Por FEL Argentina
Compañerxs, es nuestra tarea comunicar la crítica situación por la cual ha pasado el Frente de Estudiantes Libertarixs en este último tiempo.
Compañerxs, es nuestra tarea comunicar la crítica situación por la cual ha pasado el Frente de Estudiantes Libertarixs en este último tiempo.
Lamentablemente un proyecto por el que muchos nos esforzamos
durante años, fue roto por un grupo de compañeros que ha priorizado sus
intereses de hegemonía dentro del espacio por sobre la construcción de la
tendencia. De esta manera, se ve amenazado enormemente uno de los proyectos que
más potencial tenía y para nosotros sigue teniendo dentro del anarquismo
estudiantil organizado.
Estos compañeros han decidido apropiarse unilateralmente del
nombre de la organización, de las banderas y de todos los medios de difusión
(página web, mail, facebook, etc.). Todo esto fue planificado y ejecutado
previo a dar una discusión al respecto e incluso antes de avisarnos que habían
decidido romper.
Los compañeros que decidimos seguir apostando al proyecto
que dio vida el FeL, no podemos hacer menos que repudiar la actitud de estos
militantes que ni siquiera tuvieron la seriedad como para discutir la ruptura
en un plenario, como lo haría un militante consecuente con sus ideas.
Decidieron que la mejor manera de romper era a través de un mail informando al
resto de los compañeros su intención de apropiarse del FeL; y, lo que es peor,
dejando en banda a un montón de cumpas, sin importarles su proyecto militante.
Pese a esto, no nos dispersamos sino que nos organizamos para superar estas
dificultades.
Tampoco podemos dejar de señalar que la decisión de estos
compañeros proviene de una falta de tolerancia hacia posiciones disidentes
dentro de nuestra tendencia. Este grupo, encabezado por la LAC (Linea Anarco-comunista),
no tolera la pluralidad de pensamiento, no se bancan que los compañeros se
posicionen en un sentido diferente (no necesariamente antagónico) frente a las
problemáticas que se le presentan a la organización. Buscan generar una
agrupación estudiantil homogénea, que sea apéndice de la LAC , en vez de ser un ESPACIO
DE TENDENCIA que pueda unificar en un mismo frente a militantes anarquistas con
distintas opiniones pero que respeten los acuerdos y coincidan en la forma de
militar en el medio estudiantil. Como se evidencia, han caído en el más bajo
autoritarismo.
Estos compañeros intentaron generar consenso a su alrededor,
no sobre la base de posiciones políticas exclusivamente, sino por amiguismo o
por adulación personal a militantes y el pasilleo como método predilecto. Del
mismo modo se calumnió a compañeros disidentes y se mintió sobre ellos en base
a argumentos imposibles de comprobar. De esta manera, durante el último tiempo,
se dedicaron a difamar a muchos compañeros que planteábamos puntos de vista
diferentes a lo que ellos promulgaban, actuando así en detrimento de un frente
único anarquista en lo estudiantil, siendo esto sumamente contraproducente de
cara al anarquismo organizado de hoy en día, tanto a nivel estudiantil como en
un sentido más global.Fue así como muchos militantes en su consideración,
pasaban de ser "militantes valiosos" a ser “centristas”, “basistas”,
“liquidacionistas”, “macartistas”, etc. en cuanto "osaban"
contradecir lo que ellos tenían para decir.
Por otro lado, los compañeros que rompen, lo hacen aduciendo
supuestas diferencias de proyecto dentro del FeL, las cuales jamás se
discutieron orgánicamente. Si bien hemos atravesado largos debates, ha habido
un manejo de información por lo bajo y desde lo abstracto, con el fin de no
clarificar sus verdaderas "diferencias irreconciliables" que eran
causa de la ruptura. Muchos de los últimos debates presentados por compañeros
individuales ni siquiera fueron saldados o manifestados con el fin de escuchar
una respuesta, ya que rompieron ni bien expusieron las primeras críticas
concretas, no permitiendo dar la discusión y arrogándose la verdad en el
conflicto. De esta forma, en los motivos de ruptura ni siquiera se sostuvieron
los argumentos que se esgrimían hace poco tiempo atrás ni se blanquearon todos
ellos. Los compañeros que conforman el sector que rompe, se apoyaban en que
había que escuchar a los compañeros "más experimentados" o "más
lúcidos" de la organización. Esta actitud rompe otro de los acuerdos que
teníamos como FeL (no recurrir a diferencias sociales, como la mayor formación,
para imponerse en las discusiones). El FeL es, además, una organización joven,
siendo la primer experiencia de la mayoría de sus militantes. Con estos
argumentos se referían a que debíamos consultar a ciertos compañeros que ya no
formaban parte de la organización, sino que eran colaboradores de la misma. Es
decir que, ante nuestra disidencia proponían como solución consultar qué camino
debíamos seguir, a militantes ajenos a la construcción en las bases.
