Por Internacional de Resistentes a la Guerra
Chevron, que en su día formó parte de imperio Standard Oil, ha crecido en el último cuarto de siglo hasta convertirse en la cuarta empresa petrolífera del mundo gracias a una serie de adquisiciones: Gulf Oil en 1984, Texaco en 2001 y Unocal en 2005. La compra de Texaco trajo consigo una demanda medioambiental masiva que se ha prolongado más de una década. Esta es sólo una de las polémicas que rodean a Chevron relacionadas con el medio ambiente y los derechos humanos.
Chevron, que en su día formó parte de imperio Standard Oil, ha crecido en el último cuarto de siglo hasta convertirse en la cuarta empresa petrolífera del mundo gracias a una serie de adquisiciones: Gulf Oil en 1984, Texaco en 2001 y Unocal en 2005. La compra de Texaco trajo consigo una demanda medioambiental masiva que se ha prolongado más de una década. Esta es sólo una de las polémicas que rodean a Chevron relacionadas con el medio ambiente y los derechos humanos.
Historia
Chevron tiene su origen en un descubrimiento en Pico Canyon (hoy Yacimiento de Pico Canyon) al norte de Los Ángeles. El descubrimiento llevó a la creación de la empresa Pacific Coast Oil Company en 1879, el antepasado más antiguo de Chevron Corporation.
En un principio Chevron Corporation se conocía como Standard Oil Co. (California) y se creó en plena desintegración de la empresa Standard Oil Company de John D. Rockefeller en 1911 para acabar con su monopolio. Fue una de las “Siete Hermanas” que dominaron la industria petrolífera a principios del siglo XX. En 1926 la empresa pasó a llamarse Standard Oil Co. Of California o SoCal. En 1933, Arabia Saudita otorgó a SoCal el permiso para buscar petróleo, y en 1938 se encontró petróleo. En 1948 SoCal encontró el yacimiento de petróleo más grande del mundo (Ghawar) en Arabia Saudita. La filial de SoCal, California-Arabian Standard Oil Company, se desarrolló a lo largo de los años hasta convertirse en la Arabian American Oil Company (ARAMCO) en 1944. En 1973 el gobierno Saudí empezó a comprar parte de ARAMCO. Para el año 1980 la empresa era en su totalidad propiedad de los saudíes y en 1988 su nombre pasó a ser Saudi Arabian Oil Company (Saudi Aramco).
En el año 1984, Standard Oil of California y Gulf Oil se fusionaron, siendo esta la mayor fusión de la historia hasta ese momento.
En el año 1984, Standard Oil of California y Gulf Oil se fusionaron, siendo esta la mayor fusión de la historia hasta ese momento.
En enero de 1996, NGC (antiguamente NYSE: NGL) y Chevron anunciaron sus planes de fusionar el negocio del gas natural y los líquidos del gas natural de Chevron con los de NGC. El 23 de mayo de 1996, las dos empresas llegaron a un acuerdo, en principio, para fusionar sus negocios. Según el acuerdo, Chevron transfería sus operaciones de recolección de gas natural, manejo y marketing a NGC a cambio de una participación de alrededor del 25 por ciento en el capital en NGC. El 30 de agosto los accionistas aprobaron el acuerdo creando así el mayorista de líquidos de gas y de gas natural más grande de Norteamérica En 1998, NGC Corporation pasó a llamarse Dynegy (NYSE: DYN).
En una fusión del 1 de febrero de 2000, Illinova Corp. (antiguamente NYSE: ILN) pasó a ser una filial propiedad de Dynegy Inc. de la cual Chevron poseía también un 28%. Sin embargo en mayo de 2007 Chevron vendió aproximadamente el 12% que poseía (en ese momento) de acciones ordinarias de Clase A de la empresa por unos 985 millones de dólares, resultando en una ganancia de 680 millones de dólares.
Chevron anunció el 15 de octubre de 2000 que iba a adquirir Texaco (NYSE: TX) creando así la segunda empresa petrolífera más grande de los Estados Unidos y la cuarta petrolera más grande a nivel mundial cotizando en bolsa con un valor de mercado combinado de unos 95 mil millones de dólares. El 9 de octubre de 2001 los accionistas de Chevron y Texaco aprobaron mediante un voto la fusión, creando ChevronTexaco. El acuerdo fue valorado en 45 mil millones de dólares.
