danielinyaracuy@gmail.com
Hay crímenes que marcan una sociedad. El asunto comenzó temprano el martes 7/1/2014, cuando nos enteramos de que Mónica Spear fue asesinada con su (ex) marido dentro de su coche, delante de su hija de 5 años cuyos gritos alertaron finalmente a otro transeúnte.
En cierto modo el observador casual podría preguntarse por qué el asesinato de dos personas debería importar en un país que tenía el año pasado alrededor de 24.000 asesinatos, más del doble de lo que pasó en Iraq, sólo por detrás de, supongo, Siria. Estamos hablando de más de 66 asesinatos al día, y aunque tomásemos por cierto el valor nominal de las mentiras del régimen todavía estaríamos en más de 30 crímenes diarios. Mónica Spear es sólo parte de una de por lo menos 30 familias que empiezan a llorar hoy.
Pero sí importa por quien era Mónica Spear, por la forma en que ocurrió el delito y la situación de seguridad en el país en este a principio de 2014.
Mónica era una ingenua en las telenovelas, llegando allí después de ganar el muy deseado título de Miss Venezuela. Al contrario de muchos usó este que como un simple trampolín para convertirse en una actriz de telenovelas, como un simple trabajo, no necesariamente un viaje del ego. Sus roles lograron bastante popularidad, y ganó un trabajo fuera de Venezuela ya que las perspectivas de las telenovelas locales se convirtieron más débiles desde que el régimen cerro medios de comunicación que le desagradaban. Incluso un bloggero que nunca ve las telenovelas y quien no le importa la farándula sabía quién era ella.
Su muerte tiene muchos aspectos estúpidos. Y, sin embargo, sean los errores de ella o de su marido nos golpeó duro el asunto porque sabemos que a pesar de todas nuestras precauciones esos son los errores que cualquiera de nosotros podría hacer algún día.
Ellos viajaban a las 10 PM en una zona peligrosa cuando se les daño el vehículo. Sabemos que no debemos conducir más allá de 8 PM en cualquier carretera venezolana, que los que sí lo hacen van armados o siguen alguna forma de caravana. Pero todos sabemos que el día menos pensado todos podemos probar nuestra suerte; y ahora sabemos que no. Mas nada.
Se resistieron al robo, en la espera de ayuda vial. Ésta en Venezuela es muy deficiente ya que el régimen no considera que pueda ganar votos a través de un sistema de rescate. Siempre se nos dice que NUNCA debemos resistirnos a un robo porque la vida humana ya no vale nada en Venezuela, donde decenas de personas son asesinadas a quemarropa todos los días por menos que el valor de la ropa. Ni siquiera deberíamos mirar a los ladrones, se nos dice. Pero tal vez tuvieron miedo. Tal vez pensaron acerca de su hija de 5 años. Tal vez pensaron que una ex Miss Venezuela sería demasiada tentación para la violación. Nunca lo sabremos, pero se encerraron dentro de su ataúd. Todos sabemos que podríamos hacer lo mismo si tenemos miedo, incluso al mediodía.
Y sabemos a ciencia cierta que el crimen va a retumbar más de lo que debería al considerar cómo el régimen ha estado actuando contra el crimen durante años y la forma en que trató desesperadamente el martes de minimizar el impacto a través de un espectáculo hipócrita que da pena, que incluyó al ministro del Interior sobrevolando la escena del hecho. Como si un paseo en helicóptero horas después del crimen revelaría a los criminales ya harto largados de la escena.
Viajo a menudo por esa carretera donde fue asesinada Mónica Spear, hasta unas 5 veces al mes. Hay sólo tres alcabalas. Una es el antiguo peaje saliendo de Valencia, ahora casi desierta a excepción de la dirección a Valencia, donde se matraquean los camiones. Usted tiene que conducir casi a El Cambur para llegar a la segunda alcabala. Esta la maneja el ejército mediante reclutas muy jóvenes con armamento masivo que apenas pueden cargar. Usted no se siente seguro, usted espera que no dejen caer su arma por accidente. La alcabala está ahí porque está bajo la sombra del único puente que va por encima de la autopista. Y poco después, entrando a El Palito la tercera alcabala de la Guardia Nazional.