Prácticamente nos aconsejaban tener una "confianza ciega" en ellos
porque eran los que “sabían perfectamente lo que había que hacer”. Estos
militantes fueron siempre orgánicos a la
LAC o afines a ellos, y en cuanto los compañeros dejaban de
apoyarlos, extrañamente, se los desprestigiaba.
Vemos aquí una gran confusión sobre el manejo de las
“minorías”. En toda organización existen diferencias (posiciones que no están
de acuerdo con la mayoría) pero, en este caso, en vez de acoplarlas a la
discusión hacia la interna de la organización en forma constructiva, eran
acalladas y desvalorizadas. No se permitía a las minorías disentir, siempre y
cuando acataran lo decidido por el pleno de la organización, sino que se exigía
que las minorías acordaran con la mayoría.
Es así que este grupo intentó imponer y legitimar su
autoridad por sobre el resto, saliendo a discutir de forma agresiva cualquier
posición que no se mantuviera dentro de sus límites y amenazara su posición
hegemónica. Todo militante que presentó una posición diferente, fue bastardeado
y deslegitimado, sin explicitar el contenido político concreto de la discusión;
todo esto, con el único objeto de generar y difundir una connotación negativa
sobre los compañeros. De esa forma se lograba que los compas ingresados
recientemente no se sintieran “a la altura” de estos “militantes valiosos” y no
pudieran plantear críticas que tenían al funcionamiento interno del FeL. Frente
a las críticas políticas por parte de los compañeros más nuevos, se los
ninguneaba, argumentando que "no entendían las discusiones" ya que no
eran “cuadros militantes” como ellos.
De la misma manera muchos compañeros recibimos en el último
tiempo aprietes, amenazas de violencia física, intimidación por parte de estos
militantes e “invitaciones” a retirarnos de la organización.
Hace tiempo que varios de los militantes que no integramos
ese sector, habíamos detectado algunas actitudes, cuyo fin reconocemos hoy que
no era otro sino el de causar la ruptura. Las mismas se acentuaron en las
últimas semanas llegando a las amenazas antes mencionadas. En aquel momento, se
presentaron críticas hacia estos compañeros con el objetivo de que se
eliminaran esas actitudes de plano y porque nuestro objetivo era defender la
consolidación del FeL, por lo que tanto hemos trabajado. Evidentemente, ellos
no tenían ya el mismo proyecto sino el de la apropiación del FeL.
En este momento, los compañeros que rompieron rechazan
cualquier tipo de reunión y se niegan a tener un plenario para poder concretar
la ruptura de manera madura y consecuente con las formas democráticas de
decisión con las que acordamos manejarnos. Del mismo modo, se niegan a dividir
las posesiones materiales de la organización. Dicen ser ellos el FeL,
argumentando ser los que hicieron todo para que la organización se
desarrollara, despreciando así el trabajo de muchísimos otros compas no
alineados con ellos. De esta manera pretenden quedarse con todo lo conseguido y
construido de conjunto, posición inconcebible en militantes que dicen promover
el federalismo y el respeto a todos los militantes de la organización.
Cabe destacar que ni siquiera representan la mayoría de los
militantes del FeL los que sostienen esta posición autoritaria. Únicamente
argumentan que ellos SON el FeL y se niegan a desarrollar sus argumentos o
escuchar los nuestros, constituyendo de esta manera una expulsión masiva en los
hechos. Parecen querer forzar la situación de forma tal que llegue a la
violencia física, a partir de su negativa al diálogo, y de amenazas concretas,
cosa que nosotros no queremos ni vamos a tolerar. De hecho, quienes quedamos,
conformamos la mayor parte de los militantes, así como también de núcleos,
sobre todo la casi totalidad de los secundarios Bandera Negra.
Cerramos estas líneas sabiendo que cumplimos con el objetivo
de aclarar la situación actual del FeL y de advertirle a todo aquel interesado
cómo se maneja el grupo que hoy en día pretende apropiarse prepotentemente de
ese nombre.
Nosotros vamos a seguir construyendo una tendencia
estudiantil libertaria como nos lo propusimos desde antes del nacimiento del
FeL, aportando a la reconstrucción del movimiento anarquista y no a la de un
núcleo político particular. Vamos a seguir promoviendo la construcción de una
tendencia libertaria en el seno del movimiento estudiantil, que pueda contener
a todos los compas que coincidan en un proyecto de militancia, sin dividir las
aguas por mezquindades políticas que no superan los acuerdos de la militancia
del día a día.
Mail temporal para comunicarse con nosotros: estud.libertarixs@gmail.com
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