Por Colectivo Creador de la Muestra de Cine Indígena de Venezuela
El Colectivo Creador dela Muestra de Cine Indígena
de Venezuela, extiende su solidaridad y en virtud de la misma denuncia lo
vivido por nuestra Productora General y Cineasta Leiqui Uriana Henríquez cuando
se dirigía a mostrar su trabajo de la
Serie “Ser un Ser Humano” Un retrato colectivo de la Humanidad y participar
en la Mesa Redonda
“El rol de las y los documentalistas en la protección de la diversidad
cultural” en el Festival Internacional de Cine Invisible de Bilbao, al cual fue
invitada por parte de la ONGD Kultura, Communication y Desarrollo KCD.
El Colectivo Creador de
En ocasión a dicho viaje,
Uriana fue victima de los procedimientos que se vienen implementando en
el mundo en el marco de la supuesta lucha antiterrorista. Los cuales atentan en
general contra los derechos de todos, porque le permiten a las autoridades sospechar
que cualquiera puede actuar en contra de la seguridad global, realizar actos
terroristas o transportar sustancias ilícitas. La selección suele –como en este
caso fue- visar a personas de acuerdo
con su pertenencia étnica y condiciones socioeconómicas y a las presunciones
injustas que en virtud de estas se construyen.
Es así que sucedieron los hechos a los cuales nos referimos
cuando Uriana pretendía tomar un vuelo de Caracas a Madrid, el dia 3 de marzo de 2012 a las 2.30 de la tarde
desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Uriana se
disponía a chequearse en el “counter” de la aerolínea Iberia, momento en el
cual fue abordada por funcionarios de la Guardia Nacional
que le indicaron que debían acompañarla a revisar su equipaje y
procedieron a interrogarla sobre el
motivo de su viaje y sus actividades cotidianas, a lo cual Leiqui, presentó su
documentación (pasajes, carta de entrada a España, Carta de invitación del
Festival, Credencial Estudiantil, Visado, Programación del Encuentro, entre
otros).
Luego de eso y según el propio relato de la compañera : “
fuimos a sistema de rayos x, allí me pasan unas 3 veces y los soldados no me
dicen nada sino que comienzan a interrogarme, a dónde vas? Cuánto dinero
llevas? A que te dedicas? Dónde vives? Y me determinan hacerme una placa.
El soldado que me custodia me dice cuando me lleva a la
oficina “ve que si escondes que llevas algo eso cabe penalidad,¿ lo sabes?”
Allí me puse nerviosa, porque sabia que no llevaba nada, pero cuando me dicen
que tengo algo extraño en el estomago me asustó y me asombró porque pensé que
me intentaban criminalizar por algo…. Para colmo cuando llegamos a la oficina
como 4 o 5 tenientes o oficiales, sin presentarse ni identificarse comenzaron a
interrogarme, a preguntarme lo mismo, a prohibirme hacer llamadas, recibir
llamadas o escribir texto. Me sentía tan sola y tan vulnerable.
En ese momento, Leiqui Uriana fue victima de varios excesos
por parte de los funcionarios, lo cual consideramos contrarios a los valores de
nuestra sociedad y causados por valoraciones fundadas en la discriminación.
Luego de haber sido sometida a los rayos X, le fue indicado
por uno de los funcionarios que debía hacerse una placa en una clínica privada
y que ella debía pagarlos “la placa hay que hacerla en una clínica y tienes que
pagarla, porque la guardia nacional no tiene los equipos médicos ni los
recursos para hacer ese tipo de exámenes”. Lo cual Uriana no acepta en un
primer momento porque no tenía dinero
destinado para tales efectos. En un segundo momento, le es indicado que
debe practicarse un enema, el cual debe
pagar (100 bolívares) y que no puede ponerse ella misma sino que ha de ser
colocado por una tercera, no identificada como miembro de la Guardia Nacional
sino como una trabajadora de limpieza
del aeropuerto y que cumpliría el rol de testiga.
