Por Milton D’ León
Al momento que escribimos este artículo ya es oficial que
Chávez no asumirá su nuevo mandato el 10 de enero, postergándose hasta nuevo
aviso la fecha de su juramentación, atada a su recuperación si es que eso
ocurre. Tras un largo debate en la Asamblea Nacional (AN) el día 8/01, luego de una
carta que el Vicepresidente Nicolás Maduro enviara y en la que supuestamente el
propio Chávez comunicaba que no podría estar presente para la fecha de su
juramentación, la misma resolvió, en función que el Presidente está
"constitucionalmente en posesión del cargo" y que habiendo
“continuidad administrativa” no era per se la jura el 10/01. Que por tanto el
mandatario podría tomarse “todo el tiempo que necesite para recuperarse”, sin
especificar fecha de retorno, continuando Nicolás Maduro como Vicepresidente al
frente del ejecutivo, de igual manera que todo el tren ministerial, ya que no
se ha declarado ni “falta temporal” ni “falta absoluta” de Chávez como para que
asumiera el presidente de la AN ,
Diosdado Cabello.
Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el día
9/01, para ratificar lo resuelto en la
AN , dictaminó que “no hay interrupción en el ejercicio del
cargo", al tiempo que precisó que "aunque sea necesario el juramento,
no es una condición para que se rompa con la continuidad administrativa",
siendo que el día anterior ya había dictaminado también que no obligaría al
presidente de la AN ,
a asumir la presidencia, en caso de que Chávez no pudiera estar el 10/01. Por
la noche de ese mismo día, el Alto Mando militar expresaba su respaldo a
Nicolás Maduro. Para el momento en que este artículo salga a la luz pública, el
propio 10/01, se estará realizando una concentración masiva de las fuerzas del
chavismo, frente al Palacio de Miraflores en apoyo a Chávez, “viniendo de toda
Venezuela” para demostrar que el apoyo a Chávez no solo está en las urnas sino
en las calles. El mismo evento contará con la presencia de figuras
presidenciales como José Mujica de Uruguay, Daniel Ortega de Nicaragua, Evo
Morales de Bolivia, Michel Martelly de Haití, así como representantes de una
amplia gama de países de América Latina, como Brasil, Argentina, Ecuador, entre
otros. Era la crónica de una ruta anunciada.
Los límites, por ahora, a una crisis abierta
Es de destacar que el evidente pacto entre las fracciones
fundamentales del chavismo le ha puesto, por ahora, límites a una crisis
política que podría abrirse en el país, en caso de que las propias fuerzas del
gobierno no llegaran a un consenso. Este ha sido el aspecto que más se ha
destacado luego de la ola de rumores, donde las tensiones internas en el
chavismo podrían desatar fuerzas difíciles de conjurar si no llegaban a
acuerdos de compromiso, y a lo que podrían haber estado apostando la oposición
que por derecha se enfrenta a Chávez. Hasta el momento el chavismo ha logrado
llevar adelante su “hoja de ruta”, en primer lugar, intentando mostrar una
unidad entre todas sus facciones internas, conocidas por sus discrepancias y
ubicación política en el entramado nacional, y en segundo lugar, por contar con
una mayoría en la
Asamblea Nacional que le ha permitido aprobar sin ningún tipo
de trauma –al menos en la superficie-, como ya se había observado cuando
ratificó a Diosdado Cabello en la presidencia de la AN junto a los otros dos
vicepresidentes de la Cámara ,
también del bloque chavista, a lo que se le suma la avenencia del TSJ, donde la
mayoría de sus magistrados son afines al chavismo, en dictaminar resoluciones
para allanarle el camino a las fuerzas del gobierno.
Esta demostración de “unidad” (¿circunstancial?) entre los
distintos bloques del chavismo, es lo que le ha permitido al gobierno
sobrellevar la tensa situación que, por más tranquila que se le intentara
mostrar, evidenciaba las fuertes grietas que se generan por las divisiones
entre los distintos bloques de poder ya existentes. Y para hacer una clara
demostración de fuerzas es que el gobierno realiza la masiva concentración en
Miraflores, todo con el objetivo de hacer ver que lo que se expresó en las urnas
el 7/10 y el 16/12, también se expresa en las calles en apoyo a Chávez, y a los
pasos dados por el PSUV y el gobierno bajo la vicepresidencia de Maduro.
