Maurizio
Hola soy italiano, muchos de ustedes me conocen como dueño de una posada, donde cada día recibo personas de diferentes lugares de Venezuela y del mundo, de diferentes estratos sociales. Ellos me cuentan de todo: me hablan en especial de política, de sus ideas, de la delincuencia y de cómo debería ser un país que tiene todos los paisajes: montañas, playas, llanos etc.; con biodiversidad y los recursos de la tierra (petróleo, minerales y tierra fértil); y con el gran corazón de la gente.
Mi esposa es venezolana y mis hijos nacieron aquí. Soy ateo y apolítico: no creo en la religión y tampoco creo que ninguna corriente política partidista, de izquierda o derecha, sea la justa. Pero si tengo una ideología que me gustaría ver prevalecer en el futuro, cuando nos preparemos para ella. Se llama anarquía y mucho de ustedes lo relacionarían a caos, desorden, libre arbitrio y como algo parecido a lo que está desarrollándose en estos días. Uno de los principios básicos de la anarquía es que si el hombre tuviera conciencia común puede autogestionarse. Parece fácil decirlo así pero en realidad no es sencillo. La conciencia común es cuando no piensas en satisfacer solo tus intereses si no también los de los demás. Todos la tenemos aunque sea un poquito: hasta un asesino si ve una señora mayor caer la ayudaría a levantarse, o el banquero ávido ayudaría el niño perdido en el centro comercial.
Yo llegue a Venezuela en 1997 y, como joven europeo que por primera vez llega a un país suramericano hay ciertas cosas que me impactaron inmediatamente: lo primero fue la pobreza material y cultural de la gente y la tan baja importancia de la vida. Lo segundo fue la gran belleza de los paisajes y de la naturaleza. Tercero fue la belleza de las mujeres!!! Empecé a trabajar en el restaurante más lujoso de Margarita y conocí muchas personas importantes y famosas del país pero nunca me olvidaré la primera salida con los compañeros de trabajo venezolanos. Salimos del restaurante más o menos a las 11 de la noche y se pararon en una pequeña licorería donde no había nadie. Al preguntar donde vamos, me contestaron: “aquí”!!! Una caja de cerveza y música. En menos de una hora trancamos la calle! Habían llegado otras personas y tantos carros que la esquina se convirtió en una discoteca con iluminación natural de estrellas y la luna. Yo no hablaba castellano pero conocí tantas personas aquella noche como en un año en Europa. Por cierto yo era el centro de la atención por ser extranjero y por ser completamente negado para el baile! Había ricos, pobres, negros y blancos, hombres y mujeres desconocidos entre si, pero todos disfrutaban juntos y para mí fue la bienvenida al paraíso. Este es el sitio donde quiero vivir.
Hay que decir que venia de varios años viviendo en Inglaterra donde las cosas son un “poquito” distintas: se tiende a evitar a quien es diferente así que las mezclas raciales son raras. Es difícil ver ricos con pobres, conservadores con laboristas, y yo a los ojos de los negros era blanco, pero para los ingleses era demasiado “oscuro”; así que en Venezuela quede asombrado de la manera como fui aceptado: como una persona, sin importar color de piel, nacionalidad ni pensamiento político.
Después de las elecciones donde ganó Chávez decidí irme del país porque el restaurante donde trabajaba ya no recibía muchos clientes y tenía el plan de ir otra vez a Inglaterra a trabajar para poder reunir dinero y montar mi propio negocio en esta tierra maravillosa. En el 2005 regrese y empecé la nueva aventura en Venezuela. Esta vez las cosas que me impactaron fueron: muchos carros nuevos, las infraestructuras en pésimas condiciones (sobretodo las autopistas), muchas mas personas con sobrepeso y sobretodo vi un cambio social negativo. Los venezolanos ya no eran los mismos que dejé unos años antes. Ahora las personas son más temerosas, inseguras. Se preocupan por la política del país; se preocupan por el futuro; se usan adjetivos indecorosos refiriéndose a la orientación política. En substancia se notaban las diferencias entre clases sociales, credo político y hasta equipos de béisbol.
