Periódico El Libertario
La actuación reciente de la Guardia Nacional Bolivariana
(GNB) no sorprende a quienes conocen la naturaleza y funciones de los cuerpos policiales
y militares de represión de Estado. Cualquiera con un poco de honestidad y
memoria recuerda, antes y después que asumiera el adjetivo de “bolivariana”, su
real actuación como garante de los privilegios de los poderosos y la extorsión permanente
que ha realizado contra sectores humildes y desamparados. Para quienes
necesiten cifras recordamos que entre los años 1997 y 2011 los militares, con
la actuación destacada de la GNB, fueron causantes de 301 víctimas de
violaciones al derecho a la vida según cifras de Provea. La mayoría de estos
casos, contra personas de escasos recursos que no contaban con abogados caros e
influyentes, quedaron sin resolverse. Y la impunidad, en el abuso de poder ayer
y hoy, forma parte de las “garantías” con las que cuentan los represores
estatales para su labor. Por ello es que no hay nadie investigado ni sancionado
por las 63 personas asesinadas en la Masacre de Uribana, del 25 de enero de
2013 en Barquisimeto.
La impunidad también le sirve a los cuadros altos y medios
de la GNB, quienes a su vez constituyen una clase social con poder y en la búsqueda
de mayores privilegios. Gracias a ella han podido, reiteramos ayer y hoy, hacer
toda clase de millonarios negocios. Para nadie es un secreto que la alta
jerarquía militar controla el negocio del narcotráfico en este país, lo que
permite que por las alcabalas, aeropuertos y puertos circulen los grandes
cargamentos de droga hacia los principales mercados consumidores. En fronteras
la propaganda contra el “bachaqueo” intenta disimular que los grandes contrabandistas
están amparados por los uniformados. En las cárceles venezolanas el negocio de
circulación de armas, drogas y toda clase de productos y favores tiene en la
GNB su principal intermediario, quienes conviven con el sistema de “pranes” en
el sometimiento de la población penitenciaria. Quienes recientemente están
descubriendo que los GNB extorsionan a detenidos para no golpearlos y
exponerlos a situación de mayor peligro sufren en carne propia el calvario
cotidiano de los familiares de todos los presos en este país. Agregamos que
todos y cada uno de los experimentos represivos recientes serán perfeccionados contra
los sectores en lucha contra las consecuencias del paquete económico madurista.
Sólo los farsantes creyeron que con el agregado de
“bolivariano” en su nombre, la GNB mágicamente sería diferente a lo que por
naturaleza es. Bakunin lo resumió: “El pueblo no estará más aligerado si el
palo que le pega lleva el nombre del palo del pueblo”. Ninguna concentración de
poder será jamás revolucionaria. La única exigencia rebelde coherente contra
los organismos de represión de Estado, como la GNB, es su disolución y
desarticulación inmediata. Y esto no lo otorgará ningún gobierno, sino la actuación
de la gente en base a sus propias organizaciones libres, beligerantes y
autónomas, desnudando la verdadera razón de existencia de la represión
institucionalizada como la de la GNB.
Caracas, junio 2014
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