Víctor Flores
El presidente Rafael Correa ha comprometido casi toda la producción petrolera de Ecuador por una multimillonaria deuda con China, que triangula esos flujos de crudo con oscuros intermediarios, hacia los depósitos de Chevron en Estados Unidos, la misma que es perseguida por millonarios daños ecológicos en la Amazonia. La compleja trama tejida por Correa, uno de los más fervorosos seguidores del "socialismo del siglo XXI" proclamado por el ex presidente Hugo Chávez, muestra una cadena de incongruencias con su retórica de izquierdas y ha sido develada por una documentada investigación de dos periodistas de la agencia Reuters con base en documentos oficiales
La punta de la madeja fue un dato curioso en los negocios petroleros que hacen las firmas petroleras estatales chinas con Ecuador: comenzaron a negociar cada vez más petróleo en el exterior que el destinado finalmente a China, de acuerdo con la extensa investigación de la agencia británica divulgada a finales de noviembre de este año que termina. Y para ello, los chinos contrataron a intermediarios que han sido muy denostados por Correa como “corruptos” que sacan ganancias de las riquezas naturales ecuatorianas. Entre ellas está la polémica Taurus Petroleum, cuya negociación del petróleo iraquí durante la guerra ha sido en años anteriores objeto del escrutinio de fiscales en Estados Unidos.
Primer paso: China toma control del petróleo ecuatoriano
Menos del 2% del petróleo ecuatoriano entregado a los chinos fue exportado a China durante el segundo trimestre de 2013, casi nada, de acuerdo con datos del Banco Central del Ecuador. Al contrario, al menos 214.000 barriles diarios -40 por ciento de la producción de Ecuador-, fueron enviados a Estados Unidos, a las refinerías que pueden procesar el azufrado petróleo pesado latinoamericano, entre ellas Chevron.
Correa, electo tres veces consecutivas para gobernar desde 2006 hasta 2016, declaró una popular moratoria de su deuda externa en 2007, en su primer año en el poder. Entonces comenzó a endeudarse con China, desde los primeros 1.000 millones de dólares recibidos en 2009 hasta llegar a 9.000 millones de dólares en 2013.
Las compañías estatales de la OPEP, como Petroecuador, ejercen naturalmente un estricto control sobre el destino final de su petróleo, para vigilar a sus competidores vecinos. Y Petrochina estaba comprometida a no revender el petróleo ecuatoriano a mercados cercanos como por ejemplo Perú o Chile, que son el mercado natural de Petroecuador, menos a la demonizada Chevron.
Pero a medida que los préstamos continuaron fluyendo, las firmas chinas fueron logrando la confianza de Ecuador y lograron permisos para vender el petróleo ecuatoriano a cualquier comprador que a Beijing le interesara, de acuerdo con un memorando de julio del 2009 examinado por los periodistas Joshua Schneyer y Nicolás Medina de la agencia Reuters. El ministro de Finanzas de Ecuador se opuso entonces a otorgar a China esos permisos, pero Correa los otorgó. Las firmas chinas se convirtieron en intermediarios en la mayor parte de las ventas de petróleo ecuatoriano, con la opción estratégica de desviar barriles a China si el gigante asiático los necesitara. En mi entrega anterior expliqué ampliamente el mecanismo. (http://www.petroleumworldve.com/edito13120301.htm)
Segundo paso: el regreso de intermediarios demonizados
Cuando fue electo en el 2006, Correa prometió eliminar a los intermediarios de petróleo ecuatoriano y los satanizó. Pero bajo su mando ha ocurrido lo contrario. Petrochina se ha asociado con esas misma firmas privadas negociadoras de petróleo criticadas por el Presidente para revender el petróleo ecuatoriano, bajo su control mediante préstamos.
En su discurso público, Correa despotrica con frecuencia en contra de las firmas privadas que comercian los embarques petroleros de Ecuador (traders), fuente de dos tercios de las exportaciones y de casi la mitad del presupuesto de su Gobierno. En un discurso después de su elección en el 2006, Corera proclamó: "Hemos terminado con los intermediarios de nuestro petróleo", a quienes acusó de corruptos por beneficiarse a costa de Petroecuador. Pero a medida que los gobiernos alineados con Venezuela, como Ecuador y Bolivia, endurecieron su discurso y deterioraron sus relaciones con Estados Unidos, los gigantes petroleros chinos comenzaron a expandir sus negocios; y también a competir con grandes compañías de venta de materias primas. Trajeron de regreso a los intermediarios.
