Corriente Socialista Revolucionaria – El Topo
Obrero
En hora buena dentro de la UNETE se ha
abierto la rendija para un debate sobre la central sindical que nace a raíz de
una nueva traición de la CTV, al sumarse sus máximos dirigentes al golpe de
estado pro imperialista gestado el 11A. La Corriente Cruz Villegas del PCV y el
compañero Alberto Salcedo de la CTR del Zulia son los primeros en cruzar ideas,
que ojalá realmente den inicio a “un profundo debate interno, con participación
de las organizaciones de base, acerca de la UNETE, su papel en la lucha de
clases, el movimiento sindical que necesita la clase trabajadora venezolana, la
política de unidad que requiere la UNETE, entre otros temas” de los cuales se
menciona la elección de su dirección nacional, su programa y la conformación de
un gran Frente de organizaciones sindicales.
Una deficiencia existente en todos los
materiales que han caído en nuestras manos en cuanto los temas planteados a
discutir y que no puede soslayarse por más que se quiera pues recorre no solo
el punto del programa, lo del “frente” y los métodos a usar para unificar a la
clase y agitar para la lucha en defensa de sus reivindicaciones e intereses es
el del necesario análisis de la situación nacional: caracterización del
gobierno y de sus políticas y qué Central Sindical requiere la clase para
combatir la devaluación aprobada y el aumento de la gasolina que viene y la
eliminación de otros subsidios anunciados por el genio de la economía Jorge
Giordani en nombre del gobierno y por tan solo tocar dos temas internacionales
que nos son muy caros, uno, la solidaridad de la clase obrera de Venezuela con
los pueblos del mundo que luchan por libertades democráticas y la revolución
socialista; dos, la posición ante el conflicto armado del pueblo colombiano
donde el imperialismo junto al gobierno lacayo y fascitoide de Santos, han
montado una nueva Contadora y una Esquipulas, contrarrevolucionarias ambas, con
el apoyo activo del gobierno venezolano y el cubano. ¿Cómo discutir todos estos
temas sino discutimos el momento político que estamos viviendo, las
características del gobierno que acaba de implementar una maxidevaluación de la
moneda de un 46,5%?. En las elecciones de la UNETE planteadas ¿Qué vamos a
elegir? Acaso ¿Reinas de belleza por sus medidas corporales y la apariencia?
¿Lo importante no es acaso el programa que vamos a desarrollar? ¿o es que vamos a acordar uno que nos conforme a todas
las corrientes aunque algunas no queden tanto? ¿Qué política de alianza nos
corresponde desarrollar en este momento? ¿Uno que no le moleste a algunas
corrientes sectarias que tienen un mundo preconstruido bien oportunista, que
haga girar a la UNETE más a la derecha y que afiance sus características
propagandísticas que no le hacen daño a nadie a excepción de la propia clase?
No discutir la caracterización del gobierno
y de la Central Sindical que se requiere es llenarse de contradicciones
insalvables que torpedearán la posibilidad de fortalecer la UNETE como el polo
fundamental para construir un gran Frente de Trabajadores para la Lucha. No
hacerlo es seguir destruyendo lo que queda de la UNETE por medio de políticas
conciliadoras de clase que vienen permitiendo que el capital imperialista y
nacional descarguen su crisis en las espaldas de nuestro pueblo trabajador. Que
nuestra clase obrera siga aislada de procesos revolucionarios como el de Libia,
donde las milicias resisten al gobierno títere del CNT y el de Siria, donde la
sangre del pueblo está abonando su propia revolución que pasa en este momento
por el derrocamiento revolucionario del tirano de Al-Assad.
