Opinión: Londres: ¿por qué aquí? ¿Por qué ahora?

Por Tariq Alí
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¿Por qué son siempre las mismas zonas que se rebelan primero, cualquiera sea la causa? ¿Pura coincidencia? ¿Estará relacionado con la raza, la clase, la pobreza institucionalizada y la tristeza de la vida difícil del día a día?

Los políticos de la coalición (incluido el Partido Laborista, que, de continuar la recesión, terminará probablemente por unirse a un “gobierno de salvación”), con sus ideologías petrificadas no pueden decirlo, porque los tres partidos son igualmente responsables de la crisis.

Ellos crearon este lío.

Ellos favorecen a los ricos. Hacen saber que jueces y magistrados darán ejemplo castigando con severidad a los jóvenes capturados con cerbatanas. Pero nunca se han cuestionado seriamente que no haya un solo encausamiento judicial en marcha para las más de 1.000 muertes que se han producido desde 1990 entre ciudadanos detenidos por la policía. No importa el partido, no importa el color de la piel del diputado: reproducen siempre el mismo cliché. Sí, todos sabemos que la violencia en las calles de Londres es mala. Sí, sabemos que saquear las tiendas no es correcto. Pero ¿por qué ahora? ¿Por qué esto no ocurrió el año pasado? Porque las resistencias a las injusticias crecen con el tiempo, porque cuando un sistema provoca la muerte de un joven ciudadano negro de una comunidad pobre, simultáneamente, incluso inconscientemente, provoca una respuesta.

Y las cosas pueden empeorar si los políticos y la elite  financiera, con el apoyo de los medios de comunicación pública y de Murdoch, fracasan en la recuperación económica y deciden castigar a los pobres y a los precarizados con las políticas que ellos mismos han aplicado en las últimas tres décadas . Deshumanizar al "enemigo", en casa o en el extranjero, creando el miedo y encarcelando sin un juicio digno, es una estrategia que no puede funcionar para siempre.

Si hubiese un partido de oposición serio en este país, exigiría el desmantelamiento de este sistema neoliberal con pilares inestables, antes de que se desmorone por sí mismo, arrastrando consigo a más gente. En toda Europa, las diferencias que separaban al centro derecha del centro-izquierda, que diferenciaban a conservadores y socialdemócratas, se desvanecen. La fusión entre las políticas oficiales de los partidos viene a desposeer a los segmentos más desfavorecidos del electorado, a la mayoría.

Los jóvenes negros desempleados o semi desocupados de Tottenham, Hackney, Enfield y Brixton saben perfectamente que el sistema está atacándolos. El rebuzno de los políticos no tiene el menor impacto en la mayoría de la gente, por no hablar de quienes atizan las hogueras en las calles de Londres. Los incendios serán soficados. 

Habrá alguna suerte de indagatoria patética para investigar por qué Mark Duggan fue asesinado a tiros, se presentarán excusas, habrá flores de la policía en el entierro.

Los manifestantes detenidos serán castigados, y todos darán un suspiro de alivio y seguirán adelante con su vida. Hasta que todo esto vuelva a repetirse.