Informe Alternativo acerca del proyecto de Minería de Oro de
AngloGold Ashanti en Cajamarca, Tolima, Colombia
La empresa AngloGold Ashanti (AGA), cuyas acciones se
transan en la bolsa de Londres, y su proyecto La Colosa en el departamento
colombiano de Tolima, son tema de un importante debate en Colombia por las
implicaciones sociales, ambientales y económicas que conlleva la minería de oro
a cielo abierto. Frente a las bondades de la minería postuladas por el gobierno
y frente a la publicidad de AGA para seducir a la opinión pública, se han
generado, por parte de académicos, periodistas, comunidades y organizaciones
ambientales, serios cuestionamientos tanto a la política minera del gobierno
como a las actuaciones de AGA. Este estudio busca dar una mirada de conjunto y
más detenida sobre el comportamiento empresarial de AGA, con base en documentos
y trabajo de campo.
El capítulo 1 aborda el tema de AGA en el contexto mundial,
destacando las dificultades que la empresa tiene en Sudáfrica, como huelgas de
trabajadores y demandas potencialmente multimillonarias. Se señala los
atractivos que Colombia presenta para AGA, ya que este país tiene abundancia de
minerales a los cuales no se había dado prioridad de explotación, situación que
ahora cambia, cuando el gobierno brinda políticas muy atractivas a las empresas
mineras multinacionales.
El capítulo 2 refiere los siguientes casos: Conflictos con
mineros artesanales generados por presencia y operaciones de AGA, tal como
ocurre en el Cauca, zona intervenida ahora por grupos neoparamilitares; la
evasión del canon superficiario, investigado por la Contraloría General de la
República; el fenómeno conocido como puertas giratorias, que pone información
privilegiada del Estado Colombiano en beneficio de la empresa.
El capítulo 3 detecta una estructura empresarial y operativa
que permite pensar en el establecimiento de un Cartel de la Minería de Oro a
Gran Escala en Colombia, que gestionaría ventajas privadas frente a la
institucionalidad colombiana. Se hace evidente el débil e insuficiente control
para la operación minera, situación que abre el camino de la evasión fiscal
mediante filiales en los paraísos fiscales, y de la externalización de
colosales pasivos ambientales.
El capítulo 4 señala, que de acuerdo con la nueva
delimitación de páramos del Instituto von Humboldt, 50 hectáreas del proyecto
La Colosa se encuentran sobre zona de páramos, al igual que casi todos los
títulos mineros que la empresa tiene en Cajamarca. Documenta también un
sistemático ocultamiento de títulos en zonas prohibidas, durante años, por
parte de AGA, lo que pone de manifiesto un grave atentado contra la
transparencia, en contraste con su discurso corporativo. Esta actividad minera
en ecosistemas estratégicos, tales como los páramos, implica un grave riesgo
para la población local y regional, agravado por los escenarios que plantea el
Cambio Climático.
El capítulo 5 muestra que las magnitudes del proyecto minero
son muy superiores a las imaginadas. Se identifican riesgos y potenciales
impactos de enorme gravedad que no han estado suficientemente presentes en el
debate. Uno de ellos, los 100 millones de toneladas de escombros que se
depositarían en valles cercanos a la mina con alta probabilidad de generar
drenajes ácidos mineros. Otro, la perpetuidad de los residuos altamente
tóxicos, contenidos en lo que sería el dique de colas más grande del mundo (con
1.420 toneladas de colas), cuyos riesgos alarmantes se agravan con la
variabilidad climática. Otro elemento que se detecta es el uso intensivo de
energía eléctrica y agua en el proyecto. Se plantea el escenario del Distrito
Minero Colosa Regional, que implicaría impactos de escala departamental, y la
acumulación y multiplicación de los impactos ambientales y sociales
mencionados.
El capítulo 6, de acuerdo con la información recolectada, da
pie para afirmar que dentro del proyecto minero La Colosa existen serias
violaciones al marco normativo ambiental y del sector. Se encontraron elementos
indicadores de un posible manejo inadecuado de sustancias peligrosas,
captaciones de agua no autorizadas, tala de bosques, entre otras
irregularidades.
De acuerdo con la información de los trabajadores
entrevistados, presentada en el capítulo 7, también se encuentran casos de
violaciones a los derechos laborales, problemática que no pudo ser
dimensionada, ante una preocupante situación de coerción social y tercerización
laboral.
El capítulo 8 analiza el panorama anterior como elemento de
una estrategia corporativa que busca distorsionar o evadir las dimensiones y
los impactos del proyecto minero. La estrategia pasa por un discurso evasivo,
por el control de un sector representativo de los medios de comunicación con
base en asignación de pautas publicitarias, y por el uso de dinero para figurar
como benefactor en eventos o proyectos que tienen relevancia mediática en la
región.
El capítulo 9 muestra que AGA ha establecido vínculos
económicos y políticos con un sector muy representativo de la sociedad en
Cajamarca. Estos vínculos son especialmente visibles con sectores de la clase
política local, que se encuentra en un claro conflicto de intereses, el cual
cuestiona su independencia para evaluar entre derechos colectivos y apuestas
corporativas. Estos elementos permiten pensar en el fenómeno de captura y
reconfiguración del Estado a nivel municipal, incluso para plantear la coerción
de la sociedad local para que evada el debate sobre su futuro y el de su
territorio.
El capítulo 10 revela el testimonio de personas
entrevistadas que, por expresar de una u otra manera su oposición al proyecto
minero de La Colosa, han padecido algún tipo de hostigamiento. Esta situación
continúa en la casi completa impunidad por falta de voluntad política del
Estado colombiano para proteger a los líderes sociales y a los defensores de
derechos humanos.
El capítulo 11 da cuenta de un creciente y articulado
movimiento a nivel regional y nacional que se opone al proyecto minero. Este
movimiento, que en un principio estuvo gestado en organizaciones campesinas
locales, cobra ahora un carácter también urbano y regional. Como consecuencia,
ya es visible la acción de gobiernos y autoridades locales y regionales que
pretenden responder a la manifiesta inquietud ciudadana. La reciente consulta
popular en el municipio de Piedras, en la que el 98% de los votantes
manifestaron su oposición a la presencia de AGA, demuestra el rechazo que se ha
generado en el Tolima hacia la minería.
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