Y del exterior también
Pero hay otro factor fundamental que le ha permitido a las
fuerzas del chavismo transitar su hoja de ruta sin grandes contradicciones por
el momento, pues ni tontos ni perezosos, no descuidaron el factor externo. Ya
sea el apoyo directo a la prórroga de la asunción dado por muchos de los
gobiernos de América Latina, con Brasil a la cabeza, quien su cancillería se
movió transitando tanto La
Habana como Caracas, para dar el espaldarazo al gobierno
venezolano. No en vano hacen acto de presencia en la masiva concentración del
10E varios presidentes latinoamericanos y caribeños, así como representantes
políticos de muchos otros, mientras Cristina Fernández viaja directo a La Habana el viernes por la
mañana. Pero tampoco el gobierno venezolano descuidó a los propios Estados
Unidos, con quienes vino manteniendo reuniones oficiales desde el mes de
noviembre, como la mantenida, por instrucción oficial, por el embajador en la OEA , Roy Chardertón, al mismo
tiempo que la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta
Jacobson, sostuvo en noviembre una conversación telefónica con el actual
vicepresidente Nicolás Maduro. A EEUU le es favorable cómo se viene
desarrollando la situación hasta ahora y, una vez conocida la decisión de la
prórroga dada por la AN
para la juramentación del nuevo mandato de Chávez, se limitó a manifestar que
"ésta es una decisión que tiene que ser tomada por los venezolanos” y que,
"con independencia de lo que pase políticamente en Venezuela, si el
gobierno venezolano y si el pueblo venezolano quieren avanzar con nosotros,
creemos que hay un camino para que ello sea posible" [1], es decir, avaló
las decisiones tomadas por el gobierno nacional. Es claro que con esta actitud,
lo que busca el imperialismo es sacar ventaja del eventual retiro, incapacidad
o muerte de Chávez, como algo que le favorece para diluir al polo
"bolivariano" en la región e ir recuperando posiciones en la propia
Venezuela. De hecho, Chávez ya venía dando pasos hacia una mayor moderación,
como son los acuerdos con Santos y el ingreso al MERCOSUR, dejando a la deriva
a la ALBA como
bloque con alguna “personalidad”.
La derecha “unida” pero no tanto
Pero si en el chavismo las divisiones son conocidas, las
desavenencias en la oposición no lo son menos, acentuadas tras las dos derrotas
electorales consecutivas que ha sufrido. Más aún, se han expresado también
frente a cómo hacer frente a los propios planes del gobierno alrededor de la
fecha del 10/01. Si bien desde el bloque de diputados de la MUD en la AN fustigaron para que asumiera
Diosdado Cabello por la ausencia de Chávez, Capriles ya había manifestado, a su
manera, que estaría abierto a una prórroga para la asunción de Chávez,
sosteniendo incluso que la falta de Chávez podría calificarse como “falta
temporal”, lo que abre el paso a que Chávez pueda asumir más adelante. La
posición de Capriles, el más seguro candidato por la derecha, sería expresión
de ganar más tiempo para reorganizarse frente a una eventual elección
anticipada, tomando en cuenta los reveses sufridos electoralmente. No fue
casualidad que en su declaración de prensa del día 08/01, se limitara a decir
que conmina al TSJ, a dar al país una "clara" interpretación sobre lo
que deberá ocurrir el próximo 10 de enero, al mismo tiempo que enfatiza que su
rechazo a un supuesto llamado “paro cívico” para este jueves 10/01, enfatizando
que “Nosotros queremos agotar el diálogo. No vamos a caer en ese escenario”
[2]. Es de destacar que Capriles, en su declaración de prensa, apareció junto a
Henri Falcón, disidente del chavismo y con peso propio en su región, y que
también le ganara las elecciones al candidato del gobierno, en clara posición
de una nueva fórmula política Capriles-Falcón hacia unas eventuales
presidenciales, y que estaría en sintonía de la política de Capriles de
correrse hacia el centro para disputarle las elecciones a Maduro. Como vemos,
dos líneas políticas dentro de la oposición bastante disímiles, y una fórmula
que contaría con el apoyo de Obama.
Las conveniencias para el chavismo
Es bien sabido que Chávez, si por alguna eventualidad
lograre asumir nuevamente la presidencia, difícilmente terminaría dicho
mandato, pues incluso esta variante es sumamente difícil que ocurra. Es
manifiestamente claro que desde las principales facciones de poder dentro del
chavismo, lo que buscan es ganar tiempo para un mejor reacomodo interno en la
fase de transición abierta y de las cuotas de poder. Si fuere el caso que
Chávez pudiera asumir, sería para garantizar en vida la elección de Maduro, y
cerrarle de una manera segura el paso a los sectores de la oposición de la
derecha. Es claro que evitando al momento una elección anticipada, tal como
pujaba la derecha, si bien las chances pueden correr a favor de Maduro, no es
lo mismo que estas se realicen sin el empujón activo con un Chávez actuando en
la campaña, que en el estado de convalecencia actual. El no permitir unas
elecciones anticipadas en lo inmediato, se entendería también, aún en el caso
en que Chávez no asuma, para conseguir un período en el que Maduro se consolide
al frente del gobierno, mostrando capacidad de mando, tanto en las facciones de
poder, como entre las Fuerzas Armadas y en el entramado internacional, como una
figura más viable de lo que se podría pensar o se lo intenta pintar que existe
nada más por el empujón de Chávez. Esto obligaría, claro está, a que durante
ese período no se tome ninguna medida antipopular, como por ejemplo, podría
significar una devaluación de la moneda, presión a que viene sometido el
gobierno. Un Nicolás Maduro entrando en campaña, pero gobernando, aumentarían
más las chances de vencer a la eventual candidatura de Capriles en plena
ausencia de Chávez, y podrían asegurar la continuidad política de las fuerzas
del chavismo, con un claro pacto con las otras alas del aparataje oficial.