¿Cómo puede hablar el PCV, su Corriente Cruz Villegas y otros camaradas
de que luchan para que la UNETE “reafirme y consolide su plena independencia y
autonomía de clase frente al capital, al Estado, a los partidos burgueses y
pequeñoburgueses” si aplica una caracterización de los partidos en Venezuela
caprichosa?. Y si no lo es nos preguntamos ¿qué entienden los camaradas del PCV
como “independencia y autonomía de clase frente al capital, al estado, a los
partidos en Venezuela”
EL PCV DICE ESTAR POR UNA POLÍTICA CONTRA
LA CONCILIACIÓN DE CLASES
Toquemos aquí estos puntos para que veamos
la importancia de lo que señalamos.
Comencemos por decir dos cosas en las
cuales en principio estamos de acuerdo con el PCV y son: 1º.- Que el estado
venezolano es burgués y por lo tanto contrario a los intereses de la clase
obrera y 2º que el gobierno también es burgués, pues se apoya en lo legal en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ella, con todo lo
progresista que son algunos de sus artículos que tocan derechos humanos y la
mención de los derechos de los pueblos originarios, que por ningún lado
trasciende el marco jurídico burgués, es decir pretende reformar al estado de
la IV República burguesa, para que siga siendo más burguesa pero algo más
tragable para los trabajadores y el pueblo oprimido.
Lo que no dice el PCV es que la
Constitución Venezolana le abre los caminos al capital transnacional y que la
composición social del gobierno, que en sus inicios era fundamentalmente
pequeñoburguesa, ha girado al transformarse sus integrantes fundamentales en
nuevos burgueses conocidos como “rojos rojitos”, que junto a viejos sectores
burgueses trastocados en bolivariano conforman esa boliburguesía que le da
sustento al gobierno y en su política diaria viene defendiendo en todos los
terrenos al empresariado, en especial a los capitales internacionales que se
han instalado en el campo petrolero y de la extracción de minerales y a los
industriales en su enfrentamiento con la clase y a la burguesía financiera, que
en los últimos años viene duplicando sus ganancias al amparo de un gobierno que
ni impuestos les cobra. La devaluación de la moneda es el otro indicativo de
cómo el gobierno viene actuando en función de abaratar los costos de la mano de
obra del país para facilitar las inversiones imperialistas y la extracción de
una mayor plusvalía a nuestros trabajadores a favor del conjunto de los amos
del capital, que es exportada, con la
compra al gobierno de bonos en bolívares que luego la transforman en dólares en
las bolsas de valores de los mercados internacionales, a sus casas matrices, burlándose
así del control de cambio. Pero es que incluso, cuando el gobierno dice
enfrentarse al imperialismo, lo ha hecho para dar cabida a otros capitales,
igualmente explotadores como el chino, el ruso o el de ciertos venezolanos como
los Cisneros o el Lorenzo Mendoza y a la banca privada de diversas
nacionalidades.
Haber apoyado a Chávez a la presidencia y
sus candidatos a gobernadores, diputados, que levantaron, cuando lo hicieron,
un programa capitalista, fue sencillamente impulsar la conciliación con el
enemigo de clase y esto lo ha hecho la Corriente Cruz Villegas, el PCV, la CTR
y otras como la CMR y la CMI o la SR. Esto lo hacen incluso apoyando a
candidatos burgueses o pro burgueses llamándolos revolucionarios incluso cuando
estos son señalados como responsables políticos de masacres policiales contra
el pueblo o son investigados por la masacre del Amparo. ¿Qué tiene que ver esto
con autonomía e independencia política y sindical, si lo que se hace es atar a
la clase para que le de un apoyo político a sus verdugos?.
Yéndonos a lo estrictamente sindical tan
solo mencionaremos dos casos emblemáticos de conciliación de clases. Cuando se
apoyaba las candidaturas de Chávez, sus diputados y gobernadores, se hacía a
sabiendas que el gobierno descargaba sobre la clase la exigencia imperialista
de disminuir sus salarios para aumentar la plusvalía global del gran capital.
