Por Pablo Hernández Parra
“QUEREMOS QUE EL CHÓFER RESPETE LA RUTA QUE HEMOS ESCOGIDO EN COLECTIVO.”.
“QUEREMOS QUE EL CHÓFER RESPETE LA RUTA QUE HEMOS ESCOGIDO EN COLECTIVO.”.
Así finaliza un escrito que me enviaron hoy los camaradas de la Coordinadora Simón Bolívar.
Después de lo ocurrido a lo largo de esta década, con los resultados económico, político de este gobierno etc. no será mejor reflexionar que se escogió el autobús equivocado y el chofer logro llenar el autobús con los únicos pasajeros que podían aceptar la oferta.
No se olviden que el autobús original de Chávez decía en letras muy grandes que había que construir el capitalismo con rostro humano de Juan Pablo II y escoger la tercera vía de Blair. Recuerden que en dicho autobús sin ruta especificada estaba expresamente prohibido embarcar a los adecos, “cuyas cabezas serian fritas en aceite”, menos a los copeyanos que habían entregado el país a través del Dr. caldera
En mi opinión aquí radica el error y confusión de estos amigos.
Chávez no es fruto de un movimiento de masas, ni de luchas populares. Chávez es un líder mediático, fruto de una conspiración militar fracasada y promovida y permitida por los Notables y el capital internacional y que luego fue impuesto mediáticamente por el sistema cuan nuevo Mesías.
Alguien recuerda una lucha popular de estudiantes, campesinos obreros o de barrios donde Chávez o algún militar bolivariano entre 1994 y el año 2000 haya participado o dirigido, y todos recordamos que hubo cualquier cantidad de ellas en ese periodo. Si mal no recuerdo pasaron de 100 los muertos en manifestaciones durante el periodo de Caldera.
Alguien me puede recordar la posición y el papel de Chávez en esos años (94-96) cuando se enfrentaba la privatización, la apertura petrolera y la política anti obrera de Teodoro que líquido las prestaciones.Donde estaban estos militares que ya habían sido liberados por el sistema, pese a que había cometido el más grave delito político-militar, según las leyes del pais.
No amigos el autobús en que se montaron era propiedad exclusiva de la burguesía y del capital internacional y estos colocaron a Chávez como chofer, sobre todo después del 99. Es luego a TRAVES DE LAS ELECCIONES, NO DE LUCHAS POPULARES, que a Chávez le asignaron la conducción del autobús. Es ahí, sobre todo desde el 99, cuando se montaron en dicho autobús los diversos colectivos, unos consciente de quién era el chofer y para donde iba el autobús y otros creyendo en los gritos y ofertas engañosas que le hacia el conductor.
Todas las movilizaciones en este periodo post 99 han sido promovidas por Chávez o la clase dominante. Chávez llamando al pueblo a defenderlo y la oposición conspirando y moviéndose para imponer su programa, que en definitiva es el mismo que el de Chávez.
En este periodo hay muy pocas movilizaciones de masas trabajadoras que hayan sido realmente autónomos, de clase, salvo las ya conocidas movilizaciones reivindicativas que a diario hace la población por los más diversos motivos y por las más elementales reivindicaciones.
Desde el propio año 99 Chávez y su sempiterno aliado la “oposición democrática”, bajo la batuta de Washington se dedicaron a la nueva polarización que sustituyera a la vieja entre AD y COPEI, logrando de nuevo dividir a la población en función de un mismo programa y los mismos intereses: Consolidar la apertura petrolera privatizando la faja del Orinoco vía empresas mixtas, endeudar al país y destruir el poco aparato productivo industrial y agrícola que existía , incluyendo el sistema eléctrico, convirtiendo al país en la propia semicolonia del capital multipolar que es hoy. Y todo esto bajo el cuento de la soberanía, el antiimperialismo y el socialismo.
Este programa ya en lo fundamental ha sido logrado: el petróleo y el gas está en manos del capital internacional como mínimo por los próximos 40 años y el país tiene una deuda que ya supero los 120.000 millones de $.