ChevronTexaco anunció el 9 de mayo de 2005 que se iba a deshacer del apodo Texaco y quedarse sólo con el nombre de Chevron. Texaco existe aún como una marca dentro de la empresa Chevron Corporation.
Chevron anunció el 4 de abril de 2005 su intención de adquirir Unocal Corporation (NYSE: UCL) por 18.4 mil millones de dólares aumentando las reservas de petróleo y de gas natural de la empresa en un 15%. El 10 de agosto de 2005, los accionistas de Unocal Corporation aprobaron la compra de la empresa por parte de Chevron. El acuerdo fue valorado en 18 mil millones de dólares.
El 9 de noviembre de 2010 Chevron anunció que compraría la empresa Atlas Energy Inc. (NASDAQ: ATLS), con sede en Pennsylvania, por 3.2 mil millones de dólares en efectivo y otros 1.1 mil millones de dólares en una deuda que mantenía Atlas. Los accionistas de Atlas Energy aprobaron la fusión el 18 de febrero de 2011. El acuerdo fue valorado en 4.3 mil millones de dólares.
Información general sobre la responsabilidad
Chevron es un objetivo muy común de las críticas de grupos medioambientales y de derechos humanos por sus prácticas en los Estados Unidos y en países como Ecuador, Nigeria, Birmania, Chad y Angola. Cada año, muchas de estas organizaciones se reúnen para publicar un informe anual diferente llamado The True Cost of Chevron (El Coste Real de Chevron) que documenta en gran medida el registro de la empresa.
Derechos humanos
Ecuador. Cuando Chevron adquirió Texaco también adquirió una controversia que venía de tiempo atrás sobre las operaciones de la empresa en Ecuador. Durante casi una década, Texaco había estado luchando contra una demanda que alegaba que había incurrido en el vertido de una enorme cantidad de desechos tóxicos a lo largo de dos décadas. Cuando el caso fue bloqueado por el tribunal federal de EEUU, los querellantes presentaron una demanda de 1000 millones de dólares contra ChevronTexaco en Ecuador en el año 2003. Los críticos se enfrentaron a la empresa sobre este tema en eventos como su asamblea anual. En la asamblea de 2005, el entonces jefe ejecutivo, David O’Reilly, cerró el micrófono de los oradores antes de que un destacado líder de la selva ecuatoriana pudiese hablar sobre el impacto medioambiental de las operaciones de la empresa.
Chevron presionó a la administración de Bush para introducir sanciones comerciales para conseguir que Ecuador abandonase el caso, pero la demanda siguió adelante. Según se acercaba la resolución del caso en 2009, se decía que la empresa podía enfrentarse a daños de hasta 27 mil millones de dólares, lo que la convertiría en la demanda medioambiental más importante del mundo. El Frente de Defensa de la Amazonia criticó a la empresa por no revelar la magnitud de las posibles responsabilidades a los accionistas.
En agosto de 2009 el caso dio un giro inesperado cuando Chevron afirmó que tenía pruebas en video de que el juez del caso estaba siendo sobornado por funcionarios del gobierno ecuatoriano. El juez se retiró del caso, pero Chevron continuó presionando. Presentó una demanda de arbitraje a través de una comisión de comercio de las Naciones Unidas y exigió que el gobierno pagase las tasas legales y por “daños morales” por su supuesta injerencia en la demanda. Más tarde se cuestionó la integridad de las pruebas y la de los dos hombres de negocios que habían grabado al juez en secreto. En marzo de 2010 un juez federal de EEUU falló en contra de los esfuerzos de Ecuador de impedir que Chevron continuase con la demanda de arbitraje de la ONU.
Nigeria. Al igual que Royal Dutch Shell, Chevron fue objetivo de críticas durante los años 90 por sus relaciones con el represivo gobierno de Nigeria. En 1998 la periodista Amy Goodman informó de que directivos de Chevron ayudaron a llevar a cabo un asalto por parte de tropas nigerianas contra manifestantes que ocupaban una plataforma petrolífera en el Delta del Níger. Dos manifestantes murieron y otros fueron detenidos y supuestamente torturados por las autoridades nigerianas. Más tarde se supo que los soldados nigerianos facturaron a Chevron por sus servicios.