Eso ha sido la política de estas organizaciones en el seno de la clase y particularmente en los casos de
los cementeros y los Sidoristas. En el caso Sidor, mientras la corriente CTR,
la CMR y la CMI no decían ni pío ante la política antiobrera de un Carlos
D´Oliveira presidente de la empresa, los trabajadores seguían sufriendo el
retraso de la discusión de la contratación colectiva y la violación de la
vigente; el ataque sistemático a todo planteamiento de Control Obrero, es decir
de la posibilidad de avanzar una ruptura parcial de las relaciones sociales de
producción capitalistas, de cuestionar la sagrada propiedad privada de los
medios de producción y la negación del pase a fijos de todos los tercerizados
que se veían obligados a salir a luchar afectando la producción de Sidor. En el
caso de los cementeros, cuando en un referendo los trabajadores deciden
declarar la hora “0” para irse a la huelga, las dos grandes corrientes que
hacen vida en la UNETE, CTR y CCV-PCV presionaron a la dirección de ANTRACEM
para que desacatase lo votado por los trabajadores y suspendiese el llamado a
huelga. Las presiones fueron múltiples en toda Venezuela para que la huelga no
estallase y así no perjudicase al gobierno, tal y como lo dijo el Secretario
General y diputado Galíndez del PCV en el estado Lara. ¿Cuál ha sido el
resultado de esa política conciliadora que empujó el PCV y la CTR hacia una
Mesa de Diálogo? Un pírrico aumento del 4-8% en varias partes. Desde noviembre
el gobierno no se sienta a conversar y mientras los trabajadores andan
desarmados por lo realizado por su dirección sindical. Están en un repliegue
parcial que dificulta la salida hacia nuevos
combates. Esto es el resultado de una orientación política de conciliación de
clases liderizada por el PCV y la CTR. ¿y qué papel jugaron corrientes como la
CMR, la CMI y SR dentro de la UNETE para evitar el triunfo de la conciliación?
Nunca se les ha escuchado decir algo.
Ante los llamados de solidaridad militante
con los cementeros para impulsar el Paro Nacional votado por los trabajadores,
algunas direcciones de la UNETE a nivel regional como la de Carabobo y Zulia,
hicieron correr declaraciones de solidaridad si se declaraba la huelga,
lamentablemente en ningún momento se convirtieron en motor para que se acatase
lo decidido por más del 70% de los trabajadores cementeros.
En buen lenguaje marxista, esas políticas
de las corrientes sindicales señaladas son conciliadoras, contrarias a la
independencia y autonomía de la clase obrera y sus organizaciones y como
mayoritarias dentro de esta Central Sindical, empujan a esta del lado patronal.
Debatamos si no es así y si de veras queremos fortalecer las filas de los
trabajadores frente a un gobierno que profundiza sus políticas antiobreras y
antisindicales que no tienen nada que envidiarle a las aplicadas por los
gobiernos burgueses de la IV República durante la historia de la “democracia
representativa”. Políticas de complacencia del capital financiero imperialista.
POLÍTICAS DE ALIANZA SINDICAL
El PCV de manera franca nos dice que se
opone a cualquier alianza de la UNETE con corrientes sindicales y sindicatos
que están dirigidos por la oposición burguesa a Chávez. En este punto lo
primero que debemos definir lo que son los sindicatos y cuál debe ser la
política de los revolucionario para fortalecer su unidad como instrumentos de
la clase para enfrentarse a las políticas económicas y sociales capitalistas.