Por mi manera de pensar siempre he ido contra la opresión de los pobres y del mas débil. Mis padres me enseñaron de no juzgar una persona hasta que no la conozca bien. Chávez y sus discursos en un primer momento me impactaron bastante pero muy pronto empecé a notar las fallas. Lo del socialismo desde el Estado es un concepto muy noble pero en ninguna parte funciono. La historia nos enseña que en otros países termino en represión. Hay que preparar la gente para que puedan tomar decisiones por si solos; hay que prepararlos desde pequeños con una buena educación y amor al prójimo y mucho, pero mucho sentido común de que les hablaba antes. Había un señor llamado Proudhon en el siglo 19 que envió varias cartas a Marx y a Engels. Marx no estaba interesado en la confrontación de ideas con alguien que pensaba de manera completamente distinta, hasta que Proudhon escribió en el frente de la carta que si no escuchas ideas diferentes a las tuyas, creerás que las tuyas son universales y por lo tanto justas. Marx creía que los pobres y oprimidos, los proletarios conscientes de su miserable condición por culpa de los burgueses que del alto mando no tenían idea, ni les interesaba su condición, pudieran un día tomar el control del Estado y pudieran entonces saber cuáles reformas hacer para que sus vidas mejoraran.
Proudhon en una de esas cartas les escribió que su concepto era muy noble, pero no puedes poner a obreros o campesinos al mando del Estado porque terminaría embriagado por el poder y el dinero, tanto como lo han sido burgueses y la nobleza. Hay un ejemplo muy fuerte en la historia: la Revolución Francesa llevó a la decapitación del rey y la instauración de Robespierre, un juez de las clases bajas, contrario a la pena de muerte, el que se hacia llamar el defensor del pueblo. Una vez al poder instauró un régimen autoritario, sumiendo al país en un período de persecuciones políticas, incertidumbre generalizada y continuas ejecuciones por traición, sedición, conspiración, entre muchos otros crímenes. Este periodo presentó a un Robespierre muy distinto al característico defensor del pueblo y se llamó posteriormente el reino del terror. Termino perdiendo la cabeza en el verdadero sentido de la palabra porque lo guillotinaron también.
El mismo Chávez no era un buen político ni buen economista, pero era un gran orador, sabía hablar a la gente y en mi perspectiva su ego era tan grande que quería ser recordado como al mismo Bolívar o más, creando la Gran Colombia. En mi opinión (y es solo mi opinión y pueden no estar de acuerdo con esto y con todo lo que escribí) él era sincero y de verdad creía lo que decía solo que, como admitió en una entrevista en Venevision el error mas grande fue la falta de controles. El, en vez de rodearse de personas capaces y preparadas se preocupó de rodearse de personas que decían creer en el socialismo tanto como él y terminaron demostrando no solo avidez de poder y dinero sino una falta de conciencia hacia el pueblo. Ahora entiendo que unas de las tácticas mas usadas por este gobierno proviene del mismo Cayo Julio Cesar y todo coincide: “divide et impera”. En Wikipedia: Esta locución literalmente significa "divide y domina", y podría ser utilizada en todos los ámbitos en los que, para obtener un mejor resultado a quien lo aplica, resulta necesario o ventajoso romper o dividir lo que se opone a su objetivo.
Los venezolanos - por muy fuertes que parezcan hoy las diferencias - no serán divididos nunca y lo único que desean es vivir una vida digna: trabajo, justicia social, seguridad, calidad de vida y el futuro que nuestros niños merecen, dado que viven en uno de los países mas ricos del mundo en recursos, pero tan pobre culturalmente. El cambio que se pide no es de presidente sino de un sistema anticuado, de una sociedad retrograda de personas que juran amar a su nación pero cuando vienen a la playa tiran basura por todas partes; ya basta de creer que quien grita mas será atendido, o que debe respetarse el lugar en la cola sin tener que recordárselo; basta de tener que pagar "por debajo" para sacar la licencia de conducir y presentar el examen correspondiente; ya basta de asesinos libres porque "se arreglaron" con el juez; basta de “tu no sabes quien soy yo?”; basta de café sin azúcar ni leche; ya basta de enfurecernos por defender a políticos que solo prometen y nunca cumplen. Lo cierto es que dependerá de nosotros, y no del Estado o de los políticos, que salgamos del atolladero para que de nuevo podamos disfrutar de unas cervecitas de noche, sentados afuera de la casa, contemplando las estrellas (sin miedo que te atraquen), compartiendo con alguien que sea del otro equipo de béisbol y hablar de nada importante.