Correa considera las ventas de petróleo a China como un triunfo de comercio entre gobiernos amigos y no ha permitido comprar el petróleo de Petroecuador a negociadores de petróleo muy conocidos como Glencore, que adquirió anteriormente grandes volúmenes de crudo ecuatoriano. Glencore es un ejemplo de esas empresas condenadas por Correa, expulsadas del negocio que han regresado al negocio por varias puertas laterales de sus amigos: en 2008 el presidente bolivariano del país andino anunció con bombos y platillos un contrato para suministro de derivados entre Petroecuador y la petrolera estatal venezolana PDVSA, como un mecanismo para eliminar a los intermediarios. A su lado estaba el ex presidente Chávez. Pero el fiasco estaba a la vuelta de la esquina: PDVSA contrató después a empresas privadas intermediarias para suministrarle los derivados de petróleo, incluyendo a la misma Glencore, uno de los intermediarios suspendidos por Correa en Ecuador, acusados de corruptos. Los detractores de Correa, incluidas figuras de la izquierda, dicen que el Gobierno les permite a esos intermediarios negociar el petróleo de Ecuador a precios más altos en el exterior, lo cual podría implicar pérdidas para Petroecuador.
Tercer paso: el oscuro caso Taurus Petroleum
Mientras que el país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se comprometió a vender una gran parte de sus exportaciones de petróleo a compañías petroleras estatales chinas, Taurus Petroeum una poco conocida compañía de negociación suiza con un oscuro historial como intermediario de petróleo iraquí y sus socios han acaparado la intermediación en la venta del petróleo de Ecuador.
Calendarios internos de exportación de la compañía estatal petrolera Petroecuador revisados por la agencia Reuters muestran como Petrochina -la principal compradora del crudo ecuatoriano- contrató a una pequeña compañía que en realidad es un embarcador que trabaja para Taurus Petroleum. Se trata de Ursa, una empresa establecida en Hong Kong, para ayudar en los embarques a la intermediaria establecida en Suiza. Según estos calendarios, esos intermediarios han manejado el conjunto casi dos terceras partes de los 33 millones de barriles de petróleo exportados por Ecuador durante el segundo trimestre de 2013. Casi el 70% de los embarques fueron enviados a Estados Unidos, directamente a un área offshore en Panamá, PanPac, donde los despachos de petróleo son embarcados de nuevo en barcos destinados a los Estados Unidos. Así se ocultó el destinatario final del crudo ecuatoriano.
Durante los últimos cuatro años Taurus Petroleum ha jugado un papel crucial vendiendo el petróleo ecuatoriano a lo largo de la costa del Pacífico de Estados Unidos. Reuters reportó que Ursa actúa como un embarcador para Taurus Petroleum, la compañía establecida en Ginebra, cuyo principal negocio hace una década fue vender el petróleo iraquí dentro del programa de Naciones Unidas de canje de petróleo por comida. De acuerdo con el análisis de Reuters sobre datos de importaciones de petróleo de Estados Unidos obtenidos por el grupo de inteligencia de puertos PIERS, los embarques de petróleo de Taurus Petroleum corresponden a casi el 10% del total de importaciones de petróleo de California durante los primeros nueve meses del 2013. Mucho del flujo petrolero ecuatoriano de Taurus Petroleum vendido en California llegó a través de Panamá, donde los barcos con el petróleo asignado a Petrochina y Ursa lo transferían a otros tanqueros, de acuerdo a datos de los embarques examinados por Reuters.
