Jose Rafael López Padrino
Si algún éxito se le puede atribuir al fallecido comandante galáctico fue el haber logrado una poderosa maquinaria comunicacional de inspiración Goebbeliana, destinada a imponer la mentira oficial a través de una hegemonía comunicacional.
Esta hegemonía comunicacional la han logrado mediante la creación de un formidable aparato propagandístico alimentado con dinero del Estado que ha implicado la trasformación de las agencias informativas, las radios y las plantas televisivas públicas en espacios propagandísticos del PSUV. Han creado nuevos medios de comunicación escritos, de radio y televisión, sitios web, así como la utilización de todo un andamiaje jurídico ambiguo y discrecional, orientado a la censura y autocensura de los medios no oficiales. Por otra parte han restringido las divisas para la compra de papel a los medios impresos no afines al proceso, así como el lanzamiento de campañas publicitarias multimillonarias al servicio del régimen. Todo esto aunado a las abusivas y eternas cadenas de medios de comunicación por parte del régimen.
Esta poderosa maquinaria propagandística persigue apuntalar a ese edificio de mentiras que representa la revolución bolivariana y su desconceptualizado socialismo del siglo XXI. Maduro y su turba repiten por doquier con gran intensidad las mentiras oficiales a fin de afianzar su control social. Apelan a la teoría Goebbeliana según la cual "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad" o "miente, miente, que al final algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá" a fin de consolidar su proyecto. Siniestra teoría basada en la mentira y la manipulación que desgraciadamente no desapareció con la derrota del Tercer Reich y que hoy constituye el paradigma fundamental de esta bastarda revolución.
El gran objetivo de estos bandoleros en el poder reside en querer transformar sus mentiras en verdades apelando además de su maquinaria propagandística, a los más perversos métodos como la manipulación emocional de las personas a fin de implantar miedos y temores, induciendo comportamientos condicionados con la finalidad de que los individuos acepten medidas contrarias a sus propios intereses colectivos. Persiguen desviar sistemáticamente la atención de los venezolanos de los problemas fundamentales, mediante la técnica de la inundación de informaciones insignificantes destinadas a generar distracciones.
De todo este poder comunicacional se ha valido el régimen para publicitar su "verdad oficial" inhabilitada para convivir con las verdades de los otros. Verdad oficial que no coincide con la realidad de un país hundido en la bancarrota, sumido en la escasez, devorado por la inseguridad, carcomido por la división, y devastado por el odio social. El régimen ha institucionalizado la mentira a fin de generar falsas matrices de opinión e inducir comportamientos inicuos en el colectivo social para eternizarse en el poder.
Si algún éxito se le puede atribuir al fallecido comandante galáctico fue el haber logrado una poderosa maquinaria comunicacional de inspiración Goebbeliana, destinada a imponer la mentira oficial a través de una hegemonía comunicacional.
Esta hegemonía comunicacional la han logrado mediante la creación de un formidable aparato propagandístico alimentado con dinero del Estado que ha implicado la trasformación de las agencias informativas, las radios y las plantas televisivas públicas en espacios propagandísticos del PSUV. Han creado nuevos medios de comunicación escritos, de radio y televisión, sitios web, así como la utilización de todo un andamiaje jurídico ambiguo y discrecional, orientado a la censura y autocensura de los medios no oficiales. Por otra parte han restringido las divisas para la compra de papel a los medios impresos no afines al proceso, así como el lanzamiento de campañas publicitarias multimillonarias al servicio del régimen. Todo esto aunado a las abusivas y eternas cadenas de medios de comunicación por parte del régimen.
Esta poderosa maquinaria propagandística persigue apuntalar a ese edificio de mentiras que representa la revolución bolivariana y su desconceptualizado socialismo del siglo XXI. Maduro y su turba repiten por doquier con gran intensidad las mentiras oficiales a fin de afianzar su control social. Apelan a la teoría Goebbeliana según la cual "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad" o "miente, miente, que al final algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá" a fin de consolidar su proyecto. Siniestra teoría basada en la mentira y la manipulación que desgraciadamente no desapareció con la derrota del Tercer Reich y que hoy constituye el paradigma fundamental de esta bastarda revolución.
El gran objetivo de estos bandoleros en el poder reside en querer transformar sus mentiras en verdades apelando además de su maquinaria propagandística, a los más perversos métodos como la manipulación emocional de las personas a fin de implantar miedos y temores, induciendo comportamientos condicionados con la finalidad de que los individuos acepten medidas contrarias a sus propios intereses colectivos. Persiguen desviar sistemáticamente la atención de los venezolanos de los problemas fundamentales, mediante la técnica de la inundación de informaciones insignificantes destinadas a generar distracciones.
De todo este poder comunicacional se ha valido el régimen para publicitar su "verdad oficial" inhabilitada para convivir con las verdades de los otros. Verdad oficial que no coincide con la realidad de un país hundido en la bancarrota, sumido en la escasez, devorado por la inseguridad, carcomido por la división, y devastado por el odio social. El régimen ha institucionalizado la mentira a fin de generar falsas matrices de opinión e inducir comportamientos inicuos en el colectivo social para eternizarse en el poder.
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