Gabriela Ibáñez
[Nota de El Libertario: Tomamos de http://eltoque.com/tags/abuso-de-menores la serie de tres artículos que siguen, denunciando repugnantes casos de abuso sexual, emocional y de enriquecimiento ilícito que involucran a una fundación ligada a la iglesía católica, situación ante la cual la respuesta de las autoridades eclesiásticas ha sido -como de costumbre- callarse y procurar imponer silencio respecto al tema, lo que se evidencia en las presiones ejercidas para que estos artículos no se difundan.]
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[Nota de El Libertario: Tomamos de http://eltoque.com/tags/abuso-de-menores la serie de tres artículos que siguen, denunciando repugnantes casos de abuso sexual, emocional y de enriquecimiento ilícito que involucran a una fundación ligada a la iglesía católica, situación ante la cual la respuesta de las autoridades eclesiásticas ha sido -como de costumbre- callarse y procurar imponer silencio respecto al tema, lo que se evidencia en las presiones ejercidas para que estos artículos no se difundan.]
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Dobles víctimas: VIH y abuso de la iglesia
“¿Quieres ser un Ángel de la Guardia?”, pregunta la Fundación “El Buen Samaritano Niños con Sida” a los católicos creyentes que pasen por su página web http://www.carismatica.org/obras.php o paguen por alguna de sus rifas, repartidas en círculos acomodados de la sociedad. Entre tanto, nos paseamos por los tribunales de menores, desarmando expedientes que nos indican la falta de ángel de esta institución.
En el circuito judicial venezolano, se leen expedientes de niñas y niños víctimas de abusos sexual, física y moralmente. Estos hechos habrían ocurrido, incluso, estando bajo la custodia de la Fundación Niños con Sida El Buen Samaritano (FNSBS). Se trata de un programa diferenciado para la constitución y mantenimiento de casas hogares para menores afectados por VIH/Sida y de su asistencia médica. Además, también se encuentra una demanda de nulidad contra su asamblea constitutiva, opacidad en el manejo de los fondos y forjamientos de actas por parte de su presidente el Padre Vicente Mancini y colaboradores directos. Pero este punto no es de dominio público.
La mencionada asociación civil, ha permitido la violación incuestionable de las medidas de protección en favor de los niños y de sus propios estatutos. Estos hechos ocurrieron mientras la organización era responsable de la custodia temporal de menores de edad, huérfanos en su mayoría, diagnosticados con VIH/Sida. El Estado venezolano conserva la patria potestad hasta que los niños tenga su colocación definitiva.
Hay casos de pederastia indirecta
Fabio Rossani, Patricia Anilu, Dennis Alejandro Ugas, María Alejandra Campos, Daniel Hidalgo, Luisa López, Andrés Villa Franca, Yorwiuil y Yorneays Amundaray y Moisés Campos, fueron niños apadrinados por Buen Samaritano hace una década y nuevamente se convirtieron en víctimas; contagiados de VIH por sus padres, y luego mancillados en una casa hogar católica.
¿Dónde quedó la piedad y el respeto al prójimo, no eran estos valores del catolicismo? Sus expedientes indican múltiples violaciones como las de Fabio, Patricia y Daniel. Ya han crecido y no tienen 8, 15 y 12 años pero el crimen de violación no prescribe. Así se desprende de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas y las declaraciones del Vaticano con respecto al no encubrimiento de pederastia en el seno de la Iglesia Católica. El victimario -Ildemaro Solis- fungía como su cuidador bajo aval del sacerdote y presidente de la Institución, Vicente Mancini. Pero Mancini lo niega todo.
Antonia Turbay, abogada y fiel de la Iglesia, especialista en derecho de menores, inició - por cuenta propia - el viacrucis de juntar y recopiló datos y voces que demostrasen la veracidad de estos hechos, que denotan la “infracción a la protección de vida” por parte del Estado venezolano y la Iglesia Católica. “Nadie me creía, es difícil probar cuando un sacerdote se esconde detrás de su hábito, porque no usa ni sotana… para él, los niños no importan…, sólo el negocio”, afirma la letrada. La limosna va otras arcas y se matan los sueños.
