Por Luis Arce Borja
El caso de los tres vascos.
El caso de los tres vascos.
Tres
refugiados vascos que llegaron a Venezuela en barco desde Cuba. En la
playa fueron detenidos por la policía de este país. Los hechos
ocurrieron el 31 de agosto de este año y han sido acusados de ingreso
ilegal a Venezuela. Ahora el gobierno de Chávez se alista para
entregarlos a la policía española. Los vascos encarcelados en un cuartel
militar de Caracas son Elena Barcena Argüelles, Xabier Pérez Lekue e
Iñaki Etxarte. Ellos son acusados de pertenecer al grupo ETA y desde
España el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco los sindica de ser
los intermediarios de ETA y las FARC. Ellos residen en Cuba desde hace
20 años como refugiados políticos. Las desavenencias entre los tres
vascos y el gobierno cubano, señalan ellos, es causa que las autoridades
de ese país no cumplen con el derecho que tienen todos los refugiados
políticos del mundo de circular libremente por cualquier país del mundo,
a excepción del país de origen de los refugiados. Las autoridades
cubanas no les permiten salir del país.
Chávez,
a pesar que se pasa la vida gritando su revolucionarismo, ha dado
muestras suficientes de ser un colaborar eficiente de los planes
contrainsurgentes del imperio y de algunos gobiernos reaccionarios de
America Latina. En diferentes oportunidades ha señalado que el “Gobierno
Bolivariano ratifica su compromiso inquebrantable en la lucha contra el
terrorismo”. (2011). A nivel internacional es un aliado del
narco-gobierno de Juan Manuel Santos de Colombia. En abril pasado, sin
escuchar las protestas de organizaciones, partido políticos y miles de
personas, apresó y entrego a la policía colombiana a Joaquín Pérez
Becerra, periodista, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia
(ANNCOL). Ese hecho dio lugar a que Chávez reciba el calificativo de
“villano y peón de la estrategia imperialista”. (José Antonio Gutiérrez
D. abril de 2011).
Los
seguidores del gobierno venezolano, que en razonamiento político pueden
competir con una manada de borregos, pretendieron justifica este hecho
con el ridículo subterfugio de que todo ello fue una “trampa”
contra-revolucionaria” (seguramente fabricada por la CIA) para manchar
la inmaculada imagen de Chávez. Antes del caso Pérez Becerra, el 25
diciembre del 2010 Nilsson Albín Terán Ferreira (Tulio), un líder del
Ejército de Liberación Nacional (ELN) que residía en Venezuela fue
capturado por la policía y entregado a las fuerzas armadas de Colombia.
En el mismo mes de diciembre en otra parte de Venezuela, el ejercito
capturo al revolucionario colombiano Luis Ferney Saavedra Benavides
(Óscar Nobles) y entregado a la policía colombiana. Otro caso es el
Walter Wendelin, militante de la izquierda vasca. Los primeros días de
abril del 2010 fue detenido en el aeropuerto de Caracas y sin ninguna
razón fue impedido de visitar Venezuela y al siguiente día fue expulsado
a Francia.
No es primera vez que el gobierno del presidente Chávez viola la constitución y las leyes para apresar a una persona vinculada con el movimiento social y político, decía en junio del 2002 Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), cuando el gobierno apresó y deportó a Víctor Galarza, ciudadano de origen vasco quien se encontraba con toda su documentación en Venezuela y tenía más de 12 años residenciado en el país. Luego, en diciembre del mismo año 2002 el gobierno de Chávez entregó a la policía española a Sebastián Echaniz Alcorta, un militante nacionalista vasco acusado de pertenecer a ETA. Por estas deportaciones policíacas y arbitrarias el gobierno fue denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la ONU.
No es primera vez que el gobierno del presidente Chávez viola la constitución y las leyes para apresar a una persona vinculada con el movimiento social y político, decía en junio del 2002 Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), cuando el gobierno apresó y deportó a Víctor Galarza, ciudadano de origen vasco quien se encontraba con toda su documentación en Venezuela y tenía más de 12 años residenciado en el país. Luego, en diciembre del mismo año 2002 el gobierno de Chávez entregó a la policía española a Sebastián Echaniz Alcorta, un militante nacionalista vasco acusado de pertenecer a ETA. Por estas deportaciones policíacas y arbitrarias el gobierno fue denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la ONU.
Al
inicio del 2009, el gobierno de Chávez entregó a la policía colombiana a
15 presuntos guerrilleros del ELN. En Mayo del 2009 Carlos Emiro
Bustamante Rincón, Diego Armando Pérez Medina, Yaneth Fernández,
Benjamín Terán y Gregoria Monterrosa acusados de subversivos por la
policía colombiana fueron detenidos y entregados al ejercito de
Colombia. En Noviembre del 2010, Osvaldo Espinoza supuestamente
militantes de las FARC-EP, y Priscilla Ayala y Nelson Navarro sindicados
como militantes del ELN, fueron apresados y entregados a Colombia. El
17 de marzo del 2011, el servicio de inteligencia de venezolana apresó a
dos presuntos guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN),
Carlos Tirado y Carlos Pérez. En 48 horas después fueron entregados a la
policía secreta colombiana.
Frente
a esta situación, resulta ridículo y convencional que el “colectivo de
refugiados y deportados políticos vascos en Venezuela”, en lugar de
defender a los vascos detenidos, se siga arrastrando a los pies del
gobierno venezolano. En el caso de Venezuela, políticamente es correcto
tomar distancias de las posiciones contrarrevolucionarias que pueden
afectar al pueblo, pero cerrar los ojos y dejar pasar groseras
injusticias, es convertirse en un miserable colaborador policial y un
vulgar fanático del gobierno chavista. El comunicado de este comité
publicado en diferentes medios de comunicación sobre el caso de los tres
vascos detenidos en Venezuela es contrario a una elemental solidaridad
internacionalista. Solo han abierto la boca para decir: “Sí queremos,
desde estas líneas, mostrar nuestro profundo respeto hacia los gobiernos
revolucionarios de Cuba y Venezuela...” (Comunicado del colectivo de
refugiados y deportados políticos vascos en Venezuela, 11 de septiembre
del 2010).
La
hipocresía de este grupo desciende al límite de la indecencia. Su
mensaje rastrero solo sirve para pasarle el mensaje a Chávez y
asegurarle que la represión y encarcelamiento de Elena Barcena
Argüelles, Xabier Pérez Lekue e Iñaki Etxarte, nada cambiara en el
aspecto del rastrismo político. Todo seguirá como antes y Chávez
continuará en el pedestal de la “revolución socialista y
antiimperialista” de Venezuela y America Latina.
Extraído de http://euskalherriasozialista.blogspot.com/2011/09/ridiculo-del-colectivo-vasco-en.html
Extraído de http://euskalherriasozialista.blogspot.com/2011/09/ridiculo-del-colectivo-vasco-en.html
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