Los sindicatos son la mejor expresión de
Frentes Únicos para la Acción de la Clase Obrera. Sus filas lo integran
trabajadores de todas las corrientes políticas e ideológicas. A ellos los une,
en épocas normales de baja o mediana intensidad en la lucha de clases, los
objetivos reivindicativos. En épocas de alza o radicalización de las luchas,
los trabajadores al elevar su nivel de conciencia empujan a que los sindicatos
puedan tomar tareas políticas, sobre todo si son discutidas en Asambleas de
Trabajadores y cuando esos no responden a las exigencias de la clase, estos
tienden a sobrepasar estas organizaciones y constituyen organismos de tipo
soviético. Los trabajadores no ven si su compañero o compañera es de tal o cual
partido, sino qué posición asume ante cuál problemática, si está con el patrón
o con ellos, si con el gobierno que se niega a discutir el contrato colectivo o
con los trabajadores que están dispuestos a salir a luchar. En Cementos y en
Sidor ninguna de las corrientes de la UNETE estuvo ni está identificándose con
la problemática de los trabajadores y en cementos tampoco. Sólo se han dado
discursos donde prevalece el llamado al gobierno para que escuche a los
trabajadores ¿? y nada para que seamos los trabajadores le arranquemos el
triunfo a esa boliburguesía. En ambos casos se ha impulsado la conciliación a
través de las fulanas Mesas de Diálogo y no el combate uniario y directo de la
clase, como cuando la huelga de Sidor que dio paso a la nacionalización, o como
cuando IOSA, que evitó la destrucción del sindicato y la eliminación del
contrato colectivo. ¿No es esto conciliar con el patrón gobierno que impulsa
políticas capitalistas y “neoliberales” como le gusta decir a algunos. En la
vieja tradición de Lenin y Trotski, estos llamaban a que los marxistas
militásemos en los sindicatos mayoritarios, aún aquellos que eran controlados
por la burocracia de los partidos de la izquierda reformista y burgueses.
Decían que había que militar allí para convencer al conjunto de la clase y no
solo a una fracción de izquierda o revolucionaria de la necesidad de avanzar
unidos en la lucha contra el capital. Había que aprovechar el frente unido de
la clase, para dirigirnos a todos y convencerlos de la justeza de nuestra
política y métodos. Dividir las organizaciones de la clase dirigidos por el reformismo
y la conciliación, era abandonar a las grandes concentraciones de la clase a
manos de sus enemigos, para irnos a conformar con sindicatos “rojos”. Era y es
facilitarle al enemigo de clase el que nos golpee a su pleno antojo.
Para el reformismo, la política correcta
ante los ataques del gobierno negando la discusión los contratos colectivos,
incumpliendo los vigentes y que nos acaba de robar la casi mitad de nuestros
salarios es mantener divididos a la clase, haciéndole petitorios al gobierno para
que “no nos trate tan mal”, que nos escuche, “plis”, esperando claro está que
le bajen ciertas prebendas como diputadorías y subsidios para seguir cumpliendo
su papel.
No hay diferencia esencial entre la
política sindical de Fuerza Bolivariana de los Trabajadores y los partidos de
la MUD. Ambas responden desde diversos ángulos al sostenimiento del capitalismo
y su política de explotación y opresión de nuestra clase. No hay diferencia de
fondo entre votar por el PSUV o la MUD. Ambas son formaciones políticas
burguesas, solo que una habla de socialismo para seguir construyendo una
cortina de humo para facilitar el funcionamiento del gran capital y los otros
sencillamente no consideran que haya que usar ninguna cortina de humo
“socialista” para cumplir con el mismo papel, solo que hegemonizando al capital
gringo. La UNETE debe marcar una diferencia radical con esta política que hace
prevalecer los acuerdos conciliadores, la política parlamentaria, la pelea por
migajas, al combate frontal y unitario de la clase por la totalidad de sus
derechos.