Veremos.
La transición al post-chavismo
Lo que ya es claro es que el sistema político de gobierno y
las formas de dominio ya no serán como lo ha sido en todos estos largos años,
esto más allá de que continúen gobernando las fuerzas del chavismo. Se ha
entrado en una nueva etapa política en el país, abriéndose paso a una
transición hacia un post-chavismo que ya prefigura en el escenario nacional. Al
no poder ocupar, ni Maduro ni ningún otro, el papel de árbitro y de
bonapartismo, el régimen de dominio político ya no será el mismo, lo que abrirá
tensiones y elementos de crisis política. La nueva forma de dominio político
que surja, será un régimen que tampoco va a adaptarse fácilmente, con un rol de
las FAN, de la
Asamblea Nacional , atribuciones presidenciales, PDVSA,
aparatos civiles y milicias "bolivarianas", etc. Entre los elementos
de crisis en perspectiva está que las distintas facciones que se apoyan en
estos sectores van a tratar de mantener o mejorar su tajada, la derecha y el
imperialismo van a presionar por cambios en sentido de "democracia"
liberal, etc. Y posiblemente las masas si bien con menos ilusiones, intenten
defender de cualquier recorte posible de lo que consideren sus conquistas.
Se observa incluso cómo hasta la retórica del socialismo del
siglo XXI desaparece de los discursos oficiales, yendo esto en el sentido de
avanzar en mejorar relaciones con la gran burguesía y el imperialismo, suavizar
los elementos más populistas del régimen y recortar las expectativas de las
masas. Incluso, también lo vemos por la ubicación de las propias alas del
chavismo, las disposiciones de Chávez antes de su viaje para su operación a
Cubas, como tampoco es casualidad que Capriles ha sabido mantener distancia de
las alas más radicales por derecha en la oposición, mostrándose como una figura
más potable dentro de un post-chavismo, ahora acompañado por una figura como
Henri Falcón, de peso regional, y que no tiene fama de derechista, al haber
estado con Chávez durante un largo período. Se abren tiempos políticos donde
aún todo está por verse en el país, y nada prefigura que será sin traumas ni
crisis política, donde nuevos vientos soplarán en el país, que si tomamos en
cuenta las no muy buenas condiciones económicas, como ya hemos explicado en
otros artículos, un impacto de la crisis económica en el plano nacional con
profundidad, acompañada de una caída de los precios del petróleo, acelerarían
aún más las contradicciones internas que subterráneamente se mueven y que
pueden salir a la superficie de manera inesperada.
La lucha por una perspectiva independiente de los
trabajadores
En toda esta situación, los trabajadores y las trabajadoras,
junto al resto de los explotados y oprimidos del país, son apenas convidados de
piedra en todo lo que se juega en las superestructuras políticas y de las
fuerzas de los grupos dominantes. Todo se juega a sus espaldas, y no
precisamente en función de sus intereses fundamentales. Aunque comprendamos la
preocupación de muchos trabajadores y del pueblo pobre venezolanos por la
enfermedad de Chávez, desde la LTS
creemos que nada puede esperarse del mismo y de la llamada "revolución
bolivariana". En verdad, lo que se está demostrando cómo realmente el
proyecto del chavismo se ha mostrado un verdadero fracaso frente a las
ilusiones y esperanzas que millones sembraron sus expectativas, al ver que sus
demandas fundamentales, en estos largos 14 años, se han visto frustradas. La
derecha expectante se prepara, para por la vía de pactos y acuerdos, recuperar
sus cuotas del poder en consonancia con su poder económico que nunca lo perdió.
Redoblar la lucha por la independencia política de la clase trabajadora y los
explotados se hace más imperante que nunca, para que los explotados y oprimidos
puedan abrirse paso en una dinámica independiente frente a los futuros
acontecimientos. A esto apostamos los que formamos parte de la LTS en nuestra infatigable
lucha por la construcción de un partido revolucionario e internacionalista de
los trabajadores.
[1] Declaraciones de la portavoz del Departamento de Estado,
Victoria Nuland el 9/01.
[2] Declaración de prensa de Capriles Radonski, (El
Universal, 8/01).
LTS
LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
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