En 1999, un grupo de ciudadanos nigerianos presentaron una demanda contra Chevron en el tribunal federal de EEUU bajo la Alien Tort Claims Act (Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros). El caso finalmente fue llevado a juicio en 2008. Tras semanas de testimonios, un jurado estableció que Chevron no era legalmente responsable por lo ocurrido a los manifestantes. Los demandantes han recurrido.
Chad y Camerún. En 2005 Amnistía Internacional publicó un informe advirtiendo que un proyecto de gaseoductos en Chad y Camerún liderado por Exxon Mobil y Chevron amenazaba los derechos humanos en ambos países africanos, puesto que el acuerdo firmado por ambas compañías y los dos gobiernos (que tienen un mala reputación a la hora de respetar derechos) puso un gran énfasis en mantener la estabilidad financiera del proyecto.
Birmania. En 2008 EarthRights International acusó a Chevron de complicidad en la violación de los derechos humanos en zonas cercanas al gaseoducto del que es copropietaria en Birmania.
La guerra de Irak
La guerra de Irak
Chevron comenzó a comercializar petróleo iraquí bajo contratos con el régimen de Saddam Hussein en los años 80 y luego bajo el Programa de Petróleo por Alimentos de las Naciones Unidas en los años 90. Chevron pagó 30 millones de dólares a reguladores estatales y federales para resolver los cargos presentados por la Comisión de Bolsa y Valores, alegando que había pagado comisiones ilegales al régimen de Hussein para ganar contratos.
No obstante, Chevron fue de las primeras empresas en recibir contratos de comercialización tras la invasión de Irak en 2003 y hoy en día continúa comercializando una importante cantidad de petróleo iraquí. Según el Departamento de Energía de EEUU, Chevron ha estado refinando petróleo iraquí en su refinería de Richmond desde que comenzó la guerra. En lugar de utilizar sus nuevos beneficios para actualizar esta refinería altamente contaminante y con una antigüedad de 106 años, Chevron utiliza su destreza política y financiera para intentar que Richmond acepte una “actualización” de la refinería para quemar crudo aún más contaminante y rico en azufre.
Aunque los contratos comerciales de Chevron con Irak le aportan unos beneficios enormes, la gran cantidad de dinero, y las grandes esperanzas de la compañía para el futuro, están en el control del petróleo del subsuelo iraquí, y no sólo en venderlo al extranjero. Como le dijo el jefe ejecutivo de Chevron, Kenneth Derr, al público de San Francisco en 1998: “Irak posee reservas enormes de petróleo y gas, reservas a las que me gustaría que tuviese acceso Chevron.” Chevron ha encontrado muchas maneras de alcanzar este objetivo, en especial a partir de la apertura proporcionada por la invasión de Irak por parte de EEUU en 2003.
En octubre de 2003 el vicepresidente de Chevron, Norm Szydlowski, continuó en la misma línea que otros ejecutivos de petrolíferas de EEUU sirviendo como enlace en Irak entre el gobierno de ocupación estadounidense y el Ministerio del Petróleo Iraquí. Chevron copatrocinaba conferencias de manera regular, como por ejemplo, “Adquisiciones de Irak de 2004 – Conozca a los Compradores”, donde los ministros iraquíes se encontraban con ejecutivos de las empresas. Chevron incluso entrenó de manera gratuita a ingenieros iraquíes en cursos de un mes de duración.
En 2004 Chevron pagó 30 millones de dólares para resolver los cargos presentados por la Comisión de Bolsa y Valores, que alegaban que había pagado comisiones ilegales al régimen de Hussein para conseguir contratos comerciales en Irak. Después se supo que Hussein había establecido una red internacional de petroleras y países, que ayudaron a Irak de manera secreta, a generar unos 11 mil millones de dólares de ingresos ilegales de ventas de petróleo.
Chevron ha presionado al gobierno federal de EEUU sobre la cuestión de Irak cada año desde al menos el 2006 (que es desde cuando comienza la revelación pública de actos de cabildeo), y presionó sobre todo sobre la Ley de Hidrocarburos de Irak, tanto en 2007 como en 2008. En 2007, Chevron (junto a la francesa Total) firmó unos contratos de servicios para el yacimiento súper gigante Mjnoon y el de Nahr Bin Omar. Sin embargo los contratos nunca se aplicaron puesto que dependían de la aprobación de la Ley de Hidrocarburos de Irak.