La UNETE tiene que convertirse en la
auténtica vanguardia por la Unidad en la Lucha de Toda La Clase Obrera y sus
sindicatos y no permitir que sea una
fracción de la burguesía la que se abandere de esa propuesta, pues entonces se
profundizará el avance de las corrientes burguesas en el seno de los
sindicatos. La UNETE puede desplazar a todas las centrales que quieren
profundizar su política conciliadora como la CSBT, o FADESS – CTV, pero para
ello tiene que dejar de ser propagandista reformista y discutir – desarrollar
una política que toque la fibra del conjunto de la clase. Tenemos que discutir
unos métodos que ayuden a desarrollar la participación de los trabajadores en
la construcción de la unidad necesaria de toda la clase desde la base, no por
acuerdos por arriba, entre dirigentes, que después se van presentar como la
UNIDAD DE LA CLASE, cuando tan solo es la UNIDAD DE LA BUROCRACIA para que la
clase no desborde los límites que ella le quiere imponer para que no haya
ninguna lucha consecuente que derrote las medidas capitalistas del gobierno y
menos que se haga una revolución socialista.
Las organizaciones y los militantes
clasistas y marxistas revolucionarios debemos acordar un Plan de Lucha que
toque puntos reivindicativos y puntos políticos, tácticos y estratégicos.
Debemos presentar esa propuesta en el seno de los trabajadores e impulsar su
discusión para que sobre esta base, se acuerde elegir delegados con mandato y
revocables que se reúnan en Encuentros interfábricas que potencien los acuerdos
alcanzados, en una dinámica de la realización de un Congreso Nacional de Todos
los Trabajadores Activos y Desempleados que supere las barreras de los miles de
sindicatos Federaciones existentes. Ese Congreso de Unidad de Todos los
Trabajadores, centralizará el combate de la clase contra la burguesía, su
gobierno y sus burócratas que actúan en el seno del movimiento de trabajadores
para maniatarlos y entregarlos mansitos a sus enemigos. Construir acuerdos
parciales puede ser una buena base para comenzar, siempre y cuando se parta de
las necesidades de los trabajadores de frenar la descarga de la crisis sobre
sus espaldas y que los mismos impulsen la participación de la clase en la
construcción de ese Plan de Lucha. Golpear juntos y marchar separados es hoy
una premisa importante a desarrollar para, en la medida que desarrollamos la
unidad en la acción sobre puntos concretos, tengamos la libertad de abrir la
discusión sobre los puntos donde todavía no hay coincidencias que siente las
bases para una unidad estratégica para la destrucción del capitalismo y la
construcción de un verdadero socialismo y no una caricatura del mismo como la
que nos vende el gobierno.
Nosotros desde la Corriente Socialista
Revolucionaria estamos convencidos que esa unidad de la Clase Trabajadora
Activa y Desempleada, golpeada por políticas como la devaluación del Bs. tan
solo se puede llevar adelante construyendo una poderosa Tendencia Sindical
marxista revolucionaria. Esta Tendencia solo se podrá construir al calor de la
lucha de clase y será producto de muchos debates y desarrollos unitarios
tácticos y también estratégicos entre organizaciones hoy separadas. Tendencia
que tiene que saber diferenciar la unidad del conjunto de la clase, de la
Unidad de su Vanguardia Sindical y Política.
Desde la Corriente Socialista
Revolucionaria, vamos a seguir aportando ideas de cómo desarrollar de la mejor
manera la Unidad de la Clase para obtener victorias y no derrotas como la de
Cementos; ideas para romper el estancamientos de procesos como los que se están
viviendo en Guayana donde la Clase está siendo pauperizada en un proceso
violento y continuo, gracias al papel jugado entre otros por la FBT, Marea
Socialista, FTS, PCV-CCV. Para fortalecer luchas concretas o por darse en todo
el país, pues la multiplicación de las luchas pueden venir sufriendo derrotas
importantes que sobrepasen las pequeñas victorias y entonces se produzca un
freno o retroceso como el que vivimos al principio de los años 60 del siglo
pasado tras la firma del pacto de paz laboral, firmado por los partidos de la
burguesía, Fedecamaras y el PCV o algo peor como la derrota del proletariado
chileno a manos del ejército encabezado por Pinochet.
Corriente Socialista Revolucionaria
17-02-2013
eltopoobrero@yahoo.es
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