De que el país es más capitalista y dependiente del exterior que 1999, lo pueden comprobar oyendo o leyendo la exposición de Víctor Álvarez sobre el análisis que se hace desde el mismo chavismo de la gestión de este gobierno (http://www.youtube.com/watch?v=gOk-XroBnlI&feature=related ) y la exposición de Roland Denis en ese mismo Encuentro de Intelectuales por la Democracia y el Socialismo, realizados en el Centro Internacional Miranda, en junio del 2009.
Chávez logra la aprobación de la reelección indefinida e impone vía leyes habilitantes, la reforma constitucional, -no aprobada -, conquistados estos objetivos estratégicos para el capital internacional, es cuando Chávez se termina de quitar la careta y pasa a la ofensiva final contra la "izquierda" dentro del Chavismo, pero principalmente contra el movimiento de los trabajadores.
Apartir de esta ofensiva es cuando dentro de la “izquierda” dentro del chavismo se empieza a percibir el verdadero contenido de clases de este gobierno y a apreciar a que clases e intereses sirve realmente Chávez. Y decimos contenido de clases porque indudablemente que toda medida política, económica o social que tome un gobierno u Estado, tiene un contenido de clase, obedece a unos determinados intereses y beneficia a una clase determinada en detrimento de otras.
Y en esta política ofensiva político-militar, sobre todo a partir del 2009, cuando Chávez en Guayana le declaro la guerra al movimiento obrero, hay que tomar en cuenta, el papel principal que juegan dentro de ella, la Guardia Nacional, el CICPC, las policías regionales y las bandas de delincuentes y sicarios al servicio del gobierno, ejm: La Muralla Roja en Guayana y los diversos sicarios que han asesinado a dirigentes obreros y campesinos, junto al papel de jueces y fiscales criminalizando la protesta y enjuiciando a los líderes sociales, para percibir y tomar en cuenta lo que ya denuncia Denis, el establecimiento de un Estado corporativo, militar-policiaco al servicio del gran capital.
Lo que aun no se termina de percibir dentro del Chavismo, es que se ha establecido un nuevo modelo de Estado, donde la burguesía y el capital internacional ante la crisis de gobernabilidad creada a finales del siglo XX, con el derrumbe de los partidos tradicionales de dominación, apelo a su único partido organizado, obediente y disciplinado que le quedaba: El ejercito, como partido militar para reorganizar el Estado, política esta que no es nueva, sino que es una vieja política mundial de la burguesía de apelar al ejército para reorganizar su Estado en momentos de crisis de gobernabilidad.
Lo nuevo en este populismo militar en América Latina, es que Chávez se está apoyando en un fuerte sector del lumpen burgués y proletario. Los ejemplos de esta relación con dichos sectores abundan en la política diaria: la alianza de la delincuencia con policías y militares es el pan diario en las noticias rojas, los caso Makled, Farid Domínguez, el petejota Norman Puerta, el general di Luca, la banda de la Muralla Roja al servicio del general Rangel Gómez en Bolívar, el caso PUDREVAL, los bancos y casas de bolsa quebradas con dinero del Estado en alianzas con conocidos banquero y estafadores financieros, donde aparecen involucrados personeros del gobierno, la famosa Boliburguesia, hablan por sí solo de esta relación.
En este lumpen hay que incluir a todos esos supuestos militantes de izquierda del viejo y nuevo tipo que han vivido los últimos 20 años sin ninguna ocupación productiva conocida, ni actividad política de masas y que fueron precisamente convocados por Chávez y encontraron en este gobierno el logro de su Ideal Comunista: Vivir sin trabajar y hablando de revolución. No se olvide que el lumpen también tiene un ideal comunista, solo que ellos están de acuerdo con el comunismo en el reparto, pero no en el comunismo basado en el trabajo. Todo esto sin mencionar a todo el conjunto de adecos y copeyanos que abundan en la gestión pública, con su nuevo uniforme de la gorra y franela roja.
