Cemex, Monaca, Exxon y Conoco-Phillips negocian con el gobierno venezolano
Caracas, 7 de dicimbre de 2011. El verdadero rostro y objetivos de
El pasado 30 de noviembre, un día antes de instalarse la Cumbre del Celac, el
gobierno venezolano alcanzó un acuerdo con los representantes de la empresa
Cemex, estatizada a mediados de 2008. El Presidente Chávez se comprometió a
pagar en forma inmediata 240 millones de dólares y 360 millones en cuatro
cuotas anuales de 90 milones de dólares, pagaderas en instrumentos negociables
emitidos por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
En medio de la
Cumbre , gracias a la mediación directa del Presidente Felipe
Calderón de México, el Presidente Chávez acordó no estatizar la empresa Monaca
(Molinos Nacionales C.A.) que posee seis plantas en Venezuela de produccción y
comercialización de productos alimenticios para consumo familiar e industrial.
Chávez anunció que a cambio el Estado se asociará a Monaca realizando una
inversión en la industria bajo el esquema de empresas mixtas, mecanismo bajo el
cual se ha venido entregando buena parte de la soberanía petrolera del país.
Y ayer martes 6 de diciembre, en el marco de una rueda de
prensa ofrecida a medios de comunicación internacionales, el Presiente Chávez
anunció su plena disposición para buscar un arreglo amistoso con las empresas
estadounidenses Exxon-Mobil y Conoco-Philips, quienes han introducido cerca de
10 demandas internacionales por la estatización de sus proyectos en el país.
En su acelerada carrera por ganarse el reconocimiento y
apoyo de los gobiernos de la región, vital para la contienda electoral
presidencial de octubre de 2012, el Presiente Chávez ha dejado al descubierto
su falso discurso anti-imperialista. A los empresarios internacionales les
reconoce las deudas, les paga con isntrumentos financieros que hipotecan a
Pdvsa, pero a los miles de trabajadores de las empresas estatizadas como Cemex,
Exxon y Conoco entre otras, no les reconoce los pasivos laborales, la
antigüedad laboral, la sutitución patronal y mucho menos les permite el derecho
a organizarse sindicalmente y negociar contratos colectivos de trabajos.
En tal sentido la promociada Celac, se ha convertido en el
instrumento ideal para que el gobierno venezolano amplié su red de "nuevos
y mejores" amigos, a la vez que les ofrece plenas garantías a las
multinacionales de que respetará sus "derechos e intereses" si desean
asociarse económicamente con el gobierno venezolano.
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