Hola soy italiano, muchos de ustedes me conocen como dueño de una posada, donde cada día recibo personas de diferentes lugares de Venezuela y del mundo, de diferentes estratos sociales. Ellos me cuentan de todo: me hablan en especial de política, de sus ideas, de la delincuencia y de cómo debería ser un país que tiene todos los paisajes: montañas, playas, llanos etc.; con biodiversidad y los recursos de la tierra (petróleo, minerales y tierra fértil); y con el gran corazón de la gente.
Mi esposa es venezolana y mis hijos nacieron aquí. Soy ateo y apolítico: no creo en la religión y tampoco creo que ninguna corriente política partidista, de izquierda o derecha, sea la justa. Pero si tengo una ideología que me gustaría ver prevalecer en el futuro, cuando nos preparemos para ella. Se llama anarquía y mucho de ustedes lo relacionarían a caos, desorden, libre arbitrio y como algo parecido a lo que está desarrollándose en estos días. Uno de los principios básicos de la anarquía es que si el hombre tuviera conciencia común puede autogestionarse. Parece fácil decirlo así pero en realidad no es sencillo. La conciencia común es cuando no piensas en satisfacer solo tus intereses si no también los de los demás. Todos la tenemos aunque sea un poquito: hasta un asesino si ve una señora mayor caer la ayudaría a levantarse, o el banquero ávido ayudaría el niño perdido en el centro comercial.
Yo llegue a Venezuela en 1997 y, como joven europeo que por primera vez llega a un país suramericano hay ciertas cosas que me impactaron inmediatamente: lo primero fue la pobreza material y cultural de la gente y la tan baja importancia de la vida. Lo segundo fue la gran belleza de los paisajes y de la naturaleza. Tercero fue la belleza de las mujeres!!! Empecé a trabajar en el restaurante más lujoso de Margarita y conocí muchas personas importantes y famosas del país pero nunca me olvidaré la primera salida con los compañeros de trabajo venezolanos. Salimos del restaurante más o menos a las 11 de la noche y se pararon en una pequeña licorería donde no había nadie. Al preguntar donde vamos, me contestaron: “aquí”!!! Una caja de cerveza y música. En menos de una hora trancamos la calle! Habían llegado otras personas y tantos carros que la esquina se convirtió en una discoteca con iluminación natural de estrellas y la luna. Yo no hablaba castellano pero conocí tantas personas aquella noche como en un año en Europa. Por cierto yo era el centro de la atención por ser extranjero y por ser completamente negado para el baile! Había ricos, pobres, negros y blancos, hombres y mujeres desconocidos entre si, pero todos disfrutaban juntos y para mí fue la bienvenida al paraíso. Este es el sitio donde quiero vivir.
Hay que decir que venia de varios años viviendo en Inglaterra donde las cosas son un “poquito” distintas: se tiende a evitar a quien es diferente así que las mezclas raciales son raras. Es difícil ver ricos con pobres, conservadores con laboristas, y yo a los ojos de los negros era blanco, pero para los ingleses era demasiado “oscuro”; así que en Venezuela quede asombrado de la manera como fui aceptado: como una persona, sin importar color de piel, nacionalidad ni pensamiento político.
Después de las elecciones donde ganó Chávez decidí irme del país porque el restaurante donde trabajaba ya no recibía muchos clientes y tenía el plan de ir otra vez a Inglaterra a trabajar para poder reunir dinero y montar mi propio negocio en esta tierra maravillosa. En el 2005 regrese y empecé la nueva aventura en Venezuela. Esta vez las cosas que me impactaron fueron: muchos carros nuevos, las infraestructuras en pésimas condiciones (sobretodo las autopistas), muchas mas personas con sobrepeso y sobretodo vi un cambio social negativo. Los venezolanos ya no eran los mismos que dejé unos años antes. Ahora las personas son más temerosas, inseguras. Se preocupan por la política del país; se preocupan por el futuro; se usan adjetivos indecorosos refiriéndose a la orientación política. En substancia se notaban las diferencias entre clases sociales, credo político y hasta equipos de béisbol.