La Ley de Hidrocarburos de Irak cedería hasta un 86% del petróleo iraquí a un control extranjero bajo contratos de una duración de hasta 35 años. Las empresas extranjeras no tendrían que invertir en la economía iraquí, ni asociarse con empresas del país, ni contratar a trabajadores iraquíes, ni compartir las nuevas tecnologías. Todo el petróleo producido en los yacimientos de Irak se podría exportar. Las empresas también tomarían las decisiones sobre la producción de sus yacimientos.
La oposición a la ley, en especial entre los iraquíes, aumentó cuando se difundió una campaña de educación pública sobre la ley, tanto en Irak como en el resto del mundo. En octubre de 2009, el parlamento iraquí anunció que ni siquiera consideraría la ley hasta después de sus propias elecciones de 2010. Con la aprobación cada vez menos probable, y con la incertidumbre de las elecciones de Irak, en noviembre de 2009 Big Oil acordó, por primera vez, negociar contratos sin la Ley de Hidrocarburos.
Solo BP (junto a la CNPC china) firmó un contrato durante la primera subasta en Irak en junio de 2009. Se suponía que Chevron iba a pujar junto a Total por el yacimiento de Qurna Occidental. Había debatido sobre el yacimiento con funcionarios iraquíes durante más de un año, y sin embargo Chevron, como otras empresas, se mostró reacia a los términos y decidió no pujar. En octubre Irak dulcificó los términos y las petroleras se lanzaron a la segunda subasta. Supuestamente, Chevron (junto con Total) se quedó con las manos vacías mientras que Exxon Mobil, Occidental y ConocoPhillips fueron las primeras empresas estadounidenses en recibir contratos de producción en Irak en 35 años. En respuesta, la indignación pública contra las petrolíferas estadounidenses, que recibían lo que se consideraba como contratos extremadamente generosos, aumentó en Irak de tal modo que cuando llegó la tercera ronda de negociaciones en diciembre, no se adjudicó ningún contrato a ninguna empresa estadounidense.
Influencia política (nacional e internacional)
En 2010 Oxfam América lanzó una campaña para conseguir que Chevron revelase por completo todos los pagos realizados a gobiernos de todo el mundo. El objetivo es asegurarse de que “los ciudadanos pueden utilizar la información para realizar un seguimiento de cómo las rentas públicas están siendo utilizadas para promover la salud, educación y otras medidas para luchar contra la pobreza.”
Medioambiente y seguridad de los productos
Chevron invierte mucho en una campaña publicitaria con el lema “¿Te Unes a Nosotros?”, que por lo visto pretende dar la impresión de que está en la vanguardia de la reforma medioambiental y con un comportamiento socialmente responsable. Es de suponer que también pretende desviar la atención del hecho de que durante más de dos décadas Chevron ha tenido una trayectoria ambiental muy lejos de ser intachable.
Algunos de los peores pecados de la empresa han tenido lugar en Richmond, California, donde posee una refinería petrolífera y otras instalaciones. Un grupo local llamado Ciudadanos por un Medioambiente Mejor, publicaron un informe en 1989 que reconocía que Chevron había reducido los vertidos de aguas residuales en las instalaciones, pero decía que las emisiones de aire tóxico continuaban estando a niveles inaceptablemente altos. En 1988 la empresa pagó 550.000 dólares para resolver una demanda estatal relacionada con las emisiones tóxicas de la planta.
Ese mismo año la empresa pagó una multa de 1.5 millones de dólares a la EPA (Agencia de Protección Medioambiental de EEUU), por el vertido de aguas residuales en su refinería de El Segundo cerca de Los Ángeles. La agencia federal dijo que había habido unas 880 violaciones de leyes de contaminación en dichas instalaciones desde 1981.
En 1992 Chevron se declaró culpable de cargos penales y civiles en relación con la violación de la Ley de Agua Limpia en una plataforma de perforación en el Canal de Santa Bárbara, y por lo tanto pagó 8 millones de dólares en multas. Ese mismo año pagó 1 millón de dólares en multas por la violación de la Ley de Aire Limpio en la refinería de Filadelfia.
