigencia “porque el gobierno y Min Trabajo no lo homologan”. De hecho, los aumentos acordados y otros beneficios no han entrado en vigencia. Algo similar ocurre en Ferrominera donde el sindicato que dirige Rubén González y la empresa presidida por el general Tomás Zambrano firmaron hace un mes el contrato colectivo refrendado por los trabajadores pero de nuevo el gobierno no firma la homologación de modo que no entra en vigencia.
En el sector aluminio, luego de años de luchas, se acordó un contrato único para las 4 empresas pero tampoco ha sido legalizado por el gobierno aunque sí se está aplicando en medio de una legalidad precaria. Las denuncias por esta situación se multiplican y no pocos dirigentes y trabajadores estiman que detrás de las maniobras el gobierno oculta el propósito de minimizar la vigencia de ese derecho laboral fundamental.
La producción destrozada
Para el cierre de semestre del pasado 30 de junio, Sidor registró una producción de 491 mil toneladas de acero líquido, la más baja en casi 40 años. Esa cantidad era lo que Sidor producía promedio cada 42 días antes de la reestatización roja rojita, ya que el promedio mensual en 2007 fue 371 mil toneladas. Eso significa una reducción de 77% y proyecta que Sidor concluya 2014 por debajo de un millón de toneladas de acero, una verdadera tragedia.
Promesas de inversiones
Tanto el ministro Cabello como el presidente de CVG, general Noguera Pietro, han hecho reiterados anuncios de fuertes inversiones que anunciaría Maduro. Noguera dijo que “con esas inversiones vamos a producir 200 mil tons/mes de acero”. La cifra sería el doble de lo que ha estado produciendo Sidor los últimos dos años y medio pero cerca de la mitad de lo que lograba antes del “estatismo salvaje” rojo rojito.
Sin embargo, este lunes 24 el anuncio de Maduro fue de inversiones por 50 millones de dólares, lo cual fue comparado con la fábula del “parto de los montes”, es decir, “la montaña rugió pero parió un ratoncito”. Noguera dijo que con esas inversiones la meta para 2015 sería producir 3,5 millones de toneladas de acero. No obstante, en Sidor el anunció causó mofa y molestia ya que aún no llegan salvo pequeñas cantidades- los 314 millones de dólares aprobados por Chávez en agosto de 2012 y que aún aquellos eran una inversión parcial, solo para recuperar algunas áreas.
El ministro Cabello, días antes, anunció que “le estamos poniendo fin al sabotaje” y se hizo tomar fotos junto a algunos containers con repuestos para Sidor que habrían sido adquiridos más de un año atrás. Lo que nadie entendió es qué tendría que ver la retención de esos equipos en aduanas por largos meses con un supuesto “sabotaje” si el responsable del Seniat y las aduanas es el propio Cabello.
Otro caso es el de la llamada “Fábrica de tubos” de Sidor que por algunos años se llamó Tavsa. El general Noguera anunció que este martes 26 “se reanudaría la producción” haciendo alguna alusión imprecisa a que se llamó Tavsa por varios años. De lo que no habló fue que esa fábrica de tubos fue la primera planta en producción en Sidor desde 1961, que siempre trabajó y produjo ininterrumpidamente hasta que justo al decretarse la re-estatización en 2008, la orden de Miraflores fue paralizar su producción para favorecer un contrato de importación de tubos petroleros desde China que sigue vigente al sol de hoy. Los seis años de “revolución” han sido de cierre total. En 2012, tras fuertes protestas de sus trabajadores, Chávez admitió regresar a la fábrica a ser parte de Sidor luego de tenerla por 4 años inactiva y adscrita a Pdv-Industrial. Sin embargo, en los patios se almacenan 10 mil toneladas de tubos, apenas un 5% de su capacidad de producción, sin que Pdvsa los compre y sin explicación alguna, como no sea el anti-nacional “negocio” con China.
[Publicado originalmente en el diario caraqueño TalCual, 27/8/2014. Tomado de http://www.conflictove.org.ve/guayana/sidor-el-conflicto-sigue-latente-reportaje-de-damian-prat.html.]
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