El petróleo ecuatoriano -manejado principalmente por las compañías privadas socias de Petrochina- corresponde en total al 17% de importaciones de un millón de barriles por día de la costa del Pacífico de Estados Unidos durante este año 2013, sólo detrás de los embarques de Arabia Saudita y Canadá. Gracias a los permisos otorgados por Correa, ahora es perfectamente legal para Petrochina, la segunda compañía petrolera listada del mundo, contratar a negociadores para mercadear el petróleo ecuatoriano, del cual sólo una parte pequeña es remitida a China. Petrochina compra el petróleo ecuatoriano bajo contratos de largo plazo que proveen recursos anticipados de financiamiento de China para el Ecuador, un país con restricciones de liquidez desde que declaró la moratoria de su deuda externa en 2007 y se volvió un paria en los mercados internacionales, como lo fue Argentina en 2001. Un portavoz de Petrochina en EEUU declinó realizar comentarios a los periodistas de la agencia británica respecto a sus relaciones con las compañías intermediarias; y se limitó a defender que todo el negocio petrolero con Petroecuador "se lo ha hecho dentro de los límites de las leyes aplicables y las políticas corporativas". En cuanto a la petrolera estatal ecuatoriana, una portavoz de Petroecuador se negó a responder a las consultas de los periodistas de la agencia internacional de noticias. Tampoco la oficina del Presidente Correa respondió las preguntas de los reporteros que descubrieron la triangulación.
Cuarto paso: destino final Chevron
Taurus, constituida en 1992, poco antes de que comenzara el programa Petróleo por Alimentos de la ONU en Irak, en 1996, se negó a discutir sus negocios o a permitir que su fundador, Benjamin Pollner, diera una entrevista a los periodistas que investigaron el caso. "Somos una compañía privada y nuestro negocio es confidencial ", dijo en agosto a Reuters vía telefónica Tancrede Baron, el director financiero de Taurus desde Ginebra En cuanto a la intermediaria Ursa que trabaja para Taurus, tampoco devolvió las llamadas.
Los cargamentos de petróleo a California de Taurus a principios de este año, valorados en alrededor de 6 millones de dólares por día, fueron vendidos a clientes que incluían a Chevron, a quien Ecuador ha declarado como "un enemigo" del Ecuador. También Chevron declinó comentar sobre estas compras a Reuters. La gigante petrolera de California se encuentra vinculada en un juicio masivo iniciado por demandantes ecuatorianos sobre una alegada contaminación de petróleo por parte de Texaco, la compañía que Chevron compró en el 2001. Este mes la Corte Suprema de Ecuador ratificó una sentencia de una corte inferior en contra de Chevron, ordenándole pagar 9.500 millones de dólares y Correa lanzó una campaña titulada “las manos negras de Chevron”, sin revelar que el crudo ecuatoriano termina en los embarques de la petrolera estadounidense. Nilsen Arias, el gerente de Comercialización Internacional de Petroecuador, dijo a Reuters telefónicamente que lo que las firmas chinas hagan con el petróleo que le compran a Ecuador no es una preocupación de Petroecuador. "El destino es su libre derecho", dijo Arias. Se negó a comentar las negociaciones de Petrochina.
Taurus ha estado en el centro de polémicas en el pasado. En el 2005 Paul Volcker, ex director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, denunció que Taurus y otras compañías afiliadas con su fundador Benjamín Pollner recibieron 18,9 millones de dólares en pagos ilícitos para ganar embarques de petróleo iraquíes mientras se llevaba adelante el programa de Naciones Unidas para Iraq de canje de petróleo por alimentos. No se presentaron cargos en contra de Taurus ni las compañías vinculadas con Pollner, que por supuesto negó cualquier mal manejo. Durante la mayor parte del 2006 Taurus importó alrededor de 105.000 barriles por día a Estados Unidos de los cuales más de la mitad, 54. 500 barriles por día, provenían de Ecuador, indica la investigación. Sus embarques se suspendieron, según los reportes de PIERS, pero se reiniciaron a mediados del 2010 cuando creció el papel de Petrochina como acreedor de Ecuador.
Ni Venezuela ni Arabia Saudita, ni otros países exportadores de petróleo permiten a sus compradores revender el petróleo, salvo raras excepciones. La decisión de Ecuador de dejar que PetroChina negocie libremente su petróleo contrasta directamente con las políticas de esos países de la OPEP. En recientes meses otra compañía aparece suplantando a Taurus como principal suministrador de petróleo ecuatoriano a California, por razones desconocidas. Los datos de PIERS, que se basan en conocimientos de embarque individuales, muestran que los últimos embarques de Taurus a California han llegado a una refinería de Chevron, el 26 de septiembre, revela Reuters.