Puedo dar fe de que es un rareza cruzarse con cualquier personal de seguridad cuando se pasa por esa autopista, y menos aún a una grúa. Si ve algo es un vehículo oficial yendo rápido a su destino, ignorando el resto. Existen muchos huecos a pesar de que es una autopista, y desde luego no los verían en la noche lo que arruinaría un auto, como el marido de Monica hizo. Es un camino peligroso ya que las dos terceras partes están desiertas y el último tercio antes de Puerto Cabello está rodeado de "invasiones " y otras barriadas. Los invasores siempre están cerca de las carreteras principales porque, usted entenderá, las autoridades permiten que los autobuses se detengan para recoger pasajeros, algo que está prohibido en cualquier autopista del mundo. Además, el transporte público no le gusta conducir por la carretera vieja, demasiado peligroso ....
No importa que los invasores sean flojos, que no quieran caminar mucho para el transporte, ya están cometiendo un delito cuando invaden y por lo tanto son un caldo de cultivo para delincuentes que rondaran las calles a altas horas de la noche, como lo fue en Venezuela en el siglo XIX donde hemos retrocedido bajo Chávez . Y no sólo en eso del crimen.
¿Ayudan de alguna manera esas alcabalas? Absolutamente de ninguna manera. El punto es para detener los camiones y coches que parecen haber perdido algo y amenazar a los conductores con una multa. A continuación, las víctimas sobornarán a los guardias Nazionales o los superiores de los soldados que esperan en una carpa de lado que a veces tiene una planta de generación para la refrigeración de algo. No importa a qué hora del día su auto se descomponga en lo que es posiblemente la segunda carretera más importante de Venezuela. ¡Pobre de usted! Y se le pasa de noche, prepárese para la tragedia. Los soldados y los guardias tienen otros asuntos más urgentes que atender.
¿Por qué hay tanta inseguridad en Venezuela, en las carreteras o en otros lugares? Es porque al régimen no le importa. Es porque de hecho el régimen lo quiere así. Es porque el régimen sabe muy bien que la gente de pie durante horas en la cola por unos cuantos kilos de harina, o escondida en su casa después del anochecer no va a tener mucho tiempo ni humor para criticar de forma activa, y mucho menos conspirar.
El régimen no quiere gastar mucho dinero en la policía porque no da suficiente dividendos electorales por lo que costaría. En este país una bolsa gratis de productos pésimos de Mercal es más barato y más eficaz para asegurar el voto. El régimen no quiere pagar por una flota de patrullas de seguridad de carreteras y camiones de remolque, porque las personas más susceptibles de beneficiarse de ellos ya votan en contra del régimen. El régimen paga por algunos policías pero es inútil para nuestra seguridad, porque una gran parte de ellos son utilizados como guardaespaldas personales de los dignatarios del régimen en lugar de pisar el asfalto. Nos las arreglaremos por nuestra cuenta.
Y lo que es peor, porque el régimen promueve activamente la violencia. Lo escucharon en el discurso divisionista y violento de Chávez. Usted lo ve cuando sus secuaces no tienen ningún reparo en golpear a los diputados de oposición. Es aún peor cuando los criminales ven que el hombre que golpeo a los diputados, grabado en vídeo, ahora se le dio una puesto de alcalde en el estado Guárico. Se insiste cuando la ministra carcelera se abraza con pranes en público, los llama víctimas o “privado de libertad" en lugar de prisionero, o incluso en un exceso orwelliano supremo va de "malandro" a "buenandro".