Quienes quieran ver un antecedente histórico de este tipo de gobierno, con todas sus implicaciones es bueno releer El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, del viejo Marx
Juan Contreras debe recordar muy bien como Chávez y los militares bolivarianos, el 17 de diciembre del 91, el 4 de febrero del 92, el 27 de noviembre del 92 y aun el 11 de abril del 2002, el porqué Chávez y los militares, pese a que siempre tuvieron contacto con la izquierda civil EN NIGUNO DE ESOS CASOS LES ENTREGARON LAS ARMAS, Y NI SIQUIERA FUERON CONVOCADOS. En esto consiste la esencia de la política de Chávez hacia la izquierda, controlarlos con cuentos, declaraciones y promesas. Usarla como caña para el trapiche y luego botarlo como bagazo, cuando ya no le sirven o cuando osan cuestionar su política.
No es que el chofer escogió una ruta distinta a la decidida por el colectivo, fue que el colectivo se monto en el autobús equivocado, aprovechando una oferta engañosa, de un viejo camaleón que toda su vida se ha definido con su lema preferido: No soy marxista, pero tampoco antimarxista. Ni lo uno, ni lo otro todo lo contrario. Que mejor definición de oportunismo que esta.
Hace 12 años cuando se iniciaba este proceso, a muchos amigos que nos reuníamos para tomar una posición ante Chávez y su gobierno escribí un artículo que comenzaba de la siguiente forma:
“Un fantasma recorre a Venezuela: es el fantasma de Bolívar
El Señor Chávez ha convertido a Bolívar en el nuevo Dios del país, el Bolivarianismo es la nueva religión oficial y, como es de esperarse, el Señor Chávez no es sólo el nuevo profeta, sino el mismísimo Mesías.
Ante el triunfo electoral de este nuevo Salvador de la Patria; a lo largo y ancho del país se han unido en un sólo coro y en una misma organización, (en especial en sus niveles de dirección) los más diversos y contradictorios personajes de la fauna política del país: "NOTABLES" representantes del capital; insignes historiadores; esclarecidos intelectuales; legendarios ex comandantes guerrilleros; abanderados dirigentes y portavoces de la Agenda Venezuela; conocidos adecos y copeyanos que han descubierto en el fondo de su corazón y de su conciencia que tienen algo de Bolívar (o de bolívares) y claro está, no podían faltar a este llamado a "sacrificarse por el país"; izquierdistas trasnochados y frustrados que al final de sus días han descubierto que para llegar a Miraflores hay que montarse en cualquier autobús, no importa quién lo maneje, porque lo importante "no es que le den, sino que lo pongan donde hay"; y, para completar este cuadro grotesco de la última cena o del último saqueo y estafa de este siglo, no podían faltar, los doce apóstoles, sólo que en nuestro caso y dada la magnitud de la tarea, el Mesías, no reunió a doce, sino a doscientos "herederos de las glorias del ejército libertador".
Y el mismo artículo cerraba con las palabras siguientes:
“A MANERA DE CONCLUSIÓN: DEL LIQUI-LIQUI NEGRO AL TRAJE DE CLEMENT
Para el 60% de los venezolanos que votaron por Chávez, éste sigue representando una esperanza de cambio, aún cuando los hechos de este nuevo Mesías hablan elocuentemente hacia dónde se dirige y quiénes realmente se benefician de su política. Analizar, o mejor dicho, haberle recordado a todo este pueblo aunque sea brevemente el cambio de piel de este último demagogo del siglo, es no sólo una cuestión de ejercicio mental sino de necesaria reflexión ante una situación crucial en nuestra historia:
Quien prometía acabar con un sistema político que a lo largo de 40 años sólo engendró hambre, miseria y pobreza para la mayoría de la población , se quita la máscara y cuan vulgar tahúr saca de la manga su verdadera Carta de Intención: hay que establecer el capitalismo, el verdadero capitalismo en Venezuela. Una vez más en nuestra historia el Salvador de los pobres y de la patria se pasa con armas y bagaje al campo enemigo y ahora desde Miraflores, continúa con su ya viejo y conocido papel de defender y consolidar este sistema tal como ayer lo hacía vestido de verde oliva. Hoy con trajes de Clement el señor Chávez no engaña a nadie, sencillamente continúa al lado del capital hoy como político, ayer como militar.