Tres días más tarde, Core Petroleum, una compañía negociadora de petróleo y de logística domiciliada en Nueva Jersey, comenzó a vender el petróleo ecuatoriano en California. Varios negociadores que trabajan con petróleo latinoamericano contaron a Reuters que Taurus y Ursa trabajan con Core Petroleum, que fue constituida en el 2009, cuando comenzaron las ventas de petroleoa a China. El website de Core Petroleum incluye a Tancrede Baron -el director financiero de Taurus Petroleum- como su director financiero. Un empleado de Core en Nueva Jersey dijo que Baron estaba en Ginebra y no estaba disponible para hablar. Baron no respondió a ninguna pregunta relacionada con su rol en Core realizada por los periodistas de Reuters. Tanto Pollner, el fundador de Taurus, como William Sudhaus, el director ejecutivo de Core, fueron ejecutivos de Castor Petroleum, una anterior afiliada de Taurus, de acuerdo con los documentos corporativos en poder de la agencia británica. Castor fue adquirida en el 2009 por una firma negociadora suiza más grande. Sudhaus tampoco devolvió las llamadas telefónicas que le solicitaban los periodistas Joshua Schneyer y Nicolás Medina de Reuters.
Correa prepara la Amazonia para China
Los nuevos flujos de petróleo de países de América Latina y África han permitido a China sacudirse de la incertidumbre de los precios del petróleo o de las interrupciones de los países de Medio Oriente y otros grandes productores de la OPEP, como Arabia Saudita, Irán e Iraq, que en la última década han vivido entre guerras e inestabilidad.
Correa confiaba en el año 2009 que encontraría la palanca China mientras aumentaba su retórica con Estados Unidos y dejaba de pagar su deuda externa, con el aplauso de la tribuna de sus seguidores que los han electo tres veces. Y se ganó el elogio de ambientalistas al aceptar un plan de no explotar el petróleo de los campos Ishpingo, Tambococha y Tuputini (ITT) que no han sido explotados en una reserva de la biósfera y rica en petróleo del Parque Nacional Yasuní. Para financiar este plan buscaba un bono por 3.600 millones de dólares de la comunidad internacional, equivalente a la mitad del valor de esos hidrocarburos. Pero si no los conseguía, que era muy probable por errores de su gobierno, tenía un plan B: abrir la Amazonía a los chinos. Había un doble juego del Presidente, y preparaba en secreto los planes para explotar el petróleo amazónico con apoyo chino.
El mismo año 2009 que se declaraba ecologista, el ministro de Política Económica de Ecuador elaboró una presentación privada para Correa y su equipo, revisada y divulgada porReuters, en la cual se comprometía a "realizar el máximo esfuerzo para apoyar a Petrochina y Andes Petroleum", otra petrolera controlada por China, "en la exploración del campo petrolero del ITT". Finalmente, en agosto de este año 2013, Correa abrió sus cartas y puso fin por decreto la iniciativa Yasuní, culpando a la comunidad internacional por un insuficiente financiamiento del plan ecologista de no explotar los reservorios de la Amazonia ecuatoriana.
La primera semana de diciembre 2013 clausuró la Fundación Pachamama que impulsa la iniciativa Yasuni, y la acusó de atentar contra la paz en Ecuador. Correa planea que la estatal Petroamazonas, una empresa subsidiaria de Petroecuador, se encargue de la explotación de la Amazonia, sin anunciar por ahora si convocará a los chinos como socios extranjeros, tal como lo ha diseñado y tiene pronto su gabinete económico. Sería la puntilla.
[Tomado de http://www.contrapunto.com.sv/columnistas/asi-triangulan-correa-y-china-el-petroleo-a-chevron]
[Nota final de El Libertario: tras leer este reporte esclarecedor de lo que se ha ocultado en los negocios petroleros entre el Estado ecuatoriano y el capitalismo transnacional de la potencia asiática, no puede uno dejar de pensar en las enormes coincidencias con la situación venezolana, donde también se presentan los tratos con "los solidarios hermanos chinos" como una "alternativa ventajosa y progresista" para dejar de vender hidrocarburos a los yankis o a las transnacionales que les sirven.]