¿Por qué deberían preocuparse los criminales? Es probable que no sean atrapados. Probablemente se los soltaran antes del juicio. Ellos probablemente servirán una fracción de su sentencia. Probablemente terminarán contratados por algún colectivo chavista.
La solución no es un nuevo plan de seguridad porque el régimen no tiene intención alguna de aplicarlo con algo de seriedad. La única solución para nuestro problema de la delincuencia es un cambio de régimen. No hay otra solución. Este delito ha puesto en conmoción al país en una forma que ningún otro crimen hizo. Incluso la televisión francesa informó esa noche sobre él. Ni siquiera el famoso crimen de los hermanos Faddul que Chávez desdeñaba con arrogancia suprema ha conseguido un impacto tan grande. Después de todo, era algo sobre niños ricos secuestrados. Monica Spear es alguien con un auto de diez años que se estropea en la oscuridad de la noche. Es cualquiera de nosotros. Pero Chávez era un descarado, todos sabíamos eso. Maduro no puede darse esos lujos, de la manera que Chávez hizo, por lo que ayer incluso convocó a los artistas que apoyaron a Chávez a lloriquear de no "hacer de este crimen en un asunto político", como si el crimen no fuera una decisión política o un reflejo de la incompetencia del régimen. El régimen es el único culpable del delito porque el régimen no ha tomado las medidas adecuadas y porque el régimen ha arruinado el país, matando los puestos de trabajo y creando así las condiciones que favorecen la delincuencia; a la par del aumento del tráfico de drogas que facilitó el camino.
La solución es, si todavía hay una, a través de un cambio de régimen, un cambio de políticas, un cambio de prioridades. No hay otra manera. Con Chávez la tasa de asesinatos ha aumentado 5 veces y la población ni siquiera 1.5 veces. No hay forma de esconderlo, la delincuencia de hoy es culpa de Chávez, no importa el origen que esta tenga.
[Tomado de http://daniel-venezuela.blogspot.com/2014/01/el-asesinato-de-monica-spears-sobra.html]
Hay crímenes que marcan una sociedad. El asunto comenzó temprano el martes 7/1/2014, cuando nos enteramos de que Mónica Spear fue asesinada con su (ex) marido dentro de su coche, delante de su hija de 5 años cuyos gritos alertaron finalmente a otro transeúnte.
En cierto modo el observador casual podría preguntarse por qué el asesinato de dos personas debería importar en un país que tenía el año pasado alrededor de 24.000 asesinatos, más del doble de lo que pasó en Iraq, sólo por detrás de, supongo, Siria. Estamos hablando de más de 66 asesinatos al día, y aunque tomásemos por cierto el valor nominal de las mentiras del régimen todavía estaríamos en más de 30 crímenes diarios. Mónica Spear es sólo parte de una de por lo menos 30 familias que empiezan a llorar hoy.
Pero sí importa por quien era Mónica Spear, por la forma en que ocurrió el delito y la situación de seguridad en el país en este a principio de 2014.
Mónica era una ingenua en las telenovelas, llegando allí después de ganar el muy deseado título de Miss Venezuela. Al contrario de muchos usó este que como un simple trampolín para convertirse en una actriz de telenovelas, como un simple trabajo, no necesariamente un viaje del ego. Sus roles lograron bastante popularidad, y ganó un trabajo fuera de Venezuela ya que las perspectivas de las telenovelas locales se convirtieron más débiles desde que el régimen cerro medios de comunicación que le desagradaban. Incluso un bloggero que nunca ve las telenovelas y quien no le importa la farándula sabía quién era ella.
Su muerte tiene muchos aspectos estúpidos. Y, sin embargo, sean los errores de ella o de su marido nos golpeó duro el asunto porque sabemos que a pesar de todas nuestras precauciones esos son los errores que cualquiera de nosotros podría hacer algún día.
