Por Carlos Patiño
Abogado Laboral y presidente Sintrainces
Buenas a todos y todas. Adjunto el discurso con ocasión al desmantelamiento del Inces ante la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional. Para Sintrainces se cumplieron los objetivos. La Comisión acordó promover el debate para ahondar en nuestra denuncia institucional y citaran a Luis Berrizbeitia para que ejerza su derecho de palabra. Asimismo, la Sub-Comisión de Asuntos Laborales de la Asamblea Nacional convocará reuniones para mediar en los incumplimientos laborales. Cabe destacar que el Presidente del Inces financio el arribo a Caracas de un grupo de alrededor de 40 operadores políticos del interior, quienes se asumieron como el "Colectivo Nacional de Maestros Pueblo" y realizaron una manifestación el día de ayer frente a la Sede de Sintrainces en un evidente hostigamiento contra la actividad sindical, llamandonos "fascistas"; y el día de hoy tuvieron un derecho de palabra luego de nosotros defiendiendo al Patrono.
:: Discurso ante la Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional
Caracas, 07 de Agosto de 2013
“La educación popular debe ser del cuidado primogénito del
amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República. Moral
y luces son nuestras primeras necesidades.” Simón Bolívar.
Buenos días señores Diputados y demás miembros de esta Comisión
vinculada al movimiento de los trabajadores. Un fraternal saludo a los
compañeros trabajadores y trabajadoras del Inces, reunidos oportunamente en
esta Sala de nombre “Luis Beltrán Prieto Figueroa”, quien fuera el fundador del
Inces que cumple, en exactamente 15 días, 54 años de su creación. En aquél
entonces, la ley del Ince en su artículo 3 estableció que sus finalidades eran
la promoción de la formación profesional de los trabajadores, la formación de
personal especializado, el desarrollo de programas dedicados a la juventud
desocupada y el aprendizaje de los jóvenes trabajadores o aprendices.
Pero en mayo del año 2008, y esto atañe directamente a la
Asamblea Nacional, se reformó la ley del Inces, suprimiendo todo lo anterior y
dejándole un objetivo difuso para la ejecución de programas educativos
“adaptados a las exigencias del modelo de desarrollo socioproductivo socialista
bolivariano”.
Amparados bajo esta normativa, una pequeña élite de
dirección decidió unilateralmente borrar de un plumazo el esfuerzo de sus
servidores públicos y la excelencia en la formación de más de 6 millones de
venezolanos que han aprendido un oficio calificado en la llamada “Universidad
del Pueblo”.
La Directiva del Inces anunció esta medida de impacto
nacional en su portal web el 20/02/2013: “Aquí se deben acabar los cursos.
Ahora serán proyectos de las comunidades. Vamos hacia el desmantelamiento
metodológico e ideológico del Inces”. Luego en el “Correo del Orinoco” del 07/04/2013: “Formación por proyectos y no
por cursos como era antes”. Es decir, eliminaron de un solo golpe los cursos
para la formación de la clase trabajadora del país sustituyéndolos por
proyectos para el desarrollo de las Comunas. Se queman las banderas del Estado
Obrero para enarbolar las del Estado Comunal.
Contradictoriamente, la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras, prevé en su Título V, como una garantía del
Estado, la formación continua, permanente, no excluyente y gratuita de los
trabajadores y las trabajadoras en el proceso social del trabajo. Sin embargo
bajo esta nueva metodología, el Estado está facilitando que los Institutos
privados y las empresas capitalistas copen los espacios de acción social del
Inces y cobren por formar trabajadores. Pero además los trabajadores siguen
contribuyendo al Inces con el 0,5 % de sus utilidades anuales que ya no se verá
retribuido en su formación.
Durante los meses de noviembre de 2012 a marzo del 2013, el
Inces estuvo completamente paralizado. El actual presidente del Inces, ciudadano
Luis Berrizbeitia, anunció en el portal “Noticias24” el 19/03/2013, que “El
Inces arranca el 01 de abril con 621 proyectos formativos que involucran a 2
mil Maestros Pueblo y 16 mil sujetos de aprendizaje.” Es decir, se inició
excluyendo a 9.400 Facilitadores desempleados (mal llamados “Maestros Pueblo”
pues esa denominación no existe en ningún instrumento sobre la materia, ni
siquiera en la Convención Colectiva suscrita en 2012), pues según censo
divulgado por el Presidente del Inces en el diario “Correo del Orinoco” del
23/07/2012, “El Inces cuenta con 11.400 Facilitadores”, bajo este sistema de
precarización laboral o contratación por horas.