Transcurrido el tiempo, las consecuencias no se olvidan y los daños solo se agravaron. Turbay, nos refiere la completa indefensión de los niños al ser maltratados por Solis, un ex guardia nacional, que además, estuvo involucrado en robos de las propiedades de los menores donadas como parte de la caridad.
Ser seropositivo desde el vientre materno y abandonado ya es suficiente carga para un ser humano. Que la iglesia y sus representantes como Mancini desestimen las acusaciones de violación y maltrato infantil, se convierten en un castigo a la dignidad humana. “Yo conté lo de la violación pero el Padre Mancini no me creyó, porque yo era una negra”, relató Patricia Anilú.
Durante su estancia en la organización, Patricia no resistió el trauma y le generó problemas cardiovasculares, entre otros. María Gabriela López, directora de Infectología del Hospital J. M. de los Ríos explicó el fenómeno médico, asegurando que esto pudo haber incidido en la esquizofrenia de Dennis Ugas y su consecuente muerte a los 12 años.
Entre tanto, algunas preguntas seguían en el aire por ejemplo ¿para qué usan el dinero recaudado? o ¿para qué los tienen en la fundación?
En el mismo hospital nos topamos con la bochornosa realidad de negligencia en los tiempos de presentación de los niños para los tratamientos. “…No es un problema económico es que no les importan los chamos…”, comenta una de las enfermeras que pidió permanecer en el anonimato. “…Tienes que ver las condiciones en las que están, vete a su casa y compruébalo tú”, afirma la enfermera.
¿Es un negocio?
María Alejandra Campos, otra de las víctimas de abuso emocional, asevera que Mancini se ha hecho rico con su enfermedad. Todo parece indicar que venden un billete de lotería católica para ayudar a niños con VIH y solicitan donaciones bancarias. Sin embargo, la asociación no es sometida a auditorias, ni explica sus vinculaciones con funcionarios del Estado venezolano en la construcción de obras para la causa.
Dos de las casas hogar visitadas son una oda a la desidia. Una de ellas, funge como comedor de indigentes y no posee la mínima infraestructura para la crianza y arraigo familiar que requiere un niño. Hay que destacar que otros sacerdotes, solicitaron la custodia de los muchachos para así alojarlos en buenos hogares pero al parecer, Mancini no aceptó.
Silencio Sacro
Parte del contenido aquí mencionado es del conocimiento público y expreso del cardenal Urosa Sabino y el Obispo Fernando Castro, al igual que fundaciones dedicadas a la asistencia a pacientes con VIH - Acción Solidaria, Ases de Venezuela. Todas ellas podrían solicitar, judicialmente, la intervención de la fundación y el nombramiento de un administrador ad hoc pero, para ello, hay que vencer los temores y asumir que la iglesia no es perfecta.
Mientras no exista una sentencia de un tribunal penal o civil con los casos de violación, la iglesia no accionará sus mecanismos de investigación y aplicación de justicia. Se guarda silencio, se evita la pregunta incomoda de la prensa y el conocimiento del caso se reserva a secreto de confesión.
Hoy, hay indicios de movimiento en el seno de la Iglesia. Mancini hace ruido, pero debe salir en silencio. La propuesta de un nuevo presidente para El Buen Samaritano es probable, pero con ello, no habrá justicia si la Iglesia no asume las irregularidades. Vale entonces la pregunta ¿Por qué la iglesia venezolana es de las pocas en América Latina sin revisar sus cuestionados servidores? ¿Es tiempo de comenzar?
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Negación y silencio de la iglesia venezolana
“Si hay algo que corregir, entonces se corregirá, y se verá si se plantea o no una indemnización”, responde el Padre Carlos Abreu sobre los casos de niños huérfanos con VIH y abusados por la iglesia en Venezuela.
