Wladimir Pérez Parra
Coordinador del
Doctorado en Estudios Políticos
Universidad de Los
Andes
Un
grito de rebeldía se escuchó en la Venezuela colonial, era el bramido de la
rebelión de los primeros insurrectos de este país, Los Comuneros. Fue un
levantamiento que se generó en los estados que hoy día conforman Táchira y
Mérida. En el ayer de mediados del siglo XVIII las condiciones de la población
de esas zonas eran precarias. La España imperial por sus afanes de ser la
potencia del mundo libraba una guerra contra los británicos por el control del
comercio internacional. Este conflicto bélico, hace que la metrópolis imponga
una serie de controles a la producción y ventas de lo que se producía en estas
regiones. De alguna manera dichas medidas limitaban las libertades económicas
de la población. El gobierno colonial, por intermedio de sus funcionarios de la
administración regia, logró controlar la producción y el comercio interno
generando una crisis económica dado que no se podía consumir ni vender fuera de
su dominio colonial. Dicho levantamiento cívico contra los abusos y la opresión
de los funcionarios realistas se lanza en el Cabildo de la Grita bajo el grito
rebelde: “Viva el Rey y muera el mal Gobierno”. El rugido estremecedor
de Don Juan José García de
Hevia nacido
en dicha población tachirense por allá en 1762, y fallecido en 1809 en
Portachuelo del estado Mérida, se erige como Capitán general de la rebelión de
los comuneros en 1781. Supo encarar el descontento popular por las malas
políticas diseñadas e implantadas por el gobierno colonial. Fueron las primeras
protestas de los pobladores que hoy podemos llamarlas ciudadanas. Dicho movimiento
generado en lo que hoy conocemos como los estados andinos, pretendía llegar
hasta Caracas bajo ese lema, logrando posicionarse y avanzar en San Antonio,
San Cristóbal, Tariba, Bailadores,
Mucuchies, Timotes y Mérida. Es una demostración histórica como la rebeldía
cívica andina ha estado presente en todo el devenir nacional.
Hoy como
ayer, los andinos siguen en pie de lucha por sus reivindicaciones sociales, un
pueblo noble y rebelde que no se doblega antes las adversidades que generan los
malos gobiernos. Ayer el gobierno peninsular quería ser el dueño del mundo
monopolizando el comercio de sus colonias. Hoy el gobierno de Caracas quiere
cambiar y salvar al mundo a costa del bienestar de los ciudadanos, gastándose
miles de millones de dólares en ayuda a otros países, lo que ha generado la mayor crisis política y económica
jamás imaginada, siendo este gobierno el que más recursos ha tenido en toda la
historia republicana. Y sin embargo, Venezuela está sumida en una anomia que
paraliza casi la totalidad del país donde abundan las protestas sociales frente
al desabastecimiento, la inflación y la inseguridad ciudanía. De cara al mal
gobierno los andinos dicen: “Viva Venezuela muera el mal gobierno”.
La rebeldía ciudadana andina ha estado presente en los últimos 50 años de vida
republicana, expresándose en el 23 de enero de 1958, el 27 de febrero de 1989 y
el 4 de febrero de 1992. Hoy como ayer siguen rebelados contra toda injusticia,
ineficacia e ineficiencia gubernamental. Los comuneros de ayer son los
ciudadanos de hoy que ningún gobierno podrá doblegar. Por ahora y por siempre ¡Ciudadanos de Venezuela uníos!
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