Redacción El Libertario
Bastante hemos escrito en estas páginas sobre el triste rol de gran parte de la vieja izquierda, cediendo discurso seudorevolucionario y pretextos populistas a un caudillo demagogo e incapaz que le ha otorgado acceso al poder estatal a cambio de sumisión cómplice. Pero acá nos ocuparemos de su hermana gemela: esa otra tajada de la antigua progresía que ahora hace de comparsa en la alianza electoral que postula a Henrique Capriles Radonski, en posición mucho más afín en desvergüenza a sus morochos oficialistas de lo que ambos reconocen. A tal fin, la tarea se facilita gracias al artículo “Esa divina izquierda antichavista”, publicado en el diario opositor Tal Cual, p. 20, del 7/5/12, donde viene un resumen de las coartadas que justificarían la entrada al redil de la MUD de todo izquierdista ajeno al chavismo, antecedido por un título que dice más acerca de la intención fraudulenta del artículo que de su supuesto tema.
Bastante hemos escrito en estas páginas sobre el triste rol de gran parte de la vieja izquierda, cediendo discurso seudorevolucionario y pretextos populistas a un caudillo demagogo e incapaz que le ha otorgado acceso al poder estatal a cambio de sumisión cómplice. Pero acá nos ocuparemos de su hermana gemela: esa otra tajada de la antigua progresía que ahora hace de comparsa en la alianza electoral que postula a Henrique Capriles Radonski, en posición mucho más afín en desvergüenza a sus morochos oficialistas de lo que ambos reconocen. A tal fin, la tarea se facilita gracias al artículo “Esa divina izquierda antichavista”, publicado en el diario opositor Tal Cual, p. 20, del 7/5/12, donde viene un resumen de las coartadas que justificarían la entrada al redil de la MUD de todo izquierdista ajeno al chavismo, antecedido por un título que dice más acerca de la intención fraudulenta del artículo que de su supuesto tema.
Allí
se comienza parloteando de lo “positivas” que fueron históricamente las uniones
entre organizaciones políticas de ideologías opuestas para enfrentar a un
adversario común, poniendo como ejemplos a seguir los Frentes Populares
propiciados por los comunistas en tiempos de la 2ª
Guerra Mundial, a la Junta Patriótica previa al derrocamiento de la dictadura
de Pérez Jiménez en Venezuela, y al proceso de acuerdos contra Pinochet en
Chile que llevó a la llamada Concertación. Sobre esto hay una interesada
tergiversación de la historia, donde tramposamente lo que fueron consecuencias
rentables para los intereses de dominación de Estados, partidos políticos y
poderes económicos se convierten en “positivas” para el conjunto de la
sociedad. Argumentando esos antecedentes, los politiqueros de la MUD proclaman
que aquí también lo único que interesa es derrotar a ese adversario común,
disimulando sus intenciones de asalto al
poder del Estado tras un vago panorama de lo “positivo” e indispensable que
resultaría sacar al chavismo del gobierno.
Después
el artículo apunta con satisfacción que las organizaciones políticas, incluso algunas
siglas cada vez más espectrales de la descuajaringada izquierda criolla, se han
sumado a la combinación electoral opositora (¡obvio, ya que buscan cobrar en
ese Kino!), para luego quejarse de la actitud de los que no caemos con su caza-bobos.
Colgando la etiqueta de “intelectuales exquisitos históricamente ligados a la
izquierda”, se pinta un cuadro adulterado sobre quienes hoy criticamos por
igual a las opciones más hinchadas del panorama electoral que, paradójicamente,
dibuja tal cual a esos próceres que
hoy tienden la cama por la izquierda al H.C. opositor, sugiriendo para nosotr@s
una condición de oportunistas otrora arrimados a Chávez y siempre dispuestos a
canjear apoyo político por puestos en el Presídium, donde más bien se retrata a
muchas de las joyitas del MAS, Podemos, PPT, similares y conexos que ahora
berrean eso de “hay un solo camino”.
Otro
detalle interesante se cuela en el texto: al pretender evidenciar esa supuesta posición
comodona y puramente intelectualoide de la izquierda no polarizada, se le acusa
con despecho porque “no acompañan al candidato a subir cerros y ligan no salir
sorteados como miembros de mesa por el CNE”. ¡Más claro ni el agua! … a los cerros
sólo vale ir en plan de sacarles votos, y la expresión tope del compromiso
social es cuidar que esos votos (más otros que se puedan pillar) vayan a la
cuenta de mi pandilla. ¡Así es la calaña de izquierda, centro y derecha en la
MUD!
En lo
que si tiene razón el artículo es cuando la califica de sector pequeño, en
comparación a la horda mayor de viejos ñángaras postrados ante el “Bolívar
este”, o de la turba mediana que ahora se descubre menos izquierda para el
cambio real y más «ciudadanía democrática responsable».
Ciertamente es escaso el contingente, donde nos incluimos l@s anarquistas, que
resueltamente repudia la falaz disyuntiva entre esos dos H.C. que tras
distintas escenografías, morisquetas y uso de adjetivos representan similar
guión de opresión y desengaño, pero no es casual que el mentado escrito termine
con el ruego por nuestra rendición a su oportunismo, pues tanto esa ala
siniestra de la MUD como sus equivalentes del Gran Polo Patriótico saben que al
elevar nuestra voz y señalar caminos alternativos, no sólo hacemos constar la
magnitud de su traición sino que apuntamos hacia el rumbo que más temen esos tránsfugas:
el de autenticas transformaciones sociales positivas que no requieren de ellos
ni de su liderazgo farsante, al resultar de la autogestión, el apoyo mutuo y la
acción directa.
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