El presidente Rafael Correa ha comprometido casi toda la producción petrolera de Ecuador por una multimillonaria deuda con China, que triangula esos flujos de crudo con oscuros intermediarios, hacia los depósitos de Chevron en Estados Unidos, la misma que es perseguida por millonarios daños ecológicos en la Amazonia. La compleja trama tejida por Correa, uno de los más fervorosos seguidores del "socialismo del siglo XXI" proclamado por el ex presidente Hugo Chávez, muestra una cadena de incongruencias con su retórica de izquierdas y ha sido develada por una documentada investigación de dos periodistas de la agencia Reuters con base en documentos oficiales
La punta de la madeja fue un dato curioso en los negocios petroleros que hacen las firmas petroleras estatales chinas con Ecuador: comenzaron a negociar cada vez más petróleo en el exterior que el destinado finalmente a China, de acuerdo con la extensa investigación de la agencia británica divulgada a finales de noviembre de este año que termina. Y para ello, los chinos contrataron a intermediarios que han sido muy denostados por Correa como “corruptos” que sacan ganancias de las riquezas naturales ecuatorianas. Entre ellas está la polémica Taurus Petroleum, cuya negociación del petróleo iraquí durante la guerra ha sido en años anteriores objeto del escrutinio de fiscales en Estados Unidos.
Primer paso: China toma control del petróleo ecuatoriano
Menos del 2% del petróleo ecuatoriano entregado a los chinos fue exportado a China durante el segundo trimestre de 2013, casi nada, de acuerdo con datos del Banco Central del Ecuador. Al contrario, al menos 214.000 barriles diarios -40 por ciento de la producción de Ecuador-, fueron enviados a Estados Unidos, a las refinerías que pueden procesar el azufrado petróleo pesado latinoamericano, entre ellas Chevron.
Correa, electo tres veces consecutivas para gobernar desde 2006 hasta 2016, declaró una popular moratoria de su deuda externa en 2007, en su primer año en el poder. Entonces comenzó a endeudarse con China, desde los primeros 1.000 millones de dólares recibidos en 2009 hasta llegar a 9.000 millones de dólares en 2013.
Las compañías estatales de la OPEP, como Petroecuador, ejercen naturalmente un estricto control sobre el destino final de su petróleo, para vigilar a sus competidores vecinos. Y Petrochina estaba comprometida a no revender el petróleo ecuatoriano a mercados cercanos como por ejemplo Perú o Chile, que son el mercado natural de Petroecuador, menos a la demonizada Chevron.
Pero a medida que los préstamos continuaron fluyendo, las firmas chinas fueron logrando la confianza de Ecuador y lograron permisos para vender el petróleo ecuatoriano a cualquier comprador que a Beijing le interesara, de acuerdo con un memorando de julio del 2009 examinado por los periodistas Joshua Schneyer y Nicolás Medina de la agencia Reuters. El ministro de Finanzas de Ecuador se opuso entonces a otorgar a China esos permisos, pero Correa los otorgó. Las firmas chinas se convirtieron en intermediarios en la mayor parte de las ventas de petróleo ecuatoriano, con la opción estratégica de desviar barriles a China si el gigante asiático los necesitara. En mi entrega anterior expliqué ampliamente el mecanismo. (http://www.petroleumworldve.com/edito13120301.htm)
Segundo paso: el regreso de intermediarios demonizados
Cuando fue electo en el 2006, Correa prometió eliminar a los intermediarios de petróleo ecuatoriano y los satanizó. Pero bajo su mando ha ocurrido lo contrario. Petrochina se ha asociado con esas misma firmas privadas negociadoras de petróleo criticadas por el Presidente para revender el petróleo ecuatoriano, bajo su control mediante préstamos.
En su discurso público, Correa despotrica con frecuencia en contra de las firmas privadas que comercian los embarques petroleros de Ecuador (traders), fuente de dos tercios de las exportaciones y de casi la mitad del presupuesto de su Gobierno. En un discurso después de su elección en el 2006, Corera proclamó: "Hemos terminado con los intermediarios de nuestro petróleo", a quienes acusó de corruptos por beneficiarse a costa de Petroecuador. Pero a medida que los gobiernos alineados con Venezuela, como Ecuador y Bolivia, endurecieron su discurso y deterioraron sus relaciones con Estados Unidos, los gigantes petroleros chinos comenzaron a expandir sus negocios; y también a competir con grandes compañías de venta de materias primas. Trajeron de regreso a los intermediarios.