La Memoria y Cuenta 2013 de la Fundación el Buen Samaritano, consta de 4 páginas a manera de librillo de oración, en la que se aprecia como obra de misericordia la labor realizada por la “Fundación el Buen Samaritano Niños con Sida”. Según explica, más de 1.000 niños han sido beneficiados con el aporte de esta fundación, para su control médico en el Hospital J. M de los Ríos, como aquellos que gozan de atención integral en las 2 casas-hogar. Sin embargo, no hay detalle financiero o de otra índole sobre la transparencia de los fondos, solo un número de cuenta bancaria donde usted puede depositar un donativo.
Cuando le preguntamos al Padre Vicente Mancini –director- si era posible obtener información pública sobre el manejo de los fondos provenientes de la caridad, respondió: “Yo no tengo por qué darle ese tipo de información a nadie, el que dude debe solicitársela a los entes competentes, yo le doy toda esa información a ellos, si el que da un donativo quiere saber, que busque allí, y revise todas nuestras obras”.
En los artículos "VIH y abuso de la Iglesia" y "Me violó y nadie me creyó" desvelamos detalles sobre procedimientos judiciales iniciados por abogados civiles contra la Fundación el Buen Samaritano Niños con Sida, por supuesta desviación de fondos, así como manipulación de actas, incumplimiento de los estatutos de la misma, así como denuncias sobre maltrato y abuso a menores, bajo la custodia de la mencionada institución.
No todo es Dinero
Al preguntar a Mancini sobre la posibilidad de una posible indemnización de los 10 niños que sufrieron maltrato estando bajo la custodia de la Fundación, responde: “No es verdad que fueran maltratados, al revés, ellos fueron bien tratados todo el tiempo, yo no sé si deben recibir indemnización, yo no entiendo eso; hasta los 12 años fueron a la escuela, recibieron sus medicamentos…”.
GI: ¿La fundación tiene en sus archivos las inscripciones escolares?
Padre Mancini: Hasta el sexto grado, creo.
GI: ¿Solo hasta el sexto grado?
Padre Mancini: Si bueno, luego por la edad se les inscribió a todos en el liceo, a Fabio y Alejandra.
GI: ¿En liceos públicos o privados?
Padre Mancini: En liceos públicos.
GI: ¿Por qué si ustedes (institución) reciben fondos para brindarles educación, pagan para que vayan a liceos públicos?
Padre Mancini: Porque a la mayoría no los quieren ver por el SIDA, incluso en las públicas no los aceptan, pero como nosotros tenemos la colaboración de Acción Solidaria (ONG) y Ases ellos nos ayudan con este conflicto.
GI: ¿Ustedes han acudido a los tribunales de menores para denunciar el caso y que estos oficien a los planteles educativos?
Padre Mancini: Se busca una solución por otro lado y así se evita el conflicto, y que tengan algún estudio.
GI: ¿Por qué ninguno de ellos (Patricia Aniluz, Fabio Rossani, Alejandra Campos) tiene un grado de instrucción para defenderse en la vida?
Padre Mancini: Porque quisieron irse, cuando las hormonas se alborotaron como el caso de Alejandra, nadie los iba a amarrar, ni sus familias tuvieron el control sobre ellos.
El objetivo descrito en el acta constitutiva de la Fundación El Buen Samaritano Niños con Sida, identificada como J-30570549-6 y a la cual se puede tener acceso mediante registro civil, enuncia como beneficiarios a niños y adultos con SIDA como población destinataria de sus planes y programas. La consulta al Tribunal de Menores indica que efectivamente esta fundación debía haber sido responsable hasta los 18 años de los niños sobre los que mantuviese la guardia y custodia temporal. Sin embargo, Mancini afirmó que su responsabilidad era hasta los 12 años: “Tenían que producir algo para ayudarnos a ayudarlos. Les prestamos ayuda, no era nuestra responsabilidad, si ellos se querían ir nadie los retenía, nosotros no tenemos un programa aprobado por el Estado para mayores de 12 años”.
