Rafael Uzcátegui
Tras su aprobación en
primera discusión, actualmente se discute en el seno de la Asamblea Nacional un
proyecto de reforma a la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar, incluida
dentro del paquete de leyes “prioritarias” a ser aprobadas en este trimestre en
el hemiciclo. El gran detalle de la iniciativa es que, por la vía de los
hechos, negará el espíritu del artículo 134 de la Constitución, que establece
la no obligatoriedad del servicio militar y la posibilidad que la ciudadanía
opte por el universo civil para realizar sus aportes para el desarrollo del
país
En Venezuela nunca
hubo una corriente antimilitarista como el desarrollado en otras latitudes de
la región. Sin embargo, el incipiente movimiento, ligado a organizaciones de
derechos humanos, que a comienzos de los
90´s promovió el derecho a la objeción de conciencia, el no prestar el
servicio militar por razones varias, tuvo su incidencia en el proceso constituyente
de 1999. Dos artículos plasmaron la discusión al respecto, el 61 que incluyó el
derecho a ejercer la libertad de conciencia, y el 134, que afirma “Toda
persona, de conformidad con la ley, tiene el deber de prestar los servicios
civil o militar”, colocando ambas dimensiones en el mismo rango.
La ambigüedad y
contradicción de la iniciativa propuesta es inconstitucional al plantear el
regreso del servicio militar obligatorio, estableciendo en su párrafo 81 que
todos los venezolanos en edad militar tienen el deber de incorporarse a los
cuarteles. Este espíritu origina el resto de los equívocos. Como causales para
no prestar el servicio no se incluye el haber expresado la voluntad de ejercer
la libertad de conciencia ni haber optado, de entrada, el deseo de prestar un
servicio civil. Sólo para quienes califican en las causales previstas (enfermedad,
matrimonio, sostén de hogar o estar privado de libertad), tendrían la
oportunidad de prestar un servicio no castrense. El servicio civil, por tanto,
queda supeditado a la jurisdicción y control militar. Esta lógica es la que
obliga, según la propuesta de ley, a todas las personas naturales y jurídicas a
inscribirse en un registro militar, cuya negativa se penalizará con sanciones
tributarias y negación del disfrute de otros derechos, como el trabajo y la
educación.
Esta iniciativa forma
parte de la progresiva militarización de la sociedad promovida por los
gobiernos bolivarianos. Albert Camus, cuyo centenario se celebra el próximo 7
de noviembre, ratificaría sus peores presagios en el caso venezolano: “El gran
acontecimiento del siglo XX ha sido el abandono, por el movimiento
revolucionario, de los valores de libertad; la progresiva regresión del
socialismo de libertad ante el socialismo cesáreo y militar. Desde ese
instante, una esperanza se ha ido del mundo, una soledad ha comenzado para cada
hombre libre”. @fanzinero
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