Internacional de Resistentes a la Guerra
La situación en Egipto ya no es noticia de primera plana internacional. Sin embargo, los conflictos persisten. La Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) expresa su profunda preocupación y tristeza por la situación actual de Egipto, temerosos que la aceptación generalizada de la repetición de la consigna "el ejército y el pueblo son uno" conduzca a un mayor militarismo, violencia y, en última instancia, la represión y la injusticia. Nos unimos a muchos activistas de derechos humanos y por la paz de todo el mundo para condenar enérgicamente las recientes masacres de civiles desarmados. Este tipo de violencia estatal a menudo es una continuación de la militarización de la política, ya que las Fuerzas Armadas toman el control de las oficinas de gobierno, así como el intento de arrasar con la sociedad civil.
La situación en Egipto ya no es noticia de primera plana internacional. Sin embargo, los conflictos persisten. La Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) expresa su profunda preocupación y tristeza por la situación actual de Egipto, temerosos que la aceptación generalizada de la repetición de la consigna "el ejército y el pueblo son uno" conduzca a un mayor militarismo, violencia y, en última instancia, la represión y la injusticia. Nos unimos a muchos activistas de derechos humanos y por la paz de todo el mundo para condenar enérgicamente las recientes masacres de civiles desarmados. Este tipo de violencia estatal a menudo es una continuación de la militarización de la política, ya que las Fuerzas Armadas toman el control de las oficinas de gobierno, así como el intento de arrasar con la sociedad civil.
Y entonces, fuimos incrédulos de ver que esta movilización
de masas llamó al ejército egipcio para asumir el control, con lo que los
acontecimientos posteriores confirmaron nuestros peores temores. Las masacres
de civiles desde que las fuerzas armadas asumieron el poder el 03 de julio sólo
puede dañar las perspectivas de un proceso revolucionario democrático. La
represión de la hermandad musulmana no ha funcionado en el pasado, y no hay
razón para creer que así será ahora. Por el contrario, amenaza con marcar el
comienzo de una mayor militarización y autoritarismo.
Una transición revolucionaria no sólo se opone, sino que
también debe construir, en particular, alentamos una participación sólida y
diversa, que tiene en su centro los derechos individuales y el compromiso
colectivo para acabar con el militarismo, el autoritarismo, y una economía
centrada en lo político-militar. Nos sentimos inspirados por las miles de
personas que trabajaron para proteger a miembros de otras religiones, laicos y
otras personas civiles en tiempos de intensa violencia. En particular,
destacamos el trabajo de las feministas que enfrentan marginación de todos los
lados, mientras que tratan de hacer valer los derechos de la mitad de la
población. Enviamos nuestro apoyo a todos los activistas noviolentos y
defensores de derechos humanos que trabajan sin descanso para poner fin a la
intervención imperial y militar, y afirman que se escuchó la voz del pueblo
egipcio, sin censura, a través de la intimidación, asesinatos e intentos
políticos para dividir y conquistar. Nos mantenemos firmes en nuestra creencia
que el poder popular noviolento fue, y sigue siendo, la mayor fuerza detrás del
proceso revolucionario en curso.
La verdadera democracia implica aceptar y proteger la
igualdad de derechos de participación de los grupos con los que no estamos de
acuerdo. No se limita a las urnas, pero se encuentra en las calles y barrios.
Se apoya en el poder de la cooperación voluntaria y el propósito común, y se
enfoca en minimizar el papel de las fuerzas armadas.
¿Hay una manera de salir de la dictadura militar y político
actual, que pretende cubrirse con una máscara de participación ciudadana?
Nosotros creemos que sí. El pueblo egipcio ha experimentado y aprendido el
despliegue de sus propias capacidades, exige un cambio revolucionario sin
violencia. A través de una nueva coalición democrática, consciente de la
problemática, tanto del fundamentalismo y el militarismo arraigado, que ha sido
propuesto por las millones de personas
movilizadas en los últimos dos años, y reforzada por la solidaridad
internacional. Una mirada hacia una nueva alianza de Egipto, que reúne a todos
los que quieren defender un proceso democrático, una política sin medios
militares, una política que respete las diferencias (incluidas las diferencias
de religión), una política contra el sectarismo (especialmente el sectarismo
violento), en contra de la utilización de un lenguaje incendiario, y en contra
de la utilización polarizante de las tensiones dolorosas que han dividido
históricamente a las personas.
Internacional de Resistentes a la Guerra
13 de septiembre de 2013
13 de septiembre de 2013
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