Ellos viajaban a las 10 PM en una zona peligrosa cuando se les daño el vehículo. Sabemos que no debemos conducir más allá de 8 PM en cualquier carretera venezolana, que los que sí lo hacen van armados o siguen alguna forma de caravana. Pero todos sabemos que el día menos pensado todos podemos probar nuestra suerte; y ahora sabemos que no. Mas nada.
Se resistieron al robo, en la espera de ayuda vial. Ésta en Venezuela es muy deficiente ya que el régimen no considera que pueda ganar votos a través de un sistema de rescate. Siempre se nos dice que NUNCA debemos resistirnos a un robo porque la vida humana ya no vale nada en Venezuela, donde decenas de personas son asesinadas a quemarropa todos los días por menos que el valor de la ropa. Ni siquiera deberíamos mirar a los ladrones, se nos dice. Pero tal vez tuvieron miedo. Tal vez pensaron acerca de su hija de 5 años. Tal vez pensaron que una ex Miss Venezuela sería demasiada tentación para la violación. Nunca lo sabremos, pero se encerraron dentro de su ataúd. Todos sabemos que podríamos hacer lo mismo si tenemos miedo, incluso al mediodía.
Y sabemos a ciencia cierta que el crimen va a retumbar más de lo que debería al considerar cómo el régimen ha estado actuando contra el crimen durante años y la forma en que trató desesperadamente el martes de minimizar el impacto a través de un espectáculo hipócrita que da pena, que incluyó al ministro del Interior sobrevolando la escena del hecho. Como si un paseo en helicóptero horas después del crimen revelaría a los criminales ya harto largados de la escena.
Viajo a menudo por esa carretera donde fue asesinada Mónica Spear, hasta unas 5 veces al mes. Hay sólo tres alcabalas. Una es el antiguo peaje saliendo de Valencia, ahora casi desierta a excepción de la dirección a Valencia, donde se matraquean los camiones. Usted tiene que conducir casi a El Cambur para llegar a la segunda alcabala. Esta la maneja el ejército mediante reclutas muy jóvenes con armamento masivo que apenas pueden cargar. Usted no se siente seguro, usted espera que no dejen caer su arma por accidente. La alcabala está ahí porque está bajo la sombra del único puente que va por encima de la autopista. Y poco después, entrando a El Palito la tercera alcabala de la Guardia Nazional.
Puedo dar fe de que es un rareza cruzarse con cualquier personal de seguridad cuando se pasa por esa autopista, y menos aún a una grúa. Si ve algo es un vehículo oficial yendo rápido a su destino, ignorando el resto. Existen muchos huecos a pesar de que es una autopista, y desde luego no los verían en la noche lo que arruinaría un auto, como el marido de Monica hizo. Es un camino peligroso ya que las dos terceras partes están desiertas y el último tercio antes de Puerto Cabello está rodeado de "invasiones " y otras barriadas. Los invasores siempre están cerca de las carreteras principales porque, usted entenderá, las autoridades permiten que los autobuses se detengan para recoger pasajeros, algo que está prohibido en cualquier autopista del mundo. Además, el transporte público no le gusta conducir por la carretera vieja, demasiado peligroso ....
No importa que los invasores sean flojos, que no quieran caminar mucho para el transporte, ya están cometiendo un delito cuando invaden y por lo tanto son un caldo de cultivo para delincuentes que rondaran las calles a altas horas de la noche, como lo fue en Venezuela en el siglo XIX donde hemos retrocedido bajo Chávez . Y no sólo en eso del crimen.
¿Ayudan de alguna manera esas alcabalas? Absolutamente de ninguna manera. El punto es para detener los camiones y coches que parecen haber perdido algo y amenazar a los conductores con una multa. A continuación, las víctimas sobornarán a los guardias Nazionales o los superiores de los soldados que esperan en una carpa de lado que a veces tiene una planta de generación para la refrigeración de algo. No importa a qué hora del día su auto se descomponga en lo que es posiblemente la segunda carretera más importante de Venezuela. ¡Pobre de usted! Y se le pasa de noche, prepárese para la tragedia. Los soldados y los guardias tienen otros asuntos más urgentes que atender.