Correa considera las ventas de petróleo a China como un triunfo de comercio entre gobiernos amigos y no ha permitido comprar el petróleo de Petroecuador a negociadores de petróleo muy conocidos como Glencore, que adquirió anteriormente grandes volúmenes de crudo ecuatoriano. Glencore es un ejemplo de esas empresas condenadas por Correa, expulsadas del negocio que han regresado al negocio por varias puertas laterales de sus amigos: en 2008 el presidente bolivariano del país andino anunció con bombos y platillos un contrato para suministro de derivados entre Petroecuador y la petrolera estatal venezolana PDVSA, como un mecanismo para eliminar a los intermediarios. A su lado estaba el ex presidente Chávez. Pero el fiasco estaba a la vuelta de la esquina: PDVSA contrató después a empresas privadas intermediarias para suministrarle los derivados de petróleo, incluyendo a la misma Glencore, uno de los intermediarios suspendidos por Correa en Ecuador, acusados de corruptos. Los detractores de Correa, incluidas figuras de la izquierda, dicen que el Gobierno les permite a esos intermediarios negociar el petróleo de Ecuador a precios más altos en el exterior, lo cual podría implicar pérdidas para Petroecuador.
Tercer paso: el oscuro caso Taurus Petroleum
Mientras que el país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se comprometió a vender una gran parte de sus exportaciones de petróleo a compañías petroleras estatales chinas, Taurus Petroeum una poco conocida compañía de negociación suiza con un oscuro historial como intermediario de petróleo iraquí y sus socios han acaparado la intermediación en la venta del petróleo de Ecuador.
Calendarios internos de exportación de la compañía estatal petrolera Petroecuador revisados por la agencia Reuters muestran como Petrochina -la principal compradora del crudo ecuatoriano- contrató a una pequeña compañía que en realidad es un embarcador que trabaja para Taurus Petroleum. Se trata de Ursa, una empresa establecida en Hong Kong, para ayudar en los embarques a la intermediaria establecida en Suiza. Según estos calendarios, esos intermediarios han manejado el conjunto casi dos terceras partes de los 33 millones de barriles de petróleo exportados por Ecuador durante el segundo trimestre de 2013. Casi el 70% de los embarques fueron enviados a Estados Unidos, directamente a un área offshore en Panamá, PanPac, donde los despachos de petróleo son embarcados de nuevo en barcos destinados a los Estados Unidos. Así se ocultó el destinatario final del crudo ecuatoriano.
Durante los últimos cuatro años Taurus Petroleum ha jugado un papel crucial vendiendo el petróleo ecuatoriano a lo largo de la costa del Pacífico de Estados Unidos. Reuters reportó que Ursa actúa como un embarcador para Taurus Petroleum, la compañía establecida en Ginebra, cuyo principal negocio hace una década fue vender el petróleo iraquí dentro del programa de Naciones Unidas de canje de petróleo por comida. De acuerdo con el análisis de Reuters sobre datos de importaciones de petróleo de Estados Unidos obtenidos por el grupo de inteligencia de puertos PIERS, los embarques de petróleo de Taurus Petroleum corresponden a casi el 10% del total de importaciones de petróleo de California durante los primeros nueve meses del 2013. Mucho del flujo petrolero ecuatoriano de Taurus Petroleum vendido en California llegó a través de Panamá, donde los barcos con el petróleo asignado a Petrochina y Ursa lo transferían a otros tanqueros, de acuerdo a datos de los embarques examinados por Reuters.