Por mi manera de pensar siempre he ido contra la opresión de los pobres y del mas débil. Mis padres me enseñaron de no juzgar una persona hasta que no la conozca bien. Chávez y sus discursos en un primer momento me impactaron bastante pero muy pronto empecé a notar las fallas. Lo del socialismo desde el Estado es un concepto muy noble pero en ninguna parte funciono. La historia nos enseña que en otros países termino en represión. Hay que preparar la gente para que puedan tomar decisiones por si solos; hay que prepararlos desde pequeños con una buena educación y amor al prójimo y mucho, pero mucho sentido común de que les hablaba antes. Había un señor llamado Proudhon en el siglo 19 que envió varias cartas a Marx y a Engels. Marx no estaba interesado en la confrontación de ideas con alguien que pensaba de manera completamente distinta, hasta que Proudhon escribió en el frente de la carta que si no escuchas ideas diferentes a las tuyas, creerás que las tuyas son universales y por lo tanto justas. Marx creía que los pobres y oprimidos, los proletarios conscientes de su miserable condición por culpa de los burgueses que del alto mando no tenían idea, ni les interesaba su condición, pudieran un día tomar el control del Estado y pudieran entonces saber cuáles reformas hacer para que sus vidas mejoraran.
Proudhon en una de esas cartas les escribió que su concepto era muy noble, pero no puedes poner a obreros o campesinos al mando del Estado porque terminaría embriagado por el poder y el dinero, tanto como lo han sido burgueses y la nobleza. Hay un ejemplo muy fuerte en la historia: la Revolución Francesa llevó a la decapitación del rey y la instauración de Robespierre, un juez de las clases bajas, contrario a la pena de muerte, el que se hacia llamar el defensor del pueblo. Una vez al poder instauró un régimen autoritario, sumiendo al país en un período de persecuciones políticas, incertidumbre generalizada y continuas ejecuciones por traición, sedición, conspiración, entre muchos otros crímenes. Este periodo presentó a un Robespierre muy distinto al característico defensor del pueblo y se llamó posteriormente el reino del terror. Termino perdiendo la cabeza en el verdadero sentido de la palabra porque lo guillotinaron también.
El mismo Chávez no era un buen político ni buen economista, pero era un gran orador, sabía hablar a la gente y en mi perspectiva su ego era tan grande que quería ser recordado como al mismo Bolívar o más, creando la Gran Colombia. En mi opinión (y es solo mi opinión y pueden no estar de acuerdo con esto y con todo lo que escribí) él era sincero y de verdad creía lo que decía solo que, como admitió en una entrevista en Venevision el error mas grande fue la falta de controles. El, en vez de rodearse de personas capaces y preparadas se preocupó de rodearse de personas que decían creer en el socialismo tanto como él y terminaron demostrando no solo avidez de poder y dinero sino una falta de conciencia hacia el pueblo. Ahora entiendo que unas de las tácticas mas usadas por este gobierno proviene del mismo Cayo Julio Cesar y todo coincide: “divide et impera”. En Wikipedia: Esta locución literalmente significa "divide y domina", y podría ser utilizada en todos los ámbitos en los que, para obtener un mejor resultado a quien lo aplica, resulta necesario o ventajoso romper o dividir lo que se opone a su objetivo.
Los venezolanos - por muy fuertes que parezcan hoy las diferencias - no serán divididos nunca y lo único que desean es vivir una vida digna: trabajo, justicia social, seguridad, calidad de vida y el futuro que nuestros niños merecen, dado que viven en uno de los países mas ricos del mundo en recursos, pero tan pobre culturalmente. El cambio que se pide no es de presidente sino de un sistema anticuado, de una sociedad retrograda de personas que juran amar a su nación pero cuando vienen a la playa tiran basura por todas partes; ya basta de creer que quien grita mas será atendido, o que debe respetarse el lugar en la cola sin tener que recordárselo; basta de tener que pagar "por debajo" para sacar la licencia de conducir y presentar el examen correspondiente; ya basta de asesinos libres porque "se arreglaron" con el juez; basta de “tu no sabes quien soy yo?”; basta de café sin azúcar ni leche; ya basta de enfurecernos por defender a políticos que solo prometen y nunca cumplen. Lo cierto es que dependerá de nosotros, y no del Estado o de los políticos, que salgamos del atolladero para que de nuevo podamos disfrutar de unas cervecitas de noche, sentados afuera de la casa, contemplando las estrellas (sin miedo que te atraquen), compartiendo con alguien que sea del otro equipo de béisbol y hablar de nada importante.
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