Fabio
Preferiría usar la palabra adrede, para explicar la situación de división en estas marchas colectivas. En casos específicos tuve la oportunidad de ver, la actuación –donde ensayan los actores- de una señora en mando de un micrófono en la Plaza de la República en Maracaibo. Esta señora que atraía a un grupo de marchantes –aparte de otros grupos de marchantes dispersos por una zona que se usaba de acoplamiento- decía que la manifestación debía de ser de orden pacífico, negaba las quemas de cauchos, negaba la obstrucción de vías, negaba las tiraderas de piedra, pero en un momento apareció una joven muchacha que con poca voz, sin micrófono, replicaba a la señora diciéndole que como era posible, que ella y un grupo de jóvenes estaba de vanguardia en la marcha, y que por iniciativa propia un joven decidió prender cauchos, y cuando el grupo grande pedía que no lo hiciera éste se burlaba sin obedecer.
La señora del micrófono pudo decir que ella ya había pedido el cese de quema de cauchos pero que nadie obedecía, la joven, sin micrófono, planteó que en las redes sociales en otras ciudades los dirigentes escribían que no hicieran quemas de cauchos y actos vandálicos, en cambio de Maracaibo no soltaban esas directrices, la señora del micrófono dijo que se había extraviado el celular inteligente y que por ello no habían escrito nada de sobre eso, luego la joven sin micrófono siguió hablando planteando que más bien leía que quemaran cauchos y bloquearan calles y mientras ella seguía hablando un joven de la “tarima” tomo el micrófono interrumpiendo a la joven sin micrófono. Luego para mas bochorno la señora con el micrófono pedía con mucho favor que le encontraran el celular inteligente.
Los dirigentes sin rostros, tuvieron la capacidad de movilizar el silencio peligroso de la masa, para un acto de reacción ante objetivos puntualizados como excusa para otros actos. Son actos irracionales, divididos. Hay que tener en cuenta que toda información que se le deposite al mito pueblo es banalizada y absorbida de todo tipo de contenido. No hay contenido en las manifestaciones y eso produce unas consecuencias sin contenido que se inviste a reflexiones impuras y arrepentimientos ocasionales.
Analizar el terreno cada vez más ocupado por bandos que pertenecen a una misma ideología pero divididos en ciertas situaciones argumentales, obstruyendo todo tipo de flujos intelectuales ineludiblemente causa una cierta zozobra de pensamiento. Ante la capacidad ideológica que trato de desenmascarar, une una misma consecuencia a favor del poder, de todo tipo de poder político.
De los flujos que he podido interceptar, no he visto una resolución verdaderamente pensada al problema. El problema no son las manifestaciones, ni el gobierno. El problema reside a una manipulación de parte del poder en general. Hacerse cargo de imagen pública de una especie de ideología otorga una buena parte del poder. Se discute en eliminar el poder de frente, que es el gobierno.
La especie de paradoja se enfrenta en lo siguiente: la erradicación del poder oficialista, es apoyado por otro tipo de poder, digamos que un poder opositor. En la manera que se está exigiendo una comprensión por parte del gobierno para la crisis alimentaria, la seguridad, la “libertad” – un complejo concepto filosófico, posiblemente utilizada por el poder para consecuencias perversas, como el mito: “pueblo” – es asumiendo por parte de la masa, un cierto quiebre de libertad, en muchos sentidos, como asumir directrices de otros manifestante para obstruir un calle, o un flujo intelectual. Además de la misma pequeña dosis de libertad que entregan los manifestante para manifestar. El conjunto de argumentos posiblemente generada por una misma matriz.
Se está desenmascarando una máscara pérfida y sin olor. Es una máscara que ni oculta una rostro. Es el enmascaramiento del sistema obsoleto y arborescente. Probablemente se esté armando un desgobierno organizado, sin conocimiento previo de las limitaciones.
Me atrevo a decir, que esta salida, tiene algo que favorece al poder, partidos políticos de oposición, y al gobierno. Insisto que se debería exigir más bien libertad controlada, callada, silenciosa. Nada le teme el poder, sino al peligroso silencio. Esto que se está generando tiene que ver con la exigencia del poder a la sociedad para la mayor permanencia del mismo poder. No sabemos bien quien será el rostro, pero sin duda no le faltaran significantes al poder sino dentro de un corto tiempo.