El promedio del Inces hasta el año 2005 era de 500 mil
egresados. En 2012 fue de apenas 220 mil, y al haber iniciado en abril de 2013
bajo una modalidad que ni siquiera contó con un proyecto piloto más allá de la
desbordada y ocurrente imaginación de quienes hoy lo gerencian, la proyección
es de un fracaso rotundo. Muchos proyectos no han iniciado por encontrarse en
una etapa de “indagación”. Es decir, ahora perseguimos a la gente para que
realicen sus proyectos ¿Es esa la innovación? Otros proyectos se presentan pero
son rechazados. De los iniciados, el nivel de deserción es tan alto que en
existen casos donde, como en un mal chiste, terminan quedando más facilitadores
que participantes.
Hemos desatendido a la juventud desocupada, sector clave
para contribuir con la lucha contra el desempleo, el flagelo de la droga, el
embarazo precoz y la delincuencia juvenil, a través de su formación en oficios
calificados. Bajo esta nueva metodología no hay programación, la misma se
construye in situ ¿Cómo se exige un proyecto de construcción de saberes a
privados de libertad o a personas con discapacidad?
A pesar de que no hay transparencia en la estadística que
divulga el Inces y se inflan cifras con programas como el P.N.A. y la Formación
Delegada a terceros donde el Instituto no gasta un bolívar; la Contraloría
Social y Sindical de Sintrainces ha denunciado la realidad de lo que sucede
desde hace meses y en todas las instancias.
Mientras tanto, las empresas del país con más de 5
trabajadores siguen tributando trimestralmente el 2% de sus utilidades, pero
los proyectos no son financiados por el Inces y deben ser aprobados por un ente
crediticio ¿Qué pasó con el presupuesto 2013 para financiar los cursos?
Los talleres, equipos y aulas de los 136 Centros Educativos
del Inces se encuentran en su mayoría inoperativos, obsoletos y en franco
deterioro por falta de mantenimiento, renovación y dedicarnos a proyectos en la
Comunidad, justo ahora que irónicamente fuimos adscritos al Ministerio de
Ciencia y Tecnología ¿Acaso a nadie le importa la inversión que ha aquí ha
hecho el Estado Venezolano?
Debo dejar claro que desde Sintrainces reiteramos nuestro
apoyo al impulso de las comunidades pero sin eliminar los cursos para la clase
trabajadora venezolana. Ambas modalidades pueden coexistir como programas
paralelos: Cursos y Proyectos.
Las Autoridades del Inces también incumplen derechos y
beneficios laborales de la Convención Colectiva; concursos de ingreso y
ascenso; dotación de uniformes; condiciones de salud y seguridad en el trabajo;
bonificaciones contractuales; dignificación de sueldos, salarios y pensiones;
respeto a la libertad sindical y a la participación de los trabajadores.
Participar no es recibir información de lo que otros hacen. Participar es
formar parte de las decisiones.
Desde el siglo 17, el socialismo ha debatido el problema de
la racionalidad educativa vs. la racionalidad productiva ¿Cómo el Estado
venezolano puede responder a esa necesidad en momentos donde el desafío
económico actual que tiene el gobierno es incuestionable? ¿Desmantelando al
Inces? Es un contrasentido que el Presidente del Inces diga que están impulsando
el trabajo liberador cuando lo que se propicia es el estancamiento del
trabajador al no poder superarse, con la consecuente explotación patronal
¿Quién formará a los trabajadores de las empresas del Estado y de las empresas
de transición socialista?
Ahora que Venezuela recién asumió la Presidencia Pro –
Tempore del Mercosur, proceso de integración marcado por el intercambio
comercial, cabe también preguntarse sobre nuestra competitividad ante la
desprofesionalización de los trabajadores venezolanos, en momentos donde cobra
mayor relevancia reforzar el ámbito social y los Derechos Humanos Laborales en
la región.
En conclusión, el poder legislativo debe asumir como
prioridad estratégica una investigación del caso planteado y promover la
reactivación, reformulación y repotenciación del Instituto encargado de darle
las herramientas prácticas, técnicas, políticas y cognitivas al mundo del
trabajo en la persona humana del trabajador.
Señores Diputados: No puede haber solución del empleo,
trabajo decente, salario digno y políticas públicas de desarrollo y justicia
social, si continúa el desmantelamiento del ente fundamental de formación para
el trabajo. No puede haber gobierno obrerista, si le quitamos la herramienta de
superación a los trabajadores y trabajadoras de Venezuela: El Inces.
¡Salvemos al Inces!
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