La Nueva Guardia y el Conflicto
El Padre Carlos Abreu, quien ha sido designado extraoficialmente, sin constancia en actas legales, como Director de la Fundación, dice: “Quiero conservar la imparcialidad en esta situación y prefiero mantenerme en la distancia de los hechos que están ocurriendo. Esta fue una situación del pasado por la que deben responder los que tenían la responsabilidad en el momento. Si hay algo que corregir, entonces se corregirá, y se verá si se plantea o no una indemnización. Es difícil mantener la imparcialidad, ya revisaré los casos, tampoco los conozco a profundidad. No creo que esto vaya a pasar desapercibido. De verdad.”
Al cierre de esta nota [6/5/14], esperamos por la comunicación de Monseñor Castro, Obispo Auxiliar de la zona este de ciudad de Caracas, con quien intentamos contactar en sucesivas ocasiones.
El Tribunal
Artículos vulnerados: Ley Orgánica de Protección a los Derechos de los Niños Niñas y Adolescentes:
- Art. 226: el Derecho a la Educación y en este caso a tener una educación especial y privada, conforme a los recursos que recibían así como un equipo multidisciplinario, psicólogas, psiquiatras, psicopedagogas.
- Art. 230: se violentó el derecho de los niños a vivir en una casa hogar sustitutivo de la familiar, alojándolos en establecimientos como comedores de indigentes.
- Art. 239: lucro a partir del trabajo de un menor. Caso Fabio Rossani.
- Art. 32 de la LOPNNA: se violentó el derecho de los niños a su integridad personal -física, psíquica y la moral.
El juez civil ordenó una investigación penal por los abusos sexuales y por la infracción a la Protección debida, a petición de abogados civiles y de los jóvenes involucrados con la fundación. Él mismo deberá aplicar las sanciones contempladas en el art. 214 al 275 de la LOPNNA, por cada caso en particular.
El petitorio al juez incluye pagar estudios de bachillerato a 8 niños, brindar ayuda pedagógica y psicológica necesaria, vestimenta adecuada, atención médica, un quantum como resarcimiento civil de los daños corporales, psíquicos y morales ocasionados en el caso de violación. La vida futura de Patricia y los otros jóvenes, es ahora responsabilidad del Estado Venezolano.
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Me violó y nadie me creyó
Patricia Aniluz, fue víctima de violación a los 13 años, en el seno de una casa hogar católica para niños huérfanos con VIH. “El padre no me quiso creer…no le importó…me volví como loca”. La Fundación Niños con Sida El Buen Samaritano, era su responsable, hoy es su victimario.
Me acerco a Patricia. Entre la multitud, se destaca la blanca sonrisa de una niña-mujer, con la tez prieta de ascendencia haitiana, y la mirada desconcertada de quien aún sigue buscando un abrazo sincero, una oportunidad de ser feliz.
Patricia Aniluz llegó a este mundo sana, aunque su madre estaba infectada con el virus VIH. A los 9 años queda huérfana, y es trasladada a la Casa Hogar de la Fundación el Buen Samaritano “Niños con Sida”. “Yo sabía que estaba sana, yo lo recuerdo, pero después me enfermé, no sé bien cómo ocurrió, pero me dicen que tomé saliva -con trazos de sangre- de mi mamá, cuando la acompañaba en el hospital, pero unos años después me violó el tipo que nos cuidaba, él también tenía VIH, ese es Ildemaro”.
Con Patricia la conversación no es fácil. Las palabras se atoran, la pizza sobre la mesa distrae su atención, y se hace evidente la dificultad motora de ella. Un brazo doblado hacia arriba y el puño cerrado e inmóvil, parecían la aparente consecuencia del VIH. “…Sabes yo tengo esto porque me dio tanta rabia que me violaran, que me dio un ACV…una cosa en la cabeza”, comentó, con una media sonrisa, como si ya no fuese importante.
