Emilio Morales
[El autor es un economista cubano. Ex jefe de planeación estratégica de mercadotecnia en la corporación estatal CIMEX y autor de los libros Cuba: ¿tránsito silencioso al capitalismo? y Marketing without Advertising, Brand Preference and Consumer Choice in Cuba. Es presidente de The Havana Consulting Group, en Miami.]
Las remesas enviadas hacia Cuba desde el extranjero siguen creciendo a ritmo imparable y ascendieron a la cifra récord de $2.605 millones de dólares en efectivo durante el 2012, según un estudio independiente. Comparando solo el flujo del dinero en efectivo con relación al año anterior, el incremento fue de un 13,5 por ciento. Si se suman los ingresos por concepto de envíos de paquetes y equipajes con alimentos, medicinas, electrodomésticos y otros insumos provenientes del exterior (remesas en especie), el total se calcula el los $5.105 millones, de acuerdo con los datos procesados por The Havana Consulting Group (THCG).
El estudio que anualmente realiza THCG se fundamenta en el análisis de la base de datos de facturación del comercio minorista en divisas, el monto de los envíos de remesas a Cuba por vías oficiales, el estimado de las entradas informales de dinero y los gastos de visitantes en la isla, empleando también las cifras económicas disponibles de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONE). La institución -radicada en Miami- complementa la información con encuestas aplicadas en ambas orillas.
Cuando en el verano de 1993 el gobernante cubano Fidel Castro se vio obligado a aceptar la entrada de remesas como una vía para adquirir divisas, lo hizo -a su pesar y a regañadientes- como alternativa de sobrevivencia para el país. Aceptar que el exilio cubano era una de las cartas más importantes para sacar a flote a Cuba en medio del “período especial” fue un golpe ideológico demoledor. De la noche a la mañana los dólares norteamericanos inundaron la isla para no irse más.
Dolarización, 20 años después
Tanto la sociedad cubana como el exilio fueron impactados con la liberación del dólar en la isla, un acontecimiento del que van a cumplirse 20 años el próximo julio.
La diáspora cubana tiene un peso importante en el desarrollo económico del país, aun con las limitaciones de inversión que enfrenta. Pudiera ser mayor si nuevas medidas aperturistas le permitieran una participación más directa en la reconstrucción del país.
Lo que Fidel Castro nunca imaginó fue que la apertura forzada por las circunstancias se iba a convertir en el motor más eficiente de la economía cubana por las próximas dos décadas. Ningún economista cubano vaticinó semejante escenario. Hoy las remesas llegan a la isla llegan al 62 por ciento de los hogares cubanos, respaldan casi el 90 por ciento del mercado minorista y favorecen el empleo para decenas de miles de personas.
Las remesas dejaron atrás a la poderosa industria azucarera -que para 1993 entraba en su fase de mayor desastre y se mantiene aún en declive-, superan en volumen y en rendimiento al turismo, y dan más dinero que la exportación de níquel y los medicamentos producidos por la industria biotecnológica cubana.
Esta es la relación comparativa de renglones más importantes de la economía cubana en el 2012, según sus ingresos en moneda convertible (USD):
Remesas en efectivo: $2.605,12 MM
Remesas en especie: $2.500,00 MM
Remesas Totales: $5.105,12 MM
Ingresos por turismo: $2.613,30 MM
Exportación de Níquel: $1.413,00 MM
Medicamentos: $500,00 MM
Exportación de Azúcar: $391,30 MM
La relación anterior muestra cómo las remesas superan en su conjunto a cuatro de los renglones principales de la economía cubana. En su conjunto, las remesas suman $5.105,12 millones de dólares, mientras que la exportación de azúcar, níquel, medicamentos y los ingresos del turismo aportan $4.917,60 millones, estimado hecho sin descontar los costos de cada rubro, lo que marcaría una diferencia notablemente mayor.
Récord de remesas
No cabe duda que la llegada del presidente Barack Obama a la Casa Blanca ha influido directamente en el incremento de los envíos de remesas hacia la isla en los últimos cuatro años a la isla. En el período 2009-2012 el alza ha alcanzado un valor de casi $1.000 millones.
El récord de $2.605,12 millones de dólares en remesas durante el pasado año supera en una proporción de 3 a 1 los salarios que paga el gobierno. Actualmente el salario promedio mensual de un trabajador cubano es de 455 pesos cubanos (CUP), equivalentes a $18,95 dólares. Hoy la masa laboral cubana es de 5,01 millones de trabajadores, de los cuales, 4,08 millones son pagados directamente por las entidades gubernamentales; el resto pertenece al sector privado, agrupado en agricultores, cooperativistas y trabajadores por cuenta propia.
El volumen anual de salario pagado por el gobierno a esos 4,08 millones de trabajadores es de $928.586.750 pesos convertibles (CUC) una cifra calculada al cambio oficial de 1 CUC por 24 CUP. Es decir, el total de los salarios pagados por el Estado es tres veces inferior al dinero que mandan en efectivo los emigrados cubanos a sus familiares. Si a este valor le sumamos las remesas que llegan en especie, la proporción entonces sería de 5,5 a 1. El comportamiento histórico de las remesas desde el año 2000 ha sido el siguiente:
2000 - $986,96 millones
2001 – $1.010,87 millones
2002 – $1.072,15 millones
2003 – $1.100,46 millones
2004 – $1.030,84 millones
2005 - $1.144,12 millones
2006 – $1.251,15 millones
2007 – $1.362,71 millones
2008 – $1.447,06 millones
2009 – $1.653,15 millones
2010 – $1.920,44 millones
2011 – $2.294,54 millones
2012 – $2.605,12 millones
La apertura de los viajes y la eliminación de las restricciones de envío de dinero y mercancías desde Estados Unidos a Cuba son las medidas que mayor peso han tenido en este fenómeno. El pasado año, un poco más de medio millón de cubanos viajaron a la isla, cifra que convierte a la emigración cubana en el segundo grupo turístico del mercado, solo superado por Canadá con 1,1 millones de visitantes anuales. Debe considerarse además que el flujo migratorio de los cubanos hacia el exterior durante la última década se ha mantenido en un promedio de 47.000 emigrados anuales.
A la vez, la transformación emprendida por el gobierno cubano en los últimos tres años se ha convertido en factor estimulante en los envíos de remesas, sobre todo en lo que se refiere al financiamiento de nuevos negocios de paladares, rentas y compraventas de casas, y la autorización de ventas de autos.
Lo que pagan los emigrados
Hay que añadir el crecimiento del mercado de telefonía móvil en la isla, con más de 1,6 millones de celulares en servicio, que está financiado en casi un 70 por ciento por emigrados cubanos. Y como para no perder la costumbre de estimular el envío de remesas, el gobierno cubano acaba de abrir una compuerta pública al internet, con tarifas bien altas de 4,50 CUC por hora y 118 salas de navegación en todo el país. Claramente, una parte del dinero que usen los cubanos para acceder al internet, vendrá también del exterior.
La diáspora cubana tiene un peso importante en el desarrollo económico del país, aun con las limitaciones de inversión que enfrenta. Pudiera ser mayor si nuevas medidas aperturistas le permitieran una participación más directa en la reconstrucción del país. Las remesas son un indicador del papel transformador que los cubanos del exterior van a jugar en el futuro de Cuba, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese en ambas orillas.
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