En 1993 Chevron pagó 500.000 dólares en multas tras declararse “nolo contendere” por los cargos de delito menor por la violación de las leyes de California, en relación a un vertido de crudo en 1991 en la costa de El Segundo.
En ese mismo año la EPA propuso una multa de 17 millones de dólares a Chevron por la violación de la Ley del Control de Sustancias Tóxicas. La disputa se resolvió y Chevron tuvo que pagar sólo 375.000 dólares.
En 1996 Chevron acordó pagar 700.000 dólares para acabar con las acusaciones que apuntaban a que su refinería de Perth Amboy, Nueva Jersey, violaba la Ley de Aire Limpio a través de emisiones de dióxido de azufre.
En 1997 Chevron acordó pagar 1.1 millones de dólares para resolver los cargos civiles presentados por parte del Departamento de Interior de EEUU, de que la empresa violaba importantes normas de seguridad en una plataforma de perforación cerca de Ventura en California.
En 1998 Chevron acordó pagar 540.000 dólares para resolver los cargos presentados por la EPA de que la empresa no contaba con un sistema de tratamiento de aguas residuales en su refinería de Richmond, dando lugar a emisiones tóxicas en la Bahía de San Pablo durante cinco años.
En 2000 la empresa pagó 7 millones de dólares para resolver los cargos impuestos por la violación de la Ley de Aire Limpio en una terminal de carga cerca de El Segundo.
En 2001 Chevron acordó pagar 750.000 dólares para resolver los cargos presentados de que sus instalaciones de producción de crudo en Rangely, Colorado, violaron la Ley de Aire Limpio durante un vertido en 1995. La empresa también se comprometió a mejorar las instalaciones del lugar.
En 2001 un grupo de empresas, entre las cuales estaba Chevron, resolvieron una demanda presentada por Comunidades por un Mejor Medioambiente, por la contaminación de agua subterránea en California por el aditivo cancerígeno de la gasolina, MTBE. A raíz de ese acuerdo, Chevron se enfrenta a otros casos de MTBE en California y otros estados. En 2008 Chevron y otras importantes petroleras acordaron pagar 422 millones de dólares para resolver demandas presentadas por sistemas de agua pública en 20 estados y consolidadas por un tribunal federal.
En 2002 Chevron fue multada con 2 millones de dólares por el gobierno de Angola, por el daño medioambiental causado por fugas en las tuberías para el transporte del crudo desde las plataformas de perforación mar adentro. Una investigación gubernamental encontró que dichas tuberías no habían sido mantenidas del modo adecuado.
En 2003 Chevron llegó a un acuerdo con el Departamento de Justica de EEUU y con la Agencia de Protección Medioambiental, en el cual acordó gastar unos 275 millones de dólares para reducir las emisiones en el aire de cinco de sus refinerías estadounidenses en California, Hawái, Mississippi y Utah.
En 2004 Chevron Phillips Chemical acordó pagar una multa civil de 1.8 millones de dólares por la violación de la Ley de Aire Limpio que resultaron en dos explosiones, y la emisión de productos químicos tóxicos en unas instalaciones de producción en Pasadena, Texas, en 1999 y 2000.
En 2007 Chevron acordó pagar 1 millón de dólares por los cargos civiles que habían sido presentados por el estado de Nueva Jersey en relación con un vertido en 2006, de más de 100.000 galones de crudo en Arthur Kill cerca de Perth Amboy.
En 2009 Chevron fue obligada a pagar una multa de 11.500 libras por la Agencia Medioambiental del Reino Unido, en relación con un vertido de diesel en la terminal de la empresa en Poole Harbor tres años antes.
En enero de 2010, la división de investigación penal de la EPA confiscó ordenadores y documentos de las instalaciones petrolíferas de Chevron en Cook Inlet en Alaska. Según las noticias de Anchorage Daily, la agencia está investigando si la empresa violó los permisos de contaminación del aire de manera intencionada en dichos lugares.
En abril de 2010 al menos 18.000 galones de crudo fueron vertidos a las aguas del Delta de la Reserva Natural de Luisiana como resultado de un accidente en una tubería propiedad conjunta de Chevron y British Petroleum.
Chevron informa que desde finales de 2009 ha sido identificada como una de las partes posiblemente responsables en unos 250 vertederos de desechos tóxicos de Superfund en los Estados Unidos.
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