El petróleo ecuatoriano -manejado principalmente por las compañías privadas socias de Petrochina- corresponde en total al 17% de importaciones de un millón de barriles por día de la costa del Pacífico de Estados Unidos durante este año 2013, sólo detrás de los embarques de Arabia Saudita y Canadá. Gracias a los permisos otorgados por Correa, ahora es perfectamente legal para Petrochina, la segunda compañía petrolera listada del mundo, contratar a negociadores para mercadear el petróleo ecuatoriano, del cual sólo una parte pequeña es remitida a China. Petrochina compra el petróleo ecuatoriano bajo contratos de largo plazo que proveen recursos anticipados de financiamiento de China para el Ecuador, un país con restricciones de liquidez desde que declaró la moratoria de su deuda externa en 2007 y se volvió un paria en los mercados internacionales, como lo fue Argentina en 2001. Un portavoz de Petrochina en EEUU declinó realizar comentarios a los periodistas de la agencia británica respecto a sus relaciones con las compañías intermediarias; y se limitó a defender que todo el negocio petrolero con Petroecuador "se lo ha hecho dentro de los límites de las leyes aplicables y las políticas corporativas". En cuanto a la petrolera estatal ecuatoriana, una portavoz de Petroecuador se negó a responder a las consultas de los periodistas de la agencia internacional de noticias. Tampoco la oficina del Presidente Correa respondió las preguntas de los reporteros que descubrieron la triangulación.
Cuarto paso: destino final Chevron
Taurus, constituida en 1992, poco antes de que comenzara el programa Petróleo por Alimentos de la ONU en Irak, en 1996, se negó a discutir sus negocios o a permitir que su fundador, Benjamin Pollner, diera una entrevista a los periodistas que investigaron el caso. "Somos una compañía privada y nuestro negocio es confidencial ", dijo en agosto a Reuters vía telefónica Tancrede Baron, el director financiero de Taurus desde Ginebra En cuanto a la intermediaria Ursa que trabaja para Taurus, tampoco devolvió las llamadas.
Los cargamentos de petróleo a California de Taurus a principios de este año, valorados en alrededor de 6 millones de dólares por día, fueron vendidos a clientes que incluían a Chevron, a quien Ecuador ha declarado como "un enemigo" del Ecuador. También Chevron declinó comentar sobre estas compras a Reuters. La gigante petrolera de California se encuentra vinculada en un juicio masivo iniciado por demandantes ecuatorianos sobre una alegada contaminación de petróleo por parte de Texaco, la compañía que Chevron compró en el 2001. Este mes la Corte Suprema de Ecuador ratificó una sentencia de una corte inferior en contra de Chevron, ordenándole pagar 9.500 millones de dólares y Correa lanzó una campaña titulada “las manos negras de Chevron”, sin revelar que el crudo ecuatoriano termina en los embarques de la petrolera estadounidense. Nilsen Arias, el gerente de Comercialización Internacional de Petroecuador, dijo a Reuters telefónicamente que lo que las firmas chinas hagan con el petróleo que le compran a Ecuador no es una preocupación de Petroecuador. "El destino es su libre derecho", dijo Arias. Se negó a comentar las negociaciones de Petrochina.
Taurus ha estado en el centro de polémicas en el pasado. En el 2005 Paul Volcker, ex director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, denunció que Taurus y otras compañías afiliadas con su fundador Benjamín Pollner recibieron 18,9 millones de dólares en pagos ilícitos para ganar embarques de petróleo iraquíes mientras se llevaba adelante el programa de Naciones Unidas para Iraq de canje de petróleo por alimentos. No se presentaron cargos en contra de Taurus ni las compañías vinculadas con Pollner, que por supuesto negó cualquier mal manejo. Durante la mayor parte del 2006 Taurus importó alrededor de 105.000 barriles por día a Estados Unidos de los cuales más de la mitad, 54. 500 barriles por día, provenían de Ecuador, indica la investigación. Sus embarques se suspendieron, según los reportes de PIERS, pero se reiniciaron a mediados del 2010 cuando creció el papel de Petrochina como acreedor de Ecuador.
Ni Venezuela ni Arabia Saudita, ni otros países exportadores de petróleo permiten a sus compradores revender el petróleo, salvo raras excepciones. La decisión de Ecuador de dejar que PetroChina negocie libremente su petróleo contrasta directamente con las políticas de esos países de la OPEP. En recientes meses otra compañía aparece suplantando a Taurus como principal suministrador de petróleo ecuatoriano a California, por razones desconocidas. Los datos de PIERS, que se basan en conocimientos de embarque individuales, muestran que los últimos embarques de Taurus a California han llegado a una refinería de Chevron, el 26 de septiembre, revela Reuters.