La voz aniñada y el balanceo de sus piernas bajo la silla, me indicaban que el ACV no fue el único trastorno derivado de ese infortunado hecho. Patricia se quedó en los 13 años, con un retraso en su desarrollo cognitivo e intelectual, pero sus ganas de vivir están intactas: “Yo me tomo las medicinas, voy al hospital El Algodonal y me sacan la sangre…ahora quiero trabajar, quiero comprarme mis cosas, pero a veces me siento sola, quisiera tener a mi mamá, ellos me robaron mis sueños…”. A partir de este momento de la entrevista, Patricia empieza a dar rienda suelta a sus sentimientos.
De la Chiquillada a la realidad
“Cuando me violaron yo se lo dije al Padre Mancini, no me quiso creer…no le importó…me volví como loca, me dijo hasta negra, así que una señora que trabajaba en la casa me llevó a denunciar a Ildemaro, pero no lo fueron a buscar, no pasó nada y siguieron maltratando a los demás, a Flavio, Alejandro y Daniel les pegaban y abusaron de ellos… a Alejandro se lo llevaron a un hospital y se murió, le dio una cosa, ese tipo les hacía mucho daño”.
“Yo me quería ir esa noche (la de la violación), pero esperé a cumplir 18 años tranquilita… me fui a la casa de Cartanal (casa materna), pero luego una señora me fue a buscar y me regresó a la Casa Hogar de Puente de Hierro. El Padre decía que esa era mi casa y que lo acompañara, él se portaba extraño”. Patricia no tenía medios para subsistir sola. La Fundación el Buen Samaritano Niños con Sida, no se preocupó por brindarle educación. Su enfermedad la hizo prisionera y dependiente a la limosna de esa fundación.
La educación
“El padre no se preocupaba por eso (educación), lo único que hacía era traernos para acá (la casa hogar), ni comida nos llevaba….una vez nos llevó a un mercadito, la señora que cocinaba lo recibió y nos preparó comida, la esposa de Ildemaro también nos cocinaba, hasta que lo denuncié”.
“Yo no fui a nada de eso, estaba haciendo un curso de computación, pero lo tuve que dejar, esa noche que me quise ir… hice la primera comunión en la iglesia del padre Mancini”. Patricia tiene una historia de idas y venidas de una casa hogar que no es tal. Una dependencia de un hombre que permitió su violación y la de sus compañeros. En algún punto Ildemaro ya no estuvo más. No pagó pena, solo se fue sin dejar rastro, aunque ahora, la justicia deberá encontrarlo.
Con los bolsillos vacíos
Al terminar nuestra conversación, Patricia debía volver a su casa, de donde la estaban echando. Su casero, un chico seropositivo, ya no quería compartir su espacio. A pesar de que Patricia devenga una pensión por incapacidad del Estado Venezolano (2.600 bolívares), esto apenas le da para comer, pero no para pagar por su propia vivienda, es menos que un salario mínimo. La miseria se escurre tras sus ropas tristes y roídas.
Patricia volvió a la casa hogar, por una cama y un plato de comida de un comedor popular. Patricia no tiene nada, en nada la convirtieron por ser portadora de VIH y tal vez un negocio, mientras era inocente. El Padre Vicente Mancini dijo a Patricia al regresar a la casa Hogar: Bienvenida, ésta es tu casa.
¿Qué le hizo la vida a Patricia? ¿Qué hizo la Fundación El Buen Samaritano Niños con Sida con las donaciones para brindarle una vida digna a Patricia? ¿Quién resarcirá los daños morales a Patricia? ¿Qué pasará mañana con la publicación de este artículo, seguirá siendo bienvenida por contarnos su historia? Ella sólo quiere Justicia.
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