Esta situación le plantea a todo trabajador venezolano; a todos los pobres del campo y la ciudad que votaron o no por Chávez, una situación que hoy se plantea como interrogantes pero que mañana en un futuro no muy lejano se tendrán que responder en el terreno de las luchas de clases abiertas.
¿Qué hacer en el terreno práctico ante esta descomunal estafa?
¿Cómo responder ante este engaño y sobre todo, cómo evitar nuevos engaños?
¿Qué harán los trabajadores venezolanos para enfrentar el futuro de hambre y miseria que se les viene encima?. El Mesías se presta a librar a nombre del capital nacional e internacional su batalla decisiva: su reelección en la asamblea constituyente y lo más importante, una nueva constitución que consolide el actual estado de cosas en favor del capital.
¿O qué creen los pobres de este país, que todas las reivindicaciones, derechos y libertades formales que les han sido arrebatadas por la burguesía , el señor Chávez y la constituyente se las devolverá?. No, señores, la constituyente y el estado de derecho que surgirá de allí es el estado de derecho de la clase que tiene el poder económico y político del país y que ha vencido a los trabajadores a lo largo de estos 40 años de derrotas. La constituyente no es sólo para reelegir al señor Chávez, lo más importante es que ella establecerá las reglas de juego que más le convenga al capital y su ganancia.
Los trabajadores de este país tendrán que librar no una, sino mil batallas todos los días por el trabajo, la salud, educación, el empleo, la vivienda, la comida; en una palabra, mientras el pobre tendrá que luchar por la vida, el señor Chávez luchará por su reelección y por consolidar el sistema capitalista. Ante este tenebroso panorama que se le abre al trabajador, las preguntas que todos ellos deben hacerse son elementales y decisivas; de su respuesta y de su conducta que se asuma en la práctica dependerá el futuro no sólo de la actual generación sino de las generaciones futuras.
Ante el último fraude político del siglo
¿Por qué objetivos lucharán los trabajadores venezolanos en los combates por la vida?
¿Están eternamente condenados los trabajadores que producen toda la riqueza material de este país, a vivir en la pobreza y la desgracia?
¿Volverá el pueblo trabajador a levantarse como en febrero del 89 para saquear y recuperar una miseria de lo que le han robado, o asumirá definitivamente el control y la propiedad de la economía y política del país?
Hasta cuándo los trabajadores de hoy, como ayer los negros esclavos, los peones llaneros o campesinos vamos a seguir esperando por un Mesías, un partido o un Salvador de la Patria , cuando la solución a nuestros problemas no vendrá de arriba, ni del más allá, sino que está aquí en la unión , la fuerza y el trabajo de los trabajadores.
Es que 500 años de dominación de los propietarios privados nacionales y extranjeros no bastan para aprender y entender que mientras ellos sean los dueños del país, los trabajadores no tendrán ni vida, ni futuro.
Es que es difícil entender el problema de la miseria y la pobreza que padece el trabajador en esta sociedad no es un problema de políticos corruptos, de leyes que no se cumplen o de Asambleas Constituyentes que garantizan todo en el papel y en la realidad no garantizan nada; sino de un sistema político económico que tiene como único objetivo el afán de ganancias no importa si para ellos haya que destruir el ambiente o asesinar seres humanos.
Al capital no le interesa el ser humano, le interesa sólo la ganancia, y no cualquiera ganancia, sólo la máxima ganancia. Entonces cómo los trabajadores pueden esperar que estos señores que viven a costa de su miseria, puedan estar interesados o preocupados por su hambre, salud, empleo, vivienda o educación.
La salud y florecimiento del capital y el incremento de su ganancia, su nivel de vida, sus derroches, sus lujos, son directamente proporcionales a la miseria y pobreza del trabajador. Una situación como esta, es una situación de vida o muerte, no hay término medio, ni reformas, ni terceras vías. La cuestión es simple y sencilla: o ellos o nosotros.
A todos quienes votaron por Chávez, a todos los que creyeron y creen en sus promesas, a todos los que piensan que la sola voluntad del Mesías es suficiente para lograr el cambio deseado es un momento propicio para recordar las siguientes palabras de Chávez:
"Vamos a seguir creyendo en la buena voluntad de quienes han demostrado ya hasta la saciedad que no les duele la miseria de nuestro pueblo ni los miles de niños que nacen diariamente... con daños irreversibles por el alto grado de desnutrición de las madres, ni los muertos que a diario enlutan los hogares venezolanos.