Preferiría usar la palabra adrede, para explicar la situación de división en estas marchas colectivas. En casos específicos tuve la oportunidad de ver, la actuación –donde ensayan los actores- de una señora en mando de un micrófono en la Plaza de la República en Maracaibo. Esta señora que atraía a un grupo de marchantes –aparte de otros grupos de marchantes dispersos por una zona que se usaba de acoplamiento- decía que la manifestación debía de ser de orden pacífico, negaba las quemas de cauchos, negaba la obstrucción de vías, negaba las tiraderas de piedra, pero en un momento apareció una joven muchacha que con poca voz, sin micrófono, replicaba a la señora diciéndole que como era posible, que ella y un grupo de jóvenes estaba de vanguardia en la marcha, y que por iniciativa propia un joven decidió prender cauchos, y cuando el grupo grande pedía que no lo hiciera éste se burlaba sin obedecer.
La señora del micrófono pudo decir que ella ya había pedido el cese de quema de cauchos pero que nadie obedecía, la joven, sin micrófono, planteó que en las redes sociales en otras ciudades los dirigentes escribían que no hicieran quemas de cauchos y actos vandálicos, en cambio de Maracaibo no soltaban esas directrices, la señora del micrófono dijo que se había extraviado el celular inteligente y que por ello no habían escrito nada de sobre eso, luego la joven sin micrófono siguió hablando planteando que más bien leía que quemaran cauchos y bloquearan calles y mientras ella seguía hablando un joven de la “tarima” tomo el micrófono interrumpiendo a la joven sin micrófono. Luego para mas bochorno la señora con el micrófono pedía con mucho favor que le encontraran el celular inteligente.
Los dirigentes sin rostros, tuvieron la capacidad de movilizar el silencio peligroso de la masa, para un acto de reacción ante objetivos puntualizados como excusa para otros actos. Son actos irracionales, divididos. Hay que tener en cuenta que toda información que se le deposite al mito pueblo es banalizada y absorbida de todo tipo de contenido. No hay contenido en las manifestaciones y eso produce unas consecuencias sin contenido que se inviste a reflexiones impuras y arrepentimientos ocasionales.
Analizar el terreno cada vez más ocupado por bandos que pertenecen a una misma ideología pero divididos en ciertas situaciones argumentales, obstruyendo todo tipo de flujos intelectuales ineludiblemente causa una cierta zozobra de pensamiento. Ante la capacidad ideológica que trato de desenmascarar, une una misma consecuencia a favor del poder, de todo tipo de poder político.
De los flujos que he podido interceptar, no he visto una resolución verdaderamente pensada al problema. El problema no son las manifestaciones, ni el gobierno. El problema reside a una manipulación de parte del poder en general. Hacerse cargo de imagen pública de una especie de ideología otorga una buena parte del poder. Se discute en eliminar el poder de frente, que es el gobierno.
La especie de paradoja se enfrenta en lo siguiente: la erradicación del poder oficialista, es apoyado por otro tipo de poder, digamos que un poder opositor. En la manera que se está exigiendo una comprensión por parte del gobierno para la crisis alimentaria, la seguridad, la “libertad” – un complejo concepto filosófico, posiblemente utilizada por el poder para consecuencias perversas, como el mito: “pueblo” – es asumiendo por parte de la masa, un cierto quiebre de libertad, en muchos sentidos, como asumir directrices de otros manifestante para obstruir un calle, o un flujo intelectual. Además de la misma pequeña dosis de libertad que entregan los manifestante para manifestar. El conjunto de argumentos posiblemente generada por una misma matriz.
Se está desenmascarando una máscara pérfida y sin olor. Es una máscara que ni oculta una rostro. Es el enmascaramiento del sistema obsoleto y arborescente. Probablemente se esté armando un desgobierno organizado, sin conocimiento previo de las limitaciones.
Me atrevo a decir, que esta salida, tiene algo que favorece al poder, partidos políticos de oposición, y al gobierno. Insisto que se debería exigir más bien libertad controlada, callada, silenciosa. Nada le teme el poder, sino al peligroso silencio. Esto que se está generando tiene que ver con la exigencia del poder a la sociedad para la mayor permanencia del mismo poder. No sabemos bien quien será el rostro, pero sin duda no le faltaran significantes al poder sino dentro de un corto tiempo.
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