El BCV en su informe económico sobre el segundo trimestre del año, asegura que el PIB aumentó en 3,6% en el 1er. semestre del 2011. De acuerdo a los datos suministrados por el ente emisor, el Producto Interno Bruto habría aumentado 2,5% en el segundo trimestre del año, respecto al mismo período del 2010. Esto aunado a un aumento de 4,8% en el primer trimestre, daría la cifra de 3,6% de aumento del PIB en el primer semestre de 2011. El gobierno de Chávez pretende distorsionar la realidad, y para ello manipula las cifras económicas. Por una parte, dice medias verdades, y por otra, esconde que los principales beneficiados en términos macroecónomicos durante el semestre fueron los empresarios y banqueros.
Es una media verdad decir que el PIB aumentó en el primer
semestre, esto es cierto, pero lo que no dice el gobierno es que la economía
cayó 2,3% en el segundo trimestre del 2011 con respecto al primer trimestre,
cuando el PIB se ubicó en 4,8%.
Lo otro que no dice el gobierno es que la actividad
petrolera apenas aumentó un 0,8. Mientras que el sector privado fue el
principal beneficiado en el primer semestre del año acumulando un crecimiento
de 2,8%. Es decir, son los patronos los que se llevaron la mayor tajada de ese
3,6% de aumento relativo de la economía del país en los primeros seis meses del
año.
Este es el punto central que debemos considerar los
trabajadores, la juventud y los activistas populares. La realidad es que las
cifras macroeconómicas reflejan crecimiento para los bolsillos de los
empresarios nacionales y transnacionales, no así para los trabajadores y el
pueblo, que siguen padeciendo los rigores de los bajos salarios, en el país con
la más alta inflación del continente.
Víctor Alvarez, un economista progubernamental, libre de
toda sospecha de antichavismo, exministro del actual gobierno e investigador
del Centro Internacional Miranda, afirmó en entrevista que le hiciera el diario
Ultimas Noticias el 25 de octubre del 2009, que durante el actual gobierno la
empresa privada “ha crecido como nunca”, gracias a una serie de incentivos
provistos por el propio gobierno, entre los que destacan exoneraciones
fiscales; préstamos de la banca pública a bajas tasas de interés y millones de
bolívares asignados al cambio preferencial.
Según datos de este mismo investigador, en 1999 el sector
privado aportaba el 65% del PIB, mientras que el sector público contribuía con
el 34,8%. Hoy esa relación se ha modificado radicalmente a favor de los
empresarios privados. En el 2009, es decir, una década después, el aporte del
sector privado al PIB se ha incrementado hasta alcanzar un 70, 9%, mientras que
el sector público se redujo a 29, 1%.
Este último dato se expresa en el hecho de que en el largo
período gubernamental de Chávez, se ha producido una regresiva distribución de
la riqueza que ha beneficiado a los capitalistas en detrimento del ingreso de
los trabajadores.
Según datos del mismo Alvarez, en 1998, antes que ascendiera
Hugo Chávez a la Primera Magistratura del país, a los trabajadores correspondía
un 39,7% de dicha riqueza, mientras que al capital le correspondía un 36,2%.
Diez años después (2008), esta relación se modificó desfavorablemente para los
trabajadores que captaron sólo un 32, 8% de la riqueza nacional, mientras que
el capital obtuvo el 48,8%, casi la mitad del ingreso del país.
Más allá del discurso supuestamente socialista del actual
presidente, las frías cifras que aporta un economista afín al gobierno, hablan
por sí solas. Es decir, que cuando el gobierno habla de crecimiento de la
economía, en rigor se está refiriendo a un sustancial aumento de las ganancias
de los capitalistas, por lo que a Alvarez no le queda otra opción que reconocer
que en Venezuela “aún predomina un capitalismo salvaje”, como él mismo afirma
en dicha entrevista.
Todo lo anterior es ratificado por Alvarez en una entrevista
aparecida ayer domingo en el mismo diario, en la cual afirma que “la economía
capitalista, explotadora, más bien ha crecido”.
Por otra parte, los datos del BCV ponen en evidencia que los
sectores económicos que más crecen son los más improductivos y parasitarios.
Nosotros hemos dicho en otras oportunidades que el actual gobierno, más allá de
su retórica supuestamente socialista, desde el punto de vista económico se
apoya en la banca y en los importadores. Las cifras del Banco Central de
Venezuela confirman esta afirmación. En el socialismo del siglo XXI son los
banqueros los que más ganan, el sector financiero creció 9% en el semestre. Fue
el sector que más creció. Mientras que el comercio, dentro del cual se incluye
a los importadores, creció 6,8%”.
El gobierno cacarea constantemente que estaría aumentando la
soberanía alimentaria, gasta millones en propaganda y publicidad para hacerle
creer esto al pueblo pero la realidad es que la producción de alimentos y
bebidas se contrajo en un 1,3% en el semestre. Los fríos datos económicos dan
al traste con la retórica gubernamental.
Por otra parte, Venezuela sigue siendo un país con una
economía de puerto. Un país profundamente dependiente de las importaciones. En
1998 de cada 100 dólares que ingresaban al país por exportaciones 68 provenían
del petróleo, hoy 95 los aporta la exportación de petróleo. Y esto se corroboró
en el primer semestre del año, con algo que el gobierno oculta, y es que las
importaciones aumentaron en el primer semestre del 2011 en un 12,4%. Esto
contrasta con la caída de la producción de alimentos y con el pírrico aumento
de la industria manufacturera que apenas llegó a 1,3%, el más bajo de todos los
sectores económicos.
Lo otro que no dice el gobierno es que la inversión cayó en
un 3,6%, esto es una barbaridad en una economía que ha contado con elevadísimos
ingresos petroleros, gracias al alto valor de nuestro principal recurso de
exportación.
El verdadero balance que habría que hacer de la economía
venezolana en el semestre, de cara a las necesidades del pueblo y los
trabajadores es que el relativo crecimiento de la economía se lo llevaron los
empresarios y patronos, y dentro de ellos, los banqueros fueron los más
beneficiados. Mientras que los que vivimos de un salario seguimos pagando altos
precios por productos y alimentos en su mayoría importados. El informe del BCV
no dice nada de la alta inflación acumulada en los seis primeros meses del año,
que hacen presagiar que cerrará en un nivel cercano al 30%, nuevamente, la más
alta del continente.
Extraído de Laclase.info
Extraído de Laclase.info
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