¿Por qué hay tanta inseguridad en Venezuela, en las carreteras o en otros lugares? Es porque al régimen no le importa. Es porque de hecho el régimen lo quiere así. Es porque el régimen sabe muy bien que la gente de pie durante horas en la cola por unos cuantos kilos de harina, o escondida en su casa después del anochecer no va a tener mucho tiempo ni humor para criticar de forma activa, y mucho menos conspirar.
El régimen no quiere gastar mucho dinero en la policía porque no da suficiente dividendos electorales por lo que costaría. En este país una bolsa gratis de productos pésimos de Mercal es más barato y más eficaz para asegurar el voto. El régimen no quiere pagar por una flota de patrullas de seguridad de carreteras y camiones de remolque, porque las personas más susceptibles de beneficiarse de ellos ya votan en contra del régimen. El régimen paga por algunos policías pero es inútil para nuestra seguridad, porque una gran parte de ellos son utilizados como guardaespaldas personales de los dignatarios del régimen en lugar de pisar el asfalto. Nos las arreglaremos por nuestra cuenta.
Y lo que es peor, porque el régimen promueve activamente la violencia. Lo escucharon en el discurso divisionista y violento de Chávez. Usted lo ve cuando sus secuaces no tienen ningún reparo en golpear a los diputados de oposición. Es aún peor cuando los criminales ven que el hombre que golpeo a los diputados, grabado en vídeo, ahora se le dio una puesto de alcalde en el estado Guárico. Se insiste cuando la ministra carcelera se abraza con pranes en público, los llama víctimas o “privado de libertad" en lugar de prisionero, o incluso en un exceso orwelliano supremo va de "malandro" a "buenandro".
¿Por qué deberían preocuparse los criminales? Es probable que no sean atrapados. Probablemente se los soltaran antes del juicio. Ellos probablemente servirán una fracción de su sentencia. Probablemente terminarán contratados por algún colectivo chavista.
La solución no es un nuevo plan de seguridad porque el régimen no tiene intención alguna de aplicarlo con algo de seriedad. La única solución para nuestro problema de la delincuencia es un cambio de régimen. No hay otra solución. Este delito ha puesto en conmoción al país en una forma que ningún otro crimen hizo. Incluso la televisión francesa informó esa noche sobre él. Ni siquiera el famoso crimen de los hermanos Faddul que Chávez desdeñaba con arrogancia suprema ha conseguido un impacto tan grande. Después de todo, era algo sobre niños ricos secuestrados. Monica Spear es alguien con un auto de diez años que se estropea en la oscuridad de la noche. Es cualquiera de nosotros. Pero Chávez era un descarado, todos sabíamos eso. Maduro no puede darse esos lujos, de la manera que Chávez hizo, por lo que ayer incluso convocó a los artistas que apoyaron a Chávez a lloriquear de no "hacer de este crimen en un asunto político", como si el crimen no fuera una decisión política o un reflejo de la incompetencia del régimen. El régimen es el único culpable del delito porque el régimen no ha tomado las medidas adecuadas y porque el régimen ha arruinado el país, matando los puestos de trabajo y creando así las condiciones que favorecen la delincuencia; a la par del aumento del tráfico de drogas que facilitó el camino.
La solución es, si todavía hay una, a través de un cambio de régimen, un cambio de políticas, un cambio de prioridades. No hay otra manera. Con Chávez la tasa de asesinatos ha aumentado 5 veces y la población ni siquiera 1.5 veces. No hay forma de esconderlo, la delincuencia de hoy es culpa de Chávez, no importa el origen que esta tenga.
[Tomado de http://daniel-venezuela.blogspot.com/2014/01/el-asesinato-de-monica-spears-sobra.html]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.