... es bueno recordar que la voluntad por sí sola no es suficiente para motorizar los procesos históricos. En tal sentido, señalábamos en julio de 1992, dentro de la propuesta... titulada cómo SALIR DE ESTE LABERINTO lo siguiente:
…es sumamente importante tomar como punto de partida que una fuerza social debe poseer, además de voluntad, una capacidad de acción suficiente para generar eficazmente hechos sociales o políticos que promuevan los cambios profundos que requiere la actual situación del país.
Lo contrario señores, es continuar arando en el mar". (Chávez, yare, 1993).
Tomemos las palabras del Mesías y construyamos esa fuerza social que hoy existe en Venezuela conformada por los nueve millones de venezolanos que son la fuerza de trabajo del país. Son precisamente los trabajadores del campo y la ciudad, de las minas, las fábricas, la tierra, los servicios, etc., los únicos que pueden provocar los cambios que requieren el país porque son ellos precisamente los que todo lo producen y nada tienen.
Sólo el trabajador está interesado en cambiar su situación, para ello tendrá que unirse, armarse y dotarse de un programa que no es otra cosa que las aspiraciones por las cuales votó por el señor Chávez y que se resume en trabajo creador, vivienda, salud, educación, tiempo libre para el ocio creador y la recreación, seguridad, alimentación, total libertad de información y opinión, capacidad real de decidir sobre su futuro, en fin, tener todo lo necesario para llevar una vida digna cónsona a todo ser humano.
Esto sólo lo podrán lograr los trabajadores si construyen esa fuerza social, política y militar que logre acabar con todo este sistema de dominación y opresión que es la causa final y única de su miseria. La lucha está planteada y el dilema es muy sencillo, o ellos; los patronos nacionales y extranjeros, o nosotros los trabajadores. No hay otra salida. Hay que luchar para conquistar un mundo mejor, porque bajo el capitalismo no tenemos otra salida” (Octubre de 1999, se encuentra en http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1616.htm)
Han pasado once años de este artículo, hoy estamos como en 1999: Que hacer ante este nuevo fraude. Lo único que nos corresponde: Construir la fuerza político-militar, dotada de un autentico programa de transformación en beneficio realmente de los trabajadores, que enfrente resueltamente al capital internacional, a la burguesía, su gobierno y Estado con nuevas formas de lucha y organización.
Hay que desechar las ilusiones y ver la realidad del nuevo Estado militar-policiaco corporativo que se ha establecido en el país. La entrega de combatientes al gobierno colombiano, es poco ante la entrega financiera y de los recursos del país que ha hecho Chávez al capital internacional.
Parafraseando la cita de Mussolini con que comienza el escrito de los camaradas de la Coordinadora Simón Bolívar, Chávez les podía contestar a quienes luchan contra la extradición de Julian Conrado y Pérez Becerra:” Son asuntos de Estado, que valen la vida de dos miserables guerrilleros, comparada con la inmensa misión histórica que como hijo de Bolívar me ha encomendado el IMPERIO: Poner a su servicio y propiedad el más grande yacimiento petrolero del Hemisferio Occidental.”
Aprendamos de Mussolini y de Chávez y terminemos de comprender que el Estado venezolano de hoy, es y sigue siendo un Estado al servicio del Capitalismo mundial, y como todos sabemos el capital no tiene Patria, ni reconoce fronteras. Así como el gobierno norteamericano lleva a cabo una guerra a nivel mundial contra todo aquel que califique de enemigo, Chávez cumple con esa misma política entregando a su aliado y a su nuevo mejor amigo el Sr. Santos, a todo aquel que se enfrente a esos intereses.
Saludos y sigamos con el debate y la reflexión, que es el primer paso serio en la búsqueda de construir el verdadero autobús, que nos lleve por la ruta y el camino que nosotros decidamos.
Pablo Hernández Parra
05/06/2011
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