Tres días más tarde, Core Petroleum, una compañía negociadora de petróleo y de logística domiciliada en Nueva Jersey, comenzó a vender el petróleo ecuatoriano en California. Varios negociadores que trabajan con petróleo latinoamericano contaron a Reuters que Taurus y Ursa trabajan con Core Petroleum, que fue constituida en el 2009, cuando comenzaron las ventas de petroleoa a China. El website de Core Petroleum incluye a Tancrede Baron -el director financiero de Taurus Petroleum- como su director financiero. Un empleado de Core en Nueva Jersey dijo que Baron estaba en Ginebra y no estaba disponible para hablar. Baron no respondió a ninguna pregunta relacionada con su rol en Core realizada por los periodistas de Reuters. Tanto Pollner, el fundador de Taurus, como William Sudhaus, el director ejecutivo de Core, fueron ejecutivos de Castor Petroleum, una anterior afiliada de Taurus, de acuerdo con los documentos corporativos en poder de la agencia británica. Castor fue adquirida en el 2009 por una firma negociadora suiza más grande. Sudhaus tampoco devolvió las llamadas telefónicas que le solicitaban los periodistas Joshua Schneyer y Nicolás Medina de Reuters.
Correa prepara la Amazonia para China
Los nuevos flujos de petróleo de países de América Latina y África han permitido a China sacudirse de la incertidumbre de los precios del petróleo o de las interrupciones de los países de Medio Oriente y otros grandes productores de la OPEP, como Arabia Saudita, Irán e Iraq, que en la última década han vivido entre guerras e inestabilidad.
Correa confiaba en el año 2009 que encontraría la palanca China mientras aumentaba su retórica con Estados Unidos y dejaba de pagar su deuda externa, con el aplauso de la tribuna de sus seguidores que los han electo tres veces. Y se ganó el elogio de ambientalistas al aceptar un plan de no explotar el petróleo de los campos Ishpingo, Tambococha y Tuputini (ITT) que no han sido explotados en una reserva de la biósfera y rica en petróleo del Parque Nacional Yasuní. Para financiar este plan buscaba un bono por 3.600 millones de dólares de la comunidad internacional, equivalente a la mitad del valor de esos hidrocarburos. Pero si no los conseguía, que era muy probable por errores de su gobierno, tenía un plan B: abrir la Amazonía a los chinos. Había un doble juego del Presidente, y preparaba en secreto los planes para explotar el petróleo amazónico con apoyo chino.
El mismo año 2009 que se declaraba ecologista, el ministro de Política Económica de Ecuador elaboró una presentación privada para Correa y su equipo, revisada y divulgada porReuters, en la cual se comprometía a "realizar el máximo esfuerzo para apoyar a Petrochina y Andes Petroleum", otra petrolera controlada por China, "en la exploración del campo petrolero del ITT". Finalmente, en agosto de este año 2013, Correa abrió sus cartas y puso fin por decreto la iniciativa Yasuní, culpando a la comunidad internacional por un insuficiente financiamiento del plan ecologista de no explotar los reservorios de la Amazonia ecuatoriana.
La primera semana de diciembre 2013 clausuró la Fundación Pachamama que impulsa la iniciativa Yasuni, y la acusó de atentar contra la paz en Ecuador. Correa planea que la estatal Petroamazonas, una empresa subsidiaria de Petroecuador, se encargue de la explotación de la Amazonia, sin anunciar por ahora si convocará a los chinos como socios extranjeros, tal como lo ha diseñado y tiene pronto su gabinete económico. Sería la puntilla.
[Tomado de http://www.contrapunto.com.sv/columnistas/asi-triangulan-correa-y-china-el-petroleo-a-chevron]
[Nota final de El Libertario: tras leer este reporte esclarecedor de lo que se ha ocultado en los negocios petroleros entre el Estado ecuatoriano y el capitalismo transnacional de la potencia asiática, no puede uno dejar de pensar en las enormes coincidencias con la situación venezolana, donde también se presentan los tratos con "los solidarios hermanos chinos" como una "alternativa ventajosa y progresista" para dejar de vender hidrocarburos a los yankis o a las transnacionales que les sirven.]
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