“Yo les digo que no tengo plata. Y ellos no me dicen nada,
me dejan allí sentada en la oficina y todo soldado que entraba me preguntaba
cosas y se iba. Hasta que finalmente como 7pm me dicen que me deben aplicar un
enema para sacar el cuerpo extraño que tengo en mi estomago, sino no me podrán
dejar ir. Ya de quererme ir y de no responder más las mismas cosas, accedí al enema y me asignaron una custodia
femenina de apellido Flores con ella fui al baño y delante de ella y de una
testigo, una mujer que limpia los baños me hicieron defecar dentro de una bolsa
en un pote. Pero no bastó una vez, me hicieron esperar y volver a defecar otra
vez. Ya a las 8pm, el avión se va la soldado dice “sin novedad” y me saca del
baño corriendo a firmar un documento en blanco en un libro de actas, ella me
decía: “ apurate, ¿no te quieres ir?”, y
me custodió hasta subirme en el avión”
Son los anteriores hechos los que este Colectivo denuncia,
en tanto violentaron claramente los derechos constitucionales que acompañan a
todas las personas como derivados de su dignidad.
El proceder sin justificaciones, y siendo que esta no es la
primera vez que un miembro de nuestra comunidad es blanco de practicas contrarias
al decoro y a la dignidad que toda persona tiene, y, que consideramos evidente
que la selección de Leiqui Uriana para ser sometida a estos controles se derivó
de su pertenencia étnica y a su condición de mujer, nos motiva a manifestar
públicamente nuestra solidaridad y a exigir sean redoblados los esfuerzos para
la construcción de una sociedad pluricultural y multiétnica donde los derechos
individuales y colectivos de todos y de todas sean respetados.
Estas realidades contrastan las declaraciones emanadas en la Decimosexta sesión del
Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
realizada en Ginebra, Suiza, donde se aseveró que los venezolanos tienen
garantizados de manera “permanente y absoluta” sus derechos humanos en la Constitución ,
“Venezuela es un Estado Social de derecho y de justicia” (Ginebra 1 Marzo
2011). Igualmente el 7 de Octubre de 2011 en la 12da Reunión
para el Examen Periódico Universal de Derechos Humanos, la vocería venezolana
indicó que impulsaría una política más ambiciosa en materia de derechos humanos
y se destacó que para Venezuela, la presentación de este informe ante el
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sería la oportunidad de
“revisar y profundizar las políticas públicas en materia de promoción de
Derechos Humanos para la construcción del Poder Popular”. Este discurso fue
ratificado en la
Decimonovena sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las
Naciones Unidas, el 29 de Febrero de 2012, citando los Principios de París.
Es necesario apuntar que toda la Administración Pública
se encuentra al servicio de la comunidad y que debe actuar para garantizar los
derechos de esta, y que debe abstenerse de practicas discriminatorias. Mandato
que rige igualmente a los cuerpos de seguridad, entre ellos a la Guardia Nacional
Bolivariana, que sigue practicando actos inconstitucionales y que hacen flaco
favor a una iniciativa de proceso de cambio, sobre todo cuando se acerca de
nuevo el examen electoral para
Venezuela.
En virtud de lo cual se exige:
- Que los funcionarios públicos adopten códigos
de ética intercultural, ya que en muchos
casos gana terreno la ignorancia, el desconocimiento y la discriminación que
existe en la cotidianidad por parte de estos servidores públicos y que excluyen
al otro a través de la humillación y denigración.
- Que los
funcionarios públicos entiendan, que ser indígena o parecer indígena siempre
plantea unos estereotipos, pero que no es regla para determinar (sin miedo a
equivocarse), que nuestros pueblos indígenas estén vinculados a la “migración
ilegal”, el contrabando de productos ilícitos, y que dichas realidades, que no
son positivas, no pueden pasar por encima de la humanidad y atropellar sin
razón a alguien.
- Que los funcionarios
públicos, en este caso la “Guardia del Pueblo” deberían respetar la movilidad
humana, dar un trato digno y no concluir que todas las personas son
“narcotraficantes”, “narcomulas” o “inmigrantes ilegales”.
- Que presenten las
disculpas que corresponden y que no extendieron a Leiqui Uriana.
- Que expliquen las
causas que los llevaron a actuar de este modo y denunciamos el hecho que le
fuese presentado a Leiqui un documento en blanco, puesto que es un derecho
fundamental conocer el estado jurídico para poder ejercer en el momento
presente y a futuro un derecho a la defensa efectivo y a solicitar las
reparaciones que podrían causarse de un manejo irresponsable, discriminatorio o
excesivo en el cumplimiento de una función publica, tal como el resguardo del
orden y la seguridad.
Finalmente la labor que hace nuestra hermana Leiqui Uriana
seguirá contribuyendo desde diferentes escenarios a la eliminación de estos
estereotipos, la erradicación todas las formas de discriminación y a la
construcción de un país que reconozca a sus